AIRES DE FAMILIA
Tomado de El Nuevo Herald.com
Aires de familia
Por Raúl Rivero
Madrid -- Hay una corriente renovadora de aire fresco del otoño de Europa que comienza a envolver a una gran parte de la colonia de exiliados cubanos en España. Es un soplo que trae las herencias de otras estaciones y de otras latitudes. Y se propone, según se habla ya abiertamente en esos círculos, darles oxígeno, vitalidad y unión a las diversas fuerzas políticas anticastristas que se mueven en la península.
Las primeras brisas comenzaron a batir en el verano. Se hicieron reuniones, conversatorios, diálogos y debates. Todos --como debe ser-- con sus proporciones de polémicas, cruce de navajas, encontronazos y otros componentes borrascosos, pero sin descalificaciones y con la vocación de hallar puntos fundamentales de contacto para llevar adelante una posición común. Desde luego, para hallar las áreas de concierto nadie renunciará a sus criterios personales y a las lealtades a las ideologías que trazan sus caminos políticos.
Se ha trabajado, dicen fuentes solventes, con un importante componente de tolerancia. Con capacidad y disposición de escuchar a todas las partes y de respetar sus opiniones aunque no se compartan. Se ha comenzado un ejercicio que tiene la intención de contribuir a sacar de Cuba a la dictadura y de entrenar a los sectores del exilio español para trabajar y luchar en democracia. Por las noticias que trascienden se sabe que en esa especie de federación de exiliados estarán representados todas las oleadas de cubanos que en el último medio siglo tuvieron que salir de su país. Así es que tendrán presencia desde los que llegaron en los primeros años sesenta hasta personas muy jóvenes que arribaron a España en tiempos más recientes. Los integrantes de las agrupaciones de exiliados en España han encontrado objetivos importantes en los que coinciden para trabajar unidos. Se trata, por ejemplo, de la liberación de todos los presos políticos, la legalización de los partidos de la oposición, el respeto a los derechos humanos y el respeto a la libertad de prensa.
En un borrador del documento fundacional de la nueva institución, al que tuvieron acceso algunos periodistas, se menciona como un ordenamiento básico este párrafo: ``Propiciar, coadyuvar y trabajar para que el actual gobierno cubano dictatorial cambie radicalmente y, en consecuencia, se produzca una transformación en un sistema democrático con total respeto a los derechos individuales de los cubanos, tal y como están recogidos en la Declaración de las Naciones Unidas que consagra los derechos humanos fundamentales''.
La federación tiene también el propósito de extenderse para reunir a exiliados cubanos en otros países de la Unión Europea, bajo los mismos principios de respeto y concordia y establecer contactos de trabajo fraternales con organizaciones del exilio de Miami.
Hasta el momento, las dos figuras públicas conocidas que trabajan en este empeño son la historiadora Elena Larrinaga de Luis y el abogado Ernesto Gutiérrez Tamargo. La presentación de los estatutos y de la junta directiva de este proyecto del exilio cubano se hará en los próximos días en Madrid. En estos momentos --según informes oficiales divulgados hace pocos días-- en España viven 82 mil cubanos.
Es posible (y legítimo) que haya sobresaltos y suspicacias. Ahora, el clima conciliador del otoño puede ayudar a que le gente se una para luchar por lo que la misma señora Larrinaga de Luis ha dicho que resume la propuesta del exilio: ``La libertad de los presos y la libertad de Cuba''.
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