domingo, octubre 26, 2025

El pianista, cantante y compositor Meme Solís, nominado a un Grammy Latino 2025 junto a Malema Burke) habla sobre las sin igual noches de antes de 1959 en La Habana y los grandes artistas que conoció

 Las noches musicales de antes, los grandes artistas que conoció y el tipo de música con que triunfó.


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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano 

La Inteligencia Artificial  de Google  ha situado una herramienta  que automáticamente sitúa en el texto  enlaces de búsqueda (Search links); Yo no he activado esa herramienta (la cual tiene forma de lápiz ) ni se como desactivarla  por lo que hay enlaces que no son los que corresponden. Favor que alguien me diga como desactivar esa herramienta de Google Search.

Creo recordar que  esos trajes de vinyl  estaban  hechos con una lona  traida de Canadá para un carro descapotable o ¨convertible¨  y que Elenita Tablada  tuvo algo que ver con conseguir la lona para hacer esos trajes ¨afocantes¨. Los Memes hacían furor en aquel entonces en la adolescentes y jóvenes de aquella época; en particular en el Preuniversitario de El Vedado.

El estudio más serio que he encontrado sobre los mitos de la mafia norteamericana en Cuba  ha sido: 

The Myth of mafia in 1950s Cuba: Origin, Relevance, and Legacies

Frank Argote-Freyre
Cuban Studies
University of Pittsburgh Press
Number 49, 2020

Fragmento tomado de las páginas 274-275; puede consultarse también:

It was in the midst of the short-lived tourist boom that mobsters like Lansky and Trafficante decided to invest in Cuba. Their investments were relatively insignificant in the context of the overall economic expansion. This is a further indictment of the fictional notion that the Mafia controlled Havana.56 Of the thirteen new hotels constructed there, Lansky, Trafficante, and other assorted.

The Myth of Mafia Rule in 1950s Cuba: mobsters were linked to only two: the Riviera—the great jewel of Mafia sites in Havana—and the Capri. Most of the casinos the US mobsters were involved in were preexisting facilities in hotels or nightclubs. According to the FBI, the Lansky brothers were silent partners in the Casino International, located within the Hotel Nacional, along with several other mob figures. They leased the casino, beginning in January 1956, for $300,000 a year and paid for the entertainers in the winter months.57 In February 1956, they became involved in the development of the Hotel Riviera, which opened in December 1957, after an investment of between $14 million and $18 million.58 Trafficante was linked to the casinos at the Tropicana and Sans Souci nightclubs, along with several other organized crime figures.59 The Hotel Nacional, the Tropicana, and the Sans Souci dated back to the 1930s and were not part of the new tourist boom.

The largest hotel built in the period was the Havana Hilton, at 630 rooms, and it was owned by the hotel and restaurant workers’ union that subsidized its construction with its pension fund. Jake Lansky, who was regularly interviewed by the FBI, said his brother was not interested in investing in the Havana Hilton, which opened in March 1958, “because of the manner in which the chain operates.” The FBI did not suspect mob influence there.60

TRADUCCIÓN AL ESPAÑO QUE OBTUVE  USANDO EL GOOGLE TRANSLATE DE HACE MÁS DE 10 AÑOS

Fragmento tomado de las páginas 274-275 

Fue en medio del efímero boom turístico que mafiosos como Lansky y Trafficante decidieron invertir en Cuba. Sus inversiones fueron relativamente insignificantes en el contexto de la expansión económica general. Esta es una acusación más de la noción ficticia de que la mafia controlaba La Habana.56 De los trece nuevos hoteles construidos allí, Lansky, Trafficante y otros variados

El mito del dominio mafioso en la Cuba de los años 50: los mafiosos estaban vinculados a sólo dos: la Riviera —la gran joya de los sitios mafiosos de La Habana— y el Capri. La mayoría de los casinos en los que estaban involucrados los mafiosos estadounidenses eran instalaciones preexistentes en hoteles o clubes nocturnos. Según el FBI, los hermanos Lansky eran socios silenciosos en el Casino International, ubicado dentro del Hotel Nacional, junto con varias otras figuras de la mafia. Arrendaron el casino a partir de enero de 1956 por $300.000 al año y pagaron a los animadores en los meses de invierno.57 En febrero de 1956, se involucraron en el desarrollo del Hotel Riviera, que abrió sus puertas en diciembre de 1957, después de una inversión de entre $ 14 millones y $ 18 millones.58 Trafficante estaba vinculado a los casinos en los clubes nocturnos Tropicana y Sans Souci, junto con varias otras figuras del crimen organizado.59 El Hotel Nacional, el Tropicana y el Sans Souci datan de la década de 1930 y no fueron parte del nuevo boom turístico.

El hotel más grande construido en el período fue el Havana Hilton, con 630 habitaciones, y era propiedad del sindicato de trabajadores de hoteles y restaurantes que subvencionó su construcción con su fondo de pensiones. Jake Lansky, quien fue entrevistado regularmente por el FBI, dijo que su hermano no estaba interesado en invertir en el Havana Hilton, que abrió sus puertas en marzo de 1958, “debido a la forma en que opera la cadena”. El FBI no sospechó que hubiera influencia mafiosa allí.60.

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El gobierno de Fulgencio Batista con la  Ley Hotelera 2074 de 1955, hizo algo parecido a  lo que Dubai haría varios años después, que lo ha situado como uno de los destinos turísticos más  visitados a nivel mundial y a su pueblo  de ser pobres pescadores (pobreza que aumentó   en 1960  con la producción de perlas cultivadas de Japón), en un pueblo con un status económico y social de los más altos del mundo; no fue el petróleo como muchas personas piensan; veamos: En 1950 Dubai era un humilde  puerto pesquero  y no poseía  electricidad ni hospitales de aproximadamente 20 ooo habitantes; la vida económica se centraba desde principios del siglo XVIII en la pesca  de perlas.  En 1966 se descubrieron grandes reservas de  petróleo, lo cual  permitió inversiones masivas en infraestructura. Aprovechando esta riqueza, el emirato diversificó su economía hacia el turismo, las finanzas y el comercio, lanzando proyectos ambiciosos como el Burj Khalifa y el Dubai Mall, y estableciendo aerolíneas como Emirates, que la han convertido en una ciudad global de renombre mundial.  

Un ejemplo de inversión que provocó en Cuba la Ley Hotelera 2074 de 1955,  es que  Meyer Lansky invirtió 8 millones de dólares de esa época en la construcción del Hotel Havana Riviera.

A continuación varias búsquedas que hice sobre la  Ley Hotelera 2074 de 1955:


Ley hotelera 2074

Durante la era Batista en Cuba, específicamente en  1955, se promulgó una importante ley relacionada con los hoteles y la industria del juego. Esta ley, conocida como la Ley Hotelera 2074, ofrecía incentivos a los inversionistas dispuestos a construir hoteles o  clubes nocturnos.

Así impactó la Ley 2074 el desarrollo hotelero: Licencias de juego: La ley otorgaba una  licencia de juego a cualquier persona que invirtiera una cantidad específica en un hotel o un nuevo club nocturno. Esta cantidad ascendía a un millón de dólares para hoteles y a 200.000 dólares para clubes nocturnos. 

Exención de verificación de antecedentes:  Cabe destacar que esta disposición eximía de la  necesidad de verificación de antecedentes a los  inversores de capital riesgo, facilitando la entrada de inversionistas extranjeros al mercado. 

Financiación  pública y beneficios fiscales: Los inversionistas que cumplían con los requisitos de inversión recibían fondos públicos equivalentes para la construcción, una  exención fiscal de 10 años y la importación libre de  impuestos de equipos y mobiliario.

Abriendo las puertas  al juego: Esta ley, sumada a otras medidas de Batista, facilitó el juego a gran escala en La Habana y atrajo a figuras como Meyer Lansky y sus socios mafiosos.

Impacto laboral: Para facilitar la operación de los casinos, la ley también permitía a los dueños de casinos traer a sus crupieres estadounidenses mediante la desmantelación de las leyes laborales.

En esencia, la Ley Hotelera 2074 fue una pieza legislativa crucial en la era de Batista que fomentó la inversión extranjera y el juego en Cuba al ofrecer incentivos financieros y condiciones favorables a los inversionistas de hoteles y clubes nocturnos.

Original en Idioma Inglés

Hotel Law 2074

During the Batista era in Cuba, specifically in 1955, a significant law was enacted concerning hotels and the gaming industry. This law, known as Hotel Law 2074, offered incentives to investors who were willing to build hotels or nightclubs. 
Here's how Law 2074 impacted hotel development:

Gaming licenses: The law granted a gaming license to anyone who invested a specific amount of money in a hotel or new nightclub.

This amounted to $1 million for hotels and $200,000 for nightclubs.

Exemption from background checks: Notably, this provision waived the need for background checks for venture capitalists, making it easier for foreign investors to enter the market.

Public funding and tax benefits: Investors who met the required investment received public matching funds for construction, a 10-year tax exemption, and duty-free importation of equipment and furnishings.

Opening the door to gambling: This law, coupled with other actions by Batista, facilitated large-scale gambling in Havana and attracted individuals like Meyer Lansky and his mafia associates.

Impact on Labor: To facilitate the operation of the casinos, the law also allowed casino owners to bring their American croupiers by gutting labor laws. 

In essence, Hotel Law 2074 was a crucial piece of legislation in the Batista era that encouraged foreign investment and gambling in Cuba by offering financial incentives and favorable conditions to hotel and nightclub investors. 
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Bajo el gobierno de Fulgencio Batista en Cuba, las leyes hoteleras se vieron  
significativamente influenciadas por sus esfuerzos por  atraer inversión extranjera, especialmente en los sectores del turismo y el juego.Aspectos clave de las leyes hoteleras de Batista:

Atracción de inversión: En 1955, el gobierno de Batista implementó una ley que  otorgaba licencias de juego a quienes invirtieran un millón de dólares en un hotel o 200.000 dólares en un  nuevo club nocturno.

Reducción de regulaciones: Esta  legislación eximió de las verificaciones de antecedentes a los inversores, lo que representaba una diferencia con los requisitos en lugares como Las  Vegas.
Incentivos gubernamentales: Para fomentar la construcción, el gobierno ofreció fondos de  contrapartida, una exención de impuestos de 10 años y  la importación libre de aranceles de equipos y muebles. 

Modificaciones a la Ley Laboral: Para facilitar la  operación de los casinos, se modificaron las leyes laborales para permitir a los propietarios de casinos contratar crupieres estadounidenses.

Enfoque en hoteles de lujo y juegos de azar: Las leyes favorecieron la  construcción de hoteles de alta gama, a menudo con casinos integrados, lo que propició el desarrollo de  importantes establecimientos como el Havana Hilton y el  Havana Riviera.

Supervisión limitada: El gobierno de Batista ejerció un control o supervisión mínimos sobre  estos establecimientos, lo que permitió que figuras del crimen organizado los utilizaran para actividades como el lavado de dinero.

Estas leyes fueron fundamentales  para atraer una importante inversión extranjera, en  particular de empresas estadounidenses y figuras del crimen organizado, que buscaban aprovechar el potencial turístico de Cuba. Durante este período, se observó un aumento considerable de nuevos hoteles y moteles, impulsado por el apoyo gubernamental y las lucrativas  exenciones fiscales. Sin embargo, esta época también estuvo marcada por la corrupción y las crecientes   desigualdades económicas dentro de la sociedad cubana.

Original en Idioma Inglés:

Under the rule of Fulgencio Batista in Cuba, hotel laws were significantly shaped by his efforts to attract foreign investment, especially in the tourism and gambling industries. 
Key Aspects of Batista's Hotel Laws:

Attracting Investment: In 1955, the Batista government implemented a law that granted a gaming license to individuals investing $1 million in a hotel or $200,000 in a new nightclub.
Reduced Regulations: This legislation waived background checks for investors, a departure from the requirements in places like Las Vegas.

Government Incentives: To encourage construction, the government offered matching funds for construction, a 10-year tax exemption, and duty-free import of equipment and furnishings.
Labor Law Modifications: To facilitate the operations of casinos, labor laws were amended to allow casino owners to hire American croupiers.

Focus on Luxury Hotels and Gambling: The laws favored the construction of high-end hotels, often with integrated casino facilities, leading to the development of major establishments like the Havana Hilton and Havana Riviera.

Limited Oversight: Batista's government exercised minimal control or supervision over these establishments, allowing organized crime figures to utilize them for activities like money laundering.
 
These laws were instrumental in attracting significant foreign investment, particularly from American businesses and organized crime figures, who sought to capitalize on Cuba's tourism potential. The period saw a considerable increase in new hotels and motels, driven by government support and lucrative tax exemptions. However, this era was also marked by corruption and growing economic disparities within Cuban society. 
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Meyer Lansky en febrero de 1958 en el Havana Riviera 
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Did “The Mob” really “run” Cuba in the 1950’s?

August 28, 2015
by Humberto Fontova

“Under the thuggish reign of US-backed Fulgencio Batista…the US mafia, having been dislodged from American cities by the crusading Kefauver committee, took over much of Havana, operating gambling rackets, drug rings, and prostitution.” (Boston Globe, May, 4, 2014.)
Actually: in 1955 Cuba contained a grand total of THREE gambling casinos, the biggest was at the Tropicana and featured ten gambling tables and thirty slot machines. The Hotel Nacional, featured seven roulette wheels and twenty-one slot machines. “By contrast, in 1955 the single Riviera Casino in Las Vegas featured twenty tables and one hundred and sixteen slot machines. This means that in 1955: ONE Las Vegas Casino had more gambling action than ALL of Cuba.
Cuba’s tourism industry as a whole generated $60 million in 1958. Havana by itself had 42 hotels. The Mob reputedly had financial in interest in 7 of these–and these didn’t include among them Cuba’s biggest hotel, the Habana Hilton. Instead the biggest hotel on the island was majority owned by the pension plan of the Cuban Federation of Gastronomic Food Workers. This fully-documented historical datum, needless to add, doesn’t mesh well with the fairy tale narrative about Cuba’s horribly exploited working class of the time, now does it?”

Traducción mediante Google Translate:

“Bajo el reinado de matones de Fulgencio Batista, respaldado por Estados Unidos… la mafia estadounidense, desalojada de las ciudades estadounidenses por el comité cruzado de Kefauver, se apoderó de gran parte de La Habana, operando negocios de apuestas, narcotraficantes y prostitución”. (Boston Globe, 4 de mayo de 2014.)

En realidad: en 1955 Cuba contenía un total de TRES casinos de juego, el más grande estaba en el Tropicana y contaba con diez mesas de juego y treinta máquinas tragamonedas. El Hotel Nacional, contó con siete ruedas de ruleta y veintiuna máquinas tragamonedas. “Por el contrario, en 1955, el único Riviera Casino en Las Vegas presentaba veinte mesas y ciento dieciséis máquinas tragamonedas. Esto significa que en 1955: UN Casino de Las Vegas tenía más acción de juego que TODA Cuba.

La industria turística de Cuba en su conjunto generó $ 60 millones en 1958. La Habana por sí sola tenía 42 hoteles. Se dice que la mafia tenía intereses financieros en 7 de estos, y entre ellos no se incluía el hotel más grande de Cuba, el Habana Hilton. En cambio, el hotel más grande de la isla era propiedad mayoritaria del plan de pensiones de la Federación Cubana de Trabajadores de la Alimentación Gastronómica. Este dato histórico completamente documentado, no hace falta agregar, no encaja bien con la narrativa de cuento de hadas sobre la clase trabajadora horriblemente explotada de Cuba de la época, ¿verdad?
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Traducción por Google Translate: 

https://www.amazon.com/Tirano-Favorito-Hollywood-Spanish-Edition/dp/8493466956
Fidel: el tirano favorito de Hollywood (Ensayo) (Spanish Edition) (Español) 1st Edición
Edición en Español  de Humberto Fontova (Author), Diana Lerner Edelstein (Translator)
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Sobre la reunión de jefes mafiosos en La Habana y en qué gobierno VERDADERAMENTE  se  llevó a cabo  esa reunión que en la segunda parte de  la película El Padrino, de Francis Ford Coppola,  la sitúa equivocadamente  en tiempos del gobierno de Batista en los años 50s.

En el artículo:  Lucky Luciano en persona. de   Ciro Bianchi Ross, periodista oficialista de la dictadura Castrista,  se lee: 

Antes de salir de Italia dejó creada una extensa organización para pasar narcóticos por Cuba con destino a EE.UU. Se sentía seguro en la Isla, donde contaba con amigos y había gente muy poderosa interesada en que permaneciera en el país. El senador Paco Prío, hermano del Primer Ministro, estaba entre sus íntimos, como también lo estaban Pablo Suárez Aróstegui, esposo de una de las sobrinas del Presidente, e Indalecio Pertierra, dueño del hipódromo y del cabaret Montmartre. Grau, por otra parte, era renuente a expulsarlo. Alegaba el mandatario que Luciano, llegado a Cuba con pasaporte legal y visa expedida por el consulado cubano en Roma, tenía sus papeles en regla y llevaba en La Habana una vida apacible. No hay argumento legal, seguía aduciendo Grau San Martín, que lo obligue a salir del país si sigue comportándose de una manera tan digna. Estados Unidos, sin embargo, no cejaba en su empeño. Si no expulsaba a Charlie Lucky Luciano, Washington cortaría todo embarque legítimo de narcóticos y la Isla quedaría sometida a un embargo de medicamentos.

Mientras el premier Carlos Prío maniobraba en secreto para que el gobierno saliera lo mejor parado posible ante la injerencia extraña, políticos de todos los partidos y tendencias, reunidos en la casa de Neno Pertierra, buscaban una solución airosa al problema. Desde su exilio dorado de Daytona Beach, el ex presidente Batista dejaba saber su opinión. Recomendaba que Luciano se trasladara a Venezuela donde su antiguo ayudante, el comandante Jaime Mariné, regenteaba el hotel más importante de Caracas, propiedad de Batista y del propio Mariné. La otra sugerencia del mayoral de Kuquine era audaz, pero totalmente absurda e irrealizable. Si Estados Unidos suspende la venta de medicamentos a Cuba, decía Batista, Cuba suspende la venta de azúcar a Estados Unidos. Luciano, que tenía a Batista como un hombre con los pies bien puestos en la tierra, esta idea pareció demasiado peregrina. Sabía que el gobierno de Grau no se compraría una bronca como esa ni tenía pantalones para ello. Se resignó a que lo expulsaran de Cuba.

4) 

En la película  El Padrino (II) se sitúa erróneamente en los tiempos de Batista de los años 50 del siglo XX  la reunión  de muchos mafiosos  en La Habana con vistas a incrementar y  dinamizar las inversiones  en la industria del juego  en La Habana, Esa reunión  existió  pero se llevó a cabo durante la Presidencia de Ramón Grau San Martín el 22 de diciembre de 1946 por iniciativa de Lucky Luciano , el cual estaba en Cuba en ese tiempo hasta su expulsión en marzo de 1947, después de vivir 6 meses en Cuba y ver las potencialidades que existían en Cuba para el turismo y los casinos de juegos. En   el artículo Iroel Sánchez mete la pata en Twitter  se lee:

Esto propició un encuentro que tuvo lugar el 22 de diciembre de 1946 en el Hotel Nacional, y que fue la primera reunión a gran escala de los líderes estadounidenses del inframundo desde la reunión de Chicago en 1932.

Wikipedia dice que allí estuvieron presentes “figuras como Joe Adonis, Albert ‘The Mad Hatter’ Anastasia, Frank Costello, Joseph ‘Joe Bananas’ Bonanno, Vito Genovese, Moe Dalitz Thomas Luchese, de Nueva York; Santo Trafficante Jr. de Tampa; Carlos Marcello de Nueva Orleans y Stefano Magaddino, primo de Bonanno de Buffalo; además de los Accardo y los hermanos Fischetti, ‘Trigger-Happy’ Charlie y Rocco, de Chicago; y, en representación del interés judío, Lansky, Dalitz y ‘Dandy’ Phil Kastel de Florida.

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DE LOS ARCHIVOS DEL BLOG BARACUTEY CUBANO



MEME SOLÍS Y EL VINYL: LA FÓRMULA DEL SILENCIO



Por Carlos Ferrera


Aunque muchos cuartetos vocales como Las D'Aida, Los Rivero o Los Rufino dejaron huella en nuestro pentagrama, pocos trascendieron tanto como Los Meme, y ninguno desapareció de la escena musical cubana en tan insólitas circunstancias como las que rodearon el final de ese cuarteto antológico.

Las voces de Farah María, Miguel Ángel Piña, Héctor Téllez y Meme Solís, que junto a Los Zafiros fueron el icono musical de la generación de los 60s, fueron silenciadas por el sinsentido comunista, que enarboló entonces un motivo realmente estúpido para condenarlos al silencio: violar la estética de la revolución.

Dice Armando que los jóvenes de entonces, para los que Jean Paul Sartre reclamó: "Fidel, no sacrifiques esta generación", aún suspiraban por las canciones de la época convulsa que les tocó vivir. La historia de Los Meme y su fanaticada resumen la inútil prisa por construir el hombre nuevo, la represión y el desencanto de la última revolución. Porque la de Cuba es historia de revoluciones -dice Armando- Y de música.

"En 1872, el General Calixto García atacó la ciudad de Holguín y decomisó los instrumentos de la banda municipal, porque sus integrantes en medio del tiroteo, no dejaban de tocar. Y en 1957, cuando los marineros de Cienfuegos se levantaban en armas, Santa Clara esperaba el show "Cuba Canta y Baila", con Olga Guillot y Fernando Albuerne, para inaugurar el teatro Cloris", dice López. Y se pregunta;.

¿Qué sería la historia de Cuba sin la anécdota? ¿Cómo entender a Cuba sin sus músicos?

He sabido yo que La Guillot se apareció en Santa Clara un día antes del show y su pianista, Bobby Collazo, aún no llegaba. Entonces el avispado empresario inventaría un concierto improvisado: Saldría a buscar al muchachito de Mayajigua, que estudiaba piano con Rita Chapú y se sabía todas las canciones de la Reina del Bolero.

(Armando López)

Sigue contando Armando López que entonces en Santa Clara ponían bombas como macetas con flores. El Instituto de Segunda Enseñanza era un polvorín y había ruido de fusiles, pero los camiones con altoparlantes anunciaban un concierto "sin igual" y el pueblo, (el mismo que escuchaba Radio Rebelde) colmó el teatro de la ciudad. Esa noche, José Manuel Solís, el hijo de Lolo y Balbina, con 14 años y un smoking alquilado, escuchó sus primeros aplausos, se sintió artista y se creyó estrella.

Olga Guillot, que le sabía un mundo al negocio, le pasó el brazo por encima y le susurró, maternal como era ella: "oye bien, niño; eres muy buen pianista, pero aquí nadie va a venir a buscarte, tienes que irte para La Habana". Y allá se fue José Manuel, a La Lisa, a la peluquería de una prima, donde en las noches le armaban un pimpampúm mientras buscaba trabajo de pianista en los garitos de la gran urbe. Porque La Habana, con más de mil clubes con música en vivo, se desentendía de revoluciones.

El 9 de abril de 1958, la huelga general no lograba paralizar la capital. Dicen que por esos días Sarita Montiel llenaba el teatro Blanquita y Nat King Cole desbordaba Tropicana. Frank Domínguez despertaba raras pasiones en La Gruta; José Antonio Méndez el ídolo de México, cantaba y bebía en el Saint John's. Los night clubs del Vedado querían estrellas. Para un recién llegado no era fácil convertirse en una de ellas. Estaba cara la plaza para un desconocido principiante.

Armando López recuerda que sería Fernando Albuerne quien pegaría a José Manuel en las noches habaneras. "Ponle una nota a mi pianista —le diría a un periodista— para que se empiece a conocer". Pero fue Gaspar Pumarejo, el fundador de la televisión en Cuba, el que protestó alegando que José Manuel no era un nombre artístico ni se iba con él a ninguna parte. Y como una hermanita suya le llamaba Meme, Pumarejo lo volvió a bautizar con ese nombre raro que haría historia: "¡Meme, ese será tu nombre!".

El rebautizado llegaría al popular Club 21 del Vedado de la mano del dueño, Raúl González Jerez. Pocas semanas después acompañaba a Elena Burke en el Casino del Habana Hilton y Guillermo Álvarez Guedes, que en su sello Gema, les grabaría el antológico LP La Burke canta. Fue su primer disco y su primera gran decepción: En la carátula sólo aparecía la foto de Elena. Meme no existía.

El 31 de diciembre de 1958, la consigna revolucionaria era 03C (cero club, cero cine, cero cabaret), pero no dio el resultado esperado. La indolente capital del espectáculo despedía el año y Meme descargaba en el Seven Eleven del Hilton con la Señora Sentimiento, cuando Batista escapó en tres DC4, y el populacho se despachó canibaleando los casinos. Máquinas tragamonedas, mesas de póker, ruleta y bacará arderían en las calles. La debacle.

El casino del Hilton se salvó en tablitas, pero dos meses más tarde cerraría por decreto, aunque ante la protesta de sus trabajadores, lo volverían a abrir. El juego era vicio en Cuba desde el siglo XVIII, pero para Agapito era una inmunda lacra capitalista a erradicar. Carlos Puebla cantaba ya en La Bodeguita del Medio, “Llegó el comandante y mandó a parar”. La Habana ya no era verde, sino roja.

Los cabarets permanecerían abiertos, la Freddy estallaba su vozarrón incomparable en el Cabaret del Capri, y Meme Solís acompañaba al Cuarteto D'Aida, entonces formado por Moraima, Omara, Aideé y Leonora en el Club 21, porque Aida Diestro estuvo un año con un brazo enyesado. Mientras tanto explotaba el barco La Coubre y nacía la pavorosa consigna "Patria o Muerte". Se avecinaba tormenta en el mundo de la canción ligera.

Lo que tenía de cantante Moraima Secada, curtida voz solista de Las D'Aida, también lo tenía de difícil de carácter. Rompió con Aida Diestro a golpe de escándalo, como solo ella sabía hacerlo, y le cayó encima a Meme con la cantaleta de que formara un cuarteto “para ella”. Al proyecto se sumarían Ernesto Marín y Wilfredo Riquelme. Nacían Los Meme, un cuarteto vocal que adoptaría la línea de los cuartetos de feeling, como Los Modernistas, pero con más fuerza interpretativa. Sí señor, Los Meme existieron gracias a la insistencia de Moraima Secada.

Vendrían los éxitos en el Amadeo Roldán, la televisión, las giras nacionales. El primer álbum de Los Meme, donde una Moraima electrizante conjuraba: "Como alivio que rompa las cadenas...". Raúl Acosta sustituiría a Riquelme, Bobby Jiménez a Marín. Los Meme serían durante dos años la atracción del show "Caperucita se divierte", en el cabaret del Capri, junto a una Juana Bacallao que al final se comía al lobo. Delirante.

El Capri era el lugar lúdico obligado de La Habana de mediados de los 60s. Una Habana donde Sans Souci y Montmartre ya habían sido convertidos en almacenes, donde las vitrolas, las cervezas y los boleros desaparecían de las esquinas a ojos vista. Una Habana donde surgía el movimiento de aficionados como “promesas” y los viejos artistas profesionales eran considerados “herencia del pasado”. Una Habana sin Celia Cruz ni La Guillot, nacidas de la vieja Corte Suprema del Arte, pero también sin Freddy y sin La Lupe, consagradas después de 1959. Una Habana donde se instalaban cañones en el malecón, donde se cavaban trincheras para una guerra imaginaria. Ya Sartre lo había advertido: "Si los Estados Unidos no existieran, la Revolución Cubana los inventaría".

“Rock” era una mala palabra, Luis Bravo había huido y Los Beatles estaban prohibidos. ¿Los Meme? Todavía no, porque interpretaban boleros. Moraima cantaba agitando las manos, saltando, estremeciéndose y estremeciendo. Podía beberse a cuncún una botella entera de ron, pero era espectacular en escena. Y difícil, porque a conflictiva no le ganaba nadie.

Y en Cienfuegos llegó la previsible ruptura. Meme se enfada por una salida intempestiva de Moraima y ella adorna con penes y testículos otro de sus escándalos sin parangón. Regresa a La Habana en avión. Meme y los otros dos se van en guagua. Problemón.

¿Cómo sustituir a la insustituible Mora? Farah María era una modelo del cuerpo de baile del Capri que no cantaba, pero era entonada y afinaba decentemente. Meme la citó para ensayar horas y horas, renovó el repertorio del grupo transitando del feeling a la balada pop y cambió la armonía vocal. Cada uno se movería por su lado y haría una voz distinta, una imagen novedosa y atrevida para un país en revolución. La modernidad musical.

Debutaron en el Canal 6 y en ese mismo programa estaba Moraima, mujer temible y temida en su rencor, que les niega el saludo y los mira mal. Farah está aterrada ante su presencia. Pero cuando el cuarteto canta Lamento Gitano de María Greever, Moraima muestra su talla incomparable de profesional y artista única; se acerca a los cuatro cantantes y les dice: "Suenan mejor que cuando yo estaba, porque parece que usted, profesor, -Meme baja la cabeza apenado-, tiene más tiempo para ensayar".

Ahí empezó a triunfar el cuarteto con Farah. Los periódicos dijeron que Otro Amanecer iba a ser la canción del año. ¡Y lo fue! Pero Bobby Jiménez se va del cuarteto y entonces Meme encuentra en Santiago a un jovencito llamado Miguel Ángel Piña, la soñada tercera voz. Corría 1965, y Los Meme graban su segundo álbum con versiones de temas extranjeros: El torrenteSans toi, que se agota el mismo día que sale a la venta. Se desbordan sus conciertos en el salón de la Comunidad Hebrea.

Los Meme son ídolos, son los Beatles de la revolución. Pero en los cabarets de La Habana hay miedo. Los militares cargan con los faranduleros para las UMAP en Camagüey. Meme y su cuarteto son mimados por el régimen, porque que las hijas de los comandantes los adoran. Por eso consiguen sacar a muchos bailarines y músicos homosexuales de esos siniestros campos de trabajo forzado.

En 1966, Héctor Téllez, que venía del trío Voces de Oro, sustituye a Raúl. La imagen del cuarteto es una ventana angosta y mínima al mundo pop, pero una ventana al fin. Cantan explosivas baladas de Meme y Carol Quintana y graban un segundo álbum: Ahora traigo mi voz, Llegó la felicidad, Te olvidé, que se revende en bolsa negra o se cambia por un saco de malangas. La libreta de abastecimiento apretaba y la revolución también. En las cárceles hay miles de presos políticos. Ellos también escuchan a Meme.

Los puristas de la moral revolucionaria arremeten contra la televisión. Los hombres no podían cantar con el pelo tan largo, el cinturón tan ancho, ni los pantalones tan acampanados. Adiós camisas de brillos, cadenas y bisuterías varias; ese no era el hombre del socialismo. La nómina de los que no podían aparecer ante las cámaras estaba a la puerta de cada estudio y Los Meme pronto integrarían esa lista negra.

Ninguno de los cuatro “Memes” eran milicianos ni cederistas, pero eran "extravagantes", un delito estético penado por las leyes revolucionarias. Y entonces se presentan en el estelar de televisión “Desfile de la Alegría” vistiendo unos afocantes trajes de vinyl negro y unos suéters de franjas metálicas. Y entonces llega el paroxismo: En un acting nunca visto en Cuba en un show televisivo, los cuatro cantantes se quitan sus chaquetas de cuero y las arrojan al público, como hacía Raphael en España. El respetable ruge de gozo, pero el cuarteto había firmado su sentencia de muerte. El Chino Diéguez, director del programa, es suspendido de sus funciones y hundido en el más cruel de los olvidos.

Durante un tiempo Los Meme siguieron presentándose en cabarets. Meme fue el Príncipe de Cenicienta en el show del Internacional de Varadero. El dueño del Olimpia de París, que había visto al cuarteto llenarle el Teatro García Lorca a Josephine Baker, quiere llevárselos con él. Pero no les autorizaron la gira. Sólo los incondicionales al “proceso” podían montarse en un avión.

Dos años después, la ofensiva revolucionaria (1968) clausuró los cabarets e implantó la Ley Seca. Daba grima ver a los músicos vagando como zombies por La Habana, Moraima y Elena buscando un trago en los bares de barrio, el Chino de los Zafiros cantando en solitario por una miserable botella de Coronilla adulterada… qué tristeza. Cuando meses después los garitos de ocio nocturno habanero volvieron a abrir sus puertas, La Habana era un cadáver sobrio y el diario Juventud Rebelde vendía la canción protesta como el ideal estético del hombre nuevo.

En diciembre de 1969, José Manuel Solís quemó sus naves y presentó su salida del país. Farah María, Héctor Téllez y Miguel Ángel fueron obligados a leer declaraciones en la radio y la televisión donde repudiaban la traición de su director. Por su lealtad, el Consejo Nacional de Cultura impulsaría la carrera de los tres como solistas. Farah ganaría oro en el Festival de Sopot, aunque en Italia, se le conocería en lo adelante como "la bella cubana que dejó la voz en La Habana".

Meme fue silenciado durante 20 largos años, como si nunca hubiera existido, y además, se le negó la salida de la Isla. Desesperado, se acogió a la ciudadanía española de su padre y en 1987, el presidente Felipe González logró sacarlo de la Isla con una veintena de presos políticos. La prensa en Madrid había creado expectación con su llegada. Radio Martí trasmitiría para Cuba El show de Meme Solís.

Meme se reencontraría con su generación, en septiembre de 1988, en el Dade County Auditorium de Miami. Entre banderas cubanas y lágrimas, su fanaticada de entonces, tiñendo canas, corearía una por una todas las baladas que marcaron su tiempo. La magia de la música los devolvería a su juventud sacrificada, a su Isla en la memoria.

Desde entonces, cada año, el reencuentro se extiende. Meme invita a su concierto a los intérpretes de la generación que lo precedió: Olga Guillot, Blanca Rosa Gil; a sus contemporáneos: Martha Estrada, Luisa María Güel, Georgia Gálvez; a los que surgieron después: Maggie Carlés, Annia Linares, Mirtha Medina, Malena Burke, Albita Rodríguez, Xiomara Laugart. Cuatro generaciones de artistas cubanos han tomado el camino del exilio.

Muchos años después de repudiar a Meme, Farah María, Héctor Téllez y Miguel Ángel Piña le pidieron perdón a su director. Meme entendió las tristes circunstancias. ¿Acaso en nombre de la pureza revolucionaria los hijos no denunciaron a sus padres? Pero las inquisiciones pasan. La vida no la para nadie.

"Puesto que era necesaria una revolución —escribió Sartre alguna vez—, las circunstancias designaron a la juventud para hacerla. Sólo la juventud tenía suficiente pureza para llevarla a cabo".

Habría que preguntarse –cuestiona mi dilecto amigo Armando- si valió la pena tanta pureza. Yo me pregunto (retórico) si valió la pena tanto socialismo.

No tienen que contestar.

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(De la reseña de Armando López para Vintage Cuba)
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En la foto identifico de pie y de izquierda a derecha a Farah maría, Héctor Téllez con su esposo Héctor Téllez, Meme Solís, a Miguel Ángel Piña y a la bella Walquiria y al bailarín y coreógrafo Pablo Morales
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Cuarteto de Meme Solis - La Distancia


Cuarteto de Meme Solis - El Torrente 

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Cuarteto de Meme Solis - Solo tú y yo

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Cuarteto de Meme Solis - Otro Amanecer


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Cuarteto de Meme Solís "Sans Toi"



Cuarteto de Meme Solis - No mires para atras


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1 Comments:

At 2:45 p. m., Anonymous Anónimo said...

Cuento viejo y lastimoso, y cada vez más bochornoso. Se desechó una sociedad vibrante que progresaba como de viento en popa por algo equivalente a un cartucho de mierda radioactiva y venenosa. Sí, hubo mucha mentira, mucha credulidad infantiloide, mucha estupidez, pero también hubo mucho oportunismo y mucha miseria humana. El castigo no ha sido por gusto.

 

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