martes, febrero 17, 2009

ESCORPIÓN A ESPALDAS DE LA SEÑORA MICHELLE BACHELET

Escorpión a espaldas de la señora Bachelet




Por Miguel Cossio


EFE




El aguijonazo de Fidel Castro a Michelle Bachelet me recuerda la fábula del escorpión y la rana a la orilla de un caudaloso río.
''¿Qué te parece si me monto en tus espaldas y me llevas al otro lado?'', le dice el escorpión a la rana al verse impedido de cruzar la corriente. Cautelosa, la rana responde: ''Si lo hago, corro el peligro de que me claves el aguijón y me mates''. Imposible, replica él: ``Si lo hiciera, nos ahogaríamos los dos''.
Ante tal argumento, en apariencia irrebatible, la rana accede a hacer el favor. Pero a mitad del camino, el escorpión le clava su aguijón. Sorprendida, ella, sintiendo cómo el veneno paraliza sus ancas, lo llama traidor. ''¡Es absurdo!''. ''Yo sé'', contesta con calma él, ``no lo pude evitar: es mi naturaleza''.
Tal es la naturaleza de Castro, que ni siquiera esperó a que la presidenta Bachelet saliera de Cuba para publicar su bodrio venenoso. ¿Cuál es el objetivo de atizar ahora el diferendo histórico Chile-Bolivia? La pregunta tiene la misma
respuesta que dio el escorpión: es la naturaleza del dictador. Aguijonear a todo aquel que se le oponga, e incluso a quienes desde la izquierda moderada no se le someten de manera absoluta.


(LA PRESIDENTA de Chile, Michelle Bachelet, visita una escuela de oficios en La Habana acompañada por el historiador de la ciudad, Eusebio Leal. La visita de la mandataria concluyó con un polémico comentario de Fidel Castro. )


Un día hablará del derecho de los argentinos sobre las islas Falkland; otro reclamará para México los territorios de California, Texas, Colorado, Nuevo México y Arizona; luego hablará del conflicto por la papelera en el río que separa a Uruguay y Argentina; una vez más reclamará Guantánamo; pedirá para los palestinos la Franja de Gaza; insistirá en la independencia de Puerto Rico, y así sucesivamente.
De nada le sirvió a Bachelet negarle audiencia a la oposición cubana, condenar el embargo, abandonar el acto de homenaje a Allende y trotar con desespero para acudir al llamado de su victimario. Es cuestión de naturaleza. Ni siquiera Lula y su Partido de los Trabajadores han escapado a la punzada del aguijón.
En sus deseos de cumplir sueños de adolescencia con guerrilleros barbudos y justicieros, Bachelet olvidó la historia. Fue Fidel Castro quien en 1972 recorrió Chile durante un mes, agitando las banderas de la violencia contra la voluntad pacífica del gobierno de Salvador Allende. Y fue él quien se opuso en los años 90 al proceso iniciado por el juez Baltasar Garzón para enjuiciar en España a Augusto Pinochet.
El problema es con Chile. Nunca sus rumbos políticos, ni los giros a la izquierda ni a la derecha, han sido del agrado del escorpión en jefe. Porque, señores, lo suyo en política es otra cosa. Son los modelos Chávez, Ortega, Correa y Morales.
Al fin y al cabo, se pregunta el escorpión, qué gana su hermano el heredero más que unas botellas de buen vino chileno, unos cuantos convenios y un destino incierto, con el eventual regreso de la derecha al poder, de la mano de Sebastián Piñera. Entonces mejor matar a Bachelet, burlarse de todos, de Chile y de su propio hermano. Y dejar claro que mientras el escorpión viva seguirá destilando veneno y matará cualquier posibilidad de cruzar el río.

5 Comments:

At 6:17 p. m., Anonymous Anónimo said...

Lamentablemente, los que tratan de razonar con Bachelet, como Roberto Ampuero, lo hacen en vano (aunque supongo que lo sepan). Siempre vale algo decir la verdad, por obvia que sea, pero la señora no necesita consejos ni orientaciones. Ella no es una retrasada mental. Lo que Bachelet necesita es algo que se tiene o no se tiene, pero no se puede adquirir--algo llamado vergüenza.

 
At 12:04 a. m., Blogger roberto antonio said...

este tarado que escribe y claro opina de lo que no sabe,las islas se llaman Malvinas,

 
At 3:13 p. m., Blogger PPAC said...

En el mundo Las Malvinas son más conocidas por Falkland; vea los mapamundi o atlas y compruébelo. Miguel Cossio sabe perfectamente ambos nombres de dichas islas, ya que es cubano y cuando dicha guerra los cubanos conocimos de la existencia de ese otro nombre de las Falkland, ya que la tiranía Castrista se alinéo al lado de la dictadura militar argentina en ese conflicto y hasta propuso ayudar militarmente. Ya anteriormente en la Comisión de Derechos Humanos se habían ayudado entre sí por ser ambos violadores de los Derechos Humanos. Su palabra tarado, otro localismo argentino, no cabe en este caso.

Parece que el aguijón de Cossio dolió.

 
At 4:06 p. m., Anonymous Anónimo said...

La verdad casi siempre le duele a alguien, y suele dolerle a muchos. Por eso tantos la niegan, ocultan o atacan.

 
At 2:43 a. m., Anonymous Anónimo said...

La SEÑORA BACHELET: no tiene ni verguenza ni pantalones si se hubiera reunido con la dicidencia Cubana hubiera ganado el respeto del mundo y el agradecimiento del pueblo cubano, pero la carencia de principios y desencia que tiene el mundo es màs grande que la crisis economica mundial. en especial los lideres DEMOCRATICOS del mundo, MICHELL BACHELET,

 

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