jueves, septiembre 08, 2011

Orlando Fondevila Suárez: NO ES TIEMPO DE ABRAZOS

NO ES TIEMPO DE ABRAZOS




Por Orlando Fondevila


Las prisas en la vida no son buenas. Y en política son nefastas. Últimamente, andan algunos muy apurados en repartir abrazos. Los cubanos debemos protagonizar el gran abrazo nacional, predican machaconamente. Querernos como hermanos, obviando agravios. Ni víctimas, ni victimarios. Todos hermanos. Abrazados. En paz, cada quien con sus opiniones, nos dicen, porque de eso se trata. Es la democracia. Al frente de la hermosa apelación, por supuesto, el ínclito Cardenal de la Iglesia Cubana. Él ha predicado con el ejemplo, mostrando su mejor sonrisa y su cercanía con el Dictador en funciones (él le llama Presidente). Pródigos ambos personajes en sonrisas y guiños mutuos. Eso se llama Amor, sí señor. Junto a ellos, toda una pléyade de intelectuales y cubanos y extranjeros varios, buenas gentes, iluminados por el Señor o por la Historia. No obstante, algo en verdad contradictorio los distingue: quien no piensa como ellos es un intransigente, un intolerante, un ultraderechista, en fin, estos sí unos enemigos. Son nuestros ilustres amorosos proclives al diálogo y al abrazo con los representantes del régimen, porque, buenas gentes que son, perciben con fina percepción, que detrás de cada uno de los de la acera de enfrente hay un reformista larvado. Con los del lado de acá, los radicales opuestos a la dictadura, con esos no hay nada que hablar. Con esos, ni sonrisas, ni abrazos. ¡Fuera, por mafiosos, por batistianos, por odiadores, por malos cubanos!

Sin embargo, reconozcamos que existen algunos inconvenientes para tanto derroche amatorio (en una sola dirección). Ante todo, hay montones de cadáveres, sepultos e insepultos por el medio. Hay, no lo podemos olvidar, centenares de miles de años de prisión y sufrimiento, que no sólo están en el pasado, sino que continúan siendo lacerante presente. Hay, ahora mismo, mucha humillación, brutalidad y miseria. Hay una nación demolida material y espiritualmente. Y, sobre todo, una tiranía en el poder que, maniobras estratégicas aparte, no ofrece señales de ceder. Justamente se afanan, por todos los medios, ya sea el látigo, el candado y la bala; y también, mañosamente, lanzando caramelos envenados a tanto amoroso buena gente que pululan por estos mundos.

No, no es tiempo de abrazos, sino de pelea. Cuando sea desmantelada la tiranía, cuando consigamos volver como un calcetín la oprobiosa sociedad cubana actual, cuando realmente respiremos en libertad y democracia, entonces será el tiempo de abrazarnos los cubanos todos, con las excepciones que imponga la justicia. No se tratará, como maliciosamente vende la tiranía y se hacen eco los buenas gentes, de instaurar una noche de cuchillos largos o una vendetta generalizada e impiadosa. Se trata de hacer en cada momento lo que a cada momento corresponde. Y lo que ahora corresponde es negarle la sal y el agua a los impíos. Vencidos estos, llegará el tiempo del amor y los abrazos. No antes. Antes sería una infamia, un crimen y una traición.

El Libro Sagrado de nuestra cultura nos lo enseña:

“ECLESIATES

5 tiempo de esparcir piedras
y tiempo de juntarlas,
tiempo de abrazar
y tiempo de abstenerse de abrazar,

8 tiempo de amar
y tiempo de aborrecer,
tiempo de guerra,
y tiempo de paz. “

Este es el tiempo de juntar piedras, de abstenerse de abrazar, de aborrecer y de guerra.

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Los anteriores versos del Eclesiastéss expresados musicalmente

The Byrds

Turn!, Turn!, Turn!



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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS

Realpolitik ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Orlando Fondevila Suárez: NO ES TIEMPO DE ABRAZOS...":

Muy de acuerdo, pero hay gente que se cree muy superior a algo tan "anticuado" cómo la Biblia, y pretenden volver a inventar la rueda.

1 Comments:

At 2:01 a. m., Anonymous Realpolitik said...

Muy de acuerdo, pero hay gente que se cree muy superior a algo tan "anticuado" cómo la Biblia, y pretenden volver a inventar la rueda.

 

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