miércoles, julio 02, 2008

ECHANDO P´ALANTE

Tomado de http://www.cubademocraciayvida.org/web/article.asp?artID=7062

Echando p'alante

Por Luife Galeano

Así se dice y así se practica en Cuba. Echar p'alante es lo que hace el opresor cuando te detiene, cuando te mete en la cárcel. No obstante, para hacerlo, se requiere de un delator, un chivato o un cederista. También los políticos extranjeros de hoy en día, empeñados en vendernos, se prestan a ello. Viven en la falsa creencia de que así no se fomenta la 'terrocracia' caribeña.

¿Alguien se ha parado a contar las personas que han echado p'alante desde que la UE levantó las sanciones? ¿Era ese el cambio constatable del que hablaba Moratinos? ¿Son esos los signos aperturistas que se han producido?Echaron p'alante a Antúnez, a su esposa Iris, a Idania y a Yesmí. Intimidaron a Raúl Borges. Botaron del trabajo a Rosa. Neutralizaron a Hilda y pretenden silenciar a Yoani a pesar de Macho Rico. Todo un cúmulo de gestos dignos del aplauso del seducido Zapatero y del abducido Moratinos.Pero como Cuba siempre se supera a sí misma, el broncosaurio Machado ¿por ventura considera una machada que los comités de defensa de la revolución, los afamados CDR --comunistas delatores y rastrapanzas-- se hagan imprescindibles aumentando la vigilancia y el chivateo indiscriminado.

¿Y qué pretende este macho aventurado? ¿Instigar a la delación es uno de los actos más rastreros que un ser humano pueda cometer. Tanto, que a todos nos viene a la mente aquello de que Roma no paga traidores, o el celebérrimo plato de lentejas o los treinta denarios; sin ir más lejos.El delator siempre paga su pecado de la forma más cruel. Por lo general carece de un juicio justo porque nunca hay tiempo suficiente para atajar la venganza ni tampoco inspira la compasión necesaria de quienes velan por su seguridad. No importa cuán demócrata sea un cambio, siempre "la Historia nos lo demuestra de continuo", la ola de venganza se torna irrefrenable.Por eso, yo le pediría al excelso vicepresidente que se abstuviera de incitar a la delación permanente; que detenga la construcción de ese monstruo de Frankenstein que fabrica con sus palabras y que está abocado a un final que ningún demócrata desea y que le será imposible detener.

También les pediría a los políticos europeos, tan interesados en escudriñar gestos positivos que neutralizan sanciones negativas, a que se dejen de retóricas y se pongan para las cosas. Cuba no se resuelve a diez mil millas de distancia publicando manifiestos sobre papeles mojados. Se tienen que meter de verdad en Cuba para ver si, entre todos, disidencia incluida, guarachamos o no guarachamos. Las acciones a medias pensando en los inversionistas españoles no es la forma de cambiar hacia la democracia.Tampoco se consigue una transición levantando monumentos en memoria de un personaje que soñaba con cientos de Vietnams y cuyo prototipo de ser humano era aquel que se erigía en una formidable máquina de matar. Y por último, y aún más importante, le pediría a esos escritores de amplio bagaje investigador de entre nueve y quince días en viaje todo incluido por la isla y que nos presentan sus concienzudas conclusiones que, por favor, acudan al Congreso de los Diputados y a La Moncloa a abrirle los ojos a los políticos y exigirles que actúen en consecuencia.

No piensen que por publicar el libro ya han cumplido. Me viene a la mente la anécdota que me contó mi amigo Orlando sobre una presentación en la que el escritor testimonial de turno se camuflaba en que su misión consistía en la denuncia de los hechos. Un señor allí presente se levantó de su asiento y le dijo que el mejor escritor cubano de todos los tiempos no sólo denunció los hechos sino que murió en Dos Ríos empuñando una pistola. Yo no les pido que empuñen pistola alguna pero sí que empeñen su voz y su palabra, que hagan uso de su fama de escritores y lleguen al resto para hacerles ver lo que tanto horror les causó a ustedes.Ya que se han aproximado a la boca del lobo no se me asusten en presencia de los colmillos. Entren a fondo. Mientras no lo hagan, seguirán echando p'alante a los que carecemos de voz y nos impiden defendernos. Ayúdennos a denunciar los atropellos no sea que mañana alguien diga que aquello no existió.