DESDE CUBA: LAS DAMAS DE BLANCO NO ESTÁN SOLAS
Por Amarilis C Rey
Periodista independiente.
amarilisrey@yahoo.com
Managua, La Habana, marzo 25 de 2010 (PD) Una de las estrategias que tiene el gobierno que en Cuba lleva 51 años en el poder, es tratar de convertir en lo peor de la especie humana a cualquier persona que se le oponga.
Por estos días, cuando muchos cubanos recuerdan la ola de arrestos y encarcelamientos del 2003, conocida como la Primavera Negra, todo el odio del sistema que preside ahora Raúl Castro se vuelca tras las Damas de Blanco, un movimiento de mujeres que nació del dolor de sus familiares presos.
La pequeña pantalla, ha mostrado las imágenes más benignas de la protesta cívica de las Damas de Blanco y lo que ellos han llamado “un pueblo indignado” que les grita insultos. Ha omitido las partes en que las mujeres fueron maltratadas, arrastradas y golpeadas por uniformados.
Producto de esa violencia, algunas de ellas continúan sus marchas con brazos enyesados y con marcas de golpes en sus cuerpos. Las imágenes puestas en noticieros para denigrarlas, han surtido generalmente el efecto contrario. Espontáneamente muchos se interesan en saber realmente quiénes son y se acercan a personas que estiman puedan darles una información al respecto.
“Ante ellas hay que quitarse el sombrero, tienen más valor que muchos hombres”, dijo Manuel de 70 años, residente de Ciudad Habana.
“Pero cómo no las vamos a entender, qué mujer cubana no ha tenido un familiar preso, si aquí todo es delito. Lo que pasa es que ellas tienen tremendo coraje, lo que nos falta a muchas,” expresó Catalina, de 50 años, residente en Ciudad de la Habana, quien tiene un hijo preso por una causa común.
Algunas personas que presenciaron la marcha de las Damas de Blanco del viernes por Centro Habana calificaron de burdas las manifestaciones de quienes allí decían representar al pueblo: “Aquello parecía una comparsa de gente muy marginal, les gritaban muchas cosas, sobre todo a las Damas de la raza negra y todas denigrantes. También se escuchaban voces de personas que desde las casas esgrimían expresiones contra el gobierno. Como la de una joven que preguntaba a viva voz: ¿Porque les gritan? No es mentira que aquí necesitamos un cambio”.
Las Damas de Blanco no están solas, detrás de los cordones de la policía política que aparentan protegerlas de personas que manda a indignarse, está la otra parte de un pueblo que observa. Y cansado de privaciones, necesita que con urgencia se reconozcan sus derechos y vivir en libertad.
amarilisrey@yahoo.com
Foto: Marcelo López
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