viernes, mayo 02, 2008

¿ MAS Y MEJORES SUELDOS EN CUBA ?

¿Más y mejores sueldos en Cuba?


Por Elías Amor Bravo, Valencia

LA ADMINISTRACIÓN DE RAÚL CASTRO se ha descolgado con el anuncio de una fuerte subida de las pensiones y los sueldos en una amplia gama de actividades profesionales. La aplicación del principio de trabajo desigual, retribución diferente, empieza a abrirse camino en la economía comunista totalitaria cubana.

De lo anunciado hasta ahora, se pueden obtener dos conclusiones inmediatas desde la perspectiva de la economía práctica.

Primero, que los aumentos anunciados son escasos, y van a tener un efecto limitado en términos de poder adquisitivo.

Segundo, que el gasto estatal va a crecer, provocando un período de inestabilidad a las finanzas, en un momento en que precisamente, lo que es recomendable es justo lo contrario.

Tanto una como la otra vienen a confirmar una vez más el escaso conocimiento del funcionamiento de una economía que tiene el nuevo equipo dirigente comunista.

Vayamos por partes.

En informes recientes procedentes de la Isla, el economista cubano Oscar Espinosa Chepe ha venido denunciando el descontrol de los precios en la Isla. Los datos son bastante limitados, porque la información estadística del régimen también lo es. Pero en cualquier caso, el crecimiento de los precios en Cuba ha sido una tónica dominante de la coyuntura desde que comenzaron las medidas liberalizadoras del período especial. Hay una parte importante de expansión de la liquidez interna que el Banco central de Cuba no consigue poner bajo control. Existe también una traslación internacional de las tensiones inflacionistas. Por último, el aumento de la demanda como consecuencia de las remesas enviadas por los exiliados.

La elevación continua de los precios, con efectos asimétricos muy graves sobre las distintas capas sociales, y que se produce, sobre todo, en los mercados en los que abundan los bienes de consumo, resta poder adquisitivo a una población que mayoritariamente recibe sus retribuciones en pesos cubanos, y que trata de buscar CUCs para poder acceder a los artículos y servicios que necesita para llegar a fin de mes.

El racionamiento ha llegado a tal escasez que nadie piensa en la libreta como solución a sus problemas alimentarios o de bienes de consumo, a pesar de que ya está cerca del medio siglo de existencia. Los precios corroen las rentas y, también, las esperanzas de una población angustiada que observa cómo los alimentos, los productos de limpieza, la ropa, el vestido, absolutamente todo, escapa de sus reducidas posibilidades adquisitivas. Más aun cuando se autoriza el acceso a DVDs, tostadoras, estancias en hoteles o teléfonos móviles, artículos cuyos precios son claramente superiores a las rentas medias de la población.

El malestar social que se genera en una economía por la inflación es un enemigo peligroso de cualquier régimen, y tiende a su desestabilización a medio plazo. Las protestas que se vienen produciendo en numerosos países del mundo por el alza de precios de los alimentos, pueden tener también su correlato en La Habana. No vamos a tardar mucho tiempo en contemplar protestas por los precios en Cuba. Es sólo cuestión de tiempo. Las autoridades culparán al mercado, y de buen seguro tratarán de escurrir el bulto, pero es evidente que los únicos culpables serán ellos.

En otro orden de cosas, si la procedencia de los sueldos y pensiones es el presupuesto estatal, es evidente que para aumentar estas retribuciones, será necesario aumentar el gasto público, es decir, incurrir en déficits. Esta es posiblemente la tendencia más negativa. Desde hace años, los informes de CEPAL sobre la economía cubana habían venido destacando, como aspecto positivo, la consecución de una política presupuestaria más equilibrada, con la reducción del gasto público de consumo, única posibilidad para impulsar la inversión en infraestructuras (vivienda, aguas, electricidad) que tanto necesita el país para superar sus escaseces. Ahora, el aumento de salarios y pensiones va a dar al traste con este objetivo. Raúl Castro ha elegido la vía populista para afianzarse en el poder, que es gastar más.

Y también, la opción más inadecuada para que la economía cubana se mantenga en equilibrio y pueda superar su atraso relativo. No hay más donde elegir. Para que los cubanos puedan ver que sus sueldos y pensiones crecen en una cantidad muy modesta, sólo cabe gastar más dinero del presupuesto. Y para obtener más ingresos públicos hace falta fijar impuestos más elevados o crear nuevas fuentes de financiación. El sistema tributario cubano no está para grandes sorpresas. La base socioeconómica del país es tan débil que no puede soportar más presión impositiva, lo que puede conducir a un aumento de la economía sumergida y de las actividades que evaden cualquier tipo de control. Mientras que estos ensayos van y vienen, se sigue perdiendo el tiempo para las verdaderas reformas que necesita la economía del país, que si me permite el máximo dirigente le quiero trasladar:

1.- Marco estable para los derechos de propiedad, el ejercicio de la libre empresa y el funcionamiento del mercado libre.

2.- Separación de la gestión y la propiedad pública.

3.- Poner fin al estatismo y los monopolios en todos los servicios: aumentar la competencia.

4.- Pasar del modelo asignativo al modelo de libre elección.

5.- Fijar recompensas en función de los objetivos que supongan un reconocimiento del esfuerzo y la calidad en el desempeño.

Cualquier otra cosa, es perder el tiempo.

1 Comments:

At 6:25 p. m., Blogger Pepe Sr. said...

Me parece fuera de lugar que ¿D.? Elias hable de Estalinismo en Cuba cuando siendo Director General de formación del SERVEF no tuvo ningún empacho en el año 2004 en arruinar a varias PYMES a sabiendas de que actuaba mal, ¿se acuerda de su palabra de honor de no recurrir la demanda del contencioso de V_ _ _ _ si no recurriamos a la prensa? Su ¿honor? nos costó 12000,00 € más. Su catadura moral la refrenda hablando de otros paises e ignorando la situación eonómica de la Generalitat

 

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