BARACUTEY CUBANO

Por Julio Antonio Aleaga Pesant
Periodista independiente.
aleagapesant@yahoo.es



El Vedado, La Habana, 27 de mayo de 2010, (PD) Felipe Pérez hizo la cola del cine con su mujer y uno de sus hijos. El antiguo poderoso secretario personal de Fidel Castro Ruz y canciller de la monarquía, ahora con mucha humildad, se sentó en una vulgar silla de la platea. Lejos estaban los tiempos en que estrechaba la mano del canciller español y expresaba que en Cuba no había presos políticos.

Bruno Rodríguez, se fue a Madrid el 17 de Mayo a participar en la VI Cumbre Unión Europea- América Latina y el Caribe (ALyC), con la misma arrogancia que en los últimos veinte años Felipe Pérez y Roberto Robaina, desafiaron a la comunidad internacional. Ahora Bruno lo hace igualmente. Diferente perro con el mismo collar.

Las cumbres regionales, como la recién concluida en Madrid, son proyectos de aproximación y consenso verificables solo a largo plazo. Se estrechan políticas sociales, se vinculan asociaciones económicas y se crean áreas de libre comercio. España, la organizadora de la cita, esperaba su gran momento de la presidencia semestral que ejerce en la UE, luego que la cumbre prevista con los Estados Unidos se suspendiera por la ausencia del Presidente Barack Obama.

América Latina, no se presentó unida a ese encuentro. Confirmar la asistencia de los líderes latinoamericanos resultó difícil. Se ausentó el núcleo duro de la izquierda antidemocrática, que además convenció a sus socios regionales y amenazaron con boicotear el encuentro si participaba el presidente constitucional de Honduras, Porfirio Lobo. Esto sugiere la falta de interés de algunos presidentes latinoamericanos por la reunión y mostró las fisuras políticas de la región.

( Bruno Rodríguez )

Los países de la UE, por su parte, mostraban discrepancias sobre la conveniencia de reanudar las negociaciones comerciales con el Mercosur, uno de los pilares de la reunión. Objetivo alcanzado por Colombia y Perú, que firmaron acuerdos comerciales y América Central que alcanzó un acuerdo de asociación con el bloque europeo.

Para especialistas en la isla, ni América Latina ni la Unión Europea tienen claro respectivamente lo que esperan de la otra parte y esto hace que el rumbo a veces sea cuestionado. Lo ven en el rechazo manifestado por Francia y otros nueve países europeos de reanudar las negociaciones comerciales con el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) estancadas desde 2004, por el temor de que el acuerdo agrave la crisis económica y social del continente.

Sin embargo, el gran protagonista de la VI Reunión América Latina–Unión Europea fue Cuba, para bien y para mal de la monarquía Castro Ruz.

En posición común con el presidente venezolano Hugo Chávez, Raúl Castro Ruz, decidió no ir a la cita y envió al canciller, Bruno Rodríguez. Los motivos eran claros. El inmenso sistema de solidaridad con los demócratas en la isla desplegó sus alas y puso al régimen en su justo lugar.

El seminario “La importancia de la Posición Común de la UE hacia Cuba” se celebró en la Cámara Baja del parlamento español y allí acudieron representantes de los demócratas cubanos, como integrantes de las “Damas de Blanco” y partidos políticos cubanos en el exilio, como la Unión Liberal Cubana o el Partido Demócrata Cristiano de Cuba. En el acto se expresó que la acción suponía una muestra de apoyo y solidaridad hacia un régimen de “completas y absolutas” libertades en la isla, porque cualquier apoyo que se dé a la libertad y a la búsqueda del máximo respeto a los derechos humanos y bienestar en Cuba es poco.

Mientras, en Paris, la Alcaldía autorizó que se levantaran dos estatuas vestidas de blanco en un gesto de apoyo a las Damas de Blanco y a los republicanos cubanos en general. Las estatuas, que simbolizaron el arte y la ciencia, estuvieron acompañadas de dos carteles que citaban la frase de José Martí: “Es la libertad la esencia de la vida”.

Pero el acto más importante fue sin lugar a dudas el organizado por la Fundación FAES, que dirige el ex presidente de gobierno español, José María Aznar. La reunión fue un gran espectáculo pro democracia en la isla. A él asistieron personalidades de la cultura, los grupos prodemocráticos cubanos y un grupo de ex presidentes latinoamericanos, que mostraron su apoyo a las fuerzas de la modernización en la isla.

Acorralado como el Coronel Tortoló en Granada, el canciller Bruno sacó la espada mediática en la cumbre y luego en su reunión con los escuálidos y denunció que “el multilateralismo es todavía ficticio y que hoy tenemos una gobernanza global dictatorial basada en la dominación, la hegemonía y el doble rasero.” Señaló que Europa no tiene autoridad moral para cuestionar la violación de los derechos humanos en la isla. Además apuntó como indígena resabioso que “América Latina y el Caribe ya no es el traspatio de EE.UU., ni somos antiguas colonias que requieren consejo”.

La cumbre UE-ALyC se clausuró el martes con la aprobación de un plan de acción para potenciar una asociación estratégica entre las regiones. El Presidente del gobierno español José Luis Rodríguez se sintió complacido con los resultados de la reunión. El convidado de piedra, Bruno Rodríguez, creo que no tanto.