BARACUTEY CUBANO

Por Rafael Ferro Salas

PINAR DEL RÍO, Cuba, septiembre ( www.cubanet.org) - Centenares de personas que resultaron damnificadas por el paso del huracán Gustav no confían en la ayuda de las autoridades, debido a lo sucedido en ocasiones anteriores.

La causa principal de la desconfianza es la situación que aún padecen los damnificados por huracanes que hace más de cuatro años azotaron esta provincia. Muchas de esas familias afectadas desde hace años no han recibido ayuda de las autoridades, siguen hacinadas en los llamados albergues y sus viviendas no han sido reconstruidas.

“Ahora mi familia y yo lo perdimos todo. Nos tocó la desgracia total. Lo que hemos perdido, incluyendo nuestra vivienda, ya no las recuperaremos jamás. No tengo confianza en el Estado. Basta con saber que aún hay personas que perdieron sus casas hace seis años y no les han entregado ni un clavo para que al menos levanten sus viviendas ellos mismos ”, dijo una señora que buscaba algunas pertenencias entre las ruinas de lo que fue su hogar en el municipio de Viñales.

Los municipios ubicados en la zona oriental de la provincia de Pinar del Río fueron los más afectados por los vientos. En Los Palacios el cincuenta por ciento de las viviendas fueron reportadas como destruidas en su totalidad.

El gobierno cubano ha puesto en marcha un plan de recuperación en las zonas afectadas y ya están llegando los abastecimientos.

“En ninguna parte del mundo se considera la fibra de asfalto como un material duradero y confiable para levantar una vivienda, pero eso es lo que el gobierno está entregando a los damnificados, es como dice el viejo refrán popular: ´Pan para hoy y hambre para mañana” -señaló un ciudadano que trabaja como constructor.

Situación similar a la de los pinareños padecen los habitantes de Isla de la Juventud.