BARACUTEY CUBANO

Cuando la extinta Unión Soviética invadió a Afganistán, un país no alineado, Cuba tenía la presidencia de dicho movimiento. La ocupación de Afganistán por las tropas soviéticas duró 10 años y provocó la muerte de aproximadamente 2 millones de afganos. El régimen cubano nunca condenó esa invasión y en los medios informativos cubanos la guerra en Afganistán apenas se tocaba; las pocas veces que lo hacía era a favor de las tropas de ocupación soviéticas. Los soviéticos años antes de esa invasión habían provocado y apoyado el derrocamiento de la monarquía y la instauración de un gobierno títere prosoviético.

Por Miriam Leiva / Periodista independiente

Bitácora Cubana - 26 de Agosto de 2006 - La Habana

- La presidencia del Movimiento de Países No Alineados durante los años 2006-2009 poseía importancia crucial para los planes de Fidel Castro de irrumpir nuevamente en el escenario internacional, con sus airados discursos confrontacionales frente al ¨imperialismo yanki y sus acólitos europeos”.

Grandes erogaciones financieras demanda la XIV Conferencia Cumbre de los NOAL a efectuarse en La Habana del 11 al 16 de septiembre próximos. Contradicción incompresible esa, para la pequeña nación sumergida en una profunda crisis económica desde hace más de 15 años. Ciertamente, los petrodólares venezolanos bien pueden colmar las ambiciones del Presidente Chavéz de heredar la tradición de su mentor, el Presidente cubano, y las expectativas de ambos de continuar utilizando los programas de asistencia en salud pública, educación, añadiendo alimentación y agua potable, para deslumbrar a los pueblos e incrementar su influencia.

Pero la Proclama del 31 de Julio cambió el curso de la historia en Cuba. La gravedad del Presidente Fidel Castro y su traspaso provisional de mando modificaron 47 años de poder totalitario. Si bien el asombro inicial se ha tornado una tensa espera, de plazo impredecible para los nacionales, convencidos de que ya nada, nunca, volverá a ser igual, no menos impacto ha tenido para las relaciones internacionales de este diminuto, pero muy inquieto, archipiélago.

El acomodo de posiciones en la cúspide cubana provocó los días iniciales prácticamente inercia hacia el exterior. Luego, las prioridades se confirieron a las relaciones bilaterales, con viajes de miembros del sexteto encabezado por Raúl Castro. Pero el compromiso de realizar el gran evento, sin igual desde la VI Cumbre de 1979, y para el que estaban trabajando desde hacía años, demandó reactivar los preparativos tanto en documentos como logística, comprendidas las reparaciones de avenidas, túneles y alojamientos. Nuevamente la prensa local ha tenido el MNOAL en titulares.

Con mucho revuelo el Ministerio de Relaciones Exteriores informó que el proyecto de documento final fue entregado a los países miembros en el Buró de Coordinación con sede en las Naciones Unidas, en Nueva York.

Se ha anunciado la solicitud de acreditación de más de 500 periodistas nacionales y extranjeros, como muestra del gran interés por el evento. Claro está que esconden la realidad de que muchos han estado solicitando permiso de visita a Cuba desde el momento en que se anunció la complicada operación del Presidente, y como no lo han recibido, desean aprovechar la XIV Cumbre para lograrlo.

También han dado a conocer que más de un centenar y medio de delegaciones participará. Incluso se comenta la posible asistencia de unos 60 jefes de estado o gobierno. Paradójica circunstancia, pues muchos quizás no desean faltar en la foto de la presentación pública de Fidel Castro, más allá de la importancia real que confieren al decrépito y demodé Movimiento. Es la emoción del jugador, pues sólo existe la posibilidad remota de que efectivamente concurra.

A pesar de la complicada situación que actualmente afrontan gobernantes y gobernados en Cuba, los dirigentes no pueden echarse atrás en el compromiso contraído de ¨revitalizar¨ el NOAL, o sea recomponer y procurar nunca antes tan difícil consenso. Pero sin el máximo interesado con su habitual ajetreo, los problemas del patio reclaman todos los esfuerzos posibles para vitalizar la destruida economía y armonizar la sociedad cubana como se merece el pueblo.

Aún faltan muchos días. Podremos comentar acerca de la Cumbre y, sobre todo, respecto al futuro del NOAL, pero ya se vislumbra su pérdida de relevancia también para las máximas autoridades cubanas.