NOTA DE PRENSA ALIANZA POR UNA NUEVA NACION.
Nuestro documento no se propone aglutinar a corrientes numerosas y divergentes que tendrían una vida efímera y una influencia transitoria. Nos apartamos de las generalizaciones y hacemos planteamientos concretos que no dejan dudas sobre la filosofía política de los firmantes. De esa manera, esperamos ejercer una influencia más profunda y perdurable sobre los procesos políticos, económicos y sociales que ya se vislumbran en nuestra patria.
Tambien creemos de suma importancia aclarar que este no es un proyecto o plan de gobierno. Los gobiernos sólo se los dan los pueblos en elecciones libres, democráticas y transparentes. Es un programa que será presentado al pueblo de Cuba el día en que pueda ser actor de su propio destino en unas elecciones en libertad.
Bajo el título de Alianza por una Nueva Nación se abordan temas tales como: La libertad incondicional de todos los presos políticos, el reconocimiento y legalización de partidos políticos y asociaciones de la sociedad civil, la participación del exilio en el proceso de transición, la redacción de una nueva carta magna tomando como modelo la Constitución de 1940 y otras constituciones avanzadas del mundo, la elaboración de una ley transitoria de elecciones donde sean excluídos como candidatos los actuales miembros del gobierno y del Partido Comunista y la transformación de la actual economía centralizada en una economía de mercado donde la privatización de propiedades estatales tenga un lugar destacado.
En esta etapa fundacional el documento ha sido firmado por representantes del Centro de Información sobre Democracia, el Frente Democrático Independiente “Elena Mederos”, el Instituto Juvenil Cristiano de Estudios Sociales, el Movimiento de Derechos Humanos Municipios de Cuba, el Partido Nacionalista Democrático de Cuba, el Partido Popular Joven Cuba, el Partido Republicano de Cuba, el Sindicato Independiente Cambio y la Unión Lucista.
Aquellos interesados en mayores detalles pueden referirse al documento adjunto o llamar a Alfredo M. Cepero, Secretario General del Partido Nacionalista Democrático de Cuba al 305-322-7111.
INTRODUCCIÓN.
En abierto desafío a esa política de continuismo totalitario, los miembros de la oposición política al régimen, tanto dentro como fuera de Cuba, buscamos vías de acción que permitan el retorno a la democracia en nuestra patria así como formas para darle al pueblo la posibilidad de escoger un futuro diferente, en un marco de respeto a los derechos humanos y dentro de un verdadero Estado de Derecho.
Es importante que estas asociaciones cívicas y organizaciones políticas sustenten sus proyecciones a partir de un trabajo ético y responsable que nos permita transformar realmente las bases ideológicas, jurídicas e institucionales que han sostenido durante más de cuatro décadas al actual régimen comunista.
La nación cubana necesita cambios y transformaciones importantes que garanticen una democracia real, representativa y participativa, que permita a los ciudadanos poder desarrollar sus potencialidades. Pero para llegar a estos cambios es necesario que se den ciertas condiciones, así como que se establecescan puntos de partida que conlleven a una verdadera transición.
Consideramos, por otra parte, necesario aclarar que no hablamos por toda la oposición porque ello sería irreal e inmaduro. Sólo establecemos aquellos puntos en los que las organizaciones abajo firmantes coincidimos y por lo que nos comprometemos a actuar de mutuo acuerdo.
Nos proponemos además aunar esfuerzos para aprovechar todos los espacios que nos permitan dar a conocer la situación en que se encuentran estos hermanos presos; así como promover la solidaridad con los mismos.
PARTICIPACIÓN DEL EXILIO EN EL PROCESO DE TRANSICIÓN..
Nos oponemos a todos los argumentos que pretendan dejar al exilio fuera de un proceso de análisis dentro de la oposición que nos conduzca a una Cuba democrática. Durante muchos años estos cubanos han mantenido encendida la llama de la libertad y convocado al mundo para que tome conciencia sobre la realidad cubana.
El exilio es parte indisoluble de nuestra nación y posee una vasta experiencia que puede y debe fortalecer cualquier proceso de cambios que ocurra en nuestro país. Como hombres y mujeres con una firme vocación democrática, tanto los cubanos de dentro como fuera de la patria tenemos diferentes puntos de vista sobre la forma de solucionar la problemática nacional. Pero no quepa dudas de que a todos nos mueve un sagrado sentido de responsabilidad ante la Patria y el Pueblo Cubano.
Estas condiciones deben servir de punto de partida para poder hablar de una transición hacia la democracia. Ahora bién, también sostenemos que, para que no se secuestre el futuro de la nación, es necesario que la transición ocurra tomando como plataforma los siguientes puntos:
Cuba tuvo y tiene la fortuna de contar con un texto constitucional elaborado a partir del consenso y ratificado a través de un proceso democrático. La Constitución de 1940, a pesar de sus lagunas y defectos, está considerada por muchos destacados juristas como el marco adecuado para sentar las bases del Estado de Derecho durante la transición.
La democracia sólo es válida cuando se garantizan los derechos fundamentales de los ciudadanos. El Título IV de la Constitución del 40 recoge la mayor parte de estos derechos, los cuales sólo tendrán que ser complementados con algunos derechos sociales que han tomado forma en los últimos años.
Debe, por otra parte, ser prioridad del gobierno de transición una convocatoria para que la nación adopte una nueva Constitución. Esa nueva constitución debe tomar en cuenta la experiencia de aquellas naciones cuyas leyes fundamentales han creado mecanismos encaminados a evitar la implantación de cualquier tipo de totalitarismo. Dicha constitución debe asimismo enumerar los derechos fundamentales de los ciudadanos y crear las instituciones que garanticen su ejercicio sin ser perturbados por el gobierno.
Existen suficientes expertos en Derecho Constitucional, dentro y fuera de Cuba, quienes pueden elaborar una Nueva Carta Magna, tomando como base la Constitución del 40 así como otras constituciones del mundo. El texto así elaborado sería sometido primero a ratificación por los gobernantes elegidos democraticamente y, después, a un referendum popular.
También deberá elaborarse un nuevo censo electoral que recoja los datos de todos los ciudadanos cubanos que residan tanto dentro como fuera de Cuba y que deseen participar en las mismas. No podrán, sin embargo, participar como candidatos en dichas elecciones aquellos cubanos que hayan ostentados cargos en la Asamblea del Poder Popular, el Consejo de Estado, el Consejo de Ministros y el Partido Comunista. Tambien serán excluídos de las mismas aquellos que hayan violado los derechos humanos y reprimido a los defensores de esos derechos y a los activistas pro-democracia.
Es necesario establecer las bases para una economía de mercado dentro de la cual la privatización es un factor importante. Hacemos énfasis en que la velocidad no será tan determinante como la solidez y eficiencia con que se aplique el proceso de privatización. Además deberá velarse por la transparencia de las ventas así como asegurarse de que las mismas tengan un precio justo.
Después de varias décadas de tiranía paternalista, el gobierno de transición tendrá sobre sí la gran responsabilidad de transformar la economía sin que los males que se padecen hoy, como la corrupción y el amiguismo, formen parte del futuro espectro económico cubano.
Los signatarios de este documento, como representantes de nuestras organizaciones y asociaciones cívicas, nos comprometemos a poner todo nuestro empeño en alcanzar los objetivos propuestos.
Actuando a través del diálogo y el consenso entre nosotros como miembros de la oposición, buscaremos las vías para concretar en la práctica estos puntos que sostenemos.
Igualmente, aclaramos que este acuerdo tendrá vigencia mientras en Cuba impere el régimen comunista o cualquier versión “disfrazada” de éste, así como durante el gobierno de transición.
Después corresponde a estas mismas asociaciones cívicas y políticas el derecho de continuar colaborando o adoptar aquellas posiciones partidistas que nos parezcan más idóneas para la prosperidad del pueblo de Cuba.
Muchos piensan que será muy difícil alcanzar los cambios que Cuba necesita de forma urgente. Pero, colocando al ser humano y sus necesidades materiales y espirituales como centro de nuestra obra, nos comprometemos a trabajar sin descanso hacia la meta de un mundo de prosperidad, libertad y justicia para nuestro pueblo dentro del contexto de una Nueva Nacion.
Firmado el 20 de mayo del 2007, en el territorio geográfico y el territorio sin fronteras de una Nueva Nación Cubana cuyos hijos se comprometen a servirla y amarla sin importar el lugar del mundo donde vivan.
Centro de Información sobre Democracia. Lic. Carlos Ríos Otero
Partido Nacionalista Democrático de Cuba.. Alfredo M. Cepero
Frente Democrático Independiente “Elena Mederos” . Carlos Miyares Falcón.Partido Popular Joven Cuba. Rafael Ernesto Ávila Pérez
Instituto Juvenil Cristiano de Estudios Sociales. Rev. Ariel Arteaga Castellón
Partido Republicano de Cuba. Rev. Padre Ricardo Medina Salabarría
Movimiento de Derechos Humanos Municipios de Cuba.. Pedro Moisés Calderín
Sindicato Independiente Cambio. Carlos Ríos García
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