domingo, julio 13, 2008

EL DISCURSO DE RAÚL CASTRO

El discurso de Raúl Castro


Por Nicolás Águila


Raúl Castro habló ayer ante la Asamblea Nacional, ese parlamento que no parla pero aplaude de pie y hasta ríe con los chistecitos almidonados del nuevo mandamás.

Lo más chistoso de RC no fueron exactamente sus chistes, sino una frase disparatada de su hermano mayor que él citó solemnemente como el súmmum del pensamiento económico universal: "El ahorro es la mayor fuente de recursos."

Al mismo tiempo que se declaraba firme partidario de 'la empresa estatal socialista', RC anunció sus tímidas reformas. Entre pujos y regaños, prometió entregar a los campesinos las tierras baldías, que es como decir casi toda Cuba; y anunció la autorización del pluriempleo y un aumento irrisorio de los salarios miserables del trabajador cubano. Se cuidó en todo momento de condicionar el alcance de las mejoras a los resultados que se obtengan del fruto del trabajo. Así que a sentarse a esperar.

Por otro lado, le declaró la guerra sin cuartel al robo y al desvío de recursos de los almacenes y centros de trabajo, que es la manera cubana de compensar los salarios de hambre; e hizo un llamado para que se reincorporen a la enseñanza los maestros y profesores jubilados, los cuales ganan más dinero dando clases particulares que enseñando en el deteriorado sistema educativo de la Isla.

La medida posiblemente más impopular de todas las que anunciara RC es el aumento en cinco años de la edad de jubilación. Jubilarse en Cuba es una verdadera liberación, dados los bajos salarios, el caos del transporte público y el pésimo menú de los comedores obreros.

Intentar justificar el aumento de la edad de jubilación (de 55 a 60, para las mujeres, y de 60 a 65, para los hombres) con base en el decrecimiento de la población es un argumento que carece de solidez y sentido en un país donde el 20 por ciento de la fuerza laboral prefiere no tener un empleo y quedarse en casa. Le resulta más provechoso no trabajar con el gobierno y vivir del trapicheo callejero conocido como 'bisne'.

Como quien no quiere la cosa, RC llamó al pueblo a apretarse el cinturón una vez más al anunciar la eliminación de subsidios y 'gratuidades indebidas', además de la posible adopción de medidas de ajuste para paliar los efectos de la crisis alimentaria mundial.No es nada nuevo que el régimen se agarre de la coyuntura internacional para justificar el desastre cubano. Lo viene haciendo desde hace casi cincuenta años.

Los graves problemas económicos de Cuba no tienen nada que ver con esa crisis. Son muy anteriores. No son coyunturales. Son profundamente estructurales y no se van a resolver con medias tintas raulista, sino con las transformaciones a fondo que ya constituyen un clamor popular. Un cambio de sistema radical que incluya libertades políticas y económicas, eso es lo que el pueblo pide a gritos. Y lo quiere ya.

P/S.

Como nota curiosa, RC terminó su discurso diciendo 'muchas gracias', sin recurrir a las habituales consignas mortuarias del fidelismo. Luego volvió al micrófono para aclarar que todo lo que había dicho estaba aprobado por "ese que se sienta allí", apuntando a la silla vacía que simbólicamente ocupa su hermano enfermo. Me llamó la atención que evitara llamarlo por su nombre, haciendo además el gesto de la barba con la mano derecha. Así se refiere el pueblo a 'Quientusabes', para que no le traiga mala suerte y por si acaso los micrófonos estén cerca.