lunes, diciembre 05, 2011

Desde Cuba escribe Luis Cino: La Virgen se sabe el camino

Tomado de http://www.circulocinico.com/



La Virgen se sabe el camino

Por Luis Cino

No soy demasiado devoto de la Virgen del Cobre ni de ningún otro santo, aunque muchas veces me han dicho –no sé si por la barba o por mis perros- que soy hijo de San Lázaro. En realidad, no soy exactamente un católico. Sencillamente, creo. A mi manera, que es el modo de creer de casi todos los cubanos.

Pero estuve la tarde del 21 de noviembre frente a la Virgen de la Caridad del Cobre, cuando la peregrinación, en ruta a los poblados de Las Guásimas Managua, se detuvo en la iglesia de Parcelación Moderna, la barriada sub-urbana de Arroyo Naranjo donde nací y donde vivo desde hace 13 años.

La iglesia de mi barrio, a la orilla de la calzada de Managua, es pequeña y muy modesta. Por décadas, cuando creer en Dios era muy mal visto y perjudicial, permanecía casi vacía. Ahora sólo abre las mañanas de domingos, cuando viene el cura que comparte con el templo del vecino poblado El Calvario.

Con tantos militares, ex militares, santeros, evangélicos recién conversos y tipos que dicen que no creen ni en su madre como hay en mi barrio, nunca sospeché que la Caridad del Cobre tuviera tantos devotos en mi barrio. ¿Será que truena duro y la necesidad aprieta?

Centenares de personas, con velas y flores, rodeaban la iglesia. Rezaban, cantaban, se empujaban para acercarse a la urna y que el sacerdote bendijera a sus niños. Muy emocionados, algunos lloraban. La mayoría, parecían no saber qué hacer para demostrar su veneración por la Virgen. Ni falta que hacía. Sólo había que verlos.

Confieso que fui uno de los que no sabía qué hacer. Sólo recé en silencio. Como pude. Sentí algo muy raro cuando tuve frente a la Virgen. Una luz en los ojos, un nudo por dentro, las piernas flojas. Y mucha tristeza… Discúlpenme, pero no lo sé explicar mejor…

Nunca pensé que una imagen tan pequeña -que con todo lo que significa, no es la original, sino una réplica de la que está en el Santuario del Cobre-, pudiera impresionarme de tal forma. Tal vez sea por toda la carga de angustia y dolor que la virgen ha recogido en su recorrido por todo el país.

La peregrinación es “atendida” –¿suena muy feo monitoreada?- por la Seguridad del Estado, el Partido Comunista, sus llamadas organizaciones de masas y sus chivatos. Algunos encuentran motivos para atacar a la iglesia y dicen que la peregrinación es un modo de manipular la fe popular. Digan lo que digan, y haya las intenciones torcidas que haya por parte de algunos, la Virgen se sabe bien los caminos de Cuba y conoce a su pueblo.

Me gusta el cartel que veo por estos días en La Habana: “La Caridad nos une”. Claro, a los buenos cubanos. De los otros, ¿para qué hablar?

Me alegra haber podido estar a unos metros de la Virgen del Cobre. Aunque me temblaran las piernas y no supiera exactamente cómo orar. Como todos los cubanos, tengo mucho que pedir. Estoy seguro que, tanta es nuestra fe, que la Virgencita perdonará nuestros pecados e impericia religiosa y escuchará nuestros ruegos.

luicino2004@yahoo.com
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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS

Realpolitik ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Desde Cuba escribe Luis Cino: La Virgen se sabe e...":

El problema es que "los otros" no son exactamente cuatro gatos. No son casos excepcionales. El aparato no se mantiene por arte de magia.

1 Comments:

At 2:02 a. m., Anonymous Realpolitik said...

El problema es que "los otros" no son exactamente cuatro gatos. No son casos excepcionales. El aparato no se mantiene por arte de magia.

 

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