jueves, junio 23, 2022

Yania Suárez desde Cuba sobre el silencio de Pablo Milanés en el concierto del 21 de junio de 2022 en la Ciudad Deportiva

 
Tomado de https://diariodecuba.com

El silencio de Pablo Milanés

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'Yo he visto muchas veces a Pablo Milanés en vivo. Puedo decir que esta presentación tuvo un sabor de despedida.'

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Por Yania Suárez

La Habana

22 junio 2022

¿A qué le temería la policía política para colmar la Sala Avellaneda de "trabajadores" en el concierto de Pablo Milanés? El evento sucedió, por fin, como se sabe, en la Ciudad Deportiva: esta vez con espacio suficiente para todo el que quisiera escuchar al viejo trovador.

Yo he visto muchas veces a Pablo Milanés en vivo. Puedo decir que esta presentación tuvo un sabor de despedida. No precisamente porque el adiós fuera hecho manifiesto por parte del músico, sino por el ambiente: por su apariencia de ancianidad, por su dificultad para moverse (dicen que usa sillón de ruedas) y por la nostalgia que dominó  especialmente la presentación, tanto de parte del cantautor hacia su público como de los espectadores hacia él. Muchos estaban ahí "para revivir lo que nos tocó", como dijo una señora a mi lado.

La edad promedio de los asistentes sería de 50 años. Aunque se veía algún que otro joven, el público estaba compuesto básicamente por personas de su edad o de la generación siguiente. Creo que ni los millenials ni los que vienen detrás han tenido las canciones de Pablo como banda sonora de su vida (contrario a lo que pasaba en el concierto anterior de Carlos Varela, quien sí renueva su público). Esto explicaría el hecho de que no se haya sentido tanto el ímpetu contestatario en el espectáculo, tal como se esperaba. También porque en verdad el estilo de Pablo hace años cambió y pasó de ser un icono de la canción protesta a limitarse a cantar sobre sus emociones, sobre el amor, la tristeza, la melancolía, sobre la perdida, la pareja, el tiempo…

Gracias a la muy posible paranoia de una policía política histérica, antes del concierto se creó la expectativa de que ocurriría una reacción política de la que serían cómplices el autor y el público, tal como ocurrió en el concierto de Carlos Varela. Pero Pablo Milanés decidió el silencio y la verdad es que no se sintió la falta. La atmósfera que concibió para ese concierto de muchas maneras repudiaba la política. Hizo alguna que otra alusión a la desgracia de Cuba, que fue bien recibida por el público, pero una declaración directa se hubiera sentido como un acorde fuera de la armonía que creaba.

Apareció sin percusión, acompañado nada más de piano y cello, cantó sus clásicos que siempre repite con humildad, algunos temas nuevos que ya no llegan a la gloria de antaño, y cantó con una voz sorprendentemente conservada.

Puede dar la impresión, a los distraídos cubanólogos del mundo, que al permitir un concierto del trovador que últimamente critica la Revolución, el Estado favorece su imagen demócrata. Por tanto el concierto ha colaborado con el engaño. Ante eso diremos que la realidad es más compleja que una directriz política. Por mi parte, no sentí ese agravio, sino la superioridad del autor ante las instituciones, a quien no les ha quedado otro remedio que admitirlo y quienes estuvieron hasta el último momento aguantando la respiración por si acaso al ícono se le ocurría desafiarlos.

No lo hizo en ese momento. Pero sabemos que sus declaraciones han sido algo más que un reparo puntual (como son las de Silvio Rodríguez) y más bien desafían la esencia del régimen. Sabemos de su frustración real. También de su enfermedad, de la costumbre del silencio y su cansancio.


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Tomado de Tomado de Music MGP

#PabloMilanes #BolerosEnElTropicana #Cuba

 Una noche en Tropicana junto a Pablo Milanés, adquiere la connotación de un acontecimiento exclusivo, por la grandeza del género, la fama del lugar, la maestría del intérprete. Pablo Milanés regresa a la escena del Tropicana, en un anhelo callado, una sencilla reivindicación, con el más famoso cabaret de Cuba, hoy, también del Mundo. 

El mismo recinto que alguna  vez albergara a Maurice Chevalier, Edith Piaf y Nat King Cole, acercará esta noche cuerpos y almas, por la impostergable urgencia de una buena razón: el bolero.

Pablo Milanés | Concierto: Tributo al Tropicana



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6 Comments:

At 8:48 p. m., Blogger Beny said...

No me interesa este personaje de Pablo Milanés. Escribo estas líneas solo para
que al menos algunas personas conozcan su personalidad.
Pablo Milanés incluso participo en actos de repudio durante su vida como pro-Castrista
en Cuba. El músico Mike Porcel (no estoy seguro de que se escribe así) experimento
un acto de repudio en su contra donde Pablo y su amigo Silvio eran protagonistas principales.
En una ocasión Fidel Castro –ex ídolo de Milanés- lo espero en el aeropuerto de
La Habana para recibirlo. Pablo estaba orgulloso ese dia.
Mike Porcel solo deseaba irse de la isla, exactamente lo mismo que hicieron Pablo y
su hija posteriormente.
Para mi Pablo Milanés es un vulgar corcho que flota donde quiera.

 
At 2:08 a. m., Anonymous Realpolitik said...

Milanés no fue a Cuba a "ponerse pesado." Fue a dar su concierto y muy posiblemente a despedirse. No dudo que le hayan dado el permiso a condición de que siguiera las reglas del juego, y tampoco dudo que aceptara. En resumen de cuentas, él es de aquello, y encaja muchísimo mejor allí que en Miami, donde nunca debió haber cantado por pudor elemental. Cierto que ha hecho mejor papel que el miserable Silvio y la esperpéntica Omara Portuondo, pero sigue contaminado con el cuento de la "revolución," algo que a estas alturas me parece indecente. Claro, una cosa piensa el borracho y otra piensa el bodeguero.

 
At 12:45 p. m., Blogger PPAC said...

Lector Beny

En el siguiente video a partir del instanto 11:30 se dice que Pablo Milanés no era partidario de hacer un acto de repudio a Frank Pourcell (el cual se hizo en frente de la casa de la madre de Fran Pourcell) sino una cantata; es decir: nada de improperios, ofensas, etc.

Tony Pinelli admite haber participado en acto de repudio al músico Mike Porcel:
https://youtu.be/wDKIoKPH76c

No olvidemos tampoco que Pourcell había sido internacionalista en Etiopía como integrante de una brigada cultural, había hecho la canción del Festival de las Juventudes y los Estudiantes de 1978 en Cuba y su esposa trabajaba de secretaria en la oficina de un General del MINFAR, por cuyas manos y ojos pasaban algunos documentos con información clasificada; es decir: Pourcell tenía cierta confianza por parte de la tiranía Castrista.

Gracias por leer a Baracutey Cubano y dejar su comentario.

 
At 2:26 p. m., Blogger Beny said...

A Ud. le faltó decir que el padre de Mike Porcel estaba enfermo y sufrió el mismo acto
de repudio. El mismo Mike Porcel me comento que vio a Pablo Milanés gritar consignas
en ese acto de repudio sin importarle la salud del padre de Porcel.

A Ud. le sobro decir que ”Tony Pinelli admite haber participado en acto de repudio al músico Mike Porcel”. Dos males horribles es peor que uno solo. Además, yo no hable de Tony Pinelli.

Pablo y su hija posteriormente salieron de Cuba, exactamente lo mismo que hizo Porcel previamente. Pero ellos no experimentaron actos de repudio..
.
Repito, para mi Pablo Milanés es un vulgar corcho que flota donde quiera.

Mis respetos, Beny Rey

 
At 5:44 p. m., Blogger PPAC said...

Señor Beny Rey

Yo sólo puse el título del video, el cual es: ¨”Tony Pinelli admite haber participado en acto de repudio al músico Mike Porcel”¨

Los actos de repudio fueron una muestra de la barbarie Castrista con la que intentaron frenar la salida del país de cientos de miles y quizás millones de cubanos. No fue una buena decisión, sabiendo lo que estaba sucediendo en La Habana, buscar refugio donde personas enfermas podían hasta morir del susto había que buscar otros refugios o enfrentar a las turbas. Yo estaba recien casado y ambos teníamos hijos menores de nuestros anteriores matrimonios y mi esposa y yo no deseábamos irnos por El Mariel; sin embargo yo acompañé a mis padres y otros familiares a inscribirse en El Cuatro Ruedas por si había que defenderlos de las turbas pero gracias a Dios ya no estaban. Me fui muchos años después y no dejé rehenes ya que salí con el último de mis hijo pese a que fui el primero al que le llegó la tarjeta blanca.

Ah! yo estaba ya en 1962 esperando vuelo para emigrar a los EE.UU. pero vino la suspensión de los vuelos.

Mis saludos

Pedro Pablo

 
At 9:25 p. m., Blogger Beny said...

Tiene Ud. mucha razón señor Pedro Pablo: Los actos de repudio fueron una muestra de
la barbarie Castrista.
Y la asistencia protagónica a los mismos de Pablo Milanés -gritando consignas de todo
tipo frente a un hogar donde vivía un hombre mayor y enfermo- es una muestra de la
barbarie Pablista.
El es tan vulgar que tiempo después salió de la isla, lo mismo que hizo Mike Porcel
anteriormente. Pero a Pablo Milanés, corcho al fin, no le dieron actos de repudio. Y no
me extrañaría que ahora declare “que todos los cubanos somos iguales”, “que se
cometieron errores pero eso es pasado””, “que ahora hay que re-construir”, etc.
Es una verdadera lástima que esas declaraciones no se las hubiera dicho a su
“ëx-comandante en Jefe” cuando este fue a recibirlo al aeropuerto de La Habana..

Mis saludos y mis respetos.

Beny Rey

 

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