CUBA: UN PRONOSTICO POLITICO A CORTO PLAZO
Nota del blogguista
La doble moral existente en Cuba abarca a casi toda la población incluyendo a los taxistas, y más si éstos son empleados de los turitaxis, los cuales que ganan su salario en divisas así como las propinas que le otorgan. Muy probablemente ese tipo de taxis fue el que abordó este articulista no cubano que era manejado por un ¨ardiente¨fidelista. El puesto de taxista de turismo es de los más privilegiados del país y ningún taxista va a ¨regalarse¨con un extranjero que nadie sabe quién es ni de donde salió. Deben existir taxistas cubanos francamente fidelistas o raulistas, pero no tantos como para aventurarse a afirmar ingenuamente que ¨Hablé con muchos taxistas cubanos, y casi todos resultaron ser ardientes fidelistas.¨
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CUBA: UN PRONOSTICO POLITICO A CORTO PLAZO
Por Pyotr Romanov
Análisis
Moscú
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Comentarista Político
RIA Novosti
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José F. Sánchez
Analista
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
Traducción ©
Dept de Traducciones
La Nueva Cuba
Diciembre 2, 2006
Hacer predicciones políticas no se parece en nada a la predicción del estado del tiempo o de los terremotos - es mucho más fácil visualizar lo que pasará en dos años que lo que ocurrirá mañana por la mañana, de manera que no aspiro a ser abolutamente preciso. Meramente trato de razonar lo que probablemente pasará en Cuba después de que Fidel Castro desaparezca de la arena política.
Abandoné La Habana tras haber escuchado las opiniones privadas de muchos cubanos. Cada "pronóstico" que escuché tenía suficiente fundamento, pero al mismo tiempo, abierto a ser cuestionado. Significativamente, sólo uno de mis amigos cubanos dijo no esperar ningun cambio de consideración tras la ausencia final de Fidel. "Raul [Castro] ha plantado sus acólitos militares por todas partes. Muchos de ellos ostentan puestos económicos claves. De manera que deberemos mantenernos "quietos y dóciles," dijo medio en broma.
Sus palabras ofrecieron una interpretación contrastante con lo que él evidentemente quiso decir. "Los militares socios de Raul se están cómodamente antrincherados en corporaciones con capital y gerentes extranjeros. Ellos saben que existe otro mundo y son corruptos. De manera que en lugar de estos hombres ser los pilares del presente régimen, bien pudieran convertirse en la quinta columna de los Estados Unidos. Ellos muy bien podrían ser más eficientes auxiliares de La Casa Blanca que los estridentes inmigrantes cubanos en Miami."
Me resultó difícil levantar objección alguna a ninguna de esas opiniones ya que después de todo soy un extranjero y mis confidentes vivían en La Habana.
Cuando reuní todas las predicciones de acuerdo con cuán plausibles me parecieran alcancé las siguientes conclusiones: Cuba está evidentemente lista para el cambio. Está igualmente claro que a un período de transición precederá otro de profundas reformas, y que Raúl Castro con gran probabilidad llegará a estar en algún momento un primer plano, pero es un anciano de salud precaria, y no goza del apoyo popular que ostenta su hermano.
Hablé con muchos taxistas cubanos, y casi todos resultaron ser ardientes fidelistas. Sin embargo, ninguno de ellos pronunció palabra alguna de simpatías por Raúl Castro, quien como Comandante al frente del Ministerio de Defensa de Cuba fuera su propio jefe, ya que la mayoría de los taxistas son soldados retirados.
Mi conclusión es que los cubanos no permanecerán "quietos y dóciles" durante el período de transición, que ese período a su vez, puede llegar a ser más breve de lo esperado, y en el cual pudieran aguardar muchas sorpresas nada placenteras para Raúl Castro.
No será difícil imaginar, que en un análisis final, el destino nacional de Cuba dependerá de cubanos colocados en segundo, tercer e incluso cuarto nivel en la actual jerarquía política y militar. Sin dudas ellos enfrentarán enormes retos de parte de Estados Unidos y de su propio pueblo...
A la élite política cubana del cercano período de transición le resultará mucho más difícil el responder a los retos que provendrán del propio pueblode Cuba. La pobreza y la carencia de libertades políticas, que son los peores problemas del momento, están íntimamente entretejidos. Algunos funcionarios cubanos sueñan con el modelo chino recreado en Cuba, con mercado libre bajo un régimen político que permanecería intacto, pero ello sólo se trata de un futil deseo imaginario cuando se confronta con una muy diferente realidad histórica y geopólitica, además del carácter latinoamericano y muchos otros factores.
Los futuros líderes de Cuba encaran un dilema. Por una parte, el país nunca podrá poner fin a la pobreza masiva que le sume a menos que desarrolle una economía de libre mercado y de libre empresa. Los programas sociales gubernamentales presentes y pasados no son cura alguna para esos males. Apenas permiten la sobrevivencia de la gente. Por otro lado una sociedad de libre mercado y libertades económicas inevitablemente desintegrará al régimen, si se considera el carácter nacional del cubano. ...El presente sistema político tiene que desaparecer.
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