lunes, octubre 17, 2011

¿ LA DAMA DE BLANCO LAURA POLLÁN PUDO SER ASESINADA POR LA TIRANÍA DE LOS CASTRO ?

Nota del Bloguista

El asesinato en Londres de Alexander Litvinenko en el 2006, víctima de isótopos radioactivos (Polonio 210), probablente es un ejemplo bastante reciente de una enfermedad inoculada. Para saber más sobre ese caso puede leer: EL ESPÍA RUSO ALEXANDER LIVITNENKO PUDO CONTAMINAR A TRES PERSONAS ANTES DE MORIR.


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CONCLUIDA LA PRIMERA PARTE: MATARON A LAURA POLLÁN


Por Andrés Pascual

El “tratamiento búlgaro” es una forma de asesinar de los comunistas para que el crimen quede como “murió de cáncer”, dicen que le colocan al “enemigo sentenciado” o a la persona que crean, siempre por molestias en el orden político, un isótopo radioactivo cerca de donde se sienta, que hará que degenere su sistema inmunológico y le convierta en presa fácil de tumores malignos o de leucemia.

Pero no es solo el tratamiento búlgaro el arma del “hitman” castrista para quitarse de encima a quienes, como mujeres y menores, por circunstancias especiales, no puede fusilarlos con la justificación ilegal y asesina de “juicios por actividades contra la Seguridad del Estado”: enfermedades tropicales a través de bacterias, hongos agresivos contra el aparato respiratorio…es una larga historia de 52 años de la tiranía utilizando estos Acaban de asesinar en La Habana a Laura Pollán en el Calixto García, junto con La Covadonga, los laboratorios principales para experimentar y matar a la oposición política desde mucho antes que a la líder de las Damas de Blanco.

(Laura Pollán, foto de archivo)

El matancero (de Calimete), Gabriel Soto Cuesta, tenía 77 años cuando acusó a la dictadura de “violar y pisotear el logro de Jesús Menéndez en el sector azucarero” desde los 40’s hasta 1959: el diferencial, dinero que se repartía entre todos los trabajadores del azúcar luego de concluida la zafra y que se instituyó como propiedad obrera. El diferencial era tan importante que, junto a la cantidad y al precio del azúcar, movía el beneficio social en el país e influía en los salarios del empleado público.

Sospechosamente, Soto desarrolló cáncer del esófago después de una visita a Villa Maristas para conversar con “su oficial de caso”; hacía 2 años que estaba preso y, lo que buscaban, era relacionarlo con un grupo contra el que no había acusaciones consistentes ni el anciano conocía. Soto murió de ese cáncer y nunca fue puesto en libertad porque estuviera enfermo.

Cuando en Santiago de Cuba alguien acusó, 24 años después de estar preso, al miembro de la Causa # 1 de 1959 de militares de la República, José Leroig, no era política fusilarlos, sino incrementarle la sanción “profilácticamente”; es decir, un alguacil le entrega la nueva sanción sobre la que tuviera, maniobra muy común contra el plantado y la peligrosidad de entre 2-12 años porque “no trabajaban”.

Pero al ex militar, relacionado con el grupo de Rolando Masferrer antes de 1959, lo llevaron a Villa Marista, de donde regresó con una sospechosa y pertinaz tos que culminó en cáncer pulmonar a los 15 días de supuestas pruebas en La Covadonga.

Los hermanos Cardo, Daniel, Carlos y Jorge son excelentes personas: decentes, caballerosos, patriotas y valientes, conspiraron en un grupo del sur de La Habana y fueron sancionados, cada uno, a 30 años, nunca pertenecieron al plan de reeducación; la estirpe, del padre, que fue fusilado en 1963. Por un catarro ingresaron a Carlos y por una bacteria que le inocularon desarrolló un agresivo virus pulmonar que casi le mata y perdió un lóbulo.

En 1982 ú 83 a Guido Faramiñán, de Matanzas, miembro del Presidio Político Plantado proceso Calzoncillos, con 22 años cumplidos, que padecía de asma cardíaca, le fue demorada la atención urgente del enfermo en crisis respiratoria aguda para que se muriera; a fin de cuentas, un valiente menos. Guido falleció por paro cardíaco complicado con un fallo respiratorio.

Estos son tres casos, pero igual puedo nombrar 33 que 333 que 33,000; lo peor: la tiranía no ha dejado de matar y el asesinato de Laura Pollán lo ratifica.

Posiblemente Hilaria, Hussein, media Europa y Estados Unidos necesiten pruebas, solo para “denunciar” un crimen que requiere cirugía radical con la conocida “motica de mercuro cromo”, o lo que es igual a: “hoy se hinchó y duele, mañana se baja y a otra cosa…”; posiblemente vendrán “duras palabras” para el Nuevo Herald de parte de estos individuos que, como que se quedarán en eso, pues resultarán blandas o de contubernio y protección a los criminales y esto no lo dirá la sucursal del Granma en la Bahía.

Yo no necesito pruebas; mis hermanos del presidio político no necesitan pruebas; los luchadores contra la ignominia y el crimen castrista no necesitan pruebas; el exilio tampoco necesita pruebas: A LAURA POLLÁN LA ASESINARON, primer paso para ejemplarizar lo que le puede pasarle a quien persista en sus ideas de libertad. Continuación de lo que puede hacer un cobarde contra una valiente cuando se ve acorralado. Que descanse en paz semejante luchadora.

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Publicado en este blog Baracutey Cubano en el año 2006 http://baracuteycubano.blogspot.com

El tratamiento búlgaro

( publicado el 28 de diciembre en El Nuevo Herald y en otros periódicos)

Por Carlos Alberto Montaner


Un "isótopo radiactivo" no es un elemento extraño. Casi todos los grandes hospitales los utilizan, paradójicamente, para combatir ciertas formas de cáncer, y son unos pequeños filamentos metálicos fácilmente escondibles. "Lo ideal es colocarlo y luego retirarlo a los seis meses para que nunca queden señales del crimen".

Sólo lo ilusionaba el parto de la nuera. Al fin y al cabo, era el primer nieto y no quería morirse sin verle la carita. No pudo ser. El destino es casi siempre cicatero. A los 65, le faltaron unas pocas semanas de vida. Tras una larguísima agonía—tres años de sufrimientos indecibles--, Sebastián Arcos, uno de los héroes de la resistencia cubana durante la tiranía, ex luchador contra Batista y contra Castro, ex preso político, ex catedrático de la Universidad, fundador junto a su hermano Gustavo y Ricardo Bofill del Comité pro Derechos Humanos, murió rodeado de sus hijos, de su mujer de siempre, la entrañable María Juana, de unos cuantos amigos forjados en los calabozos y en el infortunio. Fue un tipo bueno y duro, recto, de ésos que no conocen la deslealtad ni la mentira.

Pero no voy a hacer el panegírico de mi amigo Sebastián, cuya muerte siento como un latigazo, sino a aventurar una hipótesis terrible: es muy probable que a Sebastián Arcos le hayan inducido el cáncer en la prisión cubana en la que cumplía condena por su rebeldía política. A sus carceleros les gustaba presumir de ello. A Leonel Morejón Almagro se lo advirtieron: "Te vamos a meter en la celda que ocupaba Sebastián, para que te enfermes de cáncer como él´´. Y lo cierto es que cuando Sebastián se quejaba de dolor de espalda y lo llevaban al médico de la prisión, el diagnóstico solía ser cínicamente benigno: "No es nada; sólo las vértebras fatigadas, o los músculos´´. Al fin, cuando lo dejaron marchar al exilio, la metástasis era implacable y el gobierno ya lo sabía. Por eso autorizaron su expatriación. No querían otro "mártir´´ en las cárceles cubanas, y menos de esa dimensión internacional. Cuando llegó a Miami, apenas media hora les tomó a los médicos establecer el diagnóstico correcto. Ya no había posibilidades de curarlo. Cuando más, sólo se podía alargar su vida y reducir el dolor con una piadosa combinación de morfina y nervios cercenados. ¿Exagero? ¿Es este artículo un síntoma más del exilium tremens? Lea lo que sigue con extremo cuidado: hace 19 años un joven biólogo cubano --llamémosle David-- "desertó´´ en el aeropuerto de Barajas. Viajaba de Bulgaria a Cuba con escala en Madrid. Fue tan hábil, que no sólo se les escapó a los guardias de la Seguridad cubana que lo acompañaban en el avión, sino que hasta escapó del aeropuerto sin ser detectado por las autoridades españolas. Al día siguiente se presentó a la policía y contó su historia. Esa misma tarde me la repitió con espeluznantes datos y señales: venía de Sofía, en donde la siniestra policía política de Zhikov le había dado un adiestramiento especial para inducir cáncer en adversarios a los que se había decidido eliminar por procedimientos no sospechosos. Le llamaba el tratamiento búlgaro. "Lo más sencillo´´—me dijo-- "es colocar un isótopo radiactivo en la silla habitual del objetivo´´—ya hablaba la jerga de los Servicios--, "o en una chaqueta que utilice frecuentemente, o en el colchón, o en el asiento del coche; al cabo de pocos meses hay una gran posibilidad de que se inicie un proceso canceroso en el mediastino´´.

(Sebastian Arcos Bergnes)

Un "isótopo radiactivo´´ no es un elemento extraño. Casi todos los grandes hospitales los utilizan, paradójicamente, para combatir ciertas formas de cáncer, y son unos pequeños filamentos metálicos fácilmente escondibles. "Lo ideal es colocarlo y luego retirarlo a los seis meses para que nunca queden señales del crimen´´. "¿Ya lo has puesto en práctica´´?, recuerdo que le pregunté bastante alarmado. "No, pero pensaba hacerlo tan pronto llegara a Cuba, si no conseguía desertar´´. "¿Algún disidente?´´, indagué nervioso.

"No—me dijo con una seriedad absolutamente convincente--, pensaba probar con mi suegra, una odiosa hispanosoviética que hizo trizas mi matrimonio´´. Afortunadamente, David conoció a una espléndida muchacha española, se casó con ella y hoy vive en Estados Unidos totalmente alejado de la innoble "profesión´´ aprendida de los búlgaros.

Más datos: en Cuba hay dos supersecretos laboratorios de alta seguridad en el reparto Siboney, ambos con cámaras de descontaminación, situados en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, en los que se produce aflotoxina—otra sustancia fuertemente cancerígena que afecta los pulmones--, así como una variedad de armas tóxicas y químicas semejantes a las que aparentemente esconde en sus palacios el señor Saddam Hussein, buen amigo de Castro y con quien comparte el odio a los gringos y el médico de cabecera, un eminente ortopeda, el doctor Alvarez Cambra.

¿Para qué esas armas? Para enfrentarse al "imperialismo yanqui´´ en caso de un conflicto militar. Esas, las químicas, las biológicas, como se ha dicho, son las bombas atómicas de los pobres. Incluso, hay algunas plagas que ya han sido ensayadas de la manera menos riesgosa: utilizando como modo de trasmisión las aves migratorias que vuelan entre Cuba y la Florida en determinados periodos del año. Los experimentos—en los que participara un ornitólogo cubano especialista en aves rapaces hoy radicado en el exilio—se hicieron con ácaros poco dañinos, pero lo que se buscaba era saber la efectividad del medio de transporte. Si era eficaz, en su momento los patos podían transportar virus y bacterias mucho más letales.

Castro es un enemigo peligroso que sólo se guía por su instinto de supervivencia, y no vacila en ordenar el asesinato de un adversario si cree que éste presenta un riesgo potencial contra la estabilidad de su régimen. Lo hizo, a tiros, con el comandante Aldo Vera, su ex compañero de lucha, en las calles de Puerto Rico, o con José Elíás de la Torriente en Miami. Es probable que lo haya hecho, de manera más sutil, mediante la inducción de cáncer, contra Manuel Artime Buesa, su archienemigo de los sesenta, muerto a los 38 años con los pulmones inexplicablemente destrozados; contra Rafael García Navarro, anticastrista activo, económicamente poderoso, socio y amigo de Rafael Díaz Balart, ex cuñado de Castro y la persona viva que más odia el dictador cubano, desaparecido de igual manera a los 41 años; o, incluso, contra Jorge Mas Canosa, quien a los 53 años, y tras una vida saludable en la que no conoció el cigarrillo, descubre que sólo le quedaban cinco años de vida puntillosamente exactos.

Tal vez algún día encajen todas las piezas del rompecabezas. O tal vez todo quede como un rumor que el tiempo irá borrando. Lamentablemente, los crímenes de Estado suelen ser "perfectos´´. A mí me hubiera gustado escribir una sentida nota necrológica sobre Sebastián, pero sé que el mejor homenaje que se le puede hacer es contar lo que sabemos y lo que intuimos. Sebastián era un hombre bueno, recto y duro. Así vivió. Así supo morir.

Fuente: Firmas Press
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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS

ombre ha dejado un nuevo comentario en su entrada "¿ LA DAMA DE BLANCO LAURA POLLÁN PUDO SER ASESINA...":

Es bien sencillo. La difunta era claramente un problema viva, y la pobre se enferma seriamente (suponiendo que no la “enfermaran”). Ingresa en un hospital TOTALMENTE controlado por el gobierno. Aunque no le inocularan nada, pueden hacer o dejar de hacer lo que quieran con respecto a su tratamiento. Oportunidad perfecta. “Bueno, ella se puso grave, y se hizo lo que se pudo, pero resulta que se murió.” Y punto. Problema resuelto, y aquí no ha pasado nada.


1 Comments:

At 4:31 p. m., Anonymous ombre said...

Es bien sencillo. La difunta era claramente un problema viva, y la pobre se enferma seriamente (suponiendo que no la “enfermaran”). Ingresa en un hospital TOTALMENTE controlado por el gobierno. Aunque no le inocularan nada, pueden hacer o dejar de hacer lo que quieran con respecto a su tratamiento. Oportunidad perfecta. “Bueno, ella se puso grave, y se hizo lo que se pudo, pero resulta que se murió.” Y punto. Problema resuelto, y aquí no ha pasado nada.

 

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