CUBA SEGUN LA PRENSA EXTRANJERA
Cuba según la prensa extranjera
Por Luis Cino
LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - Según la prensa extranjera acreditada en La Habana bajo el régimen de Raúl Castro, Cuba cambia a toda vela. El país pone rumbo al progreso y la modernidad bajo las banderas del socialismo democrático y la economía de mercado que recetaron los camaradas de Beijing.
Uno de los pocos consuelos que van quedando para los ingenuos es leer lo que escriben los periodistas extranjeros, tan ingenuos como ellos o todavía más.
Gracias a la lectura de sus reportes, a pesar del silencio de Granma, usted podrá conocer las más secretas intenciones del régimen de Raúl Castro en su empeño por perfeccionar el socialismo. Así sabrán cómo va la reforma y cuáles serán las próximas medidas aperturistas.
En cuestión de anunciar las medidas que vienen, ellos saben más que Raúl Castro y su vicepresidente primero Ramón Machado Ventura juntos.
Sólo la prensa extranjera tiene acceso a fuentes bien informadas y mejor colocadas en las altas esferas del gobierno. Por eso, descubre lo que los cubanos no ven: los cambios trascendentales que se producen en el país tras la renuncia de Fidel Castro.
Dieron rápida y fehaciente prueba de ello cuando reportaron las colas frente al establecimiento de ETECSA en la calle Obispo para comprar los teléfonos móviles. ¿Alguien duda que esas colas fueran uno de los momentos trascendentales de la historia reciente de Cuba?
La prensa extranjera no tiene dudas de que el gobierno cubano cumplirá los pactos internacionales de derechos humanos que firmó. Al respecto, ya preguntaron al canciller Felipe Pérez Roque. Después de todo, a las Damas de Blanco que trataron de llegar a la Plaza de la Revolución no las mataron.
¿Hay mejor muestra del nuevo respeto por los derechos humanos que la próxima autorización por la Asamblea Nacional de las operaciones de cambio de sexo?
No es fácil despistar a la prensa internacional. No creen en los fantasmas anónimos o con seudónimos que dicen ser periodistas independientes. Sólo confían en lo que leen en el blog Generación Y.
Según la prensa extranjera, Yoani Sánchez es la única persona en Cuba que escribe críticas al régimen sin ocultar su identidad. Lo mejor que tiene es que dice no ser una disidente.
Los periodistas extranjeros tampoco creen en opositores ni disidentes. Hablan poco de ellos. Cuando lo hacen, siempre aclaran, insisten en ello cual si fuera un estribillo, que la oposición cubana está dividida y penetrada hasta el tuétano por la Seguridad del Estado.
Los corresponsales, desde La Habana, tienen mareado a medio mundo con sus despachos sobre la perestroika verde olivo. Lo mismo a los que esperan que aparezcan los reformistas en los salones del Palacio de la Revolución, como a los que aguardan por la desaparición de los permisos de salida del país o la flexibilización de las prohibiciones de acceso a Internet.
Si algo no se les puede negar a los periodistas que escriben sobre Cuba es objetividad. Es sagrada para ellos. Especialmente, si la falta de ella ofende al gobierno cubano, siempre tan susceptible.
Leí el 14 de mayo en el Nuevo Herald, en un reporte desde La Habana a propósito de la dualidad monetaria: “El cuc es necesario para adquirir alimentos en tiendas habilitadas para ese fin, ropa, zapatos, equipos electrodomésticos y ahora para hospedarse en hoteles y alquilar teléfonos celulares”.
A continuación, el reporte explica que con el salario medio en moneda nacional (408 pesos, equivalente a unos 17 cuc) los cubanos pueden cubrir los gastos de la canasta básica, subsidiada, racionada e insuficiente, además del alquiler de las viviendas, la electricidad, el agua y el transporte. Claro, pueden hacerlo no porque sean magos, sino porque “la educación y los servicios médicos son gratuitos”.
Con tal explicación, no se entiende el por qué de esa manía que le ha dado a los cubanos por reclamar el fin de la doble moneda. La prensa extranjera prestó especial atención al académico del Centro de Estudios de la Economía Cubana, Pavel Vidal, que afirma que “la dualidad monetaria no es causa de desigualdades”. Vidal debe saber. Seguro llegó a tal conclusión luego de consultar a los cubanos que, a través de sus móviles Nokia, reservan en los mejores y más lujosos hoteles del país.
Con todos ellos conversará la prensa extranjera para escudriñar la realidad cubana. También con jineteras cultas, espiritistas, pastores y diplobabalaos del Partido Comunista, travestis sacados del closet por Mariela Castro, retiradas del MININT y choferes de almendrones de la Asociación de Combatientes. Con sus agudas opiniones, se conforma el cuadro más exacto posible de lo que pasa en Cuba “después que se fue Fidel”
Cuando sienta desánimo por el futuro de Cuba, busque en la prensa lo que escriben los corresponsales desde La Habana. Avíseme luego si no le vuelve, aunque sea fugazmente, el alma al cuerpo.
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