viernes, noviembre 06, 2009

ANGOLA Y CUBA: Golpe de Estado frustrado a Agostino Neto

Nota del Bloguista

No quiero ser mal pensado, pero entonces la muerte de Neto en Moscú en 1979 mientras era operado de cáncer, le vino de perilla a la antigua URSS para salir de Neto, si es verdad lo que se plantea en este artículo ...

En Wikipedia se encuentra esto sobre Nito Alves.

http://en.wikipedia.org/wiki/Nito_Alves

Nito Alves

Nito Alves (1945 [1] - 1977) fue el Ministro del Interior de Angola desde la independencia, 11 de noviembre de 1975, hasta que el presidente Agostinho Neto abolió el cargo en octubre de 1976. Un miembro de la línea dura del Movimiento Popular para la Liberación de Angola, Alves es mejor conocido por su fallido golpe de Estado contra Neto. [2]

Alves se opuso a la política exterior de Neto de no alineamiento, el socialismo evolutivo, y multiracialism. Alves favoreci'o relaciones más estrechas con la Unión Soviética, a la que deseaba conceder bases militares en Angola. Representó al Movimiento Popular para la Liberación de Angola en el 25 Congreso del Partido Comunista soviético en febrero de 1977.

El 21 de mayo el MPLA lo expulsó del Partido. Él y sus partidarios irrumpieron en una cárcel, liberando a otros partidarios, y tomó el control de la estación de radio en Luanda, en un intento de golpe. Las fuerzas leales al Neto, tomaron de nuevo la radio y detuvieron a los implicados en el intento de golpe de Estado. Mientras combatientes cubanos ayudaron activamente a Neto, Alves abandonó el golpe de Estado, Alves afirmó que la Unión Soviética apoyó el golpe de Estado. Mercenarios británicos en la prisión de Luanda se negaron a participar.

La Base de poder de Alves se centra en Malange. Después del fallido golpe de Estado, el MPLA realizó una purga destinada a eliminar el sectarismo en el partido que mató a miles. [2] [3]
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Golpe frustrado



Por Aleaga Pesant

LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Durante 1977, el ejército de ocupación cubano en Angola afrontó la guerra irregular impuesta por los patriotas. En un territorio de más de un millón de kilómetros cuadrados, cada día las acciones cobraban más fuerza y organización. El 27 de mayo de 1977, una facción pro soviética del Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), intentó tomar el poder mediante un golpe de estado. Los soldados cubanos intervinieron una vez más, pero ahora por ignorancia.

Encabezaba la sedición contra el Presidente Agostino Neto, Nito Alves, la más influyente de las figuras del Gobierno. Le acompañaban otros líderes de las fuerzas armadas y el MPLA. Para los sediciosos, Alves era más radical y fue el principal conductor de la guerra anticolonialista. Además, expulsó y derrotó al FNLA de Luanda, antes de la proclamación de la independencia, y fue el ideólogo de la organización de comités populares.

La URSS consideraba que Neto no era confiable, y que una vez consolidado en el gobierno se acercaría a Occidente y pactaría con el jefe de UNITA, Jonas Savimbi, y razonaban que para enfrentar a ese líder carismático era necesario un hombre fuerte como Alves. Los verdaderos propósitos del golpe quedaron enmascarados con el fingido descontento de esta facción por la influencia en el gobierno de los intelectuales mestizos, como Paulo Jorge, Lucio Lara, Iko Careiras y otros.

El día del golpe, las tropas sublevadas tomaron las principales unidades militares de Luanda, así como las estaciones de radio, y hubieran logrado sus propósitos si no hubiesen intervenido las tropas cubanas encabezadas por el Coronel Moracén, acantonadas en las afueras de la capital, y ajenas a los planes soviéticos.

( Fidel Castro y Agustino Neto )

Los conspiradores estimaron que los cubanos permanecerían neutrales. Supusieron erróneamente que Moscú había coordinado con los aliados el desarrollo de los acontecimientos. Sin embargo, al tomar a las tropas cubanas por sorpresa, estas decidieron proteger a Neto y sofocar la revuelta.

Dispersas en la geografía angolana, las tropas cubanas, desde Chibemba y Matala al sur, y Cabinda al norte, disponían de pocas fuerzas en la capital. Se acantonaban fundamentalmente en el regimiento de tanques de Viana y Cacuaco, la unidad de recepción de los cubanos, a 20 kilómetros del centro de la ciudad.

El asalto fue feroz, aunque la desmoralización propia del MPLA, se impuso también en los golpistas. Los tanques cubanos cercaron y cañonearon Luanda, incluyendo la emisora nacional de Angola.

Nito Alves se refugió en la misión militar soviética, donde permaneció escondido hasta el mes de julio en que fue detectado por la inteligencia cubana. Las conversaciones entre la Habana y Moscú condujeron a la entrega del líder rebelde, fusilado inmediatamente. El intento de eliminar políticamente a Agostino Neto no terminó ahí, pero a diferencia del 27 de mayo, la próxima vez los soviéticos tendrían informados a los cubanos.
aleagapesant@yahoo.es

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COMENTARIO DEJADO:

Jorge A. Pomar ha dejado un nuevo comentario en su entrada "ANGOLA Y CUBA: Golpe de Estado frustrado a Agostin...":

Impecable análisis, Julio Antonio. Y muy bien observado el equívoco: pese al consenso entre ambos países, en aquella flagrante injerencia de La Habana y Moscú en asuntos internos de la nación africana hubo una manifiesta falta de coordinación.

Curiosamente, parangonable en sentido inverso a otros dos engorrosos cruces entre la metrópoli soviética y su ladino satélite caribeño.

El primer desenchuche, anterior, tuvo lugar en torno al disenso ruso-cubano acerca de aventura del Che en Bolivia. El segundo, posterior, se da en Granada donde, para berrinche de Fidel, el fugitivo coronel Tortoló y sus 24 compañeros, a quienes él ya había dado oficialmente por inmolados, aparecen de pronto refugiados en la Embajada de la URSS.

A la postre, sin romper abiertamente con los cubanos, cuyas tropas necesitaba para derrotar al popular Sawimbi, el sucesor de Neto, José Eduardo dos Santos acabaría imponiendo hábilmente, contra la voluntad de La Habana, una tercera opción entre la del frustrado ex ministro del Interior Nito Alves y la del difunto líder del MPLA Agostinho Neto.

A saber, un capitalismo neoliberal populista e ideológicamente equidistante con presidencia vitalicia. Volviendo atrás, vale recordar que no en balde más adelante Agostinho Neto, molesto con la prepotencia proconsular del jefe de la Misión Cubana Jorge Risquet --en la práctica solía suplantar al presidente sin siquiera consultarle-- emplazaría por carta a La Habana a relevar ipso facto al facultoso veterano del PSP, truene al que Fidel accedió enseguida de buen o mal grado.

Probablemente entre los intelectuales orgánicos cuya influencia incordiaba tanto a Nito Alves figuraban también al menos dos muy destacados de ascendencia a los cuales traduje para la Editorial Arte y Literatura: José Luandino Vieira, autor de "Nós, os do Makulusu"; y Artur Carlos Maurício Pestana, alias "Pepetela", autor de Yaka y "O Cão e os Calus". Excelentes relatos los tres desde el punto de vista estético, por cierto...

Saludos,

El Abicú, ex soldado de fortuna en Angola desde fines del 75 hasta mediados del 76.

1 Comments:

At 3:18 p. m., Anonymous Jorge A. Pomar said...

Impecable análisis, Julio Antonio. Y muy bien observado el equívoco: pese al consenso entre ambos países, en aquella flagrante injerencia de La Habana y Moscú en asuntos internos de la nación africana hubo una manifiesta falta de coordinación.

Curiosamente, parangonable en sentido inverso a otros dos engorrosos cruces entre la metrópoli soviética y su ladino satélite caribeño.

El primer desenchuche, anterior, tuvo lugar en torno al disenso ruso-cubano acerca de aventura del Che en Bolivia. El segundo, posterior, se da en Granada donde, para berrinche de Fidel, el fugitivo coronel Tortoló y sus 24 compañeros, a quienes él ya había dado oficialmente por inmolados, aparecen de pronto refugiados en la Embajada de la URSS.

A la postre, sin romper abiertamente con los cubanos, cuyas tropas necesitaba para derrotar al popular Sawimbi, el sucesor de Neto, José Eduardo dos Santos acabaría imponiendo hábilmente, contra la voluntad de La Habana, una tercera opción entre la del frustrado ex ministro del Interior Nito Alves y la del difunto líder del MPLA Agostinho Neto.

A saber, un capitalismo neoliberal populista e ideológicamente equidistante con presidencia vitalicia. Volviendo atrás, vale recordar que no en balde más adelante Agostinho Neto, molesto con la prepotencia proconsular del jefe de la Misión Cubana Jorge Risquet --en la práctica solía suplantar al presidente sin siquiera consultarle-- emplazaría por carta a La Habana a relevar ipso facto al facultoso veterano del PSP, truene al que Fidel accedió enseguida de buen o mal grado.

Probablemente entre los intelectuales orgánicos cuya influencia incordiaba tanto a Nito Alves figuraban también al menos dos muy destacados de ascendencia a los cuales traduje para la Editorial Arte y Literatura: José Luandino Vieira, autor de "Nós, os do Makulusu"; y Artur Carlos Maurício Pestana, alias "Pepetela", autor de Yaka y "O Cão e os Calus". Excelentes relatos los tres desde el punto de vista estético, por cierto...

Saludos,

El Abicú, ex soldado de fortuna en Angola desde fines del 75 hasta mediados del 76.

 

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