BARACUTEY CUBANO

SAN JUAN, 21 (AP) - La reformas económicas implantadas por Cuba al perder los subsidios de miles de millones de dólares anuales de la parte de la Unión Soviética no han sido suficientes para sacar a flote a la nación caribeña y habrá que hacer mayores cambios tras la muerte del presidente Fidel Castro.

Así lo aseguró el martes María Werlau, economista, empresaria y comentarista de Radio Martí. Las reformas aludidas son los paladares o restaurantes familiares, la inversión europea en el turismo y una reforma agraria de cooperativas de agricultura.

"Estas medidas fueron absolutamente necesarias para sobrevivir, pero una cosa está clara la mayoría de los cubanos buscan la forma de irse de Cuba y llegar a Estados Unidos", dijo la mujer de origen cubano ante el Club Rotario de San Juan.

La experta en asuntos económicos señaló que las medidas de reforma adoptadas por la revolución cubana a inicio de la década de 1990 levantaron un poco la economía pero no han llenado las expectativas de los inversionistas extranjeros quienes consideran a Cuba un mercado riesgoso e inestable.

"En la economía cubana no hubo prácticamente reformas con elementos de mercado, aunque hay que reconocer que con las aperturas limitadas de Cuba, sí fue un paso muy grande", agregó. "Además, la infraestructura está muy maltratada, el sistema de acueducto y energético está en muy mal estado".

Según Werlau "siempre existe el optimismo de que la fecha de expiración de Fidel Castro dé paso a una nueva sociedad cubana, pero no será tan sencillo".

"Cuba ha recibido un oxígeno que es el petróleo de Venezuela", continuó la oradora. "(Hugo) Chávez ha reemplazado a la Unión Soviética, aunque en una escala mucho menor".

Werlau estimó que la isla recibe unos dos millones de dólares al año, aunque cuestionó el alcance económico real de esa industria.

"Hay preguntas de cuán exitoso ha sido el turismo. Se plantea que es una forma de lavado de dinero y que la inversión no está rindiendo lo que se esperaba", dijo.

Descartó que Castro haya cedido el poder a su hermano Raúl Castro al tildar la movida como "una delegación de funciones en distintas personas, pero el poder continúa consolidado en la figura de Fidel", señaló.

No obstante, opinó que de obtener control total sobre el Estado cubano, Raúl Castro podría resultar peor que su hermano mayor para la economía.

"Raúl es un mejor administrador, pero es igual de brutal y tal vez hasta más comunista que Fidel", sostuvo.