Eugenio Rolando Martínez ¨Musculito¨. El "hombre de Watergate", un guerrero en paz
Según Iliana de la Guardia, si mal no recuerdo en entrevista a un diario de Nicaragua que ha sido publicada en este blog, Rolando Martínez ¨Musculito¨ fue llevado por el hoy fusilado oficial de Tropas Especiales Antonio ¨Tony¨de la Guardia, vía las Islas Caimán, a Cuba a entrevistarse con el propio Fidel Castro, el cual estaba interesado en conversar con él sobre determinados temas.
La importancia de la misión que le valió a Rolando Martínez el perdón presidencial y el verdadero papel desempeñado por él durante todos estos años algún día se sabrá en detalles. Lo que sí ahora le puedo a decir a ¨Musculito¨ sobre la base de lo conocido hasta ahora sobre su persona, es que no se convierta en un agente de opinión de los Castro, que no manche lo bueno que haya hecho en contra de esa dictadura totalitaria, que los Castro sí han sido vencidos en muchas ocasiones pese a que el Exilio y opositores en Cuba han cometido muchos errores y pese a que los Castro y cómplices no han perdido el poder y que, finalmente, tomado estas palabras de Dagoberto Valdés escritas recientemente por la represión contra el pintor Pedro Pablo Oliva y el bloguero Henry Constantín: Que a estas alturas no naufrague en la desesperanza.
El "hombre de Watergate", un guerrero en paz
Adriana Collado
El Sentinel
Como muchos cubanos, Rolando Martínez, a quien muchos conocen como "el hombre de Watergate", sueña con volver a Cuba. No porque no lo haya hecho en 50 años, en los que se especializó en entrar y salir de la isla en secreto y por debajo de sus aguas, sino porque entrar sin restricciones como un ciudadano común es el sueño que impulsó todas sus acciones. "Yo vine a tumbar a Castro a este país y terminé ayudando a tumbar al presidente Nixon, que nos había ayudado", dice Rolando Eugenio Martínez, de 89 años.
Martínez, alias "Musculito", es uno de los protagonistas del caso Watergate, uno de los acontecimientos políticos más importantes de la historia de Estados Unidos.
Martínez fue uno de los cuatro cubanos que entraron ilegalmente a los cuarteles generales del Partido Demócrata en Washington, para colocar escuchas telefónicas en junio de 1972. Su captura, junto a otros cuatro individuos desencadenó el caso que provocó la renuncia de Richard Nixon a la presidencia de EEUU en 1974.
(Eugenio Rolando Martínez mostrando el perdón Presidencial )
El agente Martínez no sabía la verdadera naturaleza de su misión. Según su propio recuento de los hechos, escrito por él y publicado en un documento bajo el título de "Mission Impossible", se le informó que el Partido Demócrata estaba recibiendo en su cuartel general dinero de Fidel Castro y su misión sería encontrar las pruebas.
"Yo creía que iba a ser relevante, que iba a ser una promoción, que iba a trabajar para el presidente, entonces era una cosa de National Security porque Nixon estaba preparando su viaje a China y al mismo tiempo estaba discutiendo con los vietnamitas cómo sacar las tropas de Vietnam", recuerda Martínez.
"Yo nunca pensé que trabajar para el presidente de esta nación o llevar a cabo órdenes que emanaban directamente de la presidencia podían convertirme a mí en un criminal. Mi posición siempre fue: bueno, por lo menos algo bueno sale de esta tormenta en que yo estoy metido, [el caso Watergate] probó que las instituciones están por encima del poder".
"El staff de Nixon era muy pobre, era muy desconfiado y escogió gente que él pudiera dominar", agrega.
Al salir de la cárcel después de 15 meses (había sido condenado a 40 años), el servicio de inteligencia del gobierno cubano lo contactó para pedirle su colaboración. Por esa operación, de la que prefiere no abundar en detalles, le fue otorgado el perdón presidencial en 1979.
"Me otorgaron el perdón presidencial por esa operación que hice a Cuba, adonde fui por invitación del gobierno cubano. Pensaron que estaba disgustado por los 40 años que me habían echado y me pidieron que los ayudara y me preguntaron sobre el gobierno americano, lo que estaba haciendo, sabían que yo tenía contactos con el CIA".
Una trayectoria como agente de la CIA
No era la primera vez que entraba en Cuba con una misión secreta. Mucho antes de que la CIA lo reclutara en 1969 en EEUU, ya estaba familiarizado con las armas, que había aprendido a usar en la lucha urbana contra varios gobiernos de Cuba, la misma lucha a la que se incorporó Fidel Castro hasta tomar el poder en 1959.
Nacido en el pueblo de Artemisa, cerca de La Habana, era hijo de un lector de tabaquerías, que fue progresando con un negocio de abarrotes hasta poder enviar a su hijo a la universidad, adonde se matriculó en la carrera de Medicina.
( Eugenio Rolando Martínez cuando fue detenido por lo acontecido en Watergate)
"Yo veía las injusticias, los hombres venían a la tienda a veces con zapatos de yaguas", recuerda. Luego comenzó a compartir ideas y lecturas con amigos del pueblo, sobre temas como la revolución francesa, en momentos en que se gestaba la efervescencia revolucionaria que caracterizaría casi todo el siglo XX cubano.
Martínez llegó a Estados Unidos en 1960, luego de desencantarse de la revolución por la que había luchando. En Miami fue fundador del Movimiento de Liberación Revolucionaria (MLR) apoyado por empresarios cubanos que empezaban a organizar, una vez más en la historia cubana, el apoyo a la lucha desde EEUU. Durante su carrera como agente secreto participó en más de 350 misiones confidenciales, según su propio relato.
Una de las operaciones fue infiltrar en la isla grupos de apoyo para la invasión de Bahía de Cochinos, la fallida invasión de un millar de cubanos que en abril de 1961 intentaron derrocar el gobierno de Castro.
"Nadie sabía de CIA, era una operación muy encubierta por [el presidente estadounidense] Eisenhower y entonces no se hablaba de quiénes estaban detrás. Yo infiltré en Cuba todos los que iban a cooperar con el desembarco, eran los que prepararían en Cuba grupos para recibir [a los exiliados] y tenían permiso para volar los puentes, y hacer las cosas que fueran necesarias, nada de eso funcionó por la forma en que se desarrollaron los hechos".
La invasión de Bahía de Cochinos ha sido una de las operaciones más controversiales del exilio cubano. Su fracaso le acarreó al presidente John Kennedy la reputación de haber sido el máximo responsable del fallo militar.
(Eugenio Rolando Martínez en los días que fue detenido por infiltrarse en Watergate¨
Pero Martínez ve las cosas de otra manera. "Bahía de Cochinos fue una cosa preparada por Eisenhower, no fue creada por nosotros, nosotros vinimos aquí sin saber a dónde íbamos. No creo que nosotros estábamos preparados para haber hecho Bahía de Cochinos", dice.
"Los Kennedy hicieron de la causa de Cuba una causa personal. Nunca antes se había hecho un esfuerzo y nunca después se ha hecho, como el que quisieron [hacer] los Kennedy para quitarse de arriba a Castro. El MLR se hizo cargo de esa operación. En ella le dieron dinero y dónde comprar las armas y eran libres de determinar sus propios puntos y sus propias cosas. Estaba funcionando muy bien como corsarios y bases en varios países. Entonces en 1964 tuvieron la desgracia de equivocarse de nombre con un barco español; lo atacaron haciendo fracasar la operación".
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