domingo, diciembre 07, 2008

MARIFELI PEREZ-STABLE MANIPULA CIFRAS EN EL PAÍS

Tomado de Patria Digital.com

Marifeli Pérez-Stable manipula cifras en El País


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Marifeli Pérez-Stable manipula las estadísticas en su artículo Un ligero aire de cambio, publicado recientemente en El País.
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Por Nicolás Águila

De entrada aclaro que no cuestiono en absoluto el derecho de la profesora Pérez-Stable, o de cualquier otro, a sostener y expresar libremente sus posiciones con relación a la problemática cubana. En casi todos los temas son posibles al menos dos posturas diferentes e incluso opuestas. Las opiniones suelen tener una fuerte carga subjetiva, como sabemos desde la última vez que habló el camarada Pero Grullo.

Así que hoy no vengo a impugnar opiniones ajenas y lanzar las mías como disparos al aire. No me voy a extraviar por los meandros de la subjetividad. Seré objetivo y concreto como la tabla pitagórica. Y lo seré de la mejor manera posible: con las cuentas claras y la calculadora en la mano.

La profesora Pérez-Stable desafía la matemática más elemental. Para arrimar la brasa a su tesis anti-exilio se atreve a afirmar que el orden de los factores sí altera el producto. Lo cual querría decir que si 2X3=6, entonces tres por dos ya no son seis. Un relativismo en este caso perdonable, puesto que ella está haciendo un empleo diré que metafórico, por no decir trivializador, de esa tan llevada y traída ley conmutativa de la multiplicación. Tampoco hay que ser demasiado ríspido con su argumentación simplista de maestra de escuela chapada a la antigua.

Pero una cosa es violentar las matemáticas en sentido figurado y otra cosa es hacerlo en sentido literal. Lo que sí le pone la tapa al pomo es ver tan campante a la profesora Pérez-Stable cargarse no sólo las reglas de la aritmética, sino también las de la lógica y el sentido común. En su matemática posmoderna la suma de las partes resulta mayor que el todo. Su análisis demoscópico y sus cálculos sociométricos se quedan en cuentas galanas, en un globo a la cubana donde no cuadra la caja y los tantos por ciento chocan entre sí y acaban deslizándose en un baile de números inflados.

Imagínense, por ejemplo, que yo les diga que el 70 por ciento de los lectores de esta comunidad bloguera son españoles; que el 60 por ciento son cubanos; y que el 50 por ciento son filipinos. Está claro que algo anda mal en esos porcentajes. Su suma da 180, lo cual es un absurdo tratándose de tantos por ciento.
Pues algo parecido hace Marifeli con el número de cubanoamericanos que votaron por Obama en las recientes elecciones. Vean el siguiente párrafo tomado del artículo citado al inicio:

Además, los cubanoamericanos que optaron por Obama muestran un perfil con futuro: el 61% nació en Estados Unidos, el 65% tiene entre 18 y 29 años, un 58% emigró después de 2000 y el 49% salió de Cuba en los años noventa. Así que la ventaja republicana se debió principalmente a los mayores de 50 años y al exilio histórico, en ambos casos, sobrerepresentados electoralmente.

Sin duda que las estadísticas no son el punto más fuerte de la profesora Pérez-Stable, por no hablar de su deficiente metodología y su visión sesgada de la tercera edad y el llamado exilio histórico (al cual ella pertenece, aunque a contracorriente). Excluyendo el porcentaje relativo a la edad, que es una variable compatible con los demás datos, la suma de los tantos por ciento del resto de los grupos poblacionales arroja una magnitud muy superior al límite permisible de cien (61 + 58 + 49= 168 ; 168 > 100). Nuestra académica ignora -- en uno de los dos sentidos de este verbo: no sabe o pasa por alto-- que la adición de los subconjuntos no puede ser superior al conjunto. O sea, que la suma de las partes nunca es mayor que el todo.

A continuación desgloso los datos de forma tabular para que se tenga una idea más gráfica. No se incluye el 65% con edades entre 18 y 29 años por no pertenecer al universo estadístico en cuestión:
Grupo poblacional ------------------------%
---------------------------------------------

Nacidos en Estados Unidos ------------- 61

Emigrantes después de 1990------------ 49

Emigrantes después de 2000------------ 58
Total ----------------------------------168 %

Creo que queda bien demostrado que el total de grupos poblacionales según su año de arribo o nacimiento en Estados Unidos supera escandalosamente el máximo posible de 100%, llegando a un inadmisible 168%.

Uno estaría inclinado a creer que ese error de bulto en que incurre la doctora Pérez-Stable se deba a una manipulación más accidental que mañosa. Pero la inclusión de un grupo de votantes llegados a Estados Unidos después del año 2000 me dispara las alarmas. Me hace desconfiar.

La profesora Pérez-Stable no puede ignorar que para ser elector en Estados Unidos hay que ser primero ciudadano americano. Y para ser ciudadano se requiere haber sido residente permanente durante cinco años, más el tiempo que llevan los trámites de solicitud y otorgamiento de la ciudadanía, que no pocas veces se atascan durante años por razones burocráticas. De modo que ese grupo poblacional podría incluir, si acaso, a un número limitado de los cubanos que emigraron entre el año 2001 y el 2002 y pudieron adquirir la ciudadanía antes de las pasadas elecciones. Por lo tanto no es estadísticamente significativo.

¿Se podría concluir que la profesora Marifeli Pérez-Stable manipuló intencionalmente los datos electorales relativos a la comunidad cubanoamericana en Estados Unidos? Yo creo que sí.

1 Comments:

At 3:51 p. m., Anonymous Anónimo said...

Vestida de rojo y negro. Otra vez. Que casualidad, no?

 

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