¿Adónde va la política de Estados Unidos a Cuba?
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Por Pablo Alfonso
5 de noviembre de 2009
(Martí Noticias) - La Universidad de Boston celebrará el próximo viernes un seminario titulado ¿Adonde va dónde va la política de Estados Unidos a Cuba? al que asistirán como invitados el senador John Kerry y el representante Bill Dellahunt, junto a un renombrado grupo de académicos expertos en temas cubanos.
Cuatro paneles de debate, moderados por Susan E. Eckstein, profesora de Sociología de Boston University y el embajador Paul Hare -quien actuó como enviado especial en las negociaciones de Paz en Angola durante la administración Clinton-, abordarán igual número de aspectos relacionados con la política cubana y estadounidense en el contexto actual.
"La participación de Kerry podría ser muy importante en cuanto a la perspectiva que podría aportar al seminario sobre temas que están en el Congreso, como por ejemplo, el proyecto de ley que permitiría los viajes de estadounidenses a Cuba", afirmó a Martí Noticias, Carlos Saladrigas, director del Cuba Study Group.
Saladrigas formará parte del panel titulado La Diáspora Cubana y Cuba. Los otros paneles de discusión, según la agenda del encuentro son: Cuba Hoy, Negocios estadounidenses y Economía cubana, y el panel que la da título al seminario: ¿Adónde va la política de Estados Unidos a Cuba?
Entre los panelistas invitados figuran, entre otros, Jorge Domínguez, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Harvard; Mark Entwistle, ex diplomático canadiense y actual analista del Instituto Canadiense de Defensa y Relaciones Exteriores; Carl Meacham, asesor del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos y Rafael Hernández, académico cubano y director de la revista Temas, que se edita en La Habana
( Rafael Hernández, Director de la Revista Temas y anteriormente miembro del CEA,
Centro de Estudios de América, fundado como un organismo adscrito al Departamento América del Comité Central del Partido, Comunista de Cuba, dirigido por el desaparecido Manuel Piñeiro Losada, alias Barba Roja. El CEA se especializó en estudios socioeconómicos que servían como evaluación de inteligencia a los planes subversivos del castrismo en la región; nota del bloguista de Baracutey Cubano )
Hernández, quien en estos momentos es profesor invitado a la Universidad de Austin, Texas, participó el pasado 22 de octubre en una seminario en Miami, auspiciado por la Universidad Internacional de la Florida, que ha tenido amplias repercusiones en la isla y el exilio cubano.
Hernández calificó en esa ocasión de cyberchancleteo la mayor parte del debate sobre la realidad cubana que tiene lugar a través del Internet y de los comentarios de los blogueros de la red.
Sus opiniones han sido rebatidas en numerosos sitios digitales que cubren el tema de Cuba. El pasado jueves, a un grupo de blogueros cubanos se les prohibió entrar a un evento organizado por Temas en La Habana, donde supuestamente la entrada era libre para todos.
La reconocida bloguera cubana Yoani Sánchez, disfrazada con peluca, pudo pasar al interior del recinto donde un panel planteaba el tema Internet y Cultura, y criticó fuertemente el calificativo de cyberchancleteo y las restricciones que se imponen en la isla a un auténtico debate.
¿Adónde va la política de Estados Unidos a Cuba?
Por Pablo Alfonso
5 de noviembre de 2009
(Martí Noticias) - La Universidad de Boston celebrará el próximo viernes un seminario titulado ¿Adonde va dónde va la política de Estados Unidos a Cuba? al que asistirán como invitados el senador John Kerry y el representante Bill Dellahunt, junto a un renombrado grupo de académicos expertos en temas cubanos.Cuatro paneles de debate, moderados por Susan E. Eckstein, profesora de Sociología de Boston University y el embajador Paul Hare -quien actuó como enviado especial en las negociaciones de Paz en Angola durante la administración Clinton-, abordarán igual número de aspectos relacionados con la política cubana y estadounidense en el contexto actual.
"La participación de Kerry podría ser muy importante en cuanto a la perspectiva que podría aportar al seminario sobre temas que están en el Congreso, como por ejemplo, el proyecto de ley que permitiría los viajes de estadounidenses a Cuba", afirmó a Martí Noticias, Carlos Saladrigas, director del Cuba Study Group.
Saladrigas formará parte del panel titulado La Diáspora Cubana y Cuba. Los otros paneles de discusión, según la agenda del encuentro son: Cuba Hoy, Negocios estadounidenses y Economía cubana, y el panel que la da título al seminario: ¿Adónde va la política de Estados Unidos a Cuba?
Entre los panelistas invitados figuran, entre otros, Jorge Domínguez, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Harvard; Mark Entwistle, ex diplomático canadiense y actual analista del Instituto Canadiense de Defensa y Relaciones Exteriores; Carl Meacham, asesor del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos y Rafael Hernández, académico cubano y director de la revista Temas, que se edita en La Habana
( Rafael Hernández, Director de la Revista Temas y anteriormente miembro del CEA,
Centro de Estudios de América, fundado como un organismo adscrito al Departamento América del Comité Central del Partido, Comunista de Cuba, dirigido por el desaparecido Manuel Piñeiro Losada, alias Barba Roja. El CEA se especializó en estudios socioeconómicos que servían como evaluación de inteligencia a los planes subversivos del castrismo en la región; nota del bloguista de Baracutey Cubano )
Hernández, quien en estos momentos es profesor invitado a la Universidad de Austin, Texas, participó el pasado 22 de octubre en una seminario en Miami, auspiciado por la Universidad Internacional de la Florida, que ha tenido amplias repercusiones en la isla y el exilio cubano.
Hernández calificó en esa ocasión de cyberchancleteo la mayor parte del debate sobre la realidad cubana que tiene lugar a través del Internet y de los comentarios de los blogueros de la red.
Sus opiniones han sido rebatidas en numerosos sitios digitales que cubren el tema de Cuba. El pasado jueves, a un grupo de blogueros cubanos se les prohibió entrar a un evento organizado por Temas en La Habana, donde supuestamente la entrada era libre para todos.
La reconocida bloguera cubana Yoani Sánchez, disfrazada con peluca, pudo pasar al interior del recinto donde un panel planteaba el tema Internet y Cultura, y criticó fuertemente el calificativo de cyberchancleteo y las restricciones que se imponen en la isla a un auténtico debate.
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http://www.cubanet.org/CNews/y01/ago01/17o6.htm
El Departamento América cubano
Alberto Pérez Giménez. ABC. España, agosto 17, 2001.
Hubo un tiempo en el que todos los caminos del terrorismo internacional llevaban a Cuba. En el organigrama del régimen cubano había, con nombre y apellidos, un «ministerio» dedicado a la exportación de la guerrilla a cualquier parte del mundo. Era el Departamento América.
Al frente de él puso Fidel Castro a Manuel Piñeiro «Barbarroja». Durante décadas, allí tuvieron cobijo todos los miembros de las guerrillas iberoamericanas. Jorge Massetti, hijo del argentino fundador de la Agencia de Noticias Prensa Latina que desapareció en la selva de Salta en Argentina cuando pretendía montar una guerrilla, cuenta en su libro «El Furor y el Delirio» cómo funcionaba el Departamento América. Él mismo, apadrinado por «Barbarroja», fue uno de los «alumnos aventajados» del Departamento: peleó en Nicaragua, en Panamá, en Chile. Atracó Bancos en EE.UU. en operaciones coordinadas desde la Embajada de Cuba en México.
En Cuba se entrenaba a los guerrilleros en los PETI (Puntos de Entrenamiento de Tropas Irregulares). Por allí anduvieron los macheteros de Puerto Rico; los M-16 y el Frente Patriótico chileno; los montoneros; los «elenos» colombianos, etarras y hasta, en 1982, un mexicano muy interesado en conocer toda la vida del Che, cómo fumaba su pipa, qué leía... Era el «subcomandante Marcos».
Cuando al secretario general de la OEA, César Gaviria, le secuestró la guerrilla a su hermano, supo exactamente con quién tenía que negociar: logró la libertad de su familiar y un avión para que el comando que le secuestró huyera a Cuba.
Manuel Piñeiro «Barbarroja» murió hace unos años en un extraño accidente cuando conducía su automóvil, algo que, según Massetti, odiaba. Castro proclamó a los cuatro vientos que la lucha guerrillera ya no tenía sentido.
Sin embargo, los hechos parecen decir lo contrario. En Cuba siguen viviendo, a cuerpo de rey, según muchos testigos, una nutrida colonia de etarras. En la zona «desmilitarizada» de Colombia bajo control de las FARC hay, según la Prensa colombiana, por lo menos 20 instructores cubanos enseñando a los «guerrilleros» a pilotar helicópteros. Uno de los tres miembros del IRA detenidos el sábado tras pasar cinco semanas asesorando a las FARC es, según «The Guardian», el «hombre de Sinn Fein en La Habana» y encargado de preparar la visita de Gerry Adams a la isla y su encuentro con Fidel Castro. Al parecer, son muchos los caminos que siguen llevando a Cuba.
El Departamento América cubano
Alberto Pérez Giménez. ABC. España, agosto 17, 2001.
Hubo un tiempo en el que todos los caminos del terrorismo internacional llevaban a Cuba. En el organigrama del régimen cubano había, con nombre y apellidos, un «ministerio» dedicado a la exportación de la guerrilla a cualquier parte del mundo. Era el Departamento América.
Al frente de él puso Fidel Castro a Manuel Piñeiro «Barbarroja». Durante décadas, allí tuvieron cobijo todos los miembros de las guerrillas iberoamericanas. Jorge Massetti, hijo del argentino fundador de la Agencia de Noticias Prensa Latina que desapareció en la selva de Salta en Argentina cuando pretendía montar una guerrilla, cuenta en su libro «El Furor y el Delirio» cómo funcionaba el Departamento América. Él mismo, apadrinado por «Barbarroja», fue uno de los «alumnos aventajados» del Departamento: peleó en Nicaragua, en Panamá, en Chile. Atracó Bancos en EE.UU. en operaciones coordinadas desde la Embajada de Cuba en México.
En Cuba se entrenaba a los guerrilleros en los PETI (Puntos de Entrenamiento de Tropas Irregulares). Por allí anduvieron los macheteros de Puerto Rico; los M-16 y el Frente Patriótico chileno; los montoneros; los «elenos» colombianos, etarras y hasta, en 1982, un mexicano muy interesado en conocer toda la vida del Che, cómo fumaba su pipa, qué leía... Era el «subcomandante Marcos».
Cuando al secretario general de la OEA, César Gaviria, le secuestró la guerrilla a su hermano, supo exactamente con quién tenía que negociar: logró la libertad de su familiar y un avión para que el comando que le secuestró huyera a Cuba.
Manuel Piñeiro «Barbarroja» murió hace unos años en un extraño accidente cuando conducía su automóvil, algo que, según Massetti, odiaba. Castro proclamó a los cuatro vientos que la lucha guerrillera ya no tenía sentido.
Sin embargo, los hechos parecen decir lo contrario. En Cuba siguen viviendo, a cuerpo de rey, según muchos testigos, una nutrida colonia de etarras. En la zona «desmilitarizada» de Colombia bajo control de las FARC hay, según la Prensa colombiana, por lo menos 20 instructores cubanos enseñando a los «guerrilleros» a pilotar helicópteros. Uno de los tres miembros del IRA detenidos el sábado tras pasar cinco semanas asesorando a las FARC es, según «The Guardian», el «hombre de Sinn Fein en La Habana» y encargado de preparar la visita de Gerry Adams a la isla y su encuentro con Fidel Castro. Al parecer, son muchos los caminos que siguen llevando a Cuba.
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Puede leerse más sobre el CEA y su disolución en http://www.cubanet.org
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COMENTARIO DEJADO
Jorge A. Pomar el de El Abicú Liberal ha dejado un nuevo comentario en su entrada "¿Adónde va la política de Estados Unidos a Cuba?"
Hay una estrecha relación entre el texto de Pedro Alfonso y el de Alberto Pérez. A saber, la revista Temas, sucesora del disuelto Centro de Estudios de América, CEA, anexo al Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y la sutil escolástica retroprogre de que está haciendo gala, es el correlato idóneo en clave académica de una nueva diplomacia cultural del régimen ajustada a los dogmas de la Entente Cordiale entre la Casa Blanca, el progrerío occidental y el despelote subcontinental bolivariano al conjuro de la petrochequera del manirroto Gorila Rojo.
Finalidad consciente o inconsciente en la Isla y la Diáspora leal u obsecuente: legitimar la represión interna y el continuismo raulista a la sombra benigna de Barack Hussein y su mayoría demócrata en el Congreso; de la Moncloa y el PSOE; de la OEA, la Unión Europea (pese al repeluco contra el favoritismo de Zapatero-Moratinos), la ONU y el Vaticano; de Cubaencuentro, El Nuevo Herald y la virulenta fronda (guara en el argot criollo) pro-, filo y criptocastrista en Miami (con la archiobamita Fundación Nacional Cubano Americana a la cabeza); del Cuba Study Group de Carlos Saladrigas y las universidades de la Florida y Harvard entre otras. E incluso, de un tiempo a esta parte, de Amnistía Internacional y otras oenegés cada vez más equidistantes.
La disolución de la ya obsoleta CEA en el 96 por ucase fulminante de Raúl Castro marcó el límite exacto de longitud de cuerda académica que el Palacio de la Revolución está dispuesto a conceder en los tiempos que corren.
Nada nuevo bajo el sol castrista. Pruebas al canto. El dato que mejor refleja el actual reciclaje de aquel tanque de pensamiento cautivo –especializado, según mi colega Pedro Pablo Arencibia, en “estudios socioeconómicos que servían como evaluación de inteligencia a los planes subversivos del castrismo en la región”: alrededor de Temas se arremolinan no pocos sesudos de la extinta CEA, entre ellos el propio director Rafael Hernández y exiliados notables como Rafael Rojas y Arnoldo Dila… (A buen seguro, la lista es mucho más larga pero dejo aquí la pesquisa al lector curioso.)
Todo lo cual corrobora la suspicacia abicueril de que, ya sea por convicción o complicidad, al adscribirse a los postulados de la disidencia leal, dichos escolastas del progreso hacia atrás no han sentido la necesidad de renunciar a su antigua obediencia culterana al amparo del difunto comandante Manuel Piñeiro, alias “Barbarroja”, jefe del Departamento América del Comité Central.
Añádase al anfractuoso cuadro el detalle de que, como revela el fehaciente videoclip de arriba y consigna hoy el periodista Pablo Alfonso en Baracutey Cubano, “el pasado jueves a un grupo de blogueros cubanos se les prohibió entrar a un evento organizado por Temas en La Habana, donde supuestamente la entrada era libre para todos… La reconocida bloguera cubana Yoani Sánchez, disfrazada con peluca, pudo pasar al interior del recinto donde un panel planteaba el tema Internet y Cultura, y criticó fuertemente el calificativo de cyberchancleteo [Hernández] y las restricciones que se imponen en la isla a un auténtico debate”
Que se sepa, ninguno de los ilustres conferencistas alzó su voz para protestar contra semejante atropello foral al diálogo civilizado, la transparencia, la concordia social y el derecho a la palabra que tanto dicen defender. En cambio, como por azar concurrente, enseguida proliferaron en la blogósfera los usuales comentarios anónimos plagados de insinuaciones dolosas acerca de la “extraña” inmunidad de que supuestamente goza la corajuda chica titular de Generación Y.
El calificativo de “cyberchancleteo” –desplante solariego aplicado por el compañero Hernández a la blogósfera hostil, no desde luego a la apócrifa engendrada por iniciativa gubernamental--, así como la ausencia de cualquier referencia al, verbigracia, actual hostigamiento a domicilio por turbas de las Brigadas de Respuesta Rápida contra un grupo de once opositores pacíficos liderados por Martha Beatriz Roque Cabello y Vladimiro Roca Antúnez en el Nuevo Vedado, son sendas pruebas irrefutables de que, notoriamente a diferencia de Cubaencuentro, no clasifican ni siquiera como (para esos que andan regando por ahí que el Abicú la tiene cogida con los ex pupilos de Doña Annabelle) “conflictivos” en la jerga castrista.
Razones para la cautela no les faltan. Habida cuenta de que, volviendo al siniestro “Barbarroja”, a cargo de las nada tenebrosas operaciones de nuestra DSE en el área antes de su brusco paso al Plan Piyama u otras funciones jubilares, su truene fue la segunda consecuencia lógica del incipiente cambio de agujas de La Habana hacia el retorno a la política de Frente Amplio, léase conquista del poder por la vía legal al estilo soviético, en Sudamérica, que tan pingües frutos le viene rindiendo a partir del parto asistido (por control remoto desde el Punto Cero) del virreinato chavista en Caracas.
La extraña muerte accidental del personaje no estaba prevista en los planes de reorientación político-ideológica.
A mi juicio, tiene que ver con el contagio académico de aquel paradójico think tank integrado por librepensadores leales. Elemental: el compañero Piñeiro sabía demasiado y aspiraba a lucirse urbe y orbe dosificando sus vastos conocimientos de primera mano sobre tropelías y estropicios confidenciales del castrismo en el Nuevo Continente.
O sea, que en su ocio forzoso cometió el error fatal de sucumbir a la tentación de cosechar laureles intelectuales recordando el pasado ya fuere ante micrófono abierto o en blanco y negro.
Con toda probabilidad se lo advirtieron a tiempo desde la cima del Olimpo, donde Zeus y Saturno (Fidel y Raúl) apreciaban sus valiosos servicios a la causa. Pero, infatuado por el hábito de ejercer un poder de vida o muerte detentado a título vicario, se creyó lo bastante intocable como para hacer caso omiso de las todopoderosas voces de alerta.
Así las cosas, se interpuso el trágico desenlace automovilístico en el camino de las veleidades jubilares de aquel dead ex V.I.P. walking, que sin embargo recelaba tanto de los riesgos del timón que de sólito prefería fiarse del chofer. Tal vez, por alguna razón desconocida, ya no tuviese ese servicio a su disposición.
Sea como fuere, en su tristemente célebre caso ha de reconocérseles a los presuntos instigadores la dificultad para urdir una coartada alternativa no letal capaz de disuadir a ese prominente jenízaro petulante y testarudo con la chaveta extraviada.
De ser ciertas las conjeturas al respecto, como otros genios del mal del patio propio antes y después, Barbarroja habría muerto en su ley. Razón de peso para que sus menos poderosos y beligerantes sucesores sobre, bajo y alrededor del ancho paraguas protector de la sesuda revista Temas, se anden con pies de plomo.
Si bien, en tratándose de catedráticos e intelectuales, por lo común gente poco amiga del peligro por vocación gremial, el consejo está de más. Huelga la aclaración...
COMENTARIO DEJADO
Jorge A. Pomar el de El Abicú Liberal ha dejado un nuevo comentario en su entrada "¿Adónde va la política de Estados Unidos a Cuba?"
Hay una estrecha relación entre el texto de Pedro Alfonso y el de Alberto Pérez. A saber, la revista Temas, sucesora del disuelto Centro de Estudios de América, CEA, anexo al Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y la sutil escolástica retroprogre de que está haciendo gala, es el correlato idóneo en clave académica de una nueva diplomacia cultural del régimen ajustada a los dogmas de la Entente Cordiale entre la Casa Blanca, el progrerío occidental y el despelote subcontinental bolivariano al conjuro de la petrochequera del manirroto Gorila Rojo.Finalidad consciente o inconsciente en la Isla y la Diáspora leal u obsecuente: legitimar la represión interna y el continuismo raulista a la sombra benigna de Barack Hussein y su mayoría demócrata en el Congreso; de la Moncloa y el PSOE; de la OEA, la Unión Europea (pese al repeluco contra el favoritismo de Zapatero-Moratinos), la ONU y el Vaticano; de Cubaencuentro, El Nuevo Herald y la virulenta fronda (guara en el argot criollo) pro-, filo y criptocastrista en Miami (con la archiobamita Fundación Nacional Cubano Americana a la cabeza); del Cuba Study Group de Carlos Saladrigas y las universidades de la Florida y Harvard entre otras. E incluso, de un tiempo a esta parte, de Amnistía Internacional y otras oenegés cada vez más equidistantes.
La disolución de la ya obsoleta CEA en el 96 por ucase fulminante de Raúl Castro marcó el límite exacto de longitud de cuerda académica que el Palacio de la Revolución está dispuesto a conceder en los tiempos que corren.
Nada nuevo bajo el sol castrista. Pruebas al canto. El dato que mejor refleja el actual reciclaje de aquel tanque de pensamiento cautivo –especializado, según mi colega Pedro Pablo Arencibia, en “estudios socioeconómicos que servían como evaluación de inteligencia a los planes subversivos del castrismo en la región”: alrededor de Temas se arremolinan no pocos sesudos de la extinta CEA, entre ellos el propio director Rafael Hernández y exiliados notables como Rafael Rojas y Arnoldo Dila… (A buen seguro, la lista es mucho más larga pero dejo aquí la pesquisa al lector curioso.)
Todo lo cual corrobora la suspicacia abicueril de que, ya sea por convicción o complicidad, al adscribirse a los postulados de la disidencia leal, dichos escolastas del progreso hacia atrás no han sentido la necesidad de renunciar a su antigua obediencia culterana al amparo del difunto comandante Manuel Piñeiro, alias “Barbarroja”, jefe del Departamento América del Comité Central.
Añádase al anfractuoso cuadro el detalle de que, como revela el fehaciente videoclip de arriba y consigna hoy el periodista Pablo Alfonso en Baracutey Cubano, “el pasado jueves a un grupo de blogueros cubanos se les prohibió entrar a un evento organizado por Temas en La Habana, donde supuestamente la entrada era libre para todos… La reconocida bloguera cubana Yoani Sánchez, disfrazada con peluca, pudo pasar al interior del recinto donde un panel planteaba el tema Internet y Cultura, y criticó fuertemente el calificativo de cyberchancleteo [Hernández] y las restricciones que se imponen en la isla a un auténtico debate”
Que se sepa, ninguno de los ilustres conferencistas alzó su voz para protestar contra semejante atropello foral al diálogo civilizado, la transparencia, la concordia social y el derecho a la palabra que tanto dicen defender. En cambio, como por azar concurrente, enseguida proliferaron en la blogósfera los usuales comentarios anónimos plagados de insinuaciones dolosas acerca de la “extraña” inmunidad de que supuestamente goza la corajuda chica titular de Generación Y.
El calificativo de “cyberchancleteo” –desplante solariego aplicado por el compañero Hernández a la blogósfera hostil, no desde luego a la apócrifa engendrada por iniciativa gubernamental--, así como la ausencia de cualquier referencia al, verbigracia, actual hostigamiento a domicilio por turbas de las Brigadas de Respuesta Rápida contra un grupo de once opositores pacíficos liderados por Martha Beatriz Roque Cabello y Vladimiro Roca Antúnez en el Nuevo Vedado, son sendas pruebas irrefutables de que, notoriamente a diferencia de Cubaencuentro, no clasifican ni siquiera como (para esos que andan regando por ahí que el Abicú la tiene cogida con los ex pupilos de Doña Annabelle) “conflictivos” en la jerga castrista.
Razones para la cautela no les faltan. Habida cuenta de que, volviendo al siniestro “Barbarroja”, a cargo de las nada tenebrosas operaciones de nuestra DSE en el área antes de su brusco paso al Plan Piyama u otras funciones jubilares, su truene fue la segunda consecuencia lógica del incipiente cambio de agujas de La Habana hacia el retorno a la política de Frente Amplio, léase conquista del poder por la vía legal al estilo soviético, en Sudamérica, que tan pingües frutos le viene rindiendo a partir del parto asistido (por control remoto desde el Punto Cero) del virreinato chavista en Caracas.
La extraña muerte accidental del personaje no estaba prevista en los planes de reorientación político-ideológica.
A mi juicio, tiene que ver con el contagio académico de aquel paradójico think tank integrado por librepensadores leales. Elemental: el compañero Piñeiro sabía demasiado y aspiraba a lucirse urbe y orbe dosificando sus vastos conocimientos de primera mano sobre tropelías y estropicios confidenciales del castrismo en el Nuevo Continente.
O sea, que en su ocio forzoso cometió el error fatal de sucumbir a la tentación de cosechar laureles intelectuales recordando el pasado ya fuere ante micrófono abierto o en blanco y negro.
Con toda probabilidad se lo advirtieron a tiempo desde la cima del Olimpo, donde Zeus y Saturno (Fidel y Raúl) apreciaban sus valiosos servicios a la causa. Pero, infatuado por el hábito de ejercer un poder de vida o muerte detentado a título vicario, se creyó lo bastante intocable como para hacer caso omiso de las todopoderosas voces de alerta.
Así las cosas, se interpuso el trágico desenlace automovilístico en el camino de las veleidades jubilares de aquel dead ex V.I.P. walking, que sin embargo recelaba tanto de los riesgos del timón que de sólito prefería fiarse del chofer. Tal vez, por alguna razón desconocida, ya no tuviese ese servicio a su disposición.
Sea como fuere, en su tristemente célebre caso ha de reconocérseles a los presuntos instigadores la dificultad para urdir una coartada alternativa no letal capaz de disuadir a ese prominente jenízaro petulante y testarudo con la chaveta extraviada.
De ser ciertas las conjeturas al respecto, como otros genios del mal del patio propio antes y después, Barbarroja habría muerto en su ley. Razón de peso para que sus menos poderosos y beligerantes sucesores sobre, bajo y alrededor del ancho paraguas protector de la sesuda revista Temas, se anden con pies de plomo.
Si bien, en tratándose de catedráticos e intelectuales, por lo común gente poco amiga del peligro por vocación gremial, el consejo está de más. Huelga la aclaración...
posted by PPAC @ 11/05/2009 09:27:00 a. m.
2 comments
2 Comments:
Hola, Pedro Pablo. Abajo te paso unas glosas, divididas en dos partes para poder insertarlas, sobre el post para meter la cuchareta en esa candente polémica.
Saludos,
El Abicú
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Hay una estrecha relación entre el texto de Pedro Alfonso y el de Alberto Pérez. A saber, la revista Temas, sucesora del disuelto Centro de Estudios de América, CEA, anexo al Comité Central del Partido Comunista de Cuba, y la sutil escolástica retroprogre de que está haciendo gala, es el correlato idóneo en clave académica de una nueva diplomacia cultural del régimen ajustada a los dogmas de la Entente Cordiale entre la Casa Blanca, el progrerío occidental y el despelote subcontinental bolivariano al conjuro de la petrochequera del manirroto Gorila Rojo.
Finalidad consciente o inconsciente en la Isla y la Diáspora leal u obsecuente: legitimar la represión interna y el continuismo raulista a la sombra benigna de Barack Hussein y su mayoría demócrata en el Congreso; de la Moncloa y el PSOE; de la OEA, la Unión Europea (pese al repeluco contra el favoritismo de Zapatero-Moratinos), la ONU y el Vaticano; de Cubaencuentro, El Nuevo Herald y la virulenta fronda (guara en el argot criollo) pro-, filo y criptocastrista en Miami (con la archiobamita Fundación Nacional Cubano Americana a la cabeza); del Cuba Study Group de Carlos Saladrigas y las universidades de la Florida y Harvard entre otras. E incluso, de un tiempo a esta parte, de Amnistía Internacional y otras oenegés cada vez más equidistantes.
La disolución de la ya obsoleta CEA en el 96 por ucase fulminante de Raúl Castro marcó el límite exacto de longitud de cuerda académica que el Palacio de la Revolución está dispuesto a conceder en los tiempos que corren.
Nada nuevo bajo el sol castrista. Pruebas al canto. El dato que mejor refleja el actual reciclaje de aquel tanque de pensamiento cautivo –especializado, según mi colega Pedro Pablo Arencibia, en “estudios socioeconómicos que servían como evaluación de inteligencia a los planes subversivos del castrismo en la región”: alrededor de Temas se arremolinan no pocos sesudos de la extinta CEA, entre ellos el propio director Rafael Hernández y exiliados notables como Rafael Rojas y Arnoldo Dila… (A buen seguro, la lista es mucho más larga pero dejo aquí la pesquisa al lector curioso.)
Todo lo cual corrobora la suspicacia abicueril de que, ya sea por convicción o complicidad, al adscribirse a los postulados de la disidencia leal, dichos escolastas del progreso hacia atrás no han sentido la necesidad de renunciar a su antigua obediencia culterana al amparo del difunto comandante Manuel Piñeiro, alias “Barbarroja”, jefe del Departamento América del Comité Central.
Añádase al anfractuoso cuadro el detalle de que, como revela el fehaciente videoclip de arriba y consigna hoy el periodista Pablo Alfonso en Baracutey Cubano, “el pasado jueves a un grupo de blogueros cubanos se les prohibió entrar a un evento organizado por Temas en La Habana, donde supuestamente la entrada era libre para todos… La reconocida bloguera cubana Yoani Sánchez, disfrazada con peluca, pudo pasar al interior del recinto donde un panel planteaba el tema Internet y Cultura, y criticó fuertemente el calificativo de cyberchancleteo [Hernández] y las restricciones que se imponen en la isla a un auténtico debate” [cont.]
Que se sepa, ninguno de los ilustres conferencistas alzó su voz para protestar contra semejante atropello foral al diálogo civilizado, la transparencia, la concordia social y el derecho a la palabra que tanto dicen defender. En cambio, como por azar concurrente, enseguida proliferaron en la blogósfera los usuales comentarios anónimos plagados de insinuaciones dolosas acerca de la “extraña” inmunidad de que supuestamente goza la corajuda chica titular de Generación Y.
El calificativo de “cyberchancleteo” –desplante solariego aplicado por el compañero Hernández a la blogósfera hostil, no desde luego a la apócrifa engendrada por iniciativa gubernamental--, así como la ausencia de cualquier referencia al, verbigracia, actual hostigamiento a domicilio por turbas de las Brigadas de Respuesta Rápida contra un grupo de once opositores pacíficos liderados por Martha Beatriz Roque Cabello y Vladimiro Roca Antúnez en el Nuevo Vedado, son sendas pruebas irrefutables de que, notoriamente a diferencia de Cubaencuentro, no clasifican ni siquiera como (para esos que andan regando por ahí que el Abicú la tiene cogida con los ex pupilos de Doña Annabelle) “conflictivos” en la jerga castrista.
Razones para la cautela no les faltan. Habida cuenta de que, volviendo al siniestro “Barbarroja”, a cargo de las nada tenebrosas operaciones de nuestra DSE en el área antes de su brusco paso al Plan Piyama u otras funciones jubilares, su truene fue la segunda consecuencia lógica del incipiente cambio de agujas de La Habana hacia el retorno a la política de Frente Amplio, léase conquista del poder por la vía legal al estilo soviético, en Sudamérica, que tan pingües frutos le viene rindiendo a partir del parto asistido (por control remoto desde el Punto Cero) del virreinato chavista en Caracas.
La extraña muerte accidental del personaje no estaba prevista en los planes de reorientación político-ideológica.
A mi juicio, tiene que ver con el contagio académico de aquel paradójico think tank integrado por librepensadores leales. Elemental: el compañero Piñeiro sabía demasiado y aspiraba a lucirse urbe y orbe dosificando sus vastos conocimientos de primera mano sobre tropelías y estropicios confidenciales del castrismo en el Nuevo Continente.
O sea, que en su ocio forzoso cometió el error fatal de sucumbir a la tentación de cosechar laureles intelectuales recordando el pasado ya fuere ante micrófono abierto o en blanco y negro.
Con toda probabilidad se lo advirtieron a tiempo desde la cima del Olimpo, donde Zeus y Saturno (Fidel y Raúl) apreciaban sus valiosos servicios a la causa. Pero, infatuado por el hábito de ejercer un poder de vida o muerte detentado a título vicario, se creyó lo bastante intocable como para hacer caso omiso de las todopoderosas voces de alerta.
Así las cosas, se interpuso el trágico desenlace automovilístico en el camino de las veleidades jubilares de aquel dead ex V.I.P. walking, que sin embargo recelaba tanto de los riesgos del timón que de sólito prefería fiarse del chofer. Tal vez, por alguna razón desconocida, ya no tuviese ese servicio a su disposición.
Sea como fuere, en su tristemente célebre caso ha de reconocérseles a los presuntos instigadores la dificultad para urdir una coartada alternativa no letal capaz de disuadir a ese prominente jenízaro petulante y testarudo con la chaveta extraviada.
De ser ciertas las conjeturas al respecto, como otros genios del mal del patio propio antes y después, Barbarroja habría muerto en su ley. Razón de peso para que sus menos poderosos y beligerantes sucesores sobre, bajo y alrededor del ancho paraguas protector de la sesuda revista Temas, se anden con pies de plomo.
Si bien, en tratándose de catedráticos e intelectuales, por lo común gente poco amiga del peligro por vocación gremial, el consejo está de más. Huelga la aclaración...
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