domingo, septiembre 12, 2010

Juan Reinaldo Sánchez, exescolta de Fidel Castro: Entre los Castro no hay fisura

Tomado de http://eichikawa.com



Entre los Castro no hay fisura


Tte. Coronel Reynaldo Sánchez
septiembre 11, 2010

Fidel Castro, a pesar de sus lagunas mentales, no hace nada en vano, para él todo tiene un sentido, un fin, un objetivo y es que con esta actitud, digamos de aparente culpa, también está tratando de decir que si el modelo cubano no sirve para la Isla, mucho menos servirá para otros países especificamente para Venezuela, cosa en que estamos totalmente de acuerdo: no sirve ni para uno, ni para otro… ni para nadie. Lo que Castro está tratando de eliminar son las afirmaciones, probadas por demás, de que lo que hoy existe en la República Venezolana es una copia de lo que existió y existe en Cuba. Al negar la utilidad del sistema cubano está tratando de negar que especialistas cubanos estén llevando la podrida experiencia del país antillano a todas las esferas del gobierno bolivariano. Castro está tratando de negar que él es el “padre político” de Chavezy que cada vez que el presidente venezolano va a tomar una medida importante viaja a La Habana, aunque sea por unas horas, para consultarla con con su mentor.

Hay otra lectura muy interesante y de la cual algunos analistas vislumbran una separación, una división entre las cosas que pudiera hacer Raúl Castro y Fidel Castro.

Nada más alejado de la verdad, tengo la experiencia de que todo entre los Castros está perfectamente coordinado, nunca se crean la historia del policía bueno y el policía malo, desde siempre las cosas hechas por Raúl han sido aprobadas por su hermano Fidel, desde un simple cambio de uniforme en las Fuerzas Armadas hasta el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate, el encarcelamiento, el fusilamiento o la implementación de alguna que otra ley para garantizar la continuidad del socialismo ante el Proyecto Varela; ante cualquier acontecimiento importante, tanto nacional como internacional, Fidel y Raúl Castro asumen sus respectivos roles protagónicos, el primero como máximo dirigente y jefe y el otro como su eterno segundón, de manera que no podemos soñar ni por un minuto que ahora Fidel Castro con sus apariciones públicas le ha atado las manos a su hermano imposibilitándolo de realizar las espurias aperturas que quisiera, nada de eso, lo que se haga o no se haga en Cuba será de pleno conocimiento y responsabilidad de los dos Castro.

No obstante siempre debemos esperar de Fidel Castro alguna que otra carta debajo de la manga, alguna maquiavélica idea, pero irremediablemente y con el paso del tiempo se irán conociendo más intenciones de este cambio de actitud, de este cambio de lobo feróz a oveja pacífica.

El “arrepentimiento” de Castro en sus últimas entrevistas tiene varias lecturas. En primer lugar, su ardua tarea en la lucha por la conquista del Premio Nobel de la Paz, lo que se le ha convertido en una obsesión desmedida.

En segundo término Castro está tratando de limpiar la marchita y enlodada figura de su revolución en los últimos tiempos. A partir de las protestas de las Damas de Blanco y las huelgas de hambre de Zapata y Fariñas, la imagen idealizada que había del gobierno cubano poco a poco se fue durrumbando. Antiguos amigos del régimen, intelectuales y políticos criticaron la postura intransigente y brutal de las fuerzas represivas del gobierno. La última manifestación de represión divulgada ampliamente por Internet es una prueba de que los hermanos Castro están siempre de acuerdo y no me cabe la menor duda de que tanto Fidel como Raúl ordenaron tales despliegues antimotines para reprimir a los estuidiantes pakistaníes en la escuela de medicina en el Municipio de Jaguey Grande, en la Provincia de Matanzas.

Hace algún tiempo denunciamos que esos equipos antomitines estaban en Cuba y que fueron comprados en Méjico y Panamá por el entonces Departamente M.C. de la Inteligencia cubana y que fuerzas de la Brigada Especial de la Policia y del Ministerio del Interior están entrenadas para los fines de reprimir al pueblo en caso de una gran manifestación en contra del gobierno. Expresamos además la existencia en territorio cubano de los llamados carros sirenas, vehículos antidisturbios capaces de derribar a varios manifestantes con sus potentes chorros de agua y de lanzar varias granadas lacrimógenas. En realidad lo verdaderamente nuevo de esto es que por primera vez salieron en público estos medios, pero esta es una política represiva que ya se venía preparando desde los años 80 y que se fue perfeccionando mediante la compra de nuevo equipamiento en otros países.

1 Comments:

At 7:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

¿Ex-escolta? Yo creo que sigue siendo escolta, ya que no se ha quitado el grado militar, lo que pasa es que ahora lo cuida desde lejos.

Jacobo

 

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