BARACUTEY CUBANO

La Habana
AFP
Diario las Américas
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Fidel Nuñez
Analista
Jefe de Buró
Latinoamérica
Dept de Investigaciones
La Nueva Cuba
Junio 6, 2007

Dirigentes de la disidencia cubana, a quienes el gobierno acusa de “mercenarios” al servicio de Estados Unidos, agradecieron al presidente George W. Bush la petición que hizo este martes de libertad “inmediata y sin condiciones” para los presos políticos.

“Cada vez que alguna personalidad del mundo se declara a favor de la libertad de los presos políticos en Cuba, lo apreciamos mucho, porque en esta lucha pacífica por la democracia lo primero que necesitamos es apoyo internacional”, declaró a la AFP la economista Marta Beatriz Roque.

“Agradecemos el pedido de Bush y de cualquier otro presidente o figura internacional que lo haga”, agregó Roque, quien dirige la ilegal pero tolerada Asamblea para la Promover la Sociedad Civil.

Oscar Espinosa Chepe, un economista encarcelado entre los 75 disidentes en 2003 y liberado un año después por problemas de salud, consideró que “sería bueno” que otros presidentes se sumaran al llamamiento formulado por Bush. “Es positivo” y “lo veo como algo de solidaridad”, apuntó.

Otros disidentes como Miriam Leiva, activista del grupo Damas de Blanco -Premio Sajarov 2005 de derechos humanos entregado por el Parlamento Europeo-, y el opositor moderado Manuel Cuesta Morúa también agradecieron el llamamiento del presidente norteamericano.

Pero Cuesta Morúa subrayó que Bush “podría hacer una contribución mayor” a la causa de los presos políticos en Cuba “si elimina las condiciones que el gobierno cubano utiliza como pretexto para mantener en la prisión a luchadores pacíficos”, entre ellas el embargo que mantiene Washington contra la isla desde 1962. “La oposición cubana está atrapada entre la falta manifiesta de voluntad del gobierno de abrir cauces de democratización y de respetar los derechos humanos, y la política de hostigamiento y aislamiento contraproducente de Estados Unidos”, apuntó el opositor.

Bush pidió este martes en Praga la liberación “inmediata y sin condiciones” de figuras de la disidencia en países como Cuba, Belarús, Birmania y Vietnam, y dijo que esperaba con impaciencia el día en que conferencias como en la que participaba incluyera a opositores, como el cubano Oscar Elías Biscet.

Biscet, médico de profesión, fue condenado a 25 años de cárcel como parte de los 75 opositores, bajo cargos de trabajar para una potencia extranjera.

En su discurso ante líderes políticos y militantes por la democracia, Bush también dijo que “si defender la libertad en el mundo me convierte en (presidente) disidente, entonces ostentaré ese título con orgullo”. “Es importante reivindicar la condición de disidente porque la lucha en solitario por la libertad es algo que se debe llevar con orgullo”, añadió Cuesta Morúa.

Según la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que dirige Elizardo Sánchez, actualmente existen en la isla unos 250 presos políticos.

Pero el gobierno cubano sostiene que en Cuba no hay presos políticos, sino detenidos por ser “mercenarios” financiados por Estados Unidos o que “han intentado subvertir el orden” o “cometido actos de terrorismo”.