ANDREI SAJAROV
Andrei Sajarov
Por Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba - Febrero (www.cubanet.org) - Cuando murió Andrei Sajarov, el 14 de diciembre de 1989, Mijail Gorbachov expresó: "No era un intrigante político. Era una persona que tenía sus propias ideas".
( Andrei Sajarov en 1943 )
Hoy, una avenida moscovita lleva su nombre. Es respetado y admirado por todos y ocupa el lugar que le corresponde porque Andrei Sajarov fue y seguirá siendo la voz de la conciencia de su patria.
Como físico destacado disfrutó de todos los privilegios de la alta clase política. Pero en 1968 hace público su compromiso con quienes defendían los derechos humanos, en medio de la dictadura soviética.
A partir de ese año, él y su esposa, Yelena Bonner, con quien contrajo matrimonio en 1971, se dedican en cuerpo y alma a la lucha por la libertad.
Sajarov recibe en 1975 el Premio Nobel de la Paz. Por sus denuncias de violaciones a los derechos humanos y su protesta pública contra la intervención militar soviética en Afganistán, fue deportado a la ciudad de Gorki, donde el gobierno prohibía la entrada a los extranjeros para que no se entrevistaran con el disidente.
( Sajarov, en 1958, con Igor Kurchatov, padre de la bomba atómica soviética, 1949)
A pesar de ser un eminente físico, inventor de la bomba de hidrógeno soviética, Sajarov era considerado por el Kremlin como el resto de los disidentes y defensores de los derechos humanos: gente de la peor calaña, llevados a juicios arbitrarios y sometidos a una terapia psiquiátrica forzada, como traidores de la patria.
En 1989 Sajarov es elegido diputado del Soviet Supremo, lucha por la derogación del artículo 6 que proclama el papel dirigente del Partido Comunista y redacta el proyecto de constitución. Ese mismo año los soviéticos concurren a las elecciones más libres que se celebran desde 1917 y cae de su alto pedestal el comunismo, después de más de setenta años de fundado y sin haberse derramado una sola gota de sangre.
El mito del homo sovieticus u hombre nuevo, considerado como la más grande conquista del comunismo en el poder, se desmoronó como un merengue, y esos mismos hombres prefirieron la libertad y el respeto a los derechos humanos cuando se enfrentaron a unas elecciones libres, por primera vez.
Así, el muro erigido alrededor del poder se vino abajo. Andrei Sajarov tenía razón: el hombre nace para ser libre.
En Cuba, en el año 1976, un intelectual cubano, Ricardo Bofill Pagés, funda el Comité Pro Derechos Humanos, inspirado en la valiente trayectoria de Sajarov y Yelena Bonner. Por esta causa es reprimido, encarcelado y difamado en la prensa cubana. Hoy, Bofill es una figura querida del exilio y también de los miles de activistas que siguen sus pasos en su patria.
Mañana, una avenida habanera también podrá llevar su nombre.
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