viernes, octubre 05, 2007

UNA NOTICIA Y UN ARTÍCULO SOBRE EL GOBIERNO ESPAÑOL Y LA SITUACIÓN CUBANA

"EL GOBIERNO ESPAÑOL SIMPATIZA CON LAS DICTADURAS Y NO CON LOS DISIDENTES", DICE AZNAR EN CLARA ALUSIÓN A CUBA


2007-10-05.

Barcelona, 5 Oct. (Misceláneas de Cuba).- El ex presidente del Gobierno José María Aznar criticó hoy la política de José Luis Rodríguez Zapatero hacia Cuba y le acusó de medir los éxitos de su política exterior “cronometrando el tiempo de los saludos protocolarios" con mandatarios como George Bush.


( José María Aznar )

Según un despacho de la agencia EFE, Aznar censuró el empeño de Zapatero en "revolver en los cajones de la Historia, o, más bien, en los cajones de algún despacho", en vez de "pensar en los intereses de España", con el fin de "justificar injurias y calumnias" contra el anterior Gobierno del Partido Popular.

"El resultado de todo esto es que en lugar de estar junto a las democracias más antiguas del mundo, se está con los tiranos más viejos del planeta y con los que aspiran a seguir su camino", dijo Aznar en el citado cable.

El presidente de la Fundación FAES aludió de este modo al breve saludo de Bush a Zapatero en la sede de la ONU el pasado 24 de septiembre y a la filtración del acta de sus conversaciones con el presidente de EE.UU. semanas antes de la invasión de Irak en marzo de 2003.

Al hablar de Cuba, Aznar consideró "muy triste" ver como el Gobierno "simpatiza con los dictadores e ignora a los disidentes". A su juicio, es un "insulto a todos los que han luchado por la libertad" que no se invite a la disidencia a la celebración de la Fiesta Nacional en la Embajada española en La Habana el próximo 12 de Octubre, agrega EFE.

La agencia de noticias cita a Aznar cuando dice que “es un insulto que produce sonrojo; Cuba, estoy seguro, recuperará muy pronto la libertad. Y entonces, nade les deberá a algunos". Se mostró convenido de que España recuperará "muy pronto ese rumbo de nación seria y fiable" de la mano de Mariano Rajoy.
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EL GOBIERNO SOCIALISTA ESPAÑOL SE EQUIVOCA EN SU POLÍTICA CON CUBA
2007-10-05.

Elías Amor Bravo, Economista, ULC

Acabo de conocer que Moratinos, Ministro de Exteriores, ha anunciado a Moragas, diputado del PP que la embajada de España en La Habana no va a invitar al acto institucional del 12 de octubre a los disidentes.

Como español y cubano, me siento muy mal por esta noticia. Y sobre todo, me preocupa que una vez más, el Gobierno socialista de Zapatero siga sin entender cuál debe ser el sentido y orientación de la política española hacia el régimen de Castro, en fase terminal.
Mientras en las cárceles cubanas los disidentes sufren y padecen la represión de sus carceleros, el Gobierno español decide finalmente apostar por la dictadura castrista.

Mientras que el pueblo cubano trata de abrir nuevos espacios para la democracia y sus libertades, dejando atrás la peor etapa de su historia reciente, el ministro español de exteriores, dice que no va a invitar a la fiesta del 12 de octubre en la embajada española de La Habana a los dirigentes de los grupos opositores que todavía pueden ejercer alguna actividad dentro de la clandestinidad.

No creo que esta sea la mejor política para el gobierno socialista español , por mucho que sus apoyos políticos en la izquierda parlamentaria le conduzcan una y otra vez hacia un terreno peligroso en las relaciones internacionales, sobre todo, con Cuba.

Parece que el PSOE, un partido democrático, y que se ha caracterizado por la defensa del pluralismo y las libertades a lo largo de su historia centenaria, no se ha dado cuenta de que el muro de Berlín cayó hace casi veinte años y que la ideología que lo sustentaba carece de espacio entre los electores de la mayoría de países del mundo, exceptuando eso si, a Yemen, quizás, Corea del Norte, y por supuesto, Cuba.

Lamento de veras que el gobierno de España, elegido democráticamente por los españoles, renuncie a invitar a un sector de la sociedad cubana a los actos de celebración de la fiesta de la hispanidad. Ese es un gran día para los españoles y para los cubanos. Sin embargo, presiento que la embajada de La Habana va a quedar vacía y se va a sentir fría ante la ausencia de lo mejor que tiene la sociedad cubana en este momento: las personas que aun a riesgo de su vida, porque carecen de posesiones, luchan por instaurar en la Isla un sistema político de libertades y democracia como el que existe en España.

Mal han elegido los socialistas. Mal ha elegido el embajador español en La Habana cuyas demostraciones de afecto con el régimen dictatorial de los hermanos Castro son continuas. Han apostado por los altos funcionarios y burócratas del régimen castrista como los privilegiados invitados a la recepción institucional que hace un país democrático en otro que no lo es, creyendo que con esta opción las relaciones entre España y Cuba van a continuar por buen camino. Y yo me pregunto, ¿es que acaso para que las relaciones entre dos países se mantengan es necesario aplastar a la parte más débil, pero sin duda, a la que tiene más razones y más futuro?

Determinadas decisiones del presente, tienen consecuencias muy perjudiciales al cabo de los años. Espero que los disidentes cubanos, ese grupo de personas a las que transmito mi más sincera felicitación y apoyo por el trabajo que vienen haciendo, no piensen que la sociedad española en su conjunto les da la espalda. No es cierto.

He podido comentar la torpe decisión del gobierno socialista entre amigos y conocidos, y para todos ellos, existe una valoración común e insistente: se trata de un error que tarde o temprano se va a pagar. Me parece que esta vez, la izquierda social comunista española se vuelve a equivocar, y no conecta con el estado y tendencia de la opinión pública en España, que está harta de ver que el inmovilismo castrista en Cuba solo sirve para deteriorar las relaciones entre dos países que tendrán que avanzar juntos en el futuro.

Por culpa del gobierno Zapatero, socialista, débil y enfrascado en una complicada política de equilibrios que lo empujan continuamente al espectro de la izquierda, un grupo de personas relevantes, dignas, que nos merecen todo el respeto no van a recibir el trato correspondiente el 12 de octubre.

Ellos deberían ser los protagonistas del acto institucional. Se pierde una gran oportunidad de forzar el diálogo y la conversación entre sectores que tienen muy pocas ocasiones para intercambiar posiciones. Al final, quién sale perdiendo es, una vez más, el pueblo cubano.