BARACUTEY CUBANO

Es un hecho de reafirmación patriótica el que este Primer Congreso del Presidio Político Cubano escogiera, para culminar su actividad y emitir sus conclusiones, la simbólica fecha del 5 de abril en la que se cumple un aniversario más del ingreso de José Martí en la prisión política en el siglo XIX, que a su vez se ha constituido en el Día del Preso Político Cubano.

Ha sido motivo de satisfacción general en este Congreso, la presencia activa de tantos hermanos y hermanas de lucha, que han entregado años de sus vidas honrosamente en la prisión política, por intentar recobrar la libertad y la Democracia para nuestra añorada Patria. No podría efectuarse un congreso de esta índole sin rendir homenaje a aquéllos que han caído luchando por la libertad de Cuba en distintos campos de lucha, dentro y fuera del país, y los que compartieron con nosotros los últimos minutos de su existencia, a los que oímos gritar “¡Viva Cuba libre! ¡Viva Cristo Rey!”, frente a los paredones de fusilamiento; así también sin el reconocimiento, solidaridad y vinculación efectiva para aquéllos que en Cuba, dentro y fuera de las prisiones, mantienen el espíritu de lucha para conseguir nuestro mismo objetivo de una Cuba libre, soberana y democrática.

El hecho de que antiguos compañeros en la lucha y el presidio han venido desde varias ciudades de Estados Unidos y otros países y que, hombres y mujeres de nuevas generaciones en la resistencia interna, ex prisioneros políticos y algunos actualmente en prisión en Cuba, han participado en este Congreso con el envío de ponencias y proposiciones en forma escrita y en grabaciones orales, y que, por primera vez, coinciden ex prisioneros de “las dos orillas”, le da a este Congreso una significativa peculiaridad y un importante precedente.

El Primer Congreso del Presidio Político Cubano proclama que, frente a la dictadura impuesta en Cuba desde hace 50 años, la lucha iniciada por los primeros opositores dentro y fuera de la Isla, y continuada, en ininterrumpido relevo, por los opositores de hoy, ha sido y es una y la misma, en la búsqueda de la libertad y la democracia para nuestra patria.

Los ex presos políticos reunidos en el Primer Congreso del Presidio Político Cubano manifestamos que no albergamos sentimientos de venganza, sino que en un equilibrio de justicia, consecuente e institucionalizada, se propicie una adecuada convivencia conciliadora en la nueva vida nacional.

El Primer Congreso del Presidio Político Cubano rechaza toda componenda, nacional o internacional, que contribuya al mantenimiento del sistema dictatorial existente en Cuba, bajo cualquier otra cobertura superficial; y condena toda negociación que no conlleve un cambio estructural hacia la democracia, que debe contener previamente los aspectos siguientes:

1. La libertad incondicional de todos los presos políticos, calificado el status de tales por el móvil de la acción contra el actual gobierno, en cualquiera de sus formas contestatarias.

2. El establecimiento, dentro del orden jurídico, de los derechos humanos proclamados por las Naciones Unidas, que garanticen las libertades y derechos civiles, políticos y económicos, sobre los que se constituya un Estado de Derecho, para el rescate de nuestra identidad nacional.

3. La pluralidad de partidos políticos con la plena garantía de su ejercicio, para un proceso de elecciones libres, internacionalmente supervisadas.

El Primer Congreso del Presidio Político Cubano plantea como tarea imprescindible y oportuna para la lucha contra el régimen totalitario castrocomunista, el apoyo y la coordinación de las fuerzas del exilio con las de los que actúan dentro de Cuba, por los mismos fines antes señalados. Sostenemos la vigencia de las diferentes estrategias de lucha acorde a las posibilidades de cada cual, para producir el cambio objetivo hacia la democracia, planteamiento que reafirma nuestro convencimiento de que el protagonista para tales cambios es el pueblo cubano dentro y fuera de la Isla.

El Primer Congreso del Presidio Político Cubano afirma que todos los que son encarcelados por sus acciones contra el régimen impuesto en el país, algunos de los cuales llevan muchos años cumpliendo altas e injustas condenas en las cárceles cubanas, son presos políticos y que ha de incluirse en esta calificación de presos políticos a compatriotas que también por su lucha contra el régimen castrocomunista, cumplen sanciones en cárceles de los Estados Unidos, y donde algunos, una vez liberados, se mantienen en un status de limitación de la libertad personal, y de amenaza de posible deportación.

El Primer Congreso del Presidio Político Cubano denuncia la falta de libertades civiles impuesta en Cuba por el régimen totalitario allá mantenido durante 50 años; el acoso, marginación y represión policial contra la oposición cívica, de la que son víctimas diariamente los activistas de la misma y el pueblo en general.

Finalmente, afirmamos nuestro compromiso de darle cumplimiento a los acuerdos y planteamientos tomados en este Primer Congreso del Presidio Político Cubano, a la vez que ratificamos el postulado martiano que es el lema del mismo: ‘Sólo con la vida cesará entre nosotros la batalla por la libertad”.

En Miami, a los cinco días de abril del año dos mil nueve