jueves, junio 07, 2012

Roberto Álvarez Quiñones sobre la falta de leche en Cuba: ¿Y mi vaso de leche, qué?




Nota del Bloguista

Recuerdo  como a mediados de los años 90s del pasado siglo XX,, en pleno Período Especial, la tiranía de los Castro se apropió ( le robó ) de más de 30 ejemplares vacunos de la raza cebú, todos  en magníficas condiciones de salud y de peso,  del  viejo Bertoldo ( campesino de más de 80 años)  y de  su esposa Julia,  porque vendían leche  a personas  que iban desesperadas buscando leche para sus hijos. Ellos vivenpor   el camino que queda al lado de la antigua Escuela de Arte de Pinar del Río, al fondo del  reparto Montequín, reparto que queda muy cerca del hospital Abel Santamaría  en la Ciudad de Pinar del Río. El gobierno llegó con carretas y cargó con esas más de 30 reses. 


La tiranía en su propaganda exagera y generaliza los desmanes de la Guardia Rural antes de 1959, pero ellos sí han sido cuatreos, ladrones, asesinos  y abusadores.
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Tomado de http://www.diariodecuba.com



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¿Y mi vaso de leche, qué?
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Por Roberto Álvarez Quiñones
Los Ángeles
06-06-2012 

Con el doble de población, Cuba produce la mitad de litros de leche que en 1958. Pero antes que liberar las fuerzas productivas, los Castro prefieren pedir limosna a Hugo Chávez.

Dentro de algunas semanas se van a cumplir cinco años de que Raúl Castro dijo en un discurso memorable que todos los cubanos sin excepción deberían poder tomarse un vaso de leche cuando quisieran, y no solo los niños menores de siete años.

El dictador tuvo ese desliz —que recibió una ovación— el 26 de julio de 2007, cuando su hermano Fidel estaba tan delicado aún de salud que no podía guiarlo acerca de qué debía o no decir en público para no "meter la pata" como nuevo jefe de gobierno.

Claro, la inmadurez de Raúl no llegó tan lejos como para recordar que en 1958 las vacas en ordeño en la Isla produjeron 960 millones de litros de leche, equivalentes a 2.6 millones de litros diarios, es decir, casi medio litro —dos vasos grandes— de leche para cada uno de los seis millones de habitantes que había entonces en la nación.

Pasado ya un lustro desde aquella promesa que hizo Raúl por no estar bien "asesorado", no solo los cubanos de siete años de edad en adelante siguen sin poder tomar leche, sino que la producción nacional de ese vital alimento, en vez de aumentar, disminuye.

Según el Ministerio de Agricultura, en 2011 Cuba produjo 461 millones de litros de leche, la mitad de la producción obtenida en 1958, pero con el doble de población que hace 54 años. Ello significó una caída de un 9.1% con respecto a 2010, cuando se obtuvieron 507 millones de litros. Lo peor es que en el primer trimestre de 2012 se registró una caída adicional de un 8.4% en la producción nacional de leche con respecto a igual período del año anterior.

Cuando en su estreno como flamante presidente cubano Raúl Castro aseguró que iba a poner fin a prohibiciones absurdas y flexibilizar los férreos controles estatales para estimular el trabajo por cuenta propia, los medios de comunicación en todo el mundo empezaron a calificar de "reformas" las promesas raulistas, una palabrita que aunque no gusta mucho a la nomenklatura —por su alergia a cualquier cambio real— tampoco le disgusta, pues ayuda mucho a vender la idea de que el régimen se mueve en la dirección correcta.

Lo que no dicen los medios fascinados por los "cambios" en Cuba es que ni Fidel ni Raúl Castro cumplen jamás lo que prometen. Hace 47 años el comandante Castro hizo promesas similares. Eso fue a mediados de los años 60, cuando el dictador se autoproclamó sabio genetista y se lanzó a crear nuevas razas de vacas mediante el cruce de toros sementales canadienses importados, de la raza Holstein, de clima frío, con las criollas vacas cebú. En 1965, en un discurso que levantó grandes expectativas, Castro declaró por la TV: "En 1970 produciremos 10 millones de litros diarios y nos bañaremos en leche".

Nacieron así las F-1 y F-2, animales híbridos débiles, muy enfermizos y sin gran valor en leche y carne, a los que por su color negro además se les dificultaba soportar las altas temperaturas y resultaban casi indefensos ante los parásitos tropicales. Nunca se produjeron, no ya los 10 millones de litros diarios prometidos, sino que lo más que se logró, luego de 25 años, fueron 2.8 millones de litros en 1990, último año de las millonarias subvenciones soviéticas.

Si a duras penas se pudo mantener el vaso de leche para los niños menores de 7 años fue gracias a los subsidios, y sobre todo porque la Alemania comunista (República Democrática Alemana, RDA) enviaba a Cuba 22.000 toneladas anuales de leche en polvo a cambio de 22.000 mil toneladas de levadura torula (a partir de la melaza del azúcar), para la alimentación animal. La diferencia en el precio, desfavorable a la RDA, formaba parte de la "hermandad socialista". Con aquella leche en polvo el gobierno castrista producía 220 millones de litros de leche fluida, equivalentes a 5 meses de consumo nacional

Regresando en el tiempo ¿Por qué ahora la producción de leche no solo no aumenta, sino que desciende? Porque el régimen se resiste a abandonar el fuerte estatismo que le garantiza la estabilidad política que les permite a ambos dictadores mantenerse en el poder.

Explotación del campesino


Pese a las "reformas" que ven algunos, los campesinos cubanos siguen obligados a venderle al Estado, a precios fijos irrisorios, la leche, la carne, el café y otros productos agropecuarios indispensables en la dieta nacional. Aplicando la lógica comunista, el gobierno les prohíbe que comercien directamente sus productos para que no se "enriquezcan" y se "corrompan".

De manera que hoy los campesinos cubanos son los únicos en el mundo —si exceptuamos a los norcoreanos— que no pueden vender libremente al mercado el fruto de su trabajo creador (en China y en Vietnam sí lo hacen), con lo cual podrían obtener una ganancia razonable y justa.

Por el contrario, son explotados de forma escandalosa, pues el Estado paga al campesino 10 centavos de dólar (2.53 pesos) por cada litro de leche producido, pero luego lo vende a $2.60 (65 pesos), según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE). O sea, a un precio 26 veces superior al pagado al campesino.

Obviamente esto mata en la cuna la motivación para sembrar, cuidar y ordeñar vacas y producir alimentos en la fértil isla tropical, que en 1958 producía el 81% de los alimentos que consumía y hoy produce sólo el 19%. Hace medio siglo Cuba tenía 6 millones de habitantes y contaba con 6 millones de cabezas de ganado vacuno. Hoy, con casi el doble de población, dispone de 3.7 millones de cabezas.

La falta de incentivo entre los pequeños ganaderos privados explica por qué las vacas en ordeño en el país disminuyeron en 2011 en un 3.7% y el rendimiento de litros por bovino cayó en un 6.2%, de acuerdo con la ONE.

Y vale recordar que los "guajiros cubanos", con menos del 30% de las tierras cultivables del país, producen el 55% de la leche total, mientras las granjas estatales, enormes latifundios que cuentan con el grueso de la masa ganadera nacional, producen sólo el 45%.

En fin, que la mejoría de la deplorable dieta de la familia cubana solo será posible cuando se liberen las fuerzas productivas del país, en primer lugar la campesina. Pero los Castro prefieren pedir limosnas monetarias a Hugo Chávez y pagar $3.500 dólares la tonelada de leche en polvo (35 centavos de dólar por litro, pues una tonelada de leche en polvo da 10.000 litros de leche fluida), que es el precio que tiene hoy en el mercado internacional, e importarla, que darle libertad a los cubanos para que la produzcan.

Por eso ambos dictadores se niegan a responder a la pregunta de qué hacen en Cuba los millones de ciudadanos que no son niños menores de siete años: ¿Y mi vaso de leche, qué?

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Tomado de  http://baracuteycubano.blogspot.com/


LA LIBRETA DEL DESABASTECIMIENTO 

(Fragmentos)

Por Pedro Pablo Arencibia Cardoso

Es frecuente oír en los análisis oficialistas que la gran escasez de alimentos en Cuba se debe a lo que llamaré medidas económicas procedentes del exterior que los oficialistas llaman bloqueo económico o guerra económica y otras personas llaman embargo económico. Releyendo una vez más el pequeño libro El imperialismo norteamericano en la economía cubana del economista e historiador Oscar Pino Santos, recientemente fallecido en Cuba y, si mal no recuerdo, unos de los coautores de la primera Ley de Reforma Agraria, ley firmada el 17 de mayo de 1959, podemos encontrar las verdaderas causas de esa escasez. Dicho libro fue escrito en 1957 y criticaba analíticamente la economía cubana de ese entonces. Oscar Pino Santos en el capítulo La deformación y el atraso económico de Cuba y en el subtítulo, quizás irónico, País agrícola ... importador de alimentos planteó:

“ Los bajos rendimientos, los limitados niveles de producción y la escasa diversificación, explican la paradoja de que Cuba, país agrícola sea un gran importador de productos de origen propiamente agrícola. Véase el Cuadro No. 20.”

El mencionado Cuadro No. 20 muestra el consumo doméstico, producción nacional e importaciones de los principales productos alimenticios en el período 1954-1956 donde se observa que la cantidad y el valor ( en porcientos) del consumo doméstico de producción nacional fueron el 81% y el 71% respectivamente, mientras que la cantidad y el valor del consumo doméstico de importación fueron 19% y 29% respectivamente. En ese cuadro, cuya relación de alimentos bien serviría como ejemplo objetivo de cual era la canasta básica del cubano promedio de aquellos tiempos, muestra datos interesantísimos como el hecho de que el 98%  DE LA CANTIDAD  y el 92%  DEL VALOR DE LOS PRODUCTOS LÁCTEOS CONSUMIDOS POR LA POBLACIÓN CUBANA ERA DE  PRODUCCIÓN NACIONAL. Pino Santos, quien laboró en el Consejo de Estado cubano hasta su muerte y que poco tiempo antes de fallecer fue premiado con el premio nacional de Ciencias Sociales por la obra de toda una vida, planteó en ese año 1957:

“ El atraso técnico y por consecuencia los bajos rendimientos caracterizan también la agricultura cubana. Esto tiene mucho que ver con la estructura inadecuada de la propiedad agraria del país, a la cual me he referido antes...”

En el subtítulo El régimen de la tenencia de la tierra. Otro problema del título Monopolios y terratenientes: la nueva y vieja ‘élite feudal de Cuba republicana escribe:

“ Los datos expuestos dejan ver claramente ese fenómeno según el cual el 63,7% de los cultivadores cubanos –grandes, medianos y pequeños- no son los dueños de la tierra que explotan, la cual cubre por otra parte un área que es más de las dos quintas partes del área nacional en fincas. La existencia de una dualidad entre el dueño de la tierra y el agricultor que la explota tiene lesivos efectos...”

Esa dualidad ya señalada entre el dueño de la tierra y el agricultor que la explota es, a mi entender, también la causa fundamental por la que Cuba en estos últimos 46 años, ha empeorado hasta lo inimaginable la supuesta deficiente situación agropecuaria nacional ya criticada por Pino Santos en 1957. Pero antes de 1959 muchos de los dueños eran ricos terratenientes y desde casi el mismo 1959, el único terrateniente, latifundista y geófago es el Estado Revolucionario. Debo aclarar que en Cuba antes de 1959, el tamaño promedio de las fincas era de 140 acres mientras que en E.U. era de 195 acres.

Es precisamente el hecho que el agricultor cubano no sea el dueño de la tierra o no se sienta dueño de la tierra ya sean en las granjas estatales, en las cooperativas o en la unidades básicas de producción cooperativa (UBPC) lo que ha traído como consecuencia que anteriores latifundios privados convertidos mediante la estatalización en latifundios estatales, hoy sean verdaderamente oceanos de marabú con algunos pequeños cayos e isletas de algunos decrépitos cultivos.

Los rendimientos agrícolas en cualquier época posterior a 1959, nunca alcanzaron muchos de los rendimientos óptimos que planteó Pino Santos que se pudieran alcanzar en diferentes cultivos, es más, pese a la aplicación de modernas técnicas y tecnologías aparecidas en las ciencias agrícolas, algunos de los rendimientos agrícolas obtenidos no alcanzaron siquiera los rendimientos que se alcanzaron en los tiempos en que predominaba, según expresión de Pino Santos, “ ...el fenómeno de primitivismo que domina en los métodos de producción de nuestros campos..” , cuando estos los contrastamos con los expuestos en el Anuario Estadístico de Cuba de 1988, o sea, antes del mal llamado Período Especial y del desmerengamiento socialista.

Estas, y no otras, son las verdaderas causas de la escasez de alimentos en Cuba y de la existencia de la Libreta de Abastecimiento desde hace casi medio siglo. Hay personas que plantean que gracias a la Libreta de Abastecimiento los pesos no convertibles de un asalariado tienen mayor poder adquisitivo en lo que respecta a necesidades básicas, que los dólares ( hoy, pesos convertibles) sin las ventajas que brinda la política social. Sobre lo anterior deseo plantear varias cosas:

1) Las necesidades básicas de un ser humano, y sobre todo de un pueblo con la anterior tradición alimentaria y culinaria del nuestro, exigen mucho más en lo relativo a productos, calidad y cantidad que lo que se oferta en la LdeA, salvo que básicamente nuestro objetivo en la vida sea solamente, y malamente, sobrevivir.

2) Los productos que se ofertan por la LdeA tienen notablemente una calidad muy inferior a los ofertados actualmente en la red de comercio de divisas y a los que se ofertaban en Cuba antes de 1959 a los más bajos precios.

3) La existencia de la LdeA no es en sí algo negativo; lo negativo es que casi toda la población de un país básicamente dependa de ella para su sustento, aunque sea para una pequeña parte del mes, por carecer de salarios y de oportunidades que le permitan digna y honradamente ganarse un sustento decoroso.

4) En nuestro país, y durante la anterior República, siempre tuvimos educación y salud pública gratuita de buena calidad; también las teníamos privada con precios para diferentes bolsillos. Cuba, por ejemplo, a finales de la década de los años cincuenta del siglo XX tenía índices de mortalidad infantil en menores de un año por cada mil nacidos vivos, de mortalidad materna, de médicos por habitantes y de camas hospitalarias por habitantes del país con cifras similares a las del primer mundo de aquel entonces. Holanda, Francia, Reino Unido y Finlandia tenían en 1953 menos médicos y dentistas proporcionalmente que Cuba. En 1958, Cuba tenía más médicos por habitante que los Estados Unidos.

Para más detalles, leer el artículo de este autor en el número 49 de la revista Vitral:
http://www.vitral.org/

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Con relación a la mencionada dieta tradicional del cubano, en cuanto a alimentos y cantidad, puede consultarse, por ejemplo, la obra “El Ingenio” del destacado historiador cubano ( ya fallecido) Manuel Moreno Fraginals, donde aparece la dieta alimenticia de los esclavos en la Cuba colonial, la cual nos haría morir de envidia cuando la comparamos con la ofrecida por la LdeA.
Antes de 1959, Cuba sobrepasaba en un 10% los límites mínimos de calorías que planteaba la FAO, pues los cubanos consumíamos como promedio 2500 calorías por habitantes al día; debo aclarar que esas calorías no se alcanzaban como hoy, tomando “agua con azúcar” también llamada "sopa e'gallo" y en el presidio y en las Escuelas en el Campo como "milordo" .

Con relación al consumo de proteínas diré que antes de 1959 los cubanos teníamos el tercer mayor consumo de proteinas en el Continente Americano. Habían alimentos fuentes de proteínas “para todos los bolsillos”, desde los costosos mariscos hasta el picadillo de res, el bacalao, el tasajo y los recortes de tasajo que estaban al alcance de los más humildes; el hueso de res para la sopa, antecedente de las emergentes “pastillitas” de hoy, lo daban gratis en la carnicería.

(típica bodega de barrio antes de1959)

En este artículo solamente mostraré con detalles la dieta alimenticia de los peones o macheteros de un ingenio, la cual aparece en el libro de María Poumier Apuntes sobre la vida cotidiana en Cuba en 1898, muy poco tiempo después de finalizada la devastadora Guerra de Independencia, guerra comenzada en 1895:

“ En cuanto a los alimentos proporcionados por el dueño del ingenio a sus peones, eran más o menos los que se comían en todo el campo cubano. En Guabairo, las raciones diarias se componían de: 1 libra de carne limpia o su equivalente en tasajo, bacalao;1 libra de arroz o su equivalente en frijoles, arvejas, macarrones, etc. ; 2 onzas de manteca; 1 onza de café; 2 onzas de azúcar; 6 onzas de pan, o en vez de pan, boniatos, plátanos o malanga; aceite de comer, tocino, sal y especias suficientes para sazonar el alimento. Durante los meses de invierno se les daba coles, tomates y nabos, todos los días además de las raciones.”

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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS

mi madre me contaba que nadie en Cuba pasaba hambre antes del '59. Que había de todo y para todos, y mucho menos la gente pensaba irse del país como lo han hecho desde que Castro triunfó. Fidel Castro va a ser el peor recuerdo de la isla de Cuba. 
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    Perla
  
on 6/7/12
   
Me hubiera haber gustado vivir antes del '59. Mi madre me contaba que nadie pasaba hambre en Cuba, y a nadie le pasaba por la mente irse del pais definitivamente y dejar a su familia como hacemos ahora.    

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Anonymous
   
on 6/7/12
   
La escasez de leche en Cuba es un logro más de la tirania involucionaria como todos sus logros de fracaso. Ordenar una vaca no tiene nada que ver con el mal llamado "bloqueo" o embargo que existe unicamente en la mente torcida de los comunistas del buró (burro???)politico del Partido Comunista Cubano. Producir leche es producir primero alimentos por las vacas, cuidar las vacas y tener mano de obra LIBRE para ordeñarlas. Todo eso con un proceso de libre comercio que hace que en los paises desarollados, no falta leche. En Cuba comunista, falta leche por unos pero no por otros. El MININT y las FAR tienen sus propias producciones agropecuarias y de buen nivel. por el pueblo nada o casi. Ademas hay un mercado negro barato de leche de vaca fresca que unos cubanos sencillos tienen cada dia. A veces en la Habana en las tiendas TRD falta leche, "no hay". En una gran ciudad de Oriente casi siempre "no hay" pero hay que correr toda la ciudad para encontrar un bolso que se paga en moneda fuerte, on Roberto Álvarez Quiñones sobre la falta de leche en Cuba: ¿Y mi vaso de leche, qué? 


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Comentario del Bloguista

Yo nunca comí filete de res antes de 1959 y solamente una vez comí langosta, aunque camarones sí muchas veces. En mi casa  se consumía diariamente bistéc de riñonada y bistéc de palomilla y alguna que otra vez picadillo. Las personas de menos ingreso consumían picadillo y las más pobres bacalao y los recortes de tasajo. Había proteina animal para todos los bolsillos. El arroz lo había desde el Tío Ben y el que tenía  en parte del nombre la palabra Blue, pero había arroces para todos los bolsillos y el de calidad más mala era de mejor calidad que el que venden por la libreta ( incluso con olor a humedad)  y en los mercados estatales y campesinos, al que le añaden piedras blancas para sacarle más ganancias. Así era con todos los productos: había para todos los bolsillos y además:  te fiaban.

En mi familia, como en la inmensa mayoría del país, nadie penso en irse de Cuba antes de 1959, pese a que había bombazos y crímenes durante la lucha contra Batista. 

3 Comments:

At 2:51 a. m., Anonymous Anónimo said...

La escasez de leche en Cuba es un logro más de la tirania involucionaria como todos sus logros de fracaso. Ordenar una vaca no tiene nada que ver con el mal llamado "bloqueo" o embargo que existe unicamente en la mente torcida de los comunistas del buró (burro???)politico del Partido Comunista Cubano.
Producir leche es producir primero alimentos por las vacas, cuidar las vacas y tener mano de obra LIBRE para ordeñarlas. Todo eso con un proceso de libre comercio que hace que en los paises desarollados, no falta leche.
En Cuba comunista, falta leche por unos pero no por otros. El MININT y las FAR tienen sus propias producciones agropecuarias y de buen nivel. por el pueblo nada o casi.
Ademas hay un mercado negro barato de leche de vaca fresca que unos cubanos sencillos tienen cada dia.
A veces en la Habana en las tiendas TRD falta leche, "no hay".
En una gran ciudad de Oriente casi siempre "no hay" pero hay que correr toda la ciudad para encontrar un bolso que se paga en moneda fuerte, siempre. Me sorprendio una vez resolviendo la falta de leche en las TRD con la ayudad de una anciana buena que me consiguio unos bolsos del mercado en monedad nacional.
Ademas el leche cubano es de mala calidad y cuando se puede eligir, mejor comprar el estranjero que es al mismo precio, una verguenza cuando se sabe el precio que le paga el gobierno al campesino.
Como siempre digo: La explotación del Hombre por el Estado (comunista) es peor que la explotación del Hombre por el Hombre.

 
At 8:40 a. m., Blogger Perla said...

Me hubiera haber gustado vivir antes del '59. Mi madre me contaba que nadie pasaba hambre en Cuba, y a nadie le pasaba por la mente irse del pais definitivamente y dejar a su familia como hacemos ahora.

 
At 8:43 a. m., Blogger Perla said...

mi madre me contaba que nadie en Cuba pasaba hambre antes del '59. Que había de todo y para todos, y mucho menos la gente pensaba irse del país como lo han hecho desde que Castro triunfó.

Fidel Castro va a ser el peor recuerdo de la isla de Cuba.

 

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