El Ciro versus La Seguridad del Estado. Mi Suzuki
Fui a visitar a mi abuela a Santa Fe. La vieja tiene 193 años y piensa que es hora de beneficiar a su familia con bienes que ya no usa. Fue así que me dio la noticia de que me dejaba la moto de su sobrino, que había salido ilegalmente del país hacia tres años y que no le permitían regresar pues estaba acusado de deserción de las filas del MININT.
Cual no sería mi sorpresa cuando vi que se trataba nada más y nada menos que de una Suzuki (vehículo clásico de la seguridad del estado). ¡Dios mío! ¿Ahora qué pinga hago yo con esto? No podía despreciarle el regalo a mi abuela, capaz que le diera un infarto, así que le di las gracias.
- Gracias abuela, voy a llamar un camión para que venga a recogerla.
- No mi nieto, si la moto está al quilo, te puedes ir montado.
Aquellas palabras retumbaron en mi mente. Montado en una Suzuki desde Santa Fe hasta el Vedado. ¿Y si alguien me ve montado ahí? ¡Qué va!
- Monta, monta - decía mi abuela- y después me dices cómo llegaste.
-Está bien abuela.
-¿Pero por qué lloras mijito?
-De la emoción, abuela, de la emoción.
Me monté en aquello y salí que jode por toda 5ta Avenida. Todas las caras me perecían conocidas así que le metía cada vez más muñeca al acelerador. Un policía sacándome la mano...mierda...paro y me dispongo a sacar el carnet pero de un salto ¡Pum! se me monta atrás.
-Déjame por allá delante que voy tarde -dijo tranquilamente.
Manda pinga esta, en Suzuki y con un policía montado atrás. En el semáforo de la rotonda me coge la roja. Al lado mío se detiene un almendrón con pasajeros y siento una voz:
- Oiga, ¿usted no es el de Porno para Ricardo? -tres muchachitos se apiñaban en la ventanilla mirando estupefactos.
- No, no, no, no soy yo- respondí.
-Yo creo que es él -dijo el otro.
-¡Que no, que no soy yo repinga!
Pusieron la verde y me fui como un bólido.
- Ah, usted es de Porno para Ricardo, siempre supe que tenía que haber ahí alguien de los nuestros -dijo el policía.
- Sí, bueno...usted sabe... nosotros siempre infiltrándolo todo.
- Mire déjeme por aquí que ya estoy cerca y suerte con el trabajo.
Se bajó y se fue. Esto no podía continuar. Me bajé de la Suzuki y paré un camión que me la llevó hasta la casa.
-¿Cuánto le debo? -pregunté al camionero.
-¿Ah pero me va a pagar, oficial?
-¡Tu puta madre! ¡Coge! -y le puse un billete en el bolsillo.
Entré la Suzuki y llamé inmediatamente a la CI:
-Vengan, vengan, tengo algo urgente que hablar con ustedes.
Llegaron en 2 minutos y 25 segundos, parecía que estaban a 20 metros.
- Bien Ciro, nos alegra que al fin estés dispuesto a cooperar, queremos saber c...
-No es eso. Lo que me hace falta es darle camino a esto -interrumpí señalando la moto.- Es que me da pena que me vean montado en esa cosa y como a ustedes no les importa quizá me la quieran cambiar por algo más modestico, no sé...una Carpati...cualquier mierda.
Se miraron.
-Óigame, nosotros no estamos aquí de traficantes de motos. ¡Escuchó! -gritó uno.
-¿Una Carpati dijo usted? -preguntó el otro- Yo tengo una Carpati.
- ¡Pero Alejandro! que diga... ¡Rodney!
- Oye ese cambio es gato por león -replicó Alejandro, que diga, Rodney.- Mire Ciro, que esto quede aquí, mañana mismo le traigo la Carpati y me llevo la Suzuki.
- Trato hecho. Y ahora, ¡fuera de mi casa!
Se cierra la puerta y suena el teléfono: ¡Ring!
- Oigo.
- Hola, con Ciro por favor.
- Es el que habla.
- Oye me dijeron que te vieron hoy por Quinta Avenida...
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