sábado, julio 28, 2007

ANDAR POR LAS RAMAS

Andar por las ramas


Oscar Espinosa Chepe

La Habana -- Si por algo se caracterizan las autoridades cubanas es por sus enfoques superficiales y análisis parciales, raramente dirigidos al centro de los problemas. Una prueba de esto puede verse en la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) del 16 de julio pasado.

La crispada declaración se refiere al atraso en la concesión de visados a ciudadanos cubanos para viajar a Estados Unidos. Los datos del MINREX calculan que entre el 1 de octubre de 2006 y el 30 de junio de 2007 sólo se ha otorgado el 53.6% de las 20,000 visas que debían otorgarse al concluir el próximo mes de septiembre, sobre la base del comunicado conjunto suscrito en 1994. Por supuesto, en el texto se obvia la existencia, desde hace tiempo, de cientos de cubanos que con visas norteamericanas están impedidos de viajar al no recibir la autorización oficial, la ''famosa'' tarjeta blanca.

Las autoridades cubanas juzgan que el incumplimiento estadounidense significará un aliento a la emigración ilegal, también promovida por la Ley de Ajuste Cubano y la política de ''pies secos, pies mojados'', sin mencionar que su actitud de retener por la fuerza a ciudadanos con visas de ningún modo facilita una emigración legal, segura y ordenada.

Respecto a la declaración del Minrex, los norteamericanos respondieron que efectivamente no podrán cumplir la entrega de las 20,000 visas en la fecha prevista, por primera vez desde que entraron en vigor los acuerdos migratorios de 1994. Alegan que el gobierno cubano pone muchos obstáculos para el trabajo de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, entre ellos el negado de visas a su personal, dificultades para la importación de materiales de oficina necesarios y la no autorización de contrato a personal local para llenar 47 puestos vacantes.

Independientemente del análisis sobre los alegatos de ambas partes, en los elementos brindados por la parte cubana se soslaya la esencia del problema: ¿por qué miles de cubanos, la mayoría jóvenes, se marchan y otros cientos de miles, quizás millones, quisieran imitarlos? Resulta poco comprensible el concepto de las autoridades cubanas de que la Ley de Ajuste Cubano y la política de ''pies secos, pies mojados'' son causas esenciales de la fuga hacia Estados Unidos. Se contradice con el hecho de que en la mayoría de las embajadas en La Habana, sin existir leyes benefactoras para los cubanos, los ciudadanos realizan interminables colas para procurar visas y escapar del asfixiante ''desajuste cubano'', aunque deban dejar atrás sentimientos y bienes.

La estampida y la bajísima natalidad constituyen los motivos fundamentales del descenso de la población en términos absolutos. La tendencia es que fundamentalmente queden en Cuba las personas de la tercera edad, a quienes por razones obvias se les dificulta más la salida.

Los motivos del abandono en masa son evidentes. Se deben a la bancarrota de la sociedad cubana y la frustración creciente ante la falta de esperanza en el futuro. Actualmente se incrementa la desilusión por la acumulación de dificultades, sin percibirse atisbos de cambios. Es más, hay muchas evidencias de que la crisis pudiera empeorar drásticamente en los próximos meses debido a los fracasos económicos, como la caída adicional de los ingresos por concepto de turismo; la disminución de la producción azucarera, que ahora obligará a importar más de un cuarto de millón de toneladas; y el descenso repentino de los precios del níquel, después de una extraordinaria bonanza debido a altas cotizaciones. A esto se une el proceso de depauperación generalizada de la sociedad. Rasgos preliminares de un empeoramiento pueden observarse ya en las tiendas de venta por divisas del gobierno, donde desde hace meses existe un pronunciado desabastecimiento, posiblemente relacionado con la falta de liquidez para las compras en el exterior.

Estas acrecentadas dificultades pudieran resolverse con reformas que liberen las bloqueadas fuerzas productivas nacionales. Pero pasado un año de gobierno provisional, incluso las personas más optimistas se inclinan a pensar que el inmovilismo se mantendrá, con lo cual los problemas económicos se profundizarán y crearán el caldo de cultivo ideal para situaciones políticas y sociales crecientemente tensas.

Como consecuencia, no es descartable que el gobierno, con su sistema judicial y represivo listo, como en otras ocasiones opte por acrecentar el terror ante el descontento creciente. A no ser que el patrocinador actual del totalitarismo cubano se decida a abrir más su bolsa, alimentada por los altos precios del petróleo, a la sufrida isla del Caribe probablemente le aguardan tiempos peores. Mientras, las autoridades cubanas continúan por las ramas.

Economista y periodista independiente.