LOCURA EN PEKÍN, BEIGING, POR EL DREAM TEAM DE EE.UU. DE BASQUETBOL
Locura en Pekín por el Dream Team
Los astros de la NBA son los maás asediados en las Olimpiadas
JORGE EBRO / El Nuevo Herald
PEKIN
Son los Beatles de estos Juegos Olímpicos, los ídolos de las multitudes, los hechiceros del deporte. ¿Qué puede hablar más de la popularidad de un equipo cuando antes de una conferencia de prensa hasta los periodistas aplauden?
Aunque ellos no quieren que los identifiquen como la última versión del Equipo de Ensueño, los astros de la NBA reunidos para intentar la redención del país inventor del básquetbol son los deportistas más asediados de esta cita estival.
( Lynne Sladky / Associated Press
DWAYNE WADE )
"No quiero que me malinterprenten en Estados Unidos, pero creo que en China tenemos más seguidores que en nuestro propio país'', afirma el escolta del Heat de Miami, Dwyane Wade. "El recibimiento del público ha sobrepasado cualquier idea preconcebida''.
Gracias NBA.
La atracción de las multitudes hacia Wade, LeBron James y Kobe Bryant es el resultado de años de intenso mercadeo y proyección de la mejor liga profesional de básquetbol en el Lejano Oriente, donde la figura de Yao Ming ha servido como el perfecto trampolín de penetración.
Una gira de Shaquille O'Neal en la pretemporada pasada fue seguida como si se tratara de un jefe de estado que viene a firmar un acuerdo multimillonario, y así ha sucedido con otras de James y Bryant.
Pero más allá de la furia mediática y la ola popular que los envuelve, las luminarias de la NBA no han venido aquí a hacer amistades sino a lavar el honor mancillado del básquetbol estadounidense.
Los norteamericanos no ganan un torneo de importancia desde los Juegos de Sidney 2000.
El camino hacia el oro, que comienza el domingo con el choque ante China, no será un paseo en medio de un baño de multitudes.
Los campeones olímpicos de Atenas 2004, los argentinos, han recuperado la ilusión y la esperanza de poder repetir, tras ver como España emergía como la potencia a tener en cuenta en el pasado campeonato mundial.
"Estados Unidos ha pagado caro el haber subestimado el crecimiento del básquetbol internacional'', explica Jason Kidd, quien ganó el oro en Sidney 2000. "No creo que ahora cometamos el mismo error. España, Argentina y Grecia están en nuestra mira y jugaremos como corresponde''.
Michael Redd va más lejos al afirmar que Estados Unidos no tiene ningún derecho a ser considerado favorito, aunque varios miembros del conjunto han asegurado que volverán a Estados Unidos con el oro.
Pero si todavía no han recuperado el oro, al menos el coach Mike Mike Krzyzewski estima que ya han recobrado algo más importante.
"Como nunca antes se nota el orgullo de defender los colores de nuestro país'', afirmó el preparador de la Universidad de Duke. "Hemos tratado de fundir este talentoso grupo de atletas en un puño compacto. No se trata de dinero, ni de ir en contra del mundo, sino del orgullo de representar al básquetbol de Estados Unidos''.
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