DETALLES DE HISTORIA
Nota del Blogguista
El régimen de Fidel Castro en 1959 no era comunista, pero:
1) El régimen de facto ya había hecho contactos con la Unión Soviética desde febrero de 1959 por medio de la persona de Emilio Aragonés, según documentos de la KGB ; en el libro One Hell of a Gamble de los exoficiales de la Inteligencia soviética Fursenko y Neftali se afirma lo anterior.
2) Los comunistas ya en octubre de 1959 habían aumentado su influencia dentro del Gobierno Revolucionario, según afirma Hubert Matos en su carta de renuncia, pese a que contribuyeron muy poco al derrocamiento del régimen de Fulgencio Batista y en la última etapa por puro oportunimo, algo clásico de los comunistas.
Se escribe y se cita:¨En 1959, esos objetivos descansaban en lo que Abraham Lowenthal definió como "la presunción hegemónica" de Estados Unidos en América. "La idea de que Washington tenía el derecho de insistir en la solidaridad —por no decir la sumisión— política, ideológica, diplomática y económica de todo el hemisferio occidental".¨. Sin embargo, el régimen de Fulgencio Batista tuvo diferencias políticas y económicas con EE.UU. que avalan su no sumisión y el gobierno de EE.UU. no impuso su presunción hegemónica. Derecho a insistir no significa imponer.
La Constitución de 1940 admitía la nacionalización, pero el monto de la cantidad a pagar por esas nacionalizaciones se debía dirimir por las partes involucradas en los tribunales de Justicia. La tiranía de manera prepotente y unilateral lo planteaba así: ¨lo tomas o lo dejas ¨, pese a que la Revolución cubana tuvo como uno de sus pilares la restitución de la Constitución de 1940 y las inversiones se había hecho bajo un marco legal que la Revolución nunca respetó ni restituyó, como fue la Constitución de 1940.
En el artículo: Las tablas de la ley ( El totalitarismo constitucional cubano, treinta años después.) de Miguel Fernández-Díaz y que puede leerse en:
http://baracuteycubano.blogspot.com
se lee:
Entre enero 13 y febrero 7 de 1959, la Constitución (1940) se modificó cinco veces para suprimir la inamovilidad de los jueces y de los funcionarios de la administración estatal, restablecer la pena de muerte y la retroactividad de las leyes penales, reorganizar los gobiernos provinciales unicipales a semejanza de losEstatutos batistianos, así como suspender la garantía procesal de hábeas corpus, en las causas contra colaboradores de la tiranía, y la acción judicial sobre inconstitucionalidad, para cerrar el paso a posibles impugnaciones de la legalidad misma de las reformas.
Algunas se anunciaron como provisionales, pero adquirieron permanencia con la Ley Fundamental (febrero 7, 1959). El Gobierno Revolucionario acaparó entonces las potestades legislativa (Artículo 119), ejecutiva (Artículo 130) y hasta constituyente:
"La Ley Fundamental podrá reformarse por el Consejo de Ministros, en votación nominal, con la conformidad de las dos terceras partes de sus componentes, ratificadas en igual votación en tres sesiones sucesivas, y con la aprobación del Presidente de la República" (Artículo 232).
La Constitución (1940) podía reformarse por iniciativa popular (no menos de 100 mil electores) o parlamentaria (Artículo 285). En vez de seguir esta pauta democrática, la Ley Fundamental (1959) copió el precepto de los Estatutos Constitucionales (1952) que desechaba la intervención del pueblo en la reforma constitucional (Artículo 257).
Yo añado por mi parte que entre esos nuevos estatutos estaba implícitamente la disolución de los partidos tradicionales y la suspensión temporal de la inscripción de nuevos partidos.Veamos
http://www.cervantesvirtual.com
Cuba. Ley Fundamental de 1959
(7 de febrero de 1959)
Disposiciones Transitorias al Título Cuarto, Sección Primera
Quinta.- No obstante lo dispuesto en el Artículo 38 de esta Ley Fundamental, podrán promulgarse leyes que limiten o prohíban la participación en la vida política de la Nación a aquellos ciudadanos que como consecuencia de su actuación pública y de su participación en los procesos electorales de la Tiranía, hayan coadyuvado al mantenimiento de la misma.
Título Séptimo. Del Sufragio y de los Oficios Públicos
Sección Primera. Sufragio
Artículo 102.- Es libre la organización de partidos y asociaciones políticas. No podrán, sin embargo formarse agrupaciones políticas de raza, sexo o clase. Para la constitución de nuevos partidos políticos es indispensable presentar, junto con la solicitud correspondiente, un número de adhesiones igual o mayor al dos por ciento, del censo electoral correspondiente, según se trate de partidos nacionales, provinciales o municipales. El partido que en una elección general o especial no obtenga un número de votos que represente dicho tanto por ciento desaparecerá como tal y se procederá de oficio a tacharlo del Registro de Partidos. Sólo podrán presentar candidatura los partidos políticos, que teniendo un número de afiliados no menor que el fijado en este Artículo se hayan organizado o reorganizado, según los casos, antes de la elección. Los partidos políticos se reorganizarán en un solo día, seis meses antes de cada elección presidencial o de gobernadores y de alcaldes o concejales, o para delegados a una Convención Constituyente. El Tribunal Superior Electoral tachará, de oficio, del Registro de Partidos los que en tal oportunidad no se reorganizaren. Las asambleas de los partidos conservarán todas sus facultades y no podrán disolverse sino mediante reorganización legal. En todo caso, serán los únicos organismos encargados de acordar postulaciones, sin que en ningún caso pueda delegarse esta facultad.
Artículo 103.- La Ley establecerá reglas y procedimientos que garanticen la intervención de las minorías en la formación del censo de electores, en la organización y reorganización de las asociaciones y partidos políticos y en las demás operaciones electorales; y les asegurará representación en los organismos electivos del Estado, la Provincia y el Municipio.
Puntualizo y remarco con letras mayúsculas QUE ESAS REGLAS Y PROCEDIMIENTOS DE LOS QUE SE HABLA EN EL ARTÍCULO 103, NUNCA, PERO NUNCA, NUNCA , SE ESTABLECIERON ya que ¿ elecciones para qué ?. Muchos años después oiriamos de la voz de Fidel que el pluripartidismo era pluriporqueria.Luego no escribamos ¨..En términos de libertades civiles, los partidos políticos eran legales ...¨
Nunca se habló de 2 años para llamar a elecciones. Ese breve tiempo en un acuerdo fue de 6 meses y en otro acuerdo fue de 1 año y medio.
Estados Unidos había visto con simpatía la caida del anterior régimen y el ascenso al poder de los nuevos gobernantes de facto, y además habían trabajado para que ello ocurriera; el reconocimiento expedito de nuevo gobierno avala lo anterior. Entre los compromisos contraidos por la mayoría de las fuerzas batistianas, incluyendo al M-26-7, era la celebración de elecciones en un breve plazo de tiempo y ya habían cubanos en la Isla que le estaban recordando a Fidel Castro el cumplimiento de los acuerdos y compromisos de llamar a elecciones ante el desplante Castrista de ¨elecciones para qué ? ¨. EE.UU. esperaba todavía en ese año 1959 que los cubanos solucionáramos nuestros problemas. El profesor Jorge Ignacio Domínguez al plantear que en 1961 "el gobierno era muy popular y de celebrarse elecciones, Castro las hubiera ganado en grande", no sabe lo que un pueblo hace cuando está viviendo bajo una verdadera tiranía. De haber sido tan popular ( realmente era populista ) no hubieran hecho falta las medidas de amedrentamiento y represión para aquellos, por ejemplo, que no querían integrarse a la Milicias Nacionales Revolucionarias en sus centros de trabajo donde la palabra apático era sinónimo a la de contrarrevolucionario.
No recuerdo si fue Tony Varona o Jose Miró Cardona quién dijo que los norteamericanos no son amigos ni enemigos, son americanos.
Sobre la infiltración comunista, le recuerdo que el G-2 ( lo que sería inicialmente el DIER y posteriormente los Órganos de la Seguridad del Estado o DSE ) es fundado el 26 de marzo de 1959 y su fundación fue fraguada muy secretamente en la casa de la playa de Tarará donde el Che estaba enfermo con una crisis muy fuerte de asma y su primer jefe fue Osvaldo Sánchez, un viejo cuadro comunista; eso no fue nada casual: los comunistas eran muy experimentados en el trabajo clandestino.
No nos guiemos por los informes de la CIA que ya sabemos que estaba siendo desinformada desde muy temprano.
Le recuerdo a Arturo Lopez Levy que el agente de la KGB Nicolai Leonov y Raúl Castro se conocieron a bordo del crucero italiano "Andrea Gritti", rumbo a la Habana. cuando Raúl Castro y Fidel Domenech regresaban a la Isla tras haber participado en la constitución del Comité Internacional Preparatorio del IV Festival de la Juventud que se celebraría en agosto (1953) en Bucharest. Leonov seguiría rumbo a Méjico.Esa amistad continuó y desempeñó su papel en esa visita de Mikoyán a Cuba.
Tomado de http://www.cubaencuentro.com/
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El régimen que EE UU pretendía cambiar en 1959 no era comunista ni tenía la oposición de la mayoría de los cubanos.
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Por Arturo Lopez Levy, Denver | 03/09/2008
En un reciente artículo publicado en CUBAENCUENTRO.com, Duanel Díaz reprocha a Marifeli Pérez-Stable tachar la política norteamericana hacia Cuba de cambio de régimen "en los sesenta", sin decir las características del régimen que se quería cambiar. Trataré de dilucidar el reclamo de Díaz a partir de tres detalles de historia: 1) ¿Desde cuándo Estados Unidos intentó cambiar el régimen en Cuba?, 2) ¿Cuál era entonces la política de EE UU hacia Cuba?, y 3) ¿Qué tipo de régimen tenía Cuba en dicho momento?
( Allen Dulles era director de la CIA en el año 1959. )
¿Qué dicen los documentos diplomáticos?
Un cifrado del 24 de noviembre de 1959 del embajador británico en Washington describe su conversación sobre Cuba con Allen Dulles, director de la CIA. Según Dulles, la oposición era "un desperdicio", conformada esencialmente por batistianos. Sin embargo, Dulles esperaba que Castro cayera en meses, pues estaba alienando a algunos que originalmente lo apoyaron, como Hubert Matos y Pedro Luis Díaz Lanz.
Dulles pidió a Inglaterra no vender aviones caza a Castro. El embajador replicó que eso forzaría una compra cubana de armamento tras la cortina de hierro. Dulles afirmó que eso era justamente lo que Estados Unidos quería. "Como en Guatemala" —dijo—, una compra de armas al bloque soviético unificaría a la oposición y legitimaría ante los gobiernos latinoamericanos cualquier acción norteamericana contra Castro.
La referencia de Dulles a Guatemala en 1954 era lógica. La política norteamericana hacia Cuba en 1959 tenía los mismos objetivos que la aplicada a Jacobo Arbenz, quien —como ha demostrado Piero Gleijeses— era comunista, pero había sido electo democráticamente sin derecho a reelección:
1) Bloquear cualquier influencia comunista en el hemisferio, rechazando cualquier relación con la URSS o espacio para los comunistas en los gobiernos; 2) Proteger los intereses económicos de Estados Unidos en la región. En 1959, esos objetivos descansaban en lo que Abraham Lowenthal definió como "la presunción hegemónica" de Estados Unidos en América. "La idea de que Washington tenía el derecho de insistir en la solidaridad —por no decir la sumisión— política, ideológica, diplomática y económica de todo el hemisferio occidental".
¿Cuál era el régimen cubano que Dulles quería derrocar en noviembre de 1959? Algunas nacionalizaciones y la ley de reforma agraria de mayo de ese mismo año afectaron intereses norteamericanos. El gobierno ofreció compensaciones con bonos a veinte años a una tasa de interés anual del 4,5 por ciento por esas medidas, que contaban con un inmenso apoyo popular.
En términos de libertades civiles, los partidos políticos eran legales y sólo se habían cerrado algunos periódicos batistianos, como Alerta, instalando a Carlos Franqui y Revolución en su sede. Las garantías procesales de un juicio imparcial no fueron adecuadamente respetadas en los procesos contra prominentes esbirros y militares de la tiranía derrocada. Castro ya anunciaba la posposición de las promesas de elecciones prometidas a dos años después del triunfo de la insurrección.
¿Por qué Estados Unidos no hizo la exigencia de elecciones la piedra angular de su política hacia Cuba? La apreciación en Washington expresada en 1961 por Thomas C. Mann, a cargo de las relaciones norteamericanas con América Latina bajo el gobierno de Kennedy, era que Castro podía celebrar comicios aceptables y elegirse, legitimando las medidas adoptadas. Años más tarde, el profesor Jorge Domínguez coincidiría que en 1961 "el gobierno era muy popular y de celebrarse elecciones, Castro las hubiera ganado en grande".
Washington no estaba motivado por preocupaciones democráticas. Cuando el gobierno revolucionario cambió por decreto el artículo 154 de la Constitución, otorgando nuevos poderes al primer ministro (Fidel Castro), o protegió la reforma agraria, decretando esa ley precepto constitucional, evitando así batallar legalmente con los más de mil recursos de inconstitucionalidad presentados bajo la Constitución de 1940, Estados Unidos no hizo referencia alguna al Estado de derecho.
Conversando con el ministro Raúl Roa, en octubre de 1959, el embajador Bonsal alabó la reforma agraria pero demandó una compensación apropiada. Al valorar la ley, los documentos de la embajada y la CIA discuten sobre las propiedades nacionalizadas, y el posible efecto que las nacionalizaciones podrían causar en el resto de América Latina, sin expresar preocupación alguna por la Constitución.
¿Cuál era "la penetración comunista" en Cuba en noviembre de 1959? Los militantes del Partido Socialista Popular (PSP) estaban ganando espacio en varias de las instituciones revolucionarias, pero no estaban en ninguna posición a nivel de gabinete. Según informes de la embajada estadounidense, en el círculo cercano a Fidel Castro había líderes de inclinación marxista, como el Che Guevara, Raúl Castro y Camilo Cienfuegos (algunos informes de la embajada reflejan un macartismo rampante. Por ejemplo, el embajador Smith mencionó como evidencia del probable comunismo de Castro que "había sido activo en la FEU").
El 20 de diciembre de 1959, con la condena a Hubert Matos, Fidel Castro declaró el anticomunismo como contrarrevolucionario, pero eso no equivalió ni fue percibido en Estados Unidos como convertir la revolución al comunismo o un alineamiento con Moscú.
En relación con la Unión Soviética, la compra de armas por Raúl Castro a Moscú en mayo de 1960 ocurrió después que Dulles bloqueó las compras de armamento en Occidente por parte del gobierno de la Isla. La búsqueda de contactos con países de otros continentes, incluyendo los comunistas, para diversificar el comercio cubano, había sido aprobada bajo el ministerio de Roberto Agramonte. La visita de Anastas Mikoyan a la Isla en febrero de 1960, importante por la relación personal que se estableciera entre el armenio y Castro, fue un acto de última hora. Mikoyan ya estaba en México cuando Héctor Rodríguez-Llompart viajó allí para invitarlo. "A todos nos pareció una buena cosa, una afirmación de nuestra independencia", escribe Carlos Franqui en su libro Retrato de Familia con Fidel.
Atribuir el acercamiento con la URSS a designios para "desplazar a la gente del Directorio Revolucionario", sería un aporte a la historia de Cuba si se basara en evidencias, pero no es el caso. En 1959, el 26 de Julio era "la fuerza dominante", según la embajada de Estados Unidos. El incidente de "armas para qué" fue el punto más bajo de la relación de Castro con la dirección de esa organización, en particular con Faure Chomón y Rolando Cubela. En 1959, Castro apoyó tácitamente la candidatura de Cubela a la dirección de la FEU, negando la etiqueta del veintiséis a Pedro Boitel. Chomon, identificado como "favorable al comunismo" —según un informe norteamericano al secretario asistente Rubottom del 24 de abril de 1959—, sería designado en 1960 como primer embajador en Moscú.
Nada que ver
En conclusión, en noviembre de 1959, cuando Allen Dulles estaba hablando de cambio de régimen en Cuba con el embajador inglés, "el régimen que se pretendía cambiar" —para usar la expresión de Duanel Díaz— no era comunista (según los informes de la CIA y la embajada norteamericana), ni tenía la oposición de la mayoría de los cubanos. Más allá del totalitarismo que asomaba, la alianza militar con la URSS se concretó —en la forma y tiempo que ocurrió— como respuesta a planes estadounidenses de cambio de régimen motivados por el rechazo a las medidas nacionalistas de la revolución.
La política de Estados Unidos, desde que Dulles conversó con el embajador británico en noviembre de 1959 hasta la ley Helms-Burton —con la excepción de la presidencia de James Carter y en menor medida Bill Clinton—, se ha basado en:
1) Una idea de soberanía cercenada inaceptable al independentismo cubano desde que Juan Gualberto Gómez escribió la pragmática y moderada respuesta de los constituyentes a la Enmienda Platt, 2) Una interpretación absoluta de los derechos de propiedad en la que la equidad no cuenta, y 3) Un anticomunismo contrario a las normas internacionales de derechos humanos, pues no respeta los derechos de la izquierda y carga un saco de terrorismo y apoyo a "candiles de la democracia", como Ydígoras o Pinochet.
¿Por qué esta historia importa? Porque la oposición de muchos cubanos al rumbo comunista de la revolución no es motivada por deseos de un protectorado estadounidense, amor a la conspiración trujillista, u oposición a la reforma agraria o la alfabetización, sino por el pisoteo por el totalitarismo de nuestros anhelos de libertades civiles de viaje, expresión y asociación, y nuestras esperanzas nacionalistas de desarrollo con economía de mercado y democracia. No tenemos nada que ver con Dulles ni Helms, ni razones para echarnos ese bulto de fiascos a la espalda.
© cubaencuentro
1 Comments:
trato de hacer publico algo en contra de la libre exprecion.
Hola Jaime sorprendidos quedamos en la cama mi esposa y yo la forma mas abrupta como te cortaron anoche, no sin antes tratar de enlodar tu omagen con algunos apartes de un articulo en un diario de Miami que no quicieron publicar de ti,pero se jodieron porque tu no te arrugas a nada ni a nadie.Antes que nada quiero darte nuestros mas sinceros sentimientos de solidaridad para contigo ya que desde hacia mas o menos 15 años en colombia no habíamos visto alguien tan irreverente como tu, alguien sin tapujos que dice las cosas como son, sin temor adesagradar ni siquiera al director o dueño de un programa.Nosotros vivimos actualmente en Atlanta Ga y te veíamos desde el primer dia en tu programa. Tu vales estes en Univision, en Telemundo, en Caracol o simplemente estés donde estés. Tu haces crecer desmesuradamente el raiting de cualquier cadena de television. Dinos por favor donde vas a estar. Solidarios y firmes hasta la muerte contigo. Te felicitamos y debemos hacer publico este atentado contra la libertad de expresión y sobre todo al incumplimiento de la palabra del director que te dijo que al año cambiarían o aumentaría su salario, con esto no se juega y una vez mas queda claro que el pez grande trata de commerce al pez chico, pero contigo se jodieron. En hora buena matador y te seguiremos a donde tu vallas. y ............ . muchos sentimientos encontrados tenemos ahora.
Juan Mejia.
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