lunes, abril 03, 2023

Zoé Valdés: Cuba: 64 años de fraude electoral. En Cuba no hay democracia, como es archi-sabido, y ningún otro partido tiene permitido ser declarado de manera oficial, aparte del Partido Comunista

 Tomado de https://www.eldebate.com

Cuba: 64 años de fraude electoral

********

En Cuba no hay democracia, como es archi-sabido, y ningún otro partido tiene permitido ser declarado de manera oficial, aparte del Partido Comunista

********

Por Zoé Valdés *

02/04/2023

Recién se havvuelto a celebrar ese paripé que el régimen castro-comunista de La Habana se empecina en llamar «elecciones», burlándose así una y otra vez, durante más de 64 años, de todo un pueblo y, de paso, del mundo. Varias personas se me han acercado para preguntarme qué creo de este esperpento amañado, y yo ya por inercia, reitero lo mismo, tal como responderían los colombianos (en remojo ahora): ¡Qué pereza!

No sé si se advierten que llevo todos los años de mi vida desde que nací en 1959 observando exactamente el mismo proceso cada vez que se inicia el período «electorero» en aquella isla, que es cuando a las autoridades militares de aquel régimen militar comunista se les antoja, de modo que mi copa no sólo se colmó hace rato, sino que llevo una colección de copas colmadas por idénticas razones: la abulia, el aburrimiento.

Nada es lo que parece

En Cuba nada es lo que parece, y lo que parece es absolutamente de una falsedad y desvergüenza insoportables. Cuba ya traspasó hace varias décadas el grado de dictadura para convertirse en tiranía, si vous voyez bien c’est que je veux dire, que en esta ocasión dirían los franceses, y todo, no sólo está absolutamente controlado, sino que además el amarre ha contado invariablemente con la aprobación de Estados Unidos, con la complicidad planetaria, y también habría que añadirle ahora: con el buen hacer de la oposición leal del cambio-fraude.

Cuba es una tiranía, y bajo tiranía NO se vota; fue el argumento que esgrimimos desde el exilio digno y radical en el año 2018, en las supuestas elecciones anteriores. Pero, entonces, la oposición leal recibió la orden del más allá castrista y del más acá norteamericano que había que llamar a votar NO.

Los irredentos del exilio insistimos en que NO se debía ir a votar. Algo bien diferente. Pero, los de la oposición del cambio-fraude, todos socialistas y altamente creyentes en que un socialismo mejor es posible (se atreven a rebautizarlo como «humano»), sobre todo en Cuba, donde ya tuvieron tiempo de hacer cualquier tipo de socialismo y nunca les ha salido más que espanto y horror, volvieron a empeñarse en que se debía ir a las urnas a votar NO. Bien, votaron NO, y nada ocurrió, lo que sabíamos de antemano que iba a suceder. Dediqué un breve capítulo de mi último libro editado en España La intensa vida para comentar los resultados, con sorna, claro.

«Cuba es una democracia de partido único», afirmó hace algunos años la comunista italiana del Partido Demócrata italiano, Federica Mogherini, Alta Representante para Asuntos Extranjeros y Política de Seguridad de la Unión Europea (2014-2019), en la que fue una de sus declaraciones más cínicas y más polémica. Debió acortar la frase: Cuba es… partido único. O mejor: Cuba es una tiranía de partido único, que sería más exacto. Pero ella prosiguió con su cantaleta la que, sepan, muchos aplaudieron. Bueno, aplaudieron los de siempre.

No existe ninguna democracia de partido único. Con lo cual en Cuba no hay democracia, como es archi-sabido, y ningún otro partido tiene permitido ser declarado de manera oficial, aparte del Partido Comunista.

De modo que, en este horizonte, según el medio oficialista Cubadebate, votó el 75, 92 por ciento del padrón electoral, o sea:

• Del total de boletas depositadas en urnas, el 90.28% fueron válidas.

• En blanco fueron un 6.22% del total, y anuladas, un 3.50%

• Del total de los votos válidos emitidos, el 72.10% fueron votos por todos, y el 27.90%, votos selectivos.

El número de candidatos nominados fue de 470 de un sólo partido, el PCC (Partido Comunista Cubano), y de los 470 todos fueron elegidos diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular, máximo órgano legislativo del país, o lo que es lo mismo: dictadura del proletariado bajo tiranía militar comunista. ¿Qué podría salir mal entonces? Me pregunto no sin ironía.

A mi juicio, la única novedad se dio al percatarme de que la oposición leal socialista reclamó en esta ocasión desde dentro y desde el exterior, que no exilio (el exilio hay que saber ganárselo), en lugar de votar NO, entonces que NO se asistiera a las urnas. O sea, lo que ya habíamos pedido en el 2018, y que probamos que tampoco funcionó, no sólo porque ellos mismos se pusieron en contra, sino porque además le ofreció un alto grado de credibilidad y de publicidad a la disfunción electoral de la tiranía, para hacer creer en el mundo que en Cuba existe, pues eso de la Mogherini: una «democracia de partido único».

Esta vez, en marzo del 2023, los radicales exigíamos no mencionar el fraudulento proceso antidemocrático en Cuba, para no brindarle ni siquiera ese beneficio publicitario de credibilidad; pero los «leales» socialistas al parecer fueron ahora autorizados, viendo el poco interés que despierta en el mundo, no sólo lo que sucede en la isla, sino la isla misma, a crear un zumbido publicitario alrededor del «NO Ir a Votar».

De manera que, obviamente ahí tienen los resultados: más de lo mismo. Espumita y de la baja, y la tiranía sigue igual. La vida no, porque no se trata ya de que exista vida tal como la concebimos, sino sólo supervivencia, mínima conservación de los signos vitales.

*Zoé Valdés es escritora y artista cubana e hispano-francesa

*************

Tomado de https://diariodecuba.com

La prueba del fraude electoral en Cuba en una sencilla operación matemática

********

'Es matemáticamente imposible que 12 horas alcanzasen para que 6.164.876 personas votaran en la cantidad de colegios electorales habilitados.'

********

Por Rafaela Cruz

La Habana

29 marzo 2023

Imagine que usted es parte del padrón electoral y decidió asistir a las urnas el pasado 26 de marzo. Imagine que al igual que usted, los otros 8.120.071 electores convocados hubiesen decidido también acudir a los 23.648 colegios electorales habilitados para el balotaje.

Ahora, imagine que esos millones de cubanos fueron tan consecuentes que, para optimizar el tiempo de votación, antes de las 7:00AM estaban ya todos en fila frente a cada colegio electoral para, en cuanto este abriese, comenzar a pasar por las mesas electorales uno por uno como mecanismo habilitante antes de pasar a urnas.

 Además, imagine que todos se comportaron disciplinadamente, que no se pusieron a "dar muela" o a saludar y bromear con el vecino que vieron en la cola, o con el que estaba trabajando en la mesa electoral.

Supongamos también que todos llevaban su carné en la mano para ahorrarle tiempo a los oficiales electorales, quienes mantuvieron una concentración perfecta durante las 12 horas que estuvieron trabajando, con lo que, en cuanto recibían la identificación, diligentemente encontraban al votante en el registro electoral. Como última condición, descarte cualquier tipo de error humano o demora de cualquier índole.

En esas circunstancias ideales, para que en cada colegio electoral votasen los 343 electores que de media tenían asignados, se requeriría que durante las 12 horas que duró la actividad cada elector tardara solamente dos minutos en su paso por la mesa… solo dos minutos.

Parece ilógico organizar unas elecciones donde, para que pueda participar el padrón electoral al completo, se necesita un flujo continuo de un votante cada dos minutos durante 12 horas. Esa falta de lógica levanta dudas razonables sobre la cantidad de votantes que en realidad esperaba el organizador, es decir, el Gobierno cubano, que es el único que conoce las cifras reales de asistencia en elecciones pasadas.

Un votante cada dos minutos en cada colegio electoral durante 12 horas no parece una organización que deje el más mínimo margen al error.

Pero ahora veamos bajo esta óptica lo que dice el Gobierno que sucedió el pasado 26 de marzo.

En las 12 horas transcurridas desde las 7:00AM a las 7:00PM de ese domingo, según las autoridades electorales, ejercieron el voto 6.164.876 personas en 23.648 colegios electorales, lo que da un promedio de 261 votantes efectivos por cada centro de balotaje. Traduciendo eso a tiempo tenemos que, durante esas 12 horas, habría habido un flujo ininterrumpido de un votante cada 2,8 minutos en todos los colegios electorales del país.

En otras palabras, según el Gobierno cubano, por cada colegio electoral habilitado estuvo pasando un votante cada 2,8 minutos desde el instante en que abrieron a las 7:00AM y hasta que cerraron a las 7:00PM.

Cualquiera que haya votado en Cuba sabe que 2,8 minutos es muy poco tiempo de media ( ¿media = promedio o media aritmética?. Observación del  bloguista de Baracutey Cubano) para pasar por la mesa electoral. Entre aproximarse, saludar, entregar la identificación, localizar el nombre en unas hojas habitualmente estampadas con viejas impresoras de cinta apenas legibles, despedirse y pasar a votar para que otra persona que está fuera entre y reinicie el proceso, se consumen más de tres minutos por votante, eso asumiendo que todo fue bien y nadie perdió tiempo.

Pero pongamos que sí, que todos los colegios electorales abrieron a su hora, que en ninguno hubo el más mínimo contratiempo, que los oficiales electorales fueron perfectamente diligentes y encontraban el nombre rápido, con lo que sí eran capaces de atender y efectivamente atendieron un elector cada 2,8 minutos durante todo el día… ¿y las colas?

Para que el flujo de votantes fuese constante en todos los colegios electorales del país, necesariamente, tendrían que haber habido colas de personas en las afueras de cada colegio para garantizar esa ininterrumpida votación ¿alguien vio esas colas —repetimos— en todos y cada uno de los colegios electorales del país desde las 7:00AM y hasta las 7:00PM?

Es matemáticamente imposible que 12 horas alcanzasen para que 6.164.876 personas votaran en la cantidad de colegios electorales habilitados, y de haber sido así, habríamos visto colas durante las 12 horas que duró el proceso en cada uno de esos centros. Lo que tienen los números es que cuadran o no, y aquí no cuadran. Esto es fraude.

************

Tomado de https://diariodecuba.com/

Observadores independientes denuncian irregularidades en las 'elecciones' cubanas

********

Baja asistencia a las urnas, falta de condiciones materiales y represión de fuerzas de seguridad, son algunos de los problemas denunciados por los observadores.

********

DDC

La Habana

02 abril 2023 

Tres organizaciones independientes cubanas vinculadas a la observación de procesos electorales, emitieron una declaración conjunta para denunciar una serie de irregularidades detectadas durante las 'elecciones' generales del pasado domingo 26 de marzo.

DIARIO DE CUBA tuvo acceso al documento firmado en La Habana el 31 de marzo de 2023 por Marthadela Tamayo González (Observadores de Derechos Electorales), Zelandia de la Caridad Pérez Abreu (Comisión Cubana de Defensa Electoral), y María Mercedes Benítez Rodríguez (Ciudadanos Observadores de Procesos Electorales).

Dichas organizaciones avalan su criterio en la "amplia experiencia en el monitoreo de elecciones en un contexto sumamente restringido como el cubano". En los últimos 'comicios' convocados por el régimen, estas entidades desplegaron "un operativo para documentar las incidencias más relevantes del proceso".

El 26 de marzo, según esta declaración, se notó que "las mesas electorales estaban constituidas principalmente por autoridades con promedio de edad de 45 a 59 años, indicando la poca participación de jóvenes en esas posiciones".

Las organizaciones observadoras señalaron que "en más de la mitad de los colegios electorales no fue posible identificar la cantidad de electores habilitados para votar. Los observadores reportaron que en los colegios visitados hubo casos en los que estaban los datos, pero que no eran correctos, o que no tenían una letra legible o, incluso, que contenían a electores ajenos a la circunscripción electoral".

"Los electores se tomaron en general entre cinco y seis minutos en las cabinas de votación, indicando posibles dificultades a la hora de efectuar su voto —continúa la declaración—. Los centros no contaban con adecuadas instalaciones que fueran capaces de garantizar la accesibilidad de personas con algún tipo de movilidad reducida. Eso pasó aproximadamente en el 65% de los centros visitados."

El texto llamó la atención sobre la posible emisión de varios votos por una misma persona: "En el 64% de los centros visitados se le permitió votar a personas que no estaban inscritas en el registro electoral. Esto es especialmente preocupante sobre todo porque no hay información sobre el mecanismo para cruzar las listas de electores y garantizar el principio de un elector–un voto. Es decir, que no hay garantías de que las mismas personas no hayan votado en múltiples centros de votación".

En la labor que realizaron, los observadores sufrieron "restricciones a la tarea de monitoreo ciudadano en casi la mitad de los centros observados, incluso, con fuerte presencia de las fuerzas de seguridad, que limitaron el acceso a esos espacios por parte de los observadores".

"También se registraron detenciones a personas que querían participar en la observación electoral —denuncia la declaración—. Incluso se hizo uso de la fuerza contra una observadora, que no solo fue detenida sino también golpeada. Otros casos de presunto uso de la violencia, de amenazas y detenciones arbitrarias están siendo verificados y contrastados por nuestras organizaciones."

Otro aspecto escrutado fue el nivel de participación: "Preliminarmente, el flujo de votantes durante la primera hora observada fue aproximadamente de entre diez y 20 personas por centro de votación. En algunos centros durante la primera hora el número fue incluso más bajo, lo que contrasta con la cifra de participación del 75,92% anunciada".

La extensión del horario de apertura de los colegios electorales también fue cuestionada por estas organizaciones. Estas concluyeron que el por ciento de abstención fue mucho mayor que el anunciado por el Gobierno cubano (25%), y reiteraron que "se ponen a disposición de acompañar a la ciudadanía" durante una eventual auditoría que pudieran realizar al proceso electoral del pasado domingo.

"Estamos listos también para recibir el acompañamiento de organizaciones internacionales expertas, en los límites del respeto a nuestra soberanía", concluí la declaración.

DIARIO DE CUBA comprobó, matemáticamente, que era prácticamente imposible que las cifras de las 'elecciones' ofrecidas por el régimen cubano fuesen reales.

Etiquetas: , , , , , , , , , , , , ,