BARACUTEY CUBANO

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At 5:17 p. m.,  Anónimo said...

Hoy es lunes y todavia se encuentra en una mogue californiana los restos mortales de Pedro Knight, viudo de Celia Cruz. Se habla del traslado de los restos a la ciudad de New York, del velorio en la misma funeraria donde fue expuesta en esa ciudad la Guarachera, del entierro en la misma cripta del cementerio donde descansa una de las cubanas que mas alto dejo el nombre de Cuba. Pero, que hay detras de toda la nevulosa en torno a la fortuna Cruz-Knight?

Es sabido que Celia se establecio en New Jersey por la cercania con New York que fue la ciudad que le abrio las puertas de la mano de la comunidad puertoriquena y dominicana, lejos de las lentejuelas, luces y alfombras rojas de Miami, donde se concentra el mayor numero del potencial artistico cubano. Por su tenacidad, disciplina, talento y su firme proposito de mantenerse cantando hasta el ultimo dia de su vida, amen del indiscutible talento, se gano el respeto, la admiracion y el carino de todos los que tuvieron el privilegio de verla cantar, incluso de los que solo pudieron comprar su musica sin llegarla a verla nunca sobre un escenario.

Pero debemos recordar que Celia y Pedro tambien eran inmigrantes, que cuando decidieron quedarse en Mexico, ya tenian una carrera consolidada en Cuba y ya ella era conocida, al menos bien conocida, en el mundo hispano hablante. Quien de los que hemos optado por este largo y triste camino fuera de las calles y gentes en los que dimos los primeros pasos, no anora reencontrarse con sus origenes, quien no suena con ensuciarse los zapatos con el mismo polvo o revivir una tarde de romance en una glorieta o parque de nuestras ciudades? Quien que llegue a los Estados Unidos no va a la Calle Ocho a ver aunque sea de lejos, esos adorables viejitos tabaco en mano, su sombrero, su guayabera y el periodico bajo el brazo buscando un puesto en una mesa para jugar una mano de domino disfrutando de una taza de aromatico cafe coronado de espuma? En cuales de esa mesa no se debate con vehemencia la ultima noticia sobre la isla o la carta recibida con las fotos del sobrino o del vecino con el que se compartieron otros anos? Y uno alli, atragantado de dolor, digeriendo el olor del tabaco y el cafe, los rostros, las carcajadas, la incomodidad del que perdio y hasta el CONO tan necesario que culmina por reafirmar nuestra identidad nacional.

Pero dejemos nuestros sentimentalismos a un lado y sigamos con Celia y Pedro. Ellos eligieron, por alguna razon determinada, asentarse en los alrededores de la Gran Manzana, siempre al alcance de los que en sus inicios, les tendieron una mano (puertorriquenos y dominicanos). Los que seguimos las noticias de los ultimos dias de la Guarachera, sabemos que las unicas personas que acudieron a su cama de enferma fueron los mismos amigos que en los inicios le abrieron los brazos y el corazon. El gremio artistico de Miami, luego acudio a rendirle homenaje postumo cuando el cadaver fue trasladado a Miami pero no recuerdo ver ningunas de esas caras acompanando la familia en las ultimas horas aqui en New York. Solo estaban sus amigos de siempre, la comunidad puertoriquena, la dominicana y la centro y sudamericana que se volcaron masivamente a las calles por donde pasaria el feretro a tirarle una flor a la carroza funebre y decirle hasta siempre a La Negra del Tumbao, la que tenia el alma llena de Azucar y trasmitio un Carnaval de alegria a nuestros corazones.

La verdadera crisis familiar comenzo con la desaparicion fisica de Celia. Su viudo Pedro, visiblemente afectado desde la muerte de su amiga, hermana, companera y esposa ejemplar, pocas veces aparecio en los medios y en torno a el y la herencia de ambos comenzo a girar una historia que nos ha dejado con la boca abierta pues sabemos que el matrimonio nunca protagonizo una columna amarillista. Los familiares de Celia y Pedro inician un proceso cargado de dudas, ambiciones y a mi entender poca credibilidad. Segundas, terceras y hasta pegadas personas se empenan en dilapidar la fortuna entre abogados y acciones legales. Particularmente y, analizando lo que se comienza a perfilar como un gran culebron, no creo posible que Pedro estuviera en desacuerdo porque Celia le dejara un dinero a una hija que el tuvo de un matrimonio anterior y a una cunada. Celia no tenia por que beneficiar a la hija de Pedro, salvo por el carino que sintia por ella, sobre todo analizando que al morir Pedro, esta se convertiria en su heredera legitima. En el caso de dejarle a su hermana una cierta cantidad de dinero, me parece lo mas normal del mundo porque sabemos que Celia no tenia hijos. Que Pedro hubiera sido movido de su comodo apartamento en Fort Lee, New Jersey, para llevarlo a pasar sus ultimos dias lejos de familiares, de sus amigos y en cierta medida apartado del mundo, me parecio una medida muy inteligente por parte de su representante legal y albacea para poder manejar al respetable anciano sin ingerencias.

Ahora yo pregunto:

- Este senor que maneja todos los fondos de Pedro no ha podido pagarle a la hija del mismo un pasaje en avion desde Tampa, donde ella radica de forma bien humilde hasta California?

- Es justo que aun el pobre Pedro se encuentre en una fria morgue californiana a la espera de que alguien desembolsille el dinero para correr con los gastos del funeral?

En este caso, solo me queda referirme a una frase muy popular: "el muerto al hoyo y el vivo al bollo". La pobre Celia debe estar retorciendose de dolor ante tanta infamia e irrespeto hacia su persona.

Celia espera a su Cabecita de Algodon, no le hagan mas distante el momento del reencuentro. Celia y Pedro merecen todo el respeto.

Que Dios los acompane, que les de la paz eterna juntos, como ellos tanto deseaban.

 

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