viernes, mayo 27, 2011

Pedro Pablo Oliva y Henry Constantín: dos ejemplos del bloqueo al mundo de la cultura en Cuba

Tomado de http://convivenciacuba.es/intramuros



Pedro Pablo Oliva y Henry Constantín: dos ejemplos del bloqueo al mundo de la cultura en Cuba.


Por Dagoberto Valdés y Consejo de Redaccion.


En el editorial no. 14 de la Revista Convivencia (www.convivenciacuba.es) de marzo-abril de 2010, decíamos que:

“En el último año se han incrementado visiblemente las expresiones de la natural diversidad de los cubanos y cubanas. Esta pluralidad se ha manifestado, sobre todo, en el mundo de la cultura. Este mundo siempre ha sido muy variopinto. Y en los últimos 50 años, ha sido tratado más con censuras y exclusiones sutiles que con métodos más directos. Así, el mundo de la cultura y la educación va expresándose, cada vez más, de manera pacífica, crítica, puntual y perseverante. En lugar de mayores espacios de debate; en lugar de la apertura de los espacios existentes a la diversidad de opinión y de acción, la respuesta ha sido el aumento de la represión violenta, directa, sin máscaras ni sutilezas como antes.”

(Pedro Pablo Oliva junto a Dagoberto Valdés hace ya unos años; posiblemente en el Obispado de Pinar del Río)

Los dos últimos jalones de esta triste realidad han sido: el cierre de la Casa-Taller Pedro Pablo Oliva en Pinar del Río el pasado 14 de mayo y la “anulación” de la matrícula y las notas obtenidas durante dos años, al bloguero camagüeyano Henry Constantín, quien es también miembro de los consejos de redacción de las revistas Voces y Convivencia y participa en la realización del serial Razones Ciudadanas, espacio audiovisual de debates independientes que aborda diferentes facetas de la vida nacional. Ambas decisiones dañan sensiblemente la espiritualidad y la creatividad de la nación cubana. Así lo expresábamos en el mencionado editorial de hace solo un año:

“Quienes bloquean el mundo de la cultura, quienes amordazan al arte, quienes afean la belleza y apagan la luz de las letras y la verdad de los sueños de libertad, de justicia y de Amor en Cuba, traspasan una línea roja muy peligrosa: no solo reprimen la creatividad de los artistas, y la honestidad de los intelectuales, o la sinceridad de los comunicadores, sino también reprimen el alma de la nación. Quienes reprimen el alma de un pueblo para intentar, infructuosamente, apagar las mociones del espíritu humano, infligen el mayor de los daños antropológicos a sus ciudadanos, hieren de gravedad la estabilidad espiritual de la nación y la despeñan por la irreparable pendiente de la violencia, que nadie quiere.”

(Henry Constantin)

En la puerta ahora cerrada de la Casa de Pedro Pablo Oliva, el más grande artista vivo de Pinar del Río ha puesto una frase que habla diáfanamente de su grandeza de alma: “Prohibido terminantemente dejar de soñar”. Así responde este cubanazo que tanto ama a su Patria, que tanto ha entregado por ella y que tanto bien ha hecho, discretamente, a Pinar y a Cuba. Todo artista, intelectual, animador cultural o cívico, sabe que Pedro Pablo, su casa y su ayuda, han estado siempre a favor de la realización de los mejores sueños de cada uno de nosotros. Su moderación, su sencillez de vida y su deseo de inclusión universal de todo lo bueno, lo verdadero y lo bello, marca su arraigo al terruño y su contribución imborrable a la cultura. Leyendo la exhortación a no dejar de soñar, no pude dejar de recordar el final del editorial 14 de Convivencia que es otra manera de decir lo mismo y de soñar un futuro mejor para Cuba y su cultura:

“Ese mundo está al revés. Y un día se enderezará. Y los artistas podrán crear y expresarse en espacios públicos libres, respetuosos y participativos. Y los blogueros podrán escribir y lanzar al mundo sus bitácoras sin mordazas ni bloqueos a la Internet. Y los músicos y compositores podrán decir con sus notas libres y sus letras soberanas, lo que su alma quiere para el bien de todos. Y los escritores y artesanos, podrán echar a volar letras y formas tan libres como responsables. Y los educadores y estudiantes, metodólogos y directores de educación, no temerán a que los estudiantes se expresen, o se reúnan por su cuenta sin la vigilancia de sus custodios con cara de maestros. Y cada ciudadano y ciudadana podrá aportar, expresar, intervenir en los espacios públicos, en los ambientes culturales sin la horrible pesadilla de ser considerado como gusano o mercenario. Ese mundo vendrá, nadie lo duda, y para entonces, Cuba se erguirá y le cerrará la puerta a la mordaza. Y bajará el brazo amenazante del hermano contra el hermano. Y apagará la ofensa entre vecinos de toda la vida. Y borrará el miedo y la amenaza de nuestros teléfonos y plazas. Y reunirá a las familias divididas por todo eso. Y, entonces, no será el día de la venganza, ni del odio, ni del rencor. Cuba, cada cubano y cubana, cerraremos a cal y canto, la puerta a la violencia y al repudio. Y le abriremos entre todos, con la belleza de las artes y las letras, con la verdad de la educación ética y cívica y con la bondad de la convivencia pacífica, la puerta ancha, plural y fraterna del Hogar Nacional que es y será para siempre esta Cuba que aún navega en la esperanza.”

Pedro Pablo y Henry, ustedes saben que cuentan con la solidaridad, el afecto y el respeto de muchos en Cuba y fuera de ella. Hasta los silencios del miedo son elocuentes. Solo es cuestión de no naufragar en la desesperanza. Solo se trata de otro gran apagón. Fiat lux.

Casa Taller de Pedro Pablo Oliva antes de ser cerrada

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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS

Nausea ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Pedro Pablo Oliva y Henry Constantín: dos ejemplos...":

Total. La gente grande de la cultura en el extranjero van a seguir coqueteando con los "culturosos" oficiales castristas, cómo siempre, y aquí paz y en el cielo gloria. Tanto "iluminado" sin luz y tanto "humanista" sin humanidad, y la hipocresía por doquier.

1 Comments:

At 5:01 p. m., Anonymous Nausea said...

Total. La gente grande de la cultura en el extranjero van a seguir coqueteando con los "culturosos" oficiales castristas, cómo siempre, y aquí paz y en el cielo gloria. Tanto "iluminado" sin luz y tanto "humanista" sin humanidad, y la hipocresía por doquier.

 

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