BARACUTEY CUBANO

Por Marielis Castro Fernández-Rubio

21 de agosto de 2006

Guantánamo – www.PayoLibre.com – El día 13 de julio del 2006, en el Tribunal de la Región de Granma, un grupo de militares adscritos a la Prisión Militar del Ministerio del Interior de Granma, “recibieron sentencia” en la Causa #26 del 2006, por el delito de conducta deshonrosa, lesiones y lesiones de carácter continuado, en la persona del preso político Yulián Hernández López. Los responsables de este Tribunal lo son Leoclide Herrera Hernández, Presidente, la Capitán Ana María López González y el Teniente. Roberto Tamayo Usanti, como jueces.

Los hechos que dieron lugar a la mencionada sanción ocurrieron el día 28 de abril del 2006 cuando aproximadamente a las 16:30 horas el recluso Yulián Hernández López, alias “El Guantanamero, fue conducido al local del oficial de guardia ubicada en el tercer piso de la mencionada institución penal. Una vez allí, Hernández López, fue interrogado sobre los motivos que tuvo para haber alterado el orden reglamentario en el interior, situación por la cual había sido recluido en la celda de castigo #13, a lo cual ripostó que necesitaba hablar con el jefe militar.

Tal respuesta, al parecer incomodó a los interrogadores de tal manera que le propinaron un puño en el pecho al recluso y luego varios golpes más con la tonfa en la espalda y el cuello, aprovechando que el recluso se había lanzado al piso intentando cubrir su rostro. Como si eso fuera poco, a la misma vez recibía golpes propinados con un bastón de goma que esgrimía otro de los militares. Todos estos golpes sumados a los de dos militares más quienes le dieron con las manos y los pies, provocaron contusiones de forma lineal en la región de la espalda y excoriaciones en la región cervical, cuello y espalda.

Afortunadamente para el reo, el jefe de pelotón, el oficial José Rodríguez García, pudo detener la brutal golpiza, luego de lo cual el recluso fue trasladado al local del puesto de mando donde permanecía esposado y sentado en una silla. Situación esta, sin embargo que no evitó que Yulián Hernández López recibiera otro golpe con el puño en la región mastoidea y el pómulo derecho siendo necesario que el perjudicado recibiera atención especializada en el hospital de la propio prisión.

Yosvany Mojina Martínez, Segundo Suboficial de 28 años de edad; Sánchez Solano, de 26 años Primer Suboficial; Juan Andrés la O, Sargento de Segunda de 43 años; Orelvys Ávila Sánchez, Sargento de Tercera de 25 años de edad; el Sargento de Tercera Rubiel Rojas Rivero de 23 años de edad, todos adscritos a la Prisión Militar del Ministerio del Interior de Granma, debían ser sancionados, según la petición fiscal, con ocho meses de privación de libertad para Rojas Rivero, recibiendo al final solo multas: a Mojina Martínez le pusieron una multa de 300 pagaderas en cuotas de 2 pesos, a La O Sardiñas, una multa de 200 a pagar en cuotas de 2 pesos, mientras que a Ávila Sánchez y a Sánchez Solano no le impusieron sanción alguna.

Así son las cosas en Cuba. ¿Dónde están los derechos humanos? ¿Dónde quedaron las golpizas que le propinaron al preso político Yulián Hernández López? Como dice el periodista Taladrad aquí en Cuba, “saque usted sus propias conclusiones” sobre cómo es la vida de un preso político en Cuba.

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Una tarde de dominó
Por Shelyn Rojas

21 de agosto de 2004

La Habana – www.PayoLibre.com – El cubano, a pesar de todos los problemas que penden sobre él, no ha perdido la costumbre de reunirse entre amigos para jugar una partida de dominó y beber unos tragos de ron. Luis Ángel Camejo, activista de la Comisión de Atención a Presos Políticos y Familiares (CAPPF), quiso, o al menos intentó, el día 7 de agosto pasar una tarde feliz junto a sus amigos.

Después del almuerzo, Luis preparó la mesa para comenzar el juego. Ulises sería su pareja. Adison y Juan Carlitos sus contrincantes. Era cerca de las dos de la tarde. Las partidas iban bien y el día era entretenido. El contorno agradable se completaría con una botella de ron.

Ulises aprovechando la ventaja del juego, expresó: “los que pierdan esta data, pagarán la botella”.

Por el calor existente en la isla, las puertas de la vivienda de Luis se mantenían abiertas. La vivienda está ubicada en la calle San José No. 17551 entre las calles Alega y Pedro Téllez, en el reparto Guardiola, del municipio capitalino San Miguel del Padrón.

En ese momento, la vivienda fue invadida por un agente de la policía política que se hizo llamar Michel. Este, de prisa, amenazó a los jugadores con la orden de “que nadie se mueva”. Asustado, Luis le preguntó qué pasó.

El agente los acusó verbalmente de estar jugando un dominó ilícito. Les pidió las identificaciones y que se sacaran las billeteras de los bolsillos. Los condujo hacia la unidad policíaca de 11na, ubicada en la calzada de Güines. Allí fueron interrogados por otro agente conocido por Sombra.

Luis y los demás fueron encerrados en un calabozo de la unidad hasta las cuatro de la tarde del día siguiente. Le decomisaron el dinero. Fueron multados con 60 cuotas de pesos. Según el criterio de Luis, la multa es por el supuesto delito de escándalo público.

Luis aún padece de la columna vertebral a causa de una paliza que le propinaron guardias de la policía política, en la noche del 28 de enero, cuando se dirigía a su casa. El doctor que lo atendió le expresó que con los años le traería males peores. No podrá trabajar de pie, por mucho tiempo. Al parecer, tampoco lo dejarán jugar dominó.


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Breves desde Guantánamo

Por Marielis Castro Fernández-Rubio


21 de agosto de 2006 – www.PayoLibre.com

Desde el hospital provincial de Guantánamo nos informa la esposa de Miguel Ángel López Herrera, que desde el sábado 12 de agosto de 2006 está hospitalizado en la sala de penado del hospital provincial, donde cada 8 horas le cambian el suero por tener vómitos y no poder digerir alimentos, y el 17 de agosto ella fue en horario de visita y el oficial de guardia le informó que, por orden del que atiende la seguridad en la prisión, él no podía recibir ni alimentos ni visita.

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En las prisiones a todos los políticos los tienen amenazados con darles golpizas por escuadrones preparados por los mismos presos, vendidos, si exclaman sus pensamientos sobre la situación tan tensa que se está viviendo en estos momentos. Estas informaciones vienen desde la prisión Kilo 8, Camagüey; Prisión Nacional de Boniato, Santiago de Cuba; prisión Provincial del Combinado de Guantánamo.
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Alfredo Noa Estupiñán, sancionado a 15 años de privación de libertad, en el destacamento 2-A, cubículo 8, en la prisión Provincial de Guantánamo, convive con 39 presos en condiciones infrahumanas. El cubículo tiene capacidad para 36 reclusos, esto indica que hay tres hombres durmiendo en el piso. Este local tiene 6 metros de ancho por 8 de largo. Las camas literas son de tres pisos. Acuso a la prisión y al estado cubano por la pésima situación en que viven los reclusos de la provincia de Guantánamo. Diosbeyli Tamayo Hernández, Aramis Correa Jorrín y Juan Carlos Claro Ramírez en estos momentos están viviendo en el piso.

* Dado por Marielis Castro Fernández-Rubio a Martha Tamargo el día 19 de agosto de 2006.

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Bajo tratamiento médico Oscar Mario por dolencia renal

LA HABANA, Cuba - 18 de agosto (Roberto Santana Rodríguez / www.cubanet.org) - El periodista encarcelado Oscar Mario González se encuentra bajo tratamiento con antibióticos debido a una infección renal que se le presentó recientemente en la prisión 1580, informó su esposa, Mirta Wong.
Wong dijo que el pasado 31 de julio González fue llevado ante un urólogo que le diagnosticó infección en los conductos urinarios. Desde comienzos de la segunda quincena del pasado julio el comunicador estaba orinando sangre.
"Estoy preocupada por el estado de salud de Mario, que empeora cada vez más. Mario presenta hipertensión, una tos que no se le quita, pienso que por la humedad que hay en la prisión, y ahora la infección en los conductos urinarios", señaló la señora Wong.
La esposa del periodista dijo que Oscar Mario se mantiene firme en sus ideas y principios a más de un año de su detención bajo desfavorables condiciones de confinamiento y en un limbo penal.
Oscar Mario González, de 62 años, pertenece al Grupo de Trabajo Decoro.