viernes, agosto 18, 2006

NOTA DE PRENSA DE LA PLATAFORMA INTERNACIONAL CUBA DEMOCRACIA YA!




La Plataforma Internacional Cuba Democracia Ya! informa

Nota de Prensa




¿Padecerá cierto sector importante de la Iglesia católica cubana del síndrome de Estocolmo?

Que conste en primer lugar que NO nos oponemos a proteger y promover Una transición pacifica y organizada dentro de Cuba, pero que conste también que SÍ nos oponemos a la inducción de cualquier tipo de confusión sobre el carácter del líder de la tiranía que impera en Cuba y de la posibilidad de un continuismo.

Por todo ello, creemos que es un grave error y en cierta medida una doble moral y una cobardía que la Iglesia organice a nivel nacional peticiones por la recuperación del dictador Fidel Castro, ya que durante décadas la propia Iglesia católica cubana ha sido especialista en el silencio y ha sobrepasado la prudencia para refugiarse en la
complicidad de los que callan. Creemos que poco ha aprendido de su Santidad Juan Pablo II y de su trabajo en vida por la libertad de su tierra natal, igualmente machacada por la tiranía comunista.

Por más de cuatro décadas, toda la Iglesia cubana, es decir, no sólo el clero, hemos padecido la represión del régimen castrista, que buscaba nuestra total aniquilación, y salvo honrosas excepciones, jamás se escucharon voces de oposición y de protesta.

Es un exceso de la Iglesia católica cubana la promoción de estas oraciones a nivel nacional por el dictador, porque sobre todo pueden inducir a la confusión de valores y pasar del rechazo al dictador a convertirse ahora en su enfermera.

Jamás la Iglesia cubana ha practicado públicamente este ideal cristiano para con los perseguidos, los presos políticos o los miles de fusilados por el régimen.

Nunca se ha organizado en Cuba una misa nacional por los muertos en el Mar tratando de escapar de la Isla, ni por las más de 10 mil víctimas del castrismo.

Por lo que le pedimos a la Iglesia católica cubana en general que, o Bien convierta estas prácticas en valores populares para que no nos escandalicen, o mejor que continúe en su acostumbrado silencio.

También resulta escandaloso que el cardenal Jaime Ortega esgrima el argumento de la invasión norteamericana, utilizando el mismo lenguaje de estado de sitio que usa el régimen, cuando todo el mundo sabe que a día de hoy ésta no es una posibilidad contemplada por EEUU, ni apoyada por la mayoría. De esta forma, el señor cardenal se suma al lenguaje hiper-nacionalista del régimen, al lenguaje de trinchera que busca complicidad con los victimarios y no con las víctimas.

Rigoberto Carceller Ibarra, presidente de La Plataforma Internacional Cuba Democracia Ya!
656 470 342