viernes, marzo 27, 2009

LA GENERACIÓN Y TRAICIONA A FIDEL

Tomado de El NuevoHerald.com

La generación Y traiciona a Fidel

By GINA MONTANER

Hace muchos años me llevaron al Yankee Stadium y de aquella excursión sólo recuerdo el buen sabor de los perros calientes. Hace poco repetí la aventura en el estadio miamense de los Dolphin y aproveché la suave brisa de la noche para dormir una siesta. En las dos ocasiones mi acompañante quiso iniciarme en los secretos del béisbol, un deporte que se me antoja insondable y lento. Ellos me aseguraban que se trata del juego más perfecto, pero a mí no deja de desconcertarme el aspecto de un grupo de hombres grandullones jugando en skijama.

A pesar de no saber la diferencia entre un umpire y un pitcher, reconozco que el Clásico Mundial de Béisbol engancha por aquello de la intriga política en el campo de juego. Un termómetro que siempre sube de temperatura por la intervención de Cuba y en los últimos tiempos Venezuela, con la ayuda de las perlas cultivadas que salen de la boca de Chávez, también le añade un toque folclórico al evento.

( Antonio ¨ Tony ¨ Castro )

Fidel Castro, que parecía sanarse con rapidez milagrosa de sus males de anciano dictador, ha sufrido un revés en los últimos días: su equipo (porque todo en Cuba es suyo) lo ha decepcionado sobremanera y regresó a casa tras las palizas que la selección japonesa le propinó en dos ocasiones. Después de la primera derrota, el comandante no tuvo más remedio que abandonar su lecho para escribir una de sus reflexiones. Se trataba de un severo regaño en el que el gran timonel impartía lecciones de béisbol como si fuese el mismísimo Babe Ruth. Y es que a este viejo necio nada le es ajeno: la leche de las vacas, las ollas de presión Made in China, el pitcheo de sus hombres.

En su inefable reflexión el hermano mayor de Raúl señalaba que ''sin duda cometieron errores de dirección''. El insidioso comentario iba dedicado al manager del equipo, un tal Higinio Vélez, que hace las veces de estratega y policía político para que sus cachorros no se le escapen y pidan asilo en alguna comisaría de San Diego. Higinio debe estar temblando, pero hay que comprender el estrés de un hombre dedicado al pluriempleo. El rapapolvos del comandante es inevitable y seguro que el señor Vélez ahora se pregunta por qué no se quedó en un baño del aeropuerto, a salvo de un castigo que lo podría situar a la altura de la prevaricación de Carlos Lage y Pérez Roque, los últimos tronados al más puro estilo estalinista.

El gran Matsuka era la bestia negra, el temido Godzilla del imperio del sol naciente al que los cubanos ahuyentaron con rezos a Yemayá y caracoles al aire. Pero los japoneses, que siempre han sido muy ingeniosos, sacaron al campo brumoso de Petco Park a Imakuma, capaz de confundir a unos bateadores cubanos que ya estaban debilitados por el frío californiano y agarrotados por otra posible reprimenda de papá Fidel desde el papel estraza (que no couché) del Granma. No me extraña que los muchachos de la selección cubana se poncharan como el neumático deshinchado de una balsa a la deriva.

Yoennis Céspedes, Yulieski González y Yunieski Maya son algunos de los jóvenes que juegan para el equipo cubano. Todos ellos, con la sonoridad de sus nombres, pertenecen a la generación Y, emblema y símbolo del movimiento bloguero en Cuba que encabeza Yoanni Sánchez. Los hijos de Saturno inevitablemente lo traicionan en el gesto rebelde de una pelota lanzada desde la intimidación. El bateo del miedo. La carrera hacia ninguna parte. Encerrados en un diamante falso y de baratija.

Cuando escribo este artículo Fidel aún no ha vomitado una de sus reflexiones. El cinco a cero de Japón le ha acortado la vida. Se lo merece.