martes, febrero 08, 2011

Ronald Reagan frente a Fidel Castro y las invasiones a Cuba que nunca existieron ni en el pensamiento del Presidente Reagan

Tomado de http://eichikawa.com


Reagan frente a Castro

febrero 6, 2011 – 7:10 am

Por Pedro Pablo Bilbao



A poco de asumir la presidencia, Ronald Reagan anotó (febrero 11, 1981) en su diario que informes de inteligencia señalaban a Castro muy preocupado con la nueva administración estadounidense. Reagan acotó que él también estaba preocupado por tener nada con que justificar las preocupaciones de Castro.

Las notas del diario de Reagan tienen la credibilidad de la íntima reflexión, que no se lucubra para publicarla. Por ningún lado aparece la amenaza de invasión que Castro esgrimió para acentuar su noción de guerra de todo el pueblo, formar las Milicias de Tropas Territoriales (MTT), diseñar zonas de defensa y montar los ejercicios estratégicos Bastión. Por el contrario, Reagan apunta (mayo 18, 1981) que su problema cardinal con Castro era qué hacer con los criminales y locos que había cargado de contrabando en la flotilla del éxodo por Mariel.

Ese legado de la administración Carter concita hasta reunión plenaria del gabinete (julio 7, 1981) y misión del general Vernon Walters (marzo 9, 1982) para discutir con Castro cómo repatriar a his jailbirds and maniacs. No en balde Reagan deja constancia, en vísperas de la salida al aire (mayo 20, 1985) de Radio Martí, que Castro reaccionó cancelado el acuerdo sobre retorno de criminales y locos, que fueron etiquetados como excluibles.

Al examinarse el alarde guerrero cubiche en situation room, Reagan apuntó (marzo 11, 1982) que Castro estaba obsesionado y «nosotros no tenemos ningún plan de invasión, pero vamos a dejarlo sudar». Reagan había esbozado en su diario (enero 15, 1982) un plan diametralmente opuesto a la invasión: apremiar a Castro & yes Castro (sic) para que Cuba volviera a la órbita de Occidente and send the Russians home. Tras informar el Consejo de Seguridad Nacional que Castro estaba muy nervioso, Reagan anotó: We´lltry to keep him taht way (febrero 11, 1982).

Castro se había ido con la misma «interpretación paranoica», como acuñó el embajador soviético en Washington, Anatoli Dobrynin, de la política de Reagan. La KGB buscaba ya por todo el mundo indicios de que la Casa Blanca preparaba un golpe nuclear contra la Unión Soviética. Para la DGI castrista, el corolario no podía ser otro que la invasión a Cuba. Luego de que Reagan anunciara la Iniciativa de Defensa Estratégica (marzo de 1983) e invadiera Granada (octubre de 1983), Andropov y Castro cayeron aún más en trance.

Sin embargo, Reagan estaba enfocado en llevar al Kremlin a la bancarrota e impedir, como dejó anotado (febrero 17, 1983), que la burocracia reinante en su Departamento de Estado, who made Castro possible (sic), tornara insostenible la situación en El Salvador y el resto de Centroamérica. Incluso apuntó (junio 16, 1984) que a cambio de la salida al aire de Radio Martí ofrecía a Castro un canal para que trasmitiera lo que le diera la gana a los EE. UU.

-Foto: Reagan en Miami (mayo 20, 1983) © Bettmann/CORBIS. Su entrada de ese día en el diario reza: flew to Miami to address Cuban American group.

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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS

Estimado PPA, puesto que Baracutey Cubano reprodujo el "artículo" de Frank de Varona sobre lo bueno que fue Reagan, en aras de la democracia y de la libertad de expresión debías publicar este otro que salió también en Ichikawa, "Reagan el embustero" de Luis T. Panero que si está bien fundamentado.
Además, Ichikawa lo pasó por el frente estelar del blog a velocidad supersónica (diez veces menos tiempo que el artículo de Varona)para sumergirlo en el montón de otros comentarios.

P.D. Yo se que la libertad de expresión y la democracia no tiene que ver con esto. El blog es tuyo y publicas lo que te de la gana, pero sería bueno que lo hicieras.

Gracias, Jacobo

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Blogger PPAC said...

Saludos Jacobo

No recuerdo haber publicado un artículo de Frank de Varona sobre Reagan; sería bueno que dejaras tu comentario en ese post reproducido por Baracutey Cubano, salvo que sea uno que dice que Reagan en su diario escribió que Fidel Castro estabapreocupado y que él, Reagan estaba preocupado porque no veía razones por la que Castro tenía que preocuparse; realmente eso fue lo único que encontré interesante en ese artículo para la causa cubana, que son los que me interesa. No he publicado muchos artículos en contra de la gestión de Obama porque no abordan el asunto cubano.

Leeré el de Panero más tarde, pues desde hace 2 Ó 3 apenas he colgado posts en Baracutey Cubano.

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Anonymous Anónimo said...

Quiero aclarar que la democracia no consiste en que un mismo órgano --desde un blog hasta el NYT-- publique un artículo y su contrario como si padeciera de trastorno bipolar.

La democracia es, en todo caso, que yo pueda decir esto en mi blog y usted lo otro en el suyo, sin que pase nada, tengan enfoques divergentes o contrarios.

Yo soy admirador de Ronald Reagan porque sin duda fue el hombre clave en la caída del bloque soviético. Por tanto, no hallo por qué tenga que hablar mal de quien me parece el mejor presidente americano del siglo XX. Esa es mi opinión; ahora bien, acepto que Jacobo tenga otra percepción de Reagan y que Panero tenga el derecho de considerarlo un 'embustero'. Si Ichikawa juega a las dos bandas, eso es asunto de él, y nadie le puede quitar su derecho. Yo no considero que eso sea balance periodístico, sino un ejercicio fútil de equilibrismo.

Los únicos dos presidentes que han mentido bajo juramente son Nixon y Clinton. Y eso es perjurio, un delito federal grave en Estados Unidos. Cuando se pone la mano sobre la biblia hay que decir la verdad. O saber mentir, pero con mucho cuidado, porque la mentira tiene poco recorrido y puede salir mal. A un ciudadano por naturalización, p. ej., el perjurio le puede costar la pérdida de ciudadanía, además de la deportación o cárcel.
Infeliz de mí, se me olvidaba decir que la mentira es un pecado. El 8º mandamiento ordena no mentir.

La bendición, Fray Franelo
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Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "La vida irreal: tribulaciones de Barnet en la Gran...":

Si, es cierto, tienes razón. Los primeros ataques del general Al Zheimer nublan mi mente. El artículo de Varona que publicaste fue el del concierto del pianista chino en la Casa Blanca. Fue Ichikawa quién publicó las apologías a Reagan.
Pero no obstante, puedes leer el artículo de Luis T Panero que te menciono, que está interesante y desenmascara muchas supuestas verdades sobre Reagan y los Castro.

Saludos, Jacobo