sábado, enero 05, 2008

CUBA: LA NUEVA DINASTIA

Cuba: La nueva dinastía


Por Huber Matos Araluce


En el 2007 los medios de difusión en Cuba comenzaron a criticar la corrupción y la ineficiencia como responsables de las privaciones que padece la población. Seguían los lineamientos de un discurso de Raúl Castro en el que pedía a los cubanos que señalaran lo que no andaba bien. Esta política es un intento suyo para tratar de establecer credibilidad con una población descontenta y totalmente frustrada, y al mismo tiempo, es una forma de justificar posibles cambios que equivaldrían a una herejía contra la versión fidelista del marxismo leninismo. Cualquiera se da cuenta de que esta campaña apunta indirectamente a Fidel Castro, el único culpable de medio siglo de caprichos, errores y fracasos.

Hay especulaciones acerca de los cambios, algunas evidentemente toleradas o inducidas por el gobierno; pero no hay todavía un anuncio oficial. En busca de una explicación al inmovilismo se argumenta que desde su cama de enfermo Fidel Castro ha impedido que Raúl gobierne. Otra hipótesis plantea que desde hace tiempo al dictador lo han apartado de las decisiones importantes, aunque lo siguen presentando como el de siempre, el que en todo tiene la última palabra.

Conociendo el egocentrismo de Fidel Castro, es muy difícil creer que, teniendo el poder para frenar esas críticas y lo que implican contra su persona, no lo hubiera ejercido. También es impensable que Raúl Castro, quien teme mucho a su hermano, se arriesgara a iniciar una campaña que de una manera u otra perjudicara la imagen del "Comandante en Jefe". Por estas dos razones no se puede descartar la idea de que desde hace mucho tiempo Castro no está en capacidad de tomar decisiones. En una reciente carta, presuntamente suya, el dictador casi anuncia su despido definitivo del poder, aunque al mismo tiempo Raúl hiperbólicamente afirma que su hermano es una potencia mental. Aunque ambas posiciones parecieran incongruentes, no tienen por qué serlo.

Hasta ahora la cúpula gobernante ha tratado de presentar a Fidel Castro como un sujeto pensante aunque, cuando ha aparecido en vivo lo hemos visto hablando tonterías. Es una cuestión de seguridad para el régimen porque su muerte provocará repercusiones profundas en la psiquis del pueblo. La minoría fanática pierde su tótem, es decir, su seguridad; y no va a transferir su lealtad a Raúl Castro porque lo consideran un segundo débil. Por otro lado, la mayoría descontenta percibe la muerte de Fidel Castro como el castigo a quien hoy considera el culpable del ruinoso estado del país. Es el fin de un líder popular que, convertido en dictador, llevó al paredón a miles de cubanos y condenó a prisión a centenares de miles de demócratas por una ideología que resultó un fraude colosal. Como la oposición democrática nunca se ha dado por vencida, la muerte de Fidel Castro representa un gran triunfo. Es una oportunidad real.

Raúl Castro y su grupo están conscientes de todo esto. Por eso piden a la gente que exprese su descontento, como anunciando una era de tolerancia, pero se hacen acompañar de Ramiro Valdés, un despreciado verdugo conocido por sus crímenes y abusos como ex Ministro del Interior. La presencia de Valdés es una muestra de las verdaderas intenciones de los herederos de Fidel Castro. Por eso, lejos de darle un espacio a la disidencia, la acosan y castigan. Esperan que con cambios a medias y dosis de represión, el pueblo permanezca dócil. Creen que una buena parte de la prensa internacional y de la intelectualidad extranjera, que han sido tan benevolentes con los atropellos de Fidel Castro, les ayudarán propagando la idea de que en Cuba se han abierto las puertas de una verdadera transición. Y es que saben que van a necesitar tiempo para ahogar las expectativas que ha generado la precaria salud del tirano. Tienen que consolidar una dinastía que se perfila tan incompetente y corrupta como la del hermano mayor. Pero en Cuba se está acabando el oxígeno para más errores, más abusos y más demagogia, con o sin reformas.

Huber Matos Araluce

San José, Costa Rica
Fonte: Identificada en el texto
http://www.cubalibredigital.com