CUBA : PROMISCUIDAD VS DISIDENCIA
PROMISCUIDAD VS DISIDENCIA
Por Guillermo Fariñas
cocofari62@yahoo.es
La Chirusa, Villa Clara, 8 de octubre de 2009 (PD) Uno de los estereotipos sociales más arraigados en Cuba es la aceptada, tanto por hombres como por mujeres, promiscuidad sexual de los machos. Que una esposa le sea infiel a su cónyuge es una tragedia familiar, mientras que viceversa se ve como normal.
Los opositores masculinos dentro del archipiélago no pueden vivir dentro de una urna de cristal y en algunas ocasiones practican la mencionada mixtura erótica. Los cubanos, tanto históricamente como por idiosincrasia, conviven con una pareja oficial y en ocasiones con otra fémina a escondidas.
Esto lo conocen perfectamente los vigilantes ojos operativos al servicio de la Seguridad del Estado, que observan detalladamente cada pormenor íntimo de los disidentes, pues cada dato le llega a los componentes de los Equipos Multi Disciplinarios (EMD), quienes trazan tácticas y estrategias para reprimirlos.
La represión en estos casos se basifica en la manipulación de los sentimientos positivos o negativos respecto a todos los involucrados en los intercambios carnales. Aquí se explotan esencialmente por parte de los represores las emociones de desilusión y desengaño de los inmiscuidos.
Se observan un trío de métodos que son usados por la Policía Política castrista para neutralizar a los prodemócratas. El primero es el chantaje, en segundo lugar está la ruptura matrimonial y como tercero, tratar de desprestigiar la moral pública de los opositores.
El primer paso es intentar chantajear a los implicados en las relaciones carnales a escondidas. Los amenazan con comunicárselo a su respectiva pareja sino aceptan colaborar como chivatos del G-2 para que no se les creen serias dificultades con su pareja o exista una ruptura definitiva.
Si el anticastrista extorsionado cede ante las presiones como única manera de conservar su casamiento, puesto que puede haber hijos comunes de por medio, quienes sufrirían una separación de sus progenitores, la oposición no violenta se vería ante uno de los denominados Agentes Presionados.
De lo contrario, si el chantajeado no se doblega ante la coerción represivo-gubernamental, entonces sobrevendría la comunicación maliciosa a la esposa de la relación de infidelidad, lo que acarrearía un rompimiento definitivo o una media naranja obsesivamente desconfiada e inconveniente. Cuestión que le podría abrir el paso a una “comprensiva” Agente Julieta, la que estaría presta a sustituir con prontitud a la anterior compañera en la vida del autentico opositor pacífico. El modo perfecto para manipularlo y lograr saber de primera mano, informaciones de su labor civilista.
Como última opción tenemos al intento de menoscabo de la imagen social disidente en el conjunto de la comunidad, donde este se desenvuelve y convive como ser humano. Es una forma de disminuir la estatura política de los que se atreven a desafiar públicamente al gobierno totalitario.
Esta metodología puede ir desde ordenarles a sus agentes infiltrados crear una red de anécdotas quebrantadoras del perfil humano del opositor promiscuo hasta montarle un supuesto intento de violación sexual a una desconocida que se le acercó. El asunto es disminuirle el ascendiente y prestigio al opositor de marras.
Ser masculino en Cuba y por demás opositor pacífico al régimen, es estar propenso a que le manipulen el machismo de comportarse como un mujeriego. Los servicios especiales siempre están atentos al más mínimo desliz y los disidentes varones nunca deben olvidar que la promiscuidad es versus disidencia.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home