domingo, febrero 19, 2023

Video y algunos apuntes sobre la lucha guerrillera antiCastrista en la zona rural y central de Cuba dentro del marco de la GUERRA CIVIL contra la naciente dictadura castro comunista

 HIGH BEAM / LUZ LARGA

16 de febrero de 2023

La historia del Escambray. Invitado Enrique Encinosa


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Nota del Blogguista de baracutey Cubano

En efecto, es correcto llamarle Guerra Cívil, y tal es así que hasta el régimen Castrista así lo ha entendido y dicho en ocasiones. En el tomo I del libro Las Reglas deL Juego, elaborado por miembros de la Dirección Política del MININT y publicado en 1992 por la Editoral San Luis, editoral del MININT se lee ( sólo teniendo en cuenta a los insurgentes alzados en zonas rurales y no a la oposición urbana de la cual hubo más de 300 organizaciones según ha expresado Fidel Castro) lo siguiente:

¨El General de Ejército Raúl Castro calificó este largo batallar como una guerra civil; en 1967 expresó que en aquellos encuentros contra el bandidismo perdieron la vida cerca de 500 combatientes revolucionarios, y las operaciones costaron al Estado cubano entre 500 y 800 millones de pesos. Ese fue el balance de la destrucción de 179 bandas y casi 3 600 alzados que asolaron el teritorio nacional a mediados de 1960 y 1965 fundamentalmente. Cien mil hombres rastrearon las antiguas seis provincias del país para aniquilar a unos 200 grupos de alzados. ¨ ( pag 125-126)

Una observación interesante: el Doctor en Ciencias Arnaldo Jiménez de la Cal, oficialista historiador de la ciudad de Matanzas, en su libro Principio y fin del bandidísimo en Matanzas. (1998), que fue Premio 26 de Julio del año 1997, expone en sus datos que de los aproximadamente 600 alzados ( o sea, individuos que participaron en la lucha con el arma en la mano; luego no se tiene en cuenta los suministros, guías, personal de apoyo, etc. ) que hubo en la provincia de Matanzas, y que fue aproximadamente el 25% del total que hubo en todo el país, sólo tres habían pertenecido a los cuerpos armados de la anterior República, mientras que más de 90 habían pertenecido a los cuerpos del régimen Castrista: Milicias Nacionales Revolucionarias, Ejército Rebelde, Policía Nacional Revolucionaria, etc..

En ese libro del Dr. Jiménez de la Cal, se citan fragmentos de discursos locales de Fidel Castro donde se dice que fueron errores de la Revolución los que conllevaron a que tantos campesinos se alzaran. Ese libro se lo presté a mi amigo Víctor Rolando Arroyo Carmona, pues él quería escribir un artículo para Cubanet sobre esa temática, y en un registro y requisa del Departamento de Seguridad del Estado, se llevaron todos los libros de su Biblioteca Independiente Los Reyes Magos, incluyendo el mio; disculpen no poderle citar esos fragmentos.

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Tomado de http://www.latinamericanstudies.org/



Escambray: La Guerra Olvidada

(Un Libro Historico De Los Combatientes Anticastristas En Cuba (1960-1966))


Por Enrique G. Encinosa

EL LOCO LÓPEZ

Le decían El Loco. El apodo le vino por su audacia, por su sangre fría, por la manera temeraria de actuar ante el enemigo. Manolo López López era de Chambas, en el norte de Camagüey. Fue encarcelado cuando era aún menor de edad, acusado de participar en actividades guerrilleras contra el régimen castrista. Lo enviaron a Torrens, una cárcel para menores en La Habana, para cumplir sentencia y recibir adoctrinamiento político.

Pero El Loco nunca cumplió la condena. Con una navaja se abrió una herida en el estómago, al lado del ombligo. Lo llevaron a un hospital, donde le cosieron la herida. Y antes de regresar a Torrens, El Loco amarró una tira de sábanas y se lanzó por una ventana, perdiéndose en la oscuridad de la noche.

Casi desnudo, herido, y sin recursos, Manolito López se las arregló para regresar a Camagüey, donde se alzó de nuevo. Cumplió los 18 años en la manigua. Aprendió sus tácticas guerrilleras de Rolando Martín Amodia y Arnoldo Martínez Andrade, dos ex oficiales del Ejército Rebelde que fueron los pioneros de los alzamientos contra el castrismo en Camagüey. El Loco participó en muchas acciones, incluyendo el asalto a las Minas de Perea, la toma de los poblados de Río y Centeno, y numerosas emboscadas en los llanos de la Provincia. Para febrero de 1962, a pesar de su juventud, era comandante guerrillero, jefe de los alzados en Camagüey.

En los próximos seis meses, Manolito El Loco se convirtió en uno de los jefes guerrilleros más audaces de toda Cuba. Los propios castristas publicaron relatos que demuestran la audacia de Manolito. En Boquerón, la milicia tendió una emboscada a los alzados. 'En el primer combate murió un guerrillero, Justo López Fuentes. Al poco rato, cuando la milicia peinaba el terreno en búsqueda de la guerrilla, se escucharon dos disparos. Dos milicianos se desplomaron. Cuando las tropas castristas llegaron al farallón desde donde los alzados habían disparado, no encontraron guerrilleros, pero sí encontraron colgado de un árbol un pequeño letrero que decía.

«Por cada patriota muerto, la vida de dos milicianos.

»(firmado) Manolito López

»Comandante en Jefe Frente Norte de Camagüey,»

A Manolito El Loco lo buscaron con ganas. Y él, con su locura y su audacia, continuó rompiendo cercos. Mucho triple cerco se cerró sobre campo vacío mientras El Loco y sus hombres cruzaban sembradíos y potreros, evadiendo a los cazadores de las tropas especiales castristas.

Con temeridad, los hombres de El Loco López llevaron a cabo constantes contra-ataques, a pesar de ser continuamente perseguidos y acosados por el ejército castrista. El 29 de junio de 1962, con la milicia pisándole los talones, Manolito y sus hombres detuvieron a un ómnibus en El Chorro. Después de matar a dos milicianos que viajaban en el vehículo, El Loco le prendió candela al autobús.

El 10 de agosto lo cercaron en Los Barriles. En el primer combate, Manolito López fue herido. Una bala le produjo una herida en el cuello y otra le traspasó una mano. Los cazadores tiraron un triple anillo. Por una semana, centenares de soldados rastrearon las piedras y los farallones, pero no encontraron el rastro de los once guerrilleros escondidos.

Oscar Figueredo, uno de los jefes de las tropas especiales se adentró en Un pedregal. Allí estaba El Loco. Recostado a unas piedras, el joven jefe guerrillero apuntó serenamente con su carabina M 1. Apretó el gatillo cuatro veces. Tres plomos dieron en el blanco. Una bala se incrustó en la barriga de Figueredo. Dos plomos más, uno sobre cada tetilla, destrozaron el pecho del oficial castrista. Oscar Figueredo murió instantáneamente.

El nudo de tropas comenzó a estrangular al grupo de alzados. Floro Camacho, el lugarteniente de Manolito, lo ayudó a tratar de escapar. El Loco estaba débil. Con hojas de savia se había tapado la herida en el cuello, y la herida de la mano estaba infestada. El Loco sabía que su hora había llegado. Con aplomo, el jefe guerrillero de 19 años de edad le cedió el mando de la guerrilla a Floro Camacho, parapetándose después en unas piedras, para cubrirle la retirada a sus hombres.
Atrajo fuego enemigo sobre sí para salvar a sus hombres. Desde las piedras, disparó con su carabina M I y su pistola calibre .45, para confundir, para que los castristas pensaran que había más de un alzado atrincherado, peleando. Lo rodearon. Le dispararon en cruce de fuego y las balas partieron gajos, reventaron piedras.

Desde el pedregal, El Loco gritó que se rendía, que se le habían acabado las balas. Varios cazadores de las tropas especiales se pararon para ir a capturarlo, pero fueron dispersados por una lluvia de balas. Era un truco. El Loco no iba a rendirse.

La balacera continuó. Desde su escondite, entre piedras comidas por las balas, Manolito El Loco lanzó granadas hacia el nudo de hombres uniformados que cada momento se acercaban más. Mientras el joven alzado se desangraba en el pedregal, Floro Camacho y los otros alzados cruzaban el anillo de tropas que se extendía por varios kilómetros.

Dos cazadores lograron acercarse al guerrillero. Dos ametralladoras vaciaron sus peines sobre las espaldas del muchacho de Chambas. El Loco se retorció entre las piedras y quedó inmóvil.

El comandante Manolito López López había muerto.

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 Tomado de http://www.latinamericanstudies.org




Escambray: La Guerra Olvidada
(Un libro historico sobre combatientes Anticastristas En Cuba (1960-1966))


Por Enrique G. Encinosa


Capítulo XIV

EL FRENTE NORTE DE LAS VILLAS Y CAMAGÜEY






Al igual que en Pinar del Río, en la Provincia de Camagüey hubo pocos alzamientos en comparación con otras Provincias, donde miles de hombres se alzaron. Pero a pesar de los reducidos núcleos de alzados, el frente norte de Las Villas y Camagüey fue una zona muy activa de los focos guerrilleros.

El 10 de octubre de 1961, Rolando Martín Amodea, un ex piloto de la Fuerza Aérea y ex oficial del Ejército Rebelde, se alzó en Camagüey, con nueve hombres. Una de sus más destacadas acciones, fue el asalto a las minas de asfalto de Perea, donde los alzados destruyeron equipos, quemaron un edificio y capturaron las armas de la posta. La guerrilla se mantuvo activa por varios meses hasta que fue desmembrada. Martín Amodea se desplegó hacía La Habana, donde fue capturado el 25 de septiembre de 1964 y se presume que fue fusilado por el régimen.

El 8 de julio de 1961, otro ex miembro del Ejército Rebelde, Arnoldo Martínez Andrade, armado de un FAL belga comenzó a vertebrar una guerrilla en el norte de Las Villas. La primera acción significativa de la guerrilla de Amoldo Martínez, tuvo lugar el 18 de septiembre, cuando tomó el poblado de Río, donde nueve milicianos fueron heridos en cómbate. Al mes siguiente, en la finca Juan Velozo, la guerrilla rgmpió un cerco en el que murieron dos milicianos. El 20 de noviembre la milicia les tiende otro cerco en la finca Las Flores, pero la guerrilla logra huir. Pedro Pino, uno de los hombres de Arnoldo murió en este combate. A pesar del constante acoso, Arnoldo y sus hombres lograron quemar sembradíos en la zona Caibarién y Chambas, también tirotearon un vehículo del régimen en la carretera del circuito norte. En el mes de diciembre los alzados quemaron un jeep del Central Adelaida, mataron a dos milicianos en las cercanías de Sagua la Grande, destruyeron el tren del Central Narcisa y eludieron un cerco de milicia en Aguada de Pasajeros. A comienzos de 1962, y perseguidos por centenares de milicianos y soldados, el reducido grupo de valientes guerrilleros rompieron un cerco en Guavabo, capturaron seis rifles de la cooperativa del Barrio Amarillo, y quemaron un camión del régimen en la carretera de Meneses.

Aunque nunca existieron más de seis grupos con un total de setenta combatientes, los alzados del frente norte de Las Villas y Camagüey se mantuvieron activos desde 1961 hasta finales de 1965. Las bajas que le causaron al aparato militar del régimen fueron numerosas e incendiandos muchos edificios y vehículos del gobierno.

Entre los jefes guerrilleros más conocidos que operaron en esa zona y durante diferentes períodos de esta guerra, se encontraban Juan Martínez Andrade, el hermano de Arnoldo, y Manolito López, apodado El Loco. López era un muchacho de sangre fría que se había alzado a principios de 1960, cuando era menor de edad. Capturado, fue enviado a la cárcel para menores de Torrens, de la cual escapó para alzarse nuevamente. Para fines de 1961, López se había convertido en uno de los jefes guerrilleros más odiados por la milicia de Camagüey.

Otros jefes guerrilleros fueron Floro Camacho y Everardo Díaz Brunet, conocido por Frías, ambos veteranos del Ejércitd Rebelde, y Mario Bravo, que era barbero y en su historia guerrillera consta que logró eludir docenas de cercos. También se destacó mucho un carnicero de Iguara, Adalberto Méndez Esquijaroza, llamado El Quia, que medía seis pies y medio y pesaba más de doscientas libras de puro músculo. El Quija era un hombre arriesgado, en una ocasión logró romper un cerco robándose un caballo de un potrero y cruzando al galope las líneas de miicias, a la vez que disparaba dos ametralladoras M3 como si fueran pistolas. En otra acción El Quija fue herido por una ráfaga de ametralladora, y a pesar de tener cinco balas en su cuerpo, logró evadir el cerco. Adalberto Mendez Esquijaroza El Quija estuvo activo en la zona norte desde 1961 hasta 1963, año en que se desplazó a la zona del Escambray, donde supuestamente fue
capturado y fusilado.

El Quinto Cuerpo del Ejército de Camagüey contaba con aproximadamente treinta mil hombres dirigidos por el Comandante Demetrio Monseney Villa; y tenía varias compañías especiales de Lucha Contra Bandidos (LCB)que eran dirigidas por el primer teniente Manuel Castañeda, y los tenientes Dennis Carvajal, Teobaldo Castillo, Emilio Reyes, Francisco Márquez Mola y el Capitán Pedro Nodal Loyola, Jefe de Operaciones Provinciales del LCB. Las tropas especiales del LCB eran utilizadas para enfrentar a las guerrillas dentro del cerco, una vez que se ubicaba la posición de un grupo de alzados. El LCB era respaldado en los cercos por las unidades militares del M I N FA R y por las milicias provinciales de Camagüey. Todas estas unidades militares tenían a su disposición amplios recursos de transporatación, vehículos blindados, artillería ligera y morteros. El Quinto Cuerpo del Ejército de Camagüey también contaba con un amplio aparato de inteligencia militar y civil. El primer teniente Rubén Montero era el jefe del Departamento de Seguridad del Estado (Sección Bandas) a nivel provincial. Montero era asistido por el teniente Arturo Hernández. Ambos hombres dirigían un equipo represivo en el cual se encontraban los tenientes Valenzuela, Daniel Reche y Sergio Rodríguez del Rosario, ayudante de Montero. Este equipo coordinaba las labores con el Teniente Zamora, jefe de la policía en la zona de Chambas, y Hermitano Echemendía, jefe de milicias en la zona de Tamarindo.

Todo este inmenso aparato militar y represivo fue utilizado para aplastar a unas cuantas docenas de alzados, dispersos en varios grupos real armados. Es evidente que la lucha entre los alzados y las unidades castristas, en todos momentos de esta guerra fue una lucha desigual. Lo demuestra las tácticas empleadas por las guerrillas en Camagüey.

Durante los años 1962 y 1963 hubieron sangrientos combates en el Cayo de Las Mujeres, Boquerón, Monte La Cruz, Loma de Los Barriles, El Trillón, finca Jobo Rosado, Sabana de Imías, Colonia La Habana, Esmeralda, v la zona de Jatibonico. Entre las tropas castristas que perecieron en estos combates se encontraban dos importantes oficiales de LCB, el jefe de sector teniente Delfín Luis Paz, y un jefe de las Compañías Especiales, Oscar Figueredo. Paz fue muerto con dos de sus hombres en Monte La Cruz el 5 de febrero de 1963, al caer en una emboscada tendida por el Jefe Guerrillero Juan Alberto Martínez Andrade. El 18 de agosto de 1962, en la zona conocida por Los Barriles. Figueredo rodeó a la guerrilla de Manolito López López El Loco que murió en el combate, pero antes de caer, tres balas de su M 1 se incrustaron en el pecho y en el vientre de Figueredo, quien murió instantáneamente.

Después de la muerte en combate de Arnoldo Martínez Andrade en julio de 1962, cerca de Yaguajay, la zona del frente norte de Las Villas y Camagüey quedó bajo el mando de su hermano, Juan Alberto Martínez Andrade. Los Martínez Andrade estaban como muchas familias cubanas, divididas en sus sentimientos. Dos hermanos fueron guerrilleros y otros dos fueron milicianos.

A la guerrilla de Juan Alberto el régimen castrista le atribuyó más de un centenar de sabotajes y de crímenes contra el Estado. Elusivo, Juan Alberto logró escaparse en varias ocasiones de los cercos castristas. El 10 de diciembre de 1963, en las cercanías de Jatibonico fue rodeado y dos de sus hombres fueron capturados, pero Juan Alberto rompió el cerco matando en la refriega a un sargento del LCB. Tres meses más tarde, el 7 de marzo de 1964 en la loma Los Indios en la cordillera de Florencia, fueron sorprendidos y cercados por un operativo del LCB cuando Juan Alberto y sus hombres se reunían con la guerrilla de Mario Bravo Cervantes. Los dos jefes guerrilleros y sus hombres rompieron cerco, y se internaron en los montes de la zona. Dos soldados del LCB fueron heridos.

Sin embargo, las guerrillas estaban debilitándose, habían arrestado a centenares de colaboradores y suministros y muchos recibieron condenas carcelarias. Las condiciones para llevar adelante esta guerra no eran las más propicias, el país subsistía a base de tarjetas de racionamientos, los bienes de consumo para avituallar a las guerrillas cada día eran más difíciles de obtener, la represión desplegada por el régimen hacía casi imposible conseguir armamento y balas y perseguidos por miles de soldados enemigos, los grupos guerrilleros de la zona norte empezaron a desintegrarse.

En mayo de 1964, el LCB se apuntó una sangrienta y rápida victoria. Los guerrilleros sufrieron seis bajas y dos milicianos fueron muertos, en un breve pero muy mortífero combate en Aguacate. Un guerrillero herido, Estervino Gutiérrez, fue capturado por el LCB. Gutiérrez, un ex soldado del Ejército de Batista, pactó con el diablo para salvar su vida y delató a todos los campesinos que él conocía en la línea de suministros, y se ofreció para servir de práctico al LCB en
su búsqueda de alzados. Durante meses, el ex guerrillero armado con un rifle soviético, participó en numerosos cercos contra sus antiguos compañeros de lucha. Pero las cosas cambiaron para el traidor en 1965. Clemente Aragón, un alzado capturado por el LCB fue interrogado por oficiales de la Seguridad del Estado, los que lo trataron de implicar en el ahorcamiento del soldado y miembro de la Unión de Jóvenes Comunistas Roberto Gutiérrez en 1964. Aragón admitió que él había ahorcado al soldado del LCB y que no lo había hecho solo. En la seguridad de que sería fusilado, Aragón narró el ajusticiamiento del comunista, implicando directamente a Estervino Gutiérrez en los hechos. Clemente Aragón fue fusilado, pero tuvo la satisfacción de ver morir a su lado a Estervino Gutiérrez, traidor de las guerrillas.

El 10 de junio de 1964, las guerrillas de Floro Camacho y Frías Brunet fueron cercadas en la zona de Nogueras. Brunet murió en el primer encuentro. Entre las bajas sufridas por el LCB, se encontraba el Capitán Pedro Nodal Loyola que fue herido en una pierna. Los alzados se parapetaron en una cueva desde donde resistieron a las tropas castristas durante cuatro días. El cuerpo de Brunet comenzó a descomponerse y el mal olor en la cueva se hizo insoportable; sin agua que tomar, los alzados chupaban pasta de dientes para mantenerse húmeda la boca. Floro Camacho tenía una herida infestada en una mano. Los hombres del LCB, habían sellado las entradas de la cueva y esperaban pacientemente, tocando música por los altoparlantes. El día 14, los guerrilleros, con heridas infestadas y las lenguas hinchadas por falta de agua, se rindieron. Floro Camacho fue fusilado.

Una semana después, en la Loma del Blanquizal de Mayajigua, el Comandante Lizardo Proenza del LCB dirigió un inmenso cerco para atrapar a Mario Bravo Cervantes y a ocho de sus hombres. En esta operación establecieron un cerco de siete kilómetros cuadrados para capturar a los nueve guerrilleros, destinándose ocho batallones del LCB con quinientos veinte y ocho hombres cada uno, que sumaban un total de más de cuatro mil hombres. Por largo tiempo el LCB había perseguido a Mario Bravo, el Comandante Guerrillero de 25 años de edad quien era uno de los hombres más dificiles de arrinconar en toda Cuba. Con melena larga, vestido de verde olivo y armado de un `rifle chaco M52, Mario Bravo era un líder natural. Sus hombres usaban jícaras como cascos, para desde la distancia lucir como soldados del MINFAR involucrados en el cerco. Fi .ás de una ocasion los alzados habían marchado a la retaguardia la de las columnas del ejército que se movían por las carreteras, confundiéndose con los miles de soldados que rastreaban is zona.

Pero el comandante Proenza se puso de suerte, lograron capturar a un alzado, quién delató la posición de la guerrilla. Rápidamente el LCR cerró el cerco. En la acción murió un soldado castrista y otro resultó herido. Un guerrillero murió en el combate y tres fueron capturados heridos. A pesar del cerco de cuatro mil hombres, tres alzados lograron escapar el anillo de la muerte. Mario Bravo fue capturado en grave estado, tenía la mandíbula destrozada por una bala de ametralladora VZ, y su pecho y cuello llenos de fragmentos de granada. El escritor castrista José Norberto Fuentes escribió varios relatos sobre la captura y muerte de Mario Bravo, pero los historia no se ajusta a las versiones ofrecidas por los hombres que estuvieron presentes en el combate como oficiales del régimen castrista y que hoy se encuentran en el exilio. Fuentes narra como Mario Bravo le besó las manos a sus captores, portándose cobardemente. Nada más incierto. El jefe guerrillero, en sus últimas horas se portó como el hombre que siempre fue, su último gesto fue el de regalarle su reloj de pulsera al enfermero que lo atendió.

Los combates continuaron. En julio de 1964 murió en un combate en Bella Mota el guerrillero Paco la Rosa. La Seguridad del Estado, utilizando delatores y por confesiones obtenidas por medio de torturas, fue ubicando a los grupos guerrilleros, cercándoloscon tenacidad. El 6 de julio de 1965 en el Valle de los Ramones, Juan Alberto Martínez Andrade fue cercado por tropas del LCR que eran dirigidas por Lizardo Proenza y el teniente Sergio Rodríguez. Sirviendo de práctico del LCR había otro ex guerrillero convertido en traidor, Eduvino García Aragón. Heriberto Bartolo Labrada y Juan Alberto Martínez Andrade murieron en el combate. Tres alzados lograron eludier el cerco.

Tres meses más tarde, el 6 de octubre de 1965, dos guerrilleros fueron capturados y el último alzado Rafael Labrada Martínez, murió en combate. Los Labrada Martínez eran tres hermanos, y todos murieron alzados contra el castrismo en la Provincia de Camagüey.

Todos los jefes guerrilleros de Camagüey, los hermanos Martínez Andrade, Floro Camacho, Frías Brunet, El Loco López, y Mario Bravo hoy descansan en tumbas anónimas en suelo cubano.

Así terminó, a finales de 1965, una operación militar en la que treinta mil hombres bien armados estuvieron cuatro años para derrotar a setenta alzados, mal armados y hambrientos.
Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

En  el sitio Héroes del Escambray se pueden leer los nombre y datos  de muchos de los héroes que combatieron  en el Escambray, el norte de la provincia de La Villas y zonas cercanas de la provincia de Camagüey.

El dueño de esta foto  como respuesta a un email mío me contestó:

Muy estimado Pedro, ante todo gracia por su elocuente  elogio y comentario. Esa foto fue tomada en una reunión de líderes que Evelio -tratando de unir todas las fuerzas bajo un liderazgo– realizo, y no fue en Manacal como algunos dicen -fue cerca de Topes de Collantes, en una zona conocida como “Dos Ríos”. Por consiguiente hay algunos que por haber pertenecido a otras columnas no me acuerdo de sus nombres, y otros que si me acuerdo, por el largo tiempo que hace –no me acuerdo de sus nombres aun reconociéndolos.

      Pero me acuerdo de unos cuantos, empecemos: de pie en la parte posterior, de izquierda a derecha los dos primeros pertenecían a la tropa de Osvaldo Ramírez; seguidos por el matrimonio Tuñon (campesinos de la zona); a continuación Evelio Duque con gorra y Osvaldo Ramírez con sombrero; a la derecha de Osvaldo creo – no estoy seguro era Monguito Pérez, a continuación era uno de nosotros que no recuerdo su nombre, al final el heroico Tomasito San Gil. Arrodillados al frente de izquierda a derecha el primero era Víctor (Chiche) Gámez, el segundo fui yo, el tercero era Ignacio  (bigote) Zúñiga,  los dos que siguen eran de nuestra tropa pero no recuerdo sus nombres, el sexto era mi amigo, hermano y compañero de toda la guerra Antonio (Tata) Aragón, el ultimo no me acuerdo su nombre. Tomas San Gil, Tata Aragón y yo nos conocíamos de ante de la guerra.

      Yo he escrito seis libros en una serie “Exponiendo al Comunismo”, además escribí mi autobiografía “God Satan and Me”,  o en castellano “Dios Satanás y Yo”.  Si deseas leerlo, con mucho gusto te obsequio y hago llegar una copia.

Un abrazo y espero podamos un día conocernos,

Julio M. Lara


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Sobre la guerra civil en Cuba tras la llegada de Fidel Castro al poder

Localización y jefes de algunas de las guerrillas  en el Escambray y en el frente norte de la antigua provincia de Las Villas y parte de Camagüey. Todas las fotos e imágenes fuero añadidas por el Bloguista de Baracutey Cubano.

Por Arnaldo M. Fernández
Broward
11/06/2020

El 12 de junio de 1964, el capitán Floro Camacho fue capturado por las milicias de Castro en la cueva natural El Jagüey, entre Yaguajay (Las Villas) y Florencia (Camagüey), casi muerto de hambre y sed. De este modo finalizó un combate que duró cuatro días y marcó el inicio de la debacle de la agrupación guerrillera anticastrista Frente Norte Camagüey-Las Villas.

El combate

El martes 9 comenzaron los enfrentamientos de alzados contrarrevolucionarios al mando de los capitanes Camacho y Frías [Everardo Díaz] contra las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) y las tropas de los sectores B (Yaguajay) y E (Camagüey) de la Sección de Lucha Contra Bandidos (LCB) del Ejército del Centro, que como resaca de la primera Limpia del Escambray (1960-61) se había oficializado el 3 de julio de 1962 por el comandante Juan Almeida.

(Floro Camacho)

Al día siguiente cayeron el capitán Frías y otros guerrilleros, pero algunos lograron romper el cerco y refugiarse en El Jagüey, donde capearon el temporal de bazucazos y granadas de mano. La unidad LCB procedió a minar la cueva natural —último reducto— con más de 150 libras de explosivos. Mal heridos y casi sin municiones, los guerrilleros fueron entregándose, a excepción del capitán Floro, quien terminaría siendo fusilado el 28 de junio junto con su hermano José.

Agonía

El despliegue contra aquel frente copó también a las fuerzas comandadas por Mario Bravo en Blanquizal de Mayajigua, quien resultó gravemente herido al intentar romper el cerco y fallecería el 25 de junio. Los demás serían cazados en la zona de Bella Mota.

(José Martí Campos, alias Campito)

El cuero contra los alzados prosiguió con la batida de la partida insurgente de José Martí Campos, alias Campito, cerca de Los Arabos (Matanzas). Por allí mismo caerían enseguida su hermano Juan Benito y Leocadio Rivera, jefes de otras partidas. Igual suerte correría en Los Ramones (Camagüey) el comandante en jefe de aquel frente guerrillero anticastrista, Juan Alberto Martínez Andrade.

Certificado de defunción

Para el 26 de julio de 1965, Fidel Castro largaba en Santa Clara: “De los contrarrevolucionarios solo quedan tres, y no organizados en forma de bandas, sino tres fugitivos”. Así mismo resumió que “295 combatientes revolucionarios perdieron la vida en servicios, en combates contra el enemigo, en accidentes ocasionados por el propio servicio; y fueron capturados en parte, y en parte aniquilados, 2.005 contrarrevolucionarios”.

(Blas Tardio)

El historiador Pedro Corzo alega que Castro admitió allí y entonces que la resistencia había causado al gobierno “más de 500 muertes y pérdidas estimadas en 1.000 millones de pesos de la época”, así como que “en el momento de su discuros (sic) todavía permanecían alzados José Reboso y Luis Vargas” [1]. Ambos guerrilleros del Escambray serían capturados a principios de diciembre y poco antes fueron igualmente apresados los últimos alzados en Camagüey: Ningo Montero y Clemente Aragón. Para la jefatura de LCB, la guerra del Escambray había concluido el 11 de marzo de 1964, con la liquidación de la columna de Blas “El Astuto” Tardío en Hoyo del Pinto, y sólo quedaba terminar el papeleo.


Saldos numéricos

(Clemente Aragón)

El Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado (CIHSE) estima que las pérdidas de vidas humanas “se acercan a las 700” entre caídos en combate, víctimas civiles de los grupos insurgentes —“hubo 299 bandas y unos 3995 alzados”— más otras personas que murieron por diversas razones relacionadas indirectamente con la guerra civil. Al respecto de las operaciones de suministro a los alzados, el Inspector General de la CIA Lyman Kirkpatrick informó: “Alrededor de 151.000 libras de armas, municiones y equipos se enviaron por aire, pero no se lanzaron realmente más de 69.000 libras, pues el resto fue devuelto a la base. Y de estas 69 000 libras por lo menos 46.000 fueron capturadas por fuerzas de Castro, que se apoderaron de diez cargamentos, mientras que nuestros agentes solo pudieron recuperar tres”.


Invasión demográfica

Una vez ganada la guerra civil, Castro aprovechó su siguiente discurso —el 28 de septiembre de 1965 en la Plaza de la Revolución— para soltar: “Creo que es una buena ocasión aquí, en este acto de los Comités de Defensa, reírnos un poco de nuestros enemigos”. Y así jugó una broma colosal a Estados Unidos: Abrir “el puerto de Camarioca, en Matanzas, que es uno de los puntos más próximos, para que todo el que tenga algún pariente le damos permiso para venir en el barco, sea quien sea, con todas las garantías, avisando con tiempo por correspondencia (…) y si quieren, 48 horas de permanencia en el puertecito, para que una vez allí les avisen a los familiares que los vienen a buscar y se los lleven por un medio seguro”.

Esta invasión por mar empezó en octubre y se interrumpió en noviembre, luego de que salieran casi 3.000 cubanos, pero se reiniciaría por aire al principiar diciembre. Más de tres mil vuelos hasta abril de 1973 llevaron 260 mil cubanos más a USA para socavar el anticastrismo militante tanto del insilio como del exilio con ese sentir que viene del Padre de la Patria: “Yo pensé morir por Cuba sin abandonarla, pero ¿si ella me abandona? ¿No tengo entonces derecho a mirar por mí y mi familia sacrificada? [2].

Coda

Al parecer la respuesta es que sí se tiene ese derecho, sin perjuicio del derecho de los líderes opositores a luchar por la libertad y la democracia de un pueblo que por más de medio siglo ha venido demostrando que ni los quiere ni las quiere.

Notas

[1] Cronología de la lucha contra el totalitarismo, 1959-2006, Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo (20062), 240. Aunque Luis Vargas [Luis Santana Gallardo] se considera por muchos el primer alzado del Escambray, todo parece indicar que fue más bien Ramón Trujillo, a mediados de 1959, en la zona de La Macagua.

[2] Carlos Manuel de Céspedes: El diario perdido [Entrada del domingo 5 de octubre de 1873], La Habana: Ciencias Sociales (1994), 113.


© cubaencuentro.com
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Es conocido la infiltración de agentes en los grupos de alzados durante la lucha guerrillera en contra del totalitarismo Castrista que se llevó a cabo durante el primer lustro de la década de los años 60s;en la foto aparecen Orlando Hernández Lema y Reineiro Perdomo los cuales eran agentes infiltrados en los grupos de alzados de Evelio Duque y Osvaldo Ramirez respectivamente.


Se conoce también el caso de la¨ Operación Comando¨ donde se creó un supuesto grupo de insurgentes por parte del DSE de la provincia de Pinar del Río para llegar y destruir a los alzados comandados por Pedro Celestino Sánchez Figueredo, lo cual llevaron con éxito asesinando a los principales miembros de ese grupo durante una supuesta reunión para coordinar sus acciones.

Ahora bien, el asesinato de Manuel Ascunce Domenech y el ajusticiamiento de Pedro Lantigua fue llevado a cabo oficialmente por el casi desconocido grupo dirigido por Braulio Amador Quesada ( este grupo era una tenientura itinerante con escasa comunicación con la capitanía y la comandancia correspondiente según la dirección establecida entre los grupos de alzados en las montañas de El Escambray ; nada de participación de los jefes reconocidos Pedro Sánchez ni de Julio Emilio Carretero; eso lo demuestran los documentos desclasificados del DSE)

. Desconozco la relación de Alberto Núñez Betancourt." Junior" para sus conocidos y " el agente Félix " para el DSE con ese grupo de Braulio Amador; se que cumplió prisión política pero no se cual fue su causa y si estuvo anteriormente ¨alzado¨. Un supuesto reclutamiento de Junior durante la prisión politica, que es la versión oficial dada por el régimen, puede servir para proteger el secreto de misiones Castristas llevadas a cabo por Junior como agente antes de ese momento.


La duda que tengo es que esa información que da Fariñas no se ajusta al hecho de que Pedro Lantigua era un eficiente guía de las tropas castristas para detectar y localizar a los alzados y sus refugios; su desempeño había provocado la muerte y encarcelamientos de algunos de esos luchadores rurales. Esta información sobre Pedro Lantigua fue dada por Anibal Velaz, uno de los jefes militares dela contrainsurgencia Castrista en esas montañas en aquella época, durante el ¨juicio ¨ conocido como la Demanda del Pueblo de Cuba contra el Gobierno de Estados Unidos, el cual se efectuó en Cuba en la segunda mitad de los años 90s.Por otra parte, familiares de Fariñas fueron destacados combatientes que durante esos años defendieron a la dictadura, hasta su padre combatió en el Congo junto al Che Guevara, luego la información que tiene Guillermo Fariñas dada las relaciones de su familia y conocidos no se puede en nada desechar.

De ser verdad lo que afirma Fariñas sobre las muertes del joven brigadista Manuel Ascunce Domenech y de Pedro Lantigua, entonces el Castrismo es más perverso que lo que yo pensaba, lo cual ya era extremadamente alto.

Todas las ilustraciones de mi nota son del libro ¨30 Años de la Seguridad cubana. Las reglas del Juego¨de la Comisión de Historia de los Órganos de la Seguridad del Estado. Dirección Política Central. Ministerio del Interior, en el cual básicamente además de dar una versión muy parcializada y tergiversada de lo ocurrido dentro de Cuba, se callan la labor de esos órganos en el Exterior cubano con lo cual esa ¨Historia ¨ queda reducida a la mitad; así ha de ser lo que han hecho para seguir con el cuento del ¨David contra Goliat¨, que no hay manera de contarla sin dañar grandemente ese cuento.

Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Los  primeros especialistas extranjeros en Inteligencia y Contrainteligencia  que asesoraron a los incipientes órganos de la Seguridad del Estado  después del triunfo de la Revolución fueron los checoslovacos, hispanosoviéticos y ex combatientes  de la Guerra Civil española. Uno de ellos fue Angel Martínez Riosola,   ¨Angelito¨, cuyo verdadero  nombre  era  Francisco  Ciutat de Miguel  quien llegó a Cuba el 4 de  marzo de 1960;  su avión procedía de Venezuela pero antes había recorrido varios países europeos como Checoslovaquia y Bélgica. Era graduado de la prestigiosa Academia  Voroshilov, de la Unión Soviética,  donde también ejerció como profesor. En el 40 aniversario de la invasión de Bahía de Cochinos, recuerdo, aunque ha pasado mucho tiempo,  a Fidel Castro decir en la televisión que  si la invasión hubiera sido por Trinidad,  no tenía ninguna probabilidad de éxito, pues ¨Angelito¨ había hecho fortalecer dicha zona con fuerte artillería y tropas. Se  afirma que participó en combatir a los alzados antiCastristas de la Sierra del Escambray y hasta que fue herido; quizás este ¨asesor¨haya formado parte del grupo operativo especial  ¨Molino¨. Posteriormente ofreció  asesoramiento militar en Vietnam y en Argelia . En Vietnam fue un importante apoyo del General Võ Nguyên Giáp.

Las tempranas  relaciones políticas, militares,  de Inteligencia y Contrainteligencia con la Unión Soviética y otros países en el marco de la mal llamada Guerra Fría, las invasiones Castristas que partieron tempranamente de Cuba (desde marzo-abril de 1959, a Panamá, Nicaragua, Santo Domingo, Haití, etc.) y otras acciones subversivas  no escapaban a los órganos de Inteligencia de los EE.UU., los cuales tenían informado al Presidente Dwight D. Eisenhower, el cual el 17 de marzo de 1960 aprobó  el documento titulado “Un programa de acción encubierta contra el régimen de Castro”,con el objetivo de derrocar a la amenaza que se establecía a 90 millas de las costas de EE.UU. pese a que su gobierno de manera extraordinariamente rápida había reconocido  la llegada al poder del nuevo régimen en Cuba.
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 El comunista español que copió al NKVD en el Escambray

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Ángel declara que eran bandidos y que así había que llamarles. La idea agradó a Castro, y desde entonces no existe en Cuba otra manera de nombrar a los que lucharon contra el régimen en esa contienda.
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 ¨Angelito ¨ recibiendo un reconocimiento o una condecoración de manos de Fidel Castro  y Raúl Castro. Comentario añadido por el bloguista de BC.

Por Álvaro Alba
julio 28, 2015
El peligro de un Nuevo Idioma o Neolengua, dentro del socialismo fue adelantado por George Orwell en 1984. En Cuba existe un término que se le aplicó a los que con las armas se enfrentaron al sistema impuesto desde 1959 – Bandidos. Ese fue el calificativo para todos los que estaban combatiendo en las montañas y llanos de Cuba contra Castro.

Nada de insurgentes, rebeldes, alzados, guerrilleros, simplemente bandidos. La guerra se llamó Lucha contra Bandidos. Dentro del Ejército se crea la Sección de Lucha contra Bandidos y las unidades de combate se llamaron Batallones de Lucha contra Bandidos. Existe desde 1984, en el centro de la Isla, en Trinidad, un Museo Nacional de la Lucha contra Bandidos, ubicado en el edificio del Convento e Iglesia de San Francisco de Asís, el más emblemático de los edificios de esa villa. Bandidismo fue el término escogido y no fue al azar la elección.

Ese calificativo lo acuñó un español, asesor hispano-soviético, como se le llamaba a los primeros consejeros que llegaron de la URSS a Cuba. Ese asesor fue Ángel Martínez Riosola o Francisco Ciutat, al igual que los demás hispano-soviéticos venía con el fogueo del combate en la Guerra Civil Española, la Segunda Guerra Mundial y la persecución a los nacionalistas ucranianos, lituanos y estonios que lucharon contra las autoridades soviéticas.

Ciutat fue coronel del ejército republicano, jefe de estado mayor de un frente que al ser derrotado el bando republicano escapa a la URSS. En la Academia Militar Voroshilov, en Moscú, fue profesor junto a otros españoles durante la Segunda Guerra Mundial. En la URSS tuvo igual graduación militar y era conocido como Pablo Pablovich Stepanov. A Cuba llegó en marzo de 1960, en vuelo desde Venezuela, a través de Praga y Bruselas, algunos dicen que para evitar cualquier relación con la URSS, otros que fue para reunirse con los dirigentes españoles exiliados y coordinar una mayor ayuda a La Habana.

A la isla arribó con un pasaporte a nombre de Ángel Martínez Riosola, o simplemente el Comandante Angelito. Estuvo presente en los combates de Bahía de Cochinos y en la creación de las estructuras militares del país. Fue asesor en la jefatura de las operaciones en el Escambray durante los combates, incluso es herido en la pierna durante un enfrentamiento.

(Francisco Ciutat de Miguel (1909-1986) o  Pavel Pablovich Stepanov. Foto y comentario añadidos por el bloguista de BC)

A principio de 1962, en una reunión donde estaban presentes Fidel Castro, Juan Almeida, jefe del Ejército Central, el jefe de operaciones, Raúl Menéndez Tomassevich y el asesor hispano-soviético, mientras explicaba Tomassevich la ubicación de las formaciones enemigas y las iba nombrando de diversas maneras: alzados, rebeldes, etc., Ángel declara que eran bandidos y que así había que llamarles. La idea agradó a Castro, y desde entonces no existe en Cuba otra manera de nombrar a los que lucharon contra el régimen en esa contienda.

El término ya había sido acuñado en la URSS en la lucha contra los nacionalistas ucranianos, lituanos, estonios, letones y de otras nacionalidades, que tomaban las armas contra Moscú. La Constitución de la URSS de 1924 tenía un artículo (61) en su noveno capítulo, para definir las funciones del Departamento de Seguridad del Estado o Dirección Política Principal Unificada (OGPU), donde se explicaba que la función principal era la lucha contra la contrarrevolución económica y política, el espionaje y el bandidismo. Dentro de la OGUP estaba el Departamento de Operaciones, encargado de esa lucha contra los denominados “bandidos” y en 1944 se reorganiza y surge la Dirección General de Lucha contra el bandistismo dentro del NKVD, cuyo segundo departamento se especializaba en la zonas del occidente de la URSS. Y es que el 60 por ciento de los incidentes armados ocurrían en Ucrania, Lituania, Estonia y Letonia; y se hacía la distinción entre la lucha contra el “bandidismo político”, del criminal.

Los rebeldes de Lituania fueron los miembros de la Unión de Luchadores por la Libertad de Lituania, conocidos como Hermanos de la Foresta. En Estonia existe una organización de veteranos combatientes que estuvieron al lado de Alemania, y que se denomina Asociación de Luchadores de la Libertad, agrupando incluso a los que de 1918 a 1920 combatieron al Ejército Rojo, y a los que en la guerra mundial formaron las unidades al servicio del Tercer Reich. En Ucrania tomaron las armas el Ejército Insurreccional Ucraniano (UPA) y la Organización de los Nacionalistas Ucranianos (OUN). Por décadas se calificó a los que las integraban como traidores, colaboradores de los nazis y un anatema cayó sobre sus líderes.

En México se les llamó Insurgentes a aquellos que levantaron las armas contra España, y aunque entre ellos lucharon y cambiaron de bando, al final fueron calificados de Insurgentes. En España hay carlistas, republicanos, franquistas, pero nunca aparece el calificativo de bandidos. Los ingleses prefieren llamar a una contienda bélica civil con un poético nombre - “guerra de las rosas”. Una guerra civil marcó la historia de Estados Unidos y los vencedores norteños no llamaron bandidos a los vencidos sureños.

















A la extrema izquierda el Comandante ¨Angelito, el de la extrema derecha parece ser ¨ Raúl Menéndez Tomassevich y a su lado Raúl Castro. Comentario añadido por el bloguista de Baracutey Cubano.


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