viernes, diciembre 18, 2009

POLIFÓNIA DE LA DEMOCRACIA y LA LIBERTAD, CUBAENCUENTRO Y DIARIO DE CUBA

Tomado de http://www.cubaencuentro.com

Polifonía


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La libertad nos muestra un mundo donde la palabra es cada vez más equitativa: diarios de todas las tendencias, blogs, redes sociales.
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Por Luis Manuel García Méndez
Madrid | 18/12/2009
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En Sierra Mágina, cuando se producía un nacimiento, los padres enviaban a una "recadera" que comunicaba la buena nueva a vecinos y familiares. Los enterados acudían a dar la enhorabuena y se les convidaba a un anís o un brandy, acompañados de borrachuelos o pestiños. Los celtas presentaban el bebé a los dioses para solicitar su protección, y tanto en México como en Europa central se cerraba a cal y canto el sitio del parto para que en ese delicado instante no se infiltraran los malos espíritus. Entre los cubanos, por el contrario, se ventilaba la habitación para que corriera la brisa.

Lo anterior viene a propósito de un nacimiento. Ha aparecido en la red un nuevo medio digital, Diario de Cuba, aún en construcción. Tras ese proyecto hay un grupo de profesionales competentes que durante años se encargó de convertir Encuentro en la Red, más tarde Cubaencuentro, en el diario de referencia de los asuntos cubanos, y Antonio José Ponte, escritor de primera línea, codirector durante varios años de la revista Encuentro de la Cultura Cubana y, sobre todo, amigo. Cada nacimiento dispone de un futuro abierto a todas las posibilidades, es un espacio de esperanza, un acontecimiento promisorio. Pero en este caso no es mera confianza en el porvenir; son muchas las razones que permiten augurar a Diario de Cuba un espacio privilegiado entre los lectores.

El exilio tiene, entre sus múltiples tragedias cotidianas, una virtud: es un banco de prueba de la libertad. Y la libertad es un largo aprendizaje. Si algo contribuiría a prefigurar el futuro que deseamos para nuestro país, sería que aprobáramos con buena nota esa asignatura. A 38 años de su independencia, los cubanos de todas las tendencias e ideologías supieron encontrar un espacio de diálogo, conciliar sus diferencias y gestar en 1940 una de las constituciones más avanzadas de su tiempo. Aunque lastrados por medio siglo de totalitarismo, no creo que seamos hoy menos capaces de encontrarnos en la diferencia (o en la coincidencia) que aquellos compatriotas de hace setenta años.

Pierre Clastres nos dice que "el hombre de poder, sea príncipe, déspota o jefe de Estado, es no solamente aquel que habla, sino la única fuente de la palabra legítima", y Blanchot enunciaba que todo régimen social "desarrolla sus propias técnicas para administrar la palabra, imponer el silencio y regular las relaciones entre significantes y significados", algo que comprendió precozmente la dictadura cubana al monopolizar toda palabra, erigirse en la única fuente de legitimidad e imponer un silencio que tiene aún como su primera premisa de gobernabilidad.

La libertad, en cambio, nos muestra un mundo donde la palabra es cada vez más equitativa: diarios de todas las tendencias, blogs, redes sociales.

Un tratado anónimo del siglo X, Música Enchiriadis, fue el primero en hablar de la polifonía, del griego polyphonia, "muchas voces". "Un conjunto de sonidos simultáneos, en que cada uno expresa su idea musical, conservando su independencia, y formando así con los demás un todo armónico". En una obra polifónica cada uno podrá escuchar y discriminar con mayor o menor claridad las melodías independientes, pero lo que redondea la percepción es el conjunto. La polifonía imprescindible para comprender y comprendernos.

Aunque me van a perdonar el anís y el brandy, los borrachuelos y los pestiños, quisiera que estas líneas actuaran como "recadera" de la buena nueva, solicitud de protección a los dioses celtas, y, si fuera posible, ventilar con mis palabras el salón virtual de parto.

Una hermosa costumbre recomienda colocar en un vaso de agua un capullo de rosa en la habitación de la parturienta. Cuando el capullo comience a abrirse, empezarán a abrirse con idéntica facilidad los caminos del nacimiento. No les faltarán a los colegas de Diario de Cuba muchas flores (en sus vasos de agua, que también tienen su función propiciatoria) de los cubanos que les deseamos un parto fácil y una vida larga y provechosa, en nombre de la polifonía, el único antídoto contra el silencio.

© cubaencuentro.com


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LA HORA DE LA UNANIMIDAD*

Por Luis Aguilar León
( publicado en Cuba el 13 de mayo de 1960)

La libertad de expresión, si quiere ser verdadera, tiene que desplegarse sobre todos y no ser prerrogativa ni dádiva de nadie. Tal es el caso. No se trata de defender las ideas del Diario de la Marina; se trata de defender el derecho del Diario de la Marina a expresar sus ideas. Y el derecho de miles de cubanos a leer lo que consideren digno de ser leído. Por esa plena libertad de expresión y de opción se luchó tenazmente en Cuba. Y se dijo que si se comenzaba por perseguir a un periódico por mantener una idea, se terminaría persiguiendo todas las ideas. Y se dijo que se anhelaba un régimen donde tuvieran cabida el periódico Hoy, de los comunistas, y el Diario de la Marina, de matiz conservador. A pesar de ello, el Diario de la Marina ha desaparecido como expresión de un pensamiento. Y el periódico Hoy queda más libre y más firme que nunca.

Evidentemente el régimen ha perdido su voluntad de equilibrio.

Para los que anhelamos que cristalice en Cuba, de una vez por todas, la libertad de expresión. Para los que estamos convencidos de que en esta patria nuestra la unión y la tolerancia son esenciales para llevar adelante los más limpios y fecundos ideales, la desaparición ideológica de otro periódico tiene una triste y sombría resonancia. Porque, preséntesele como se le presente, el silenciamiento de un órgano de expresión pública, o su incondicional abanderamiento en la línea del gobierno, no implica otra cosa que el sojuzgamiento de una tenaz postura crítica. Allí estaba la voz y allí estaba el argumento. Y como no se quiere, o no se puede, discutir el argumento, se hizo imprescindible ahogar la voz. Viejo es el método, bien conocido son sus resultados.

He aquí que va llegando a Cuba la hora de la unanimidad: la sólida e impenetrable unanimidad totalitaria. La misma consigna será repetida por todos los órganos publicitarios. No habrá voces discrepantes, ni posibilidad de crítica, ni refutaciones públicas. El control de todos los medios de expresión facilitará la labor persuasiva: el miedo se encargará del resto. Y, bajo la vociferante propaganda, quedará el silencio. El silencio de los que no pueden hablar. El silencio cómplice de los que, pudiendo, no se atrevieron a hablar.

Pero, se vocifera siempre, la patria está en peligro. Pues si lo está, vamos a defenderla haciéndola inatacable en la teoría y en la práctica. Vamos a esgrimir las armas, pero también los derechos. Vamos a comenzar por demostrarle al mundo que aquí hay un pueblo libre, libre de verdad, donde pueden convivir todas las ideas y todas las posturas. ¿O es que para defender la justicia de nuestra causa hay que hacer causa común con la injusticia de los métodos totalitarios? ¿No sería mucho más hermoso y más digno ofrecer a toda la América el ejemplo de un pueblo que se apresta a defender su libertad sin menoscabar la libertad de nadie, sin ofrecer ni la sombra de un pretexto a los que aducen que aquí estamos cayendo en un gobierno de fuerza?

Lamentablemente, tal no parece ser el camino escogido. Frente a la sana multiplicidad de opiniones se prefiere la fórmula de un solo guía y una sola consigna, y una total obediencia. Así se llega a la unanimidad totalitaria. Y entonces ni los que han callado hallarán cobijo en su silencio. Porque la unanimidad totalitaria es peor que la censura. La censura nos obliga a callar nuestra verdad; la unanimidad nos fuerza a repetir la mentira de otros. Así se nos disuelve la personalidad en un coro colectivo y monótono.

Y nada hay peor que eso para quienes no tienen vocación de obedientes rebaños.

* Fue el último artículo publicado en Cuba de Luis Aguilar León; tuvo que salir al Exilio.
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COMENTARIOS DEJADOS

Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "POLIFÓNIA DE LA DEMOCRACIA y LA LIBERTAD, CUBAENC...":

Los 'venturosos vasos de agua' de Luis Manuel García me saben bastante cursis. El cubano de la calle, usando una imagen mucho más feliz, simplemente los llama 'asistencias'. Yo me quedo con la sabiduría poética del pueblo antes que con la cursilada de un intelectual que no por mucho madrugar habanece más temprano.

Por asociación de ideas, o eso que llaman sinapsis, García me ha recordado a aquel comunicador radial de la Cuba de los 50, más manipulador que espiritista, pero no menos cursi. El personaje se hacía llamar Clavelito y no estaba exento de eso que hoy llamarían carisma. Mandaba a las amas de casa a poner un vaso de agua al lado del radio mientras él cantaba, ay, estos memorables versos que se pasan de picuitos: "Pon tu pensamiento en mi / verás que en este momento / mi fuerza de pensamiento / ejerce el bien sobre ti." Ridículo, es verdad, pero no tanto --ni tan enajenante-- como los teques y mesas redondas que vinieron después.

Los 'venturosos vasos de agua' de García no pasan de ser desventurados vasos comunicantes que conectan directo con el sistema poético metacursilón de Rodríguez Zapatero. ¿No habrá sido Luisma el speech writer de ZP para su discurso en la Cumbre de Copenhague? Allí el 'estadista' de las 'ansias infinitas de paz' soltó la cursilada del año, quizás la del milenio, citando (sin citar y dando por propia) una supuesta frase de una supuesta carta, tan pintoresca como apócrifa, del cacique Seattle, el Gran Jefe Indio que ha servido de guía e inspiración al ecologismo más militante, el de la Pachamama de Evo Morales. La frase es de antología, porque pone a contrapuntear la ridiculez sin fronteras con la tontería a tope, quedando tablas. No se la pierdan: "La tierra no pertenece a nadie, salvo al viento".

Sólo le faltó un vaso de agua venturoso en plan García-Clavelito para completar el menú del perfecto cursi.
Saludos, NIC
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Jorge A. Pomar ha dejado un nuevo comentario en su entrada "POLIFÓNIA DE LA DEMOCRACIA y LA LIBERTAD, CUBAENC...":

Genial, Nic, genial y directo al corazón. Las argucias de los defensores de la pureza lustral de Cubanencuentro ya va rayando en el espiritismo bufo de Clavelito. Supercherías. Acabo de insertar tu sarcástica nota entre los comentarios al último post de El Abicú Liberal...

Saludos,

El Abicú

2 Comments:

At 9:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

Los 'venturosos vasos de agua' de Luis Manuel García me saben bastante cursis. El cubano de la calle, usando una imagen mucho más feliz, simplemente los llama 'asistencias'. Yo me quedo con la sabiduría poética del pueblo antes que con la cursilada de un intelectual que no por mucho madrugar habanece más temprano.

Por asociación de ideas, o eso que llaman sinapsis, García me ha recordado a aquel comunicador radial de la Cuba de los 50, más manipulador que espiritista, pero no menos cursi. El personaje se hacía llamar Clavelito y no estaba exento de eso que hoy llamarían carisma. Mandaba a las amas de casa a poner un vaso de agua al lado del radio mientras él cantaba, ay, estos memorables versos que se pasan de picuitos: "Pon tu pensamiento en mi / verás que en este momento / mi fuerza de pensamiento / ejerce el bien sobre ti." Ridículo, es verdad, pero no tanto --ni tan enajenante-- como los teques y mesas redondas que vinieron después.

Los 'venturosos vasos de agua' de García no pasan de ser desventurados vasos comunicantes que conectan directo con el sistema poético metacursilón de Rodríguez Zapatero. ¿No habrá sido Luisma el speech writer de ZP para su discurso en la Cumbre de Copenhague? Allí el 'estadista' de las 'ansias infinitas de paz' soltó la cursilada del año, quizás la del milenio, citando (sin citar y dando por propia) una supuesta frase de una supuesta carta, tan pintoresca como apócrifa, del cacique Seattle, el Gran Jefe Indio que ha servido de guía e inspiración al ecologismo más militante, el de la Pachamama de Evo Morales. La frase es de antología, porque pone a contrapuntear la ridiculez sin fronteras con la tontería a tope, quedando tablas. No se la pierdan: "La tierra no pertenece a nadie, salvo al viento".

Sólo le faltó un vaso de agua venturoso en plan García-Clavelito para completar el menú del perfecto cursi.
Saludos, NIC

 
At 4:55 p. m., Blogger Jorge A. Pomar said...

Genial, Nic, genial y directo al corazón. Las argucias de los defensores de la pureza lustral de Cubanencuentro ya va rayando en el espiritismo bufo de Clavelito. Supercherías. Acabo de insertar tu sarcástica nota entre los comentarios al último post de El Abicú Liberal...

Saludos,

El Abicú

 

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