sábado, agosto 26, 2006

SARAMAGO Y SUS PREOCUPACIONES POR LA TRANSICIÓN EN CUBA

Tomado de
http://www.cubamatinal.com/Noticia.cfm?NoticiaID=335



Saramago y sus preocupaciones por la transición en Cuba.
Carta abierta.

**********************
Varias organizaciones del exilio responden a las últimas declaraciones de Saramago mediante una carta abierta y se adhieren a la campaña internacional ¡Yo No!

Rigoberto Carcellier de Plataforma Internacional Cuba Democracia ¡Ya! en la TV española

Según reportan a nuestra Redacción, varias organizaciones del exilio, responden en carta abierta a los últimos juicios del Premio Nóbel de Literatura José Saramago sobre la realidad cubana.
También manifiestan su adhesión a la campaña internacional ¡Yo no!, promovida por numerosas organizaciones de exiliados y opositores del interior de Cuba, que fuera divulgada desde estas mismas páginas.
**********************


Madrid, 25 de agosto de 2006.



Señor José Saramago:
Premio Nóbel de Literatura



Nos extrañaba ya a los cubanos demócratas, que usted no manifestara de alguna forma, su preocupación por la posible y cercana transición en nuestro país, Cuba. Lo ha hecho Sr. Saramago empleando los mismos y ya viejos argumentos que el régimen ha venido utilizando en estos 47 años de poder absoluto; siempre con el fantasma de la invasión, los asesinatos y la supresión de las indudables - como UD. dice- “conquistas de la Revolución: sanidad, cultura y educación”.

Duerma tranquilo Sr. Saramago, que la invasión de los tiros, las bombas, los muertos y la destrucción - a la que usted se refiere- y que el Tirano ha empleado como justificación para sembrar odios y un falso sentimiento nacionalista en el pueblo encubriendo con ello todos sus crímenes, manteniendo a la vez una imagen de victima ante el mundo; esa invasión, Sr. Saramago, no da lugar en este momento salvo que Castro la provoque.

Que la provoque empleando sus fuerzas contra el pueblo, en un intento de callar con sus tanques los justos reclamos de Libertad, Justicia y Democracia, de los esclavos rompiendo sus cadenas, tal y como ha ocurrido históricamente con régimen del mismo signo; ¡no olvidamos la los tanques en Hungría en 1956, en Praga en 1968 o los estudiantes masacrados por los tanques en la célebre plaza de la capital de China en 1989!

Entonces sí no dude usted, que nuestro pueblo y el exilio juntos la reclamaríamos a los países libres del mundo. De lo contrario le pronostico que no habrá otro tipo de invasión, que no sea la de la ayuda, la del amor, la de la esperanza, la de un futuro mejor y la del arribo a nuestra tierra con las manos cargadas de asistencia de los más de dos millones de cubanos que andamos dispersos por el mundo añorando nuestra tierra; gracias al régimen que usted de algún modo intenta hoy salvar.

En cuanto a los asesinatos, despreocúpese como hasta ahora ha hecho, Sr. Saramago; los asesinos están en el clan que ilegítimamente, viene controlando el poder en nuestro país por casi medio siglo. Ellos, han cebado ya hasta la saciedad, su sed de sangre, odios y venganzas contra su propio pueblo indefenso, arrancándole a miles de ellos, la vida ante los paredones de fusilamientos y otros actos criminales que a diario cometen a la luz del mundo libre, dividiendo la familia, enfrentando a padres contra hijos, a hermanos contra hermanos en nombre de una doctrina política trasnochada y demostradamente cruel.

Todo ello con el beneplácito de muchos gobiernos democráticos y el silencio cómplice de tantos intelectuales, políticos de salón y clientes políticos del régimen, algunos, Premios Nóbel como usted.

Le repetimos; siga tranquilo, que no habrá asesinatos, salvo que usted confunda la palabra asesinatos con la muerte de un sistema totalitario, justo reclamo de justicia de un pueblo que lleva 47 años esclavizado bajo la voluntad de un Tirano, soportando el terror y una brutal represión día a día.

Pretendemos una transición pacífica, incluso más que la Revolución de los Claveles en su natal Portugal.

Asimismo, quiere usted conservar la sanidad, la cultura y la educación, le recomendamos mas tranquilidad aún, nosotros también; despreocúpese y duerma placidamente, que la sanidad que usted pide se siga conservando, no ha de ser, esa que mantiene un apartheid sanitario reservado exclusivamente para los extranjeros, la elite de poder y amigos privilegiados que gozan de una estancia en hospitales-hoteles donde nada falta.

Es tan avanzada la sanidad que se da el lujo, un país lleno de miseria, de tener una sala-operatoria particular para uso exclusivísimo de la más alta esfera gobernante y donde las acciones médicas sobre un Tirano que se nombra a sí mismo “Presidente” se convierte en secreto de estado.

¿No le parece ridículo y la muestra fehaciente del poder total de un tirano, amén de una tremenda falta de respeto y humillación a un pueblo que carece de todo?

Sr. Saramago, le aseguramos que esa sanidad, la de la clase política privilegiada, una de las supuestas conquistas de la revolución - según usted- NO LA VAMOS A CONSERVAR, COMO USTED PRETENDE.

Ni la otra tampoco, tal como está; a la del pueblo trabajador nos referimos, donde en sus hospitales y farmacias a diferencia de la sanidad privilegiada -la de los extranjeros, jefes y amigos- FALTA TODO, desde la higiene, la alimentación y hasta las sabanas, almohadas, fundas y otros artículos necesarios. Esto sin profundizar que gracias a las medicinas que reciben de sus familiares en el extranjero pueden así aliviar en parte sus males. Amén, de la que requisan o roban las autoridades para cubrir parte de sus necesidades e incluso comercializarla a turistas ¿O ignora Ud. que en Cuba existen “diplofarmacias” en dólares a las que tienen el acceso prohibido los cubanos, incluso pagando en divisas?.

Pero además, Sr. Saramago, no hay un país en toda La América, por no decir del mundo, por pobre que este sea que reciba más medicinas como ayuda, que el nuestro. Todos los pueblos de América reciben ayuda de sus familiares del extranjero, pero a diferencia del nuestro, ellos reciben dinero y compran en sus propios países los medicamentos que necesitan, nosotros no, Sr. Saramago, en nuestras farmacias falta todo, hasta las compresas para la menstruación de las mujeres.

¿Entonces, qué sanidad es la que usted quiere conservar? la de los jefes en la que no falta nada o la del pueblo que todo le falta? Le podemos afirmar que la de mañana será mejor. Sólo necesitamos la oportunidad de decidir nuestro destino, que nadie modele desde su torre de marfil nuestro futuro, si hay algo más peligroso que un intelectual encumbrado en su torre de marfil opinando sobre asuntos en los que es evidentemente parcial por su signo ideológico, es el mismo intelectual si además ostenta un premio Nobel.

No es lo mismo escribir literatura de ficción que influir en los medios –desde la “legitimidad” que otorga la fama- sobre los destinos de un pueblo, con el que no ha convivido más que en breves viajes oficiales, disfrutando del boato y la protección de la clase que lo sojusga.

En cuanto a la cultura, tampoco debe usted perder el sueño, Sr. Saramago, le aseguramos que como siempre ha tenido, mañana la tendrá también, pero no la cultura del odio, no la cultura de la intolerancia, no la cultura de la represión, no la cultura de la muerte, no la cultura del robo, no la cultura de la prostitución, no la cultura de actos de repudios, no la cultura de la corrupción, no la cultura del poder absoluto, no la cultura de sentirse sobre la ley, no la cultura de ordeno y mando, no la cultura de la humillación, no la cultura de sentirse extranjero en su propia tierra. Esta cultura impuesta a nuestro pueblo no será la que conservemos, a pesar de sus deseos. Hay otra cultura, Sr. Saramago, ella es, la cultura del amor, la cultura de la tolerancia, la cultura del respeto, la cultura de la libertad, y nuestro pueblo volverá a practicarla.

La educación, Sr. Saramago, que usted desea conservar, lamento decirle que no será posible tal como usted quiere; ella no puede estar basada, como está, en el adoctrinamiento a una política determinada, en la militancia de un partido político totalitario, ni condicionada a la voluntad de un régimen, limitando las profesiones y la libertad de información y expresión.

La educación es un derecho de todos y un deber de los gobiernos el garantizarla. No es ninguna conquista insalvable y menos para nuestro pueblo, que tenía, antes de la Tiranía, uno de los índices más bajos de analfabetos del mundo –más bajos que los de algunas naciones europeas, Portugal y España incluidas- por si usted no lo sabía. Y todo ello, Sr. Saramago, sin el coste y el alto precio social que estamos pagando todavía. No es posible atribuir algunas facetas del progreso social en exclusiva a un determinado régimen político, es una tendencia general de la Historia y Cuba señor no era un clásico país atrasado tercermundista tal como lo presenta la propaganda oficial y que algunos intelectuales, verdaderos analfabetos de la realidad histórica de nuestra patria se han propuesto propagandizar.

El futuro gobierno democrático de la Isla garantizará, no lo dude, el libre acceso a la educación, no en balde nuestro primer presidente constitucional era un maestro de escuela; está en la propia génesis de nuestra nación y no es caso atribuir en exclusiva a una dictadura el esfuerzo de más de un siglo de toda una nación.

Finalmente, Sr. Saramago, los cubanos del exilio nunca hemos estado ni menos ni más crispados, como usted dice; solo hacemos uso de nuestro derecho de luchar por la libertad robada a nuestro pueblo. Nosotros, contrario a lo que dice la propaganda del régimen, no somos los que hemos sembrado el odio, ni los que fusilamos y matamos, ni encarcelamos, ni golpeamos a los disidentes, sean mujeres u hombres, ni hundimos embarcaciones cargadas de familias y niños ante los ojos atónitos de la población habanera a breve distancia de la bahía de la capital; todo lo contrario, Sr, recibimos con los brazos abiertos a todos los que van llegando - incluso a los que poco antes nos perseguían - aquí viven entre nosotros como muestra de que no hemos luchado ni por odios ni venganzas, sino por la Libertad y la Democracia.

De Ud. atentamente:

Comité Coordinador Internacional Plataforma Cuba Democracia ¡Ya!
Frente Nacional del Presidio Político Cubano
Partido del Pueblo