BARACUTEY CUBANO

Varias observaciones.

Ante el escenario montado para oir y ver el canto de cisne del tirano, Alejandro Armengol ha dejado tranquilo, ocasionalmente y de manera extraordinaria, al exilio cubano de Miami. Sobre este artíclo quiero hacer estas observaciones:

1) La nación cubana realmente y desde 1959 ha ido muriendo, y no vivido, en función de la gloria del ( des) gobernante.

2) En las caras de los comandantes hay mucho más que cansancio: preocupación y temor por lo que les depara el futuro.

3) Cuba desde hace mucho tiempo está cansada pero hoy tiene más esperanzas que antes de la ¨proclama ¨del ComaAndante.
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Tomado del blog de Armengol

EL FIN DE UNA ERA



Por Alejandro Armengol



GERARD DEPARDIEU Y Gabriel García Márquez están en La Habana. Lo que tienen en común y lo que distingue a estos hombres define el alcance de lo que ocurre en la Isla. Por unos días asistimos a una celebración que tiene más de despedida que de encuentro. El escritor más famoso que ha dado América Latina y un actor de renombre y vinicultor por más señas asisten a un ritual que han considerado no deben perderse.

No son los únicos. Turistas, músicos, escritores, artistas y políticos saben que participan del fin de una era, y en este momento que antecede a la pompa y ceremonia de un funeral de jefe de Estado que se avecina existe aún la posibilidad de aparentar optimismo y hacer declaraciones con palabras cargadas de esperanza, aunque todo el mundo sabe que son frases dichas para salir del paso.

El actor declara que el gobernante “va a continuar aguantando adversidades” y el novelista augura que asistirá al “centenario”. Lo que reafirman ambos en sus frases es que no les importa mentir ahora, que incluso consideran que no están mintiendo y que hay como una licencia en estos momentos para decir cualquier cosa, salvo mencionar la verdad, que por otra parte muy pocos conocen. Sólo los funcionarios son cautos, en su optimismo sin compromiso.

La Habana presencia una especie de carnaval que antecede a la Cuaresma, pero la alegría es fingida. No porque a tanto turista político —entre ellos, el novelista y el actor— le preocupe el destino de la Isla, sino porque saben asisten al fin de un mito. ¿O es mejor decir que se enfrentan a las ruinas de un mito y hacen lo posible por mirar hacia otro lado? Si están en Cuba es por el hombre y no por un ideal que saben muerto.

( Carniceria cubana cuando llegaron los huevos del mes: 6 huevos por personas al mes, pero en Cuba al huevo se le llama también COHETE, porque a veces la cantidad de huevos al mes decrece como la cuenta regresiva del lanzamiento de los misiles: 5, 4, 3,.. . A este blog llegó un comentario de un extranjero defensor de la tiranía y entre otras ignorancias escribió que en Cuba no había propaganda política ... )


El homenaje que desde el martes le brinda a Fidel Castro la Fundación Guayasamín debe estar resultando cada vez más embarazoso para todos, desde los promotores hasta los anfitriones cubanos, que han cumplido con el encargo con la prontitud y el desgano que mueve a los parientes a celebrar el capricho de un moribundo.

Mientras los cubanos muestran en sus rostros que se sienten ajenos a toda esta celebración costosa y sin sentido, los periodistas se aferran a la pregunta aún sin respuesta, que saben es la única que mantiene la atención de lectores y televidentes: ¿aparecerá finalmente Fidel Castro?

Salvo la cada vez más remota posibilidad de un golpe de efecto final, todo apunta a que no. Su mensaje es claro en este sentido. Las declaraciones de su sobrina reafirman las palabras que semanas atrás pronunciara Ramón Castro, en cuanto al deseo familiar de que el enfermo continúe su recuperación sin aparecer en público.

Mariela Castro, hija del general Raúl Castro, afirmó: “Nosotros, en reunión familiar, le decimos a papá: ‘tu le transmites a Fidel que se quede tranquilo, cuidándose, que todo lo que quiere el pueblo de Cuba es que se quede tranquilo”.

“Todo el mundo le dice que no” participe en un desfile militar programado para el sábado en La Habana, dijo Mariela Castro en entrevista con Reuters.

Al final de la vida del guerrillero, la familia irrumpe con fuerza, como “justificación perfecta” de una ausencia que de producirse definirá el rumbo del país.

Porque si Castro no aparece hoy o mañana sábado es la confirmación de su retiro definitivo.
De ocurrir ello, resultará muy significativo que las declaraciones más precisas sobre el futuro del gobierno cubano sean de pronto las formuladas por su sobrina.

La directora del Centro Nacional de Educación Sexual afirmó que el gobernante volverá a la vida pública pero “de otra manera”. Al preguntarle si Fidel Castro volverá al poder, Mariela dijo: “Yo creo que sí, pero de otra manera (...) Mi impresión, como cubana común y corriente, es que lo vamos a tener de otra manera, como el líder sabio de 80 años que ahora se va a dejar cuidar”.
Lo que reduce a dos las alternativas futuras del gobernante: una muerte más o menos inminente y un retiro parcial.

No por gusto García Márquez está en La Habana.

Más allá de los oportunistas de siempre —Ramonet promoviendo la tercera edición de su libro—, la celebración tiene más de nostalgia que de futuro, pero con una interrogante que supera a la pregunta sobre la posible presencia de Fidel Castro: ¿hasta cuándo es posible mantener este compás de espera que sólo perdura por la enfermedad del mandatario?

Basta mirar las fotos de La Habana, para comprobar la pobreza del país. Esta nación que hasta ahora ha vivido en función de la gloria del gobernante muestra un cansancio generalizado que puede estar encubriendo una inconformidad latente.

Cansancio en los rostros de los comandantes de la revolución, que no parecen ser capaces de lograr mantenerse en el poder por ellos mismos, en los símbolos gastados y hasta en los niños que representan una farsa torpe. Cansancio también en la actuación de Raúl Castro, que parece estar dispuesto sólo a mantenerse como puntal del régimen, pero a delegar cada vez más en figuras como Carlos Lage —quizá obedeciendo órdenes de su hermano— para las labores de gobierno.

En pocas ocasiones Cuba se ha visto tan cansada y falta de esperanzas como en estos días. Como extras forzados a participar en una película que no entienden, los cubanos han esperado por estas fechas para tener una respuesta. Pero hasta ahora, lo único que escuchan y ven es el vacío.