Oscar Espinosa Chepe desde Cuba sobre la XXX Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2012) y el Embargo de EE.UU. a la dictadura Castrista: La XXX Feria y el show de embargo
La Feria transcurrirá, contradictoriamente, mientras en Cuba se realiza una intensa campaña para tratar de demostrar los supuestos efectos del llamado bloqueo de Estados Unidos, un show montado —como todos los años— en estos meses para aprovechar el desarrollo de la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde el Gobierno cubano ha presentado una resolución condenatoria del “bloqueo” para ser votada el 13 de noviembre.
Paralelamente, la televisión nacional y otros medios de difusión no descansan en “probar” los efectos del “cruel bloqueo”, a través de las Mesas Redondas, conferencias, artículos periodísticos y continuos spots, señalado que todos los problemas del país se deben al bloqueo. Si en las escuelas hay dificultades con las libretas, los lápices y los uniformes para los niños, la culpa la tiene el bloqueo. Si el país se cae a pedazos por la ineficiencia oficial, el culpable es el bloqueo. Si el transporte de pasajeros no funciona, se debe al bloqueo. Si no hay alimentos y la agricultura no produce, la causa es el bloqueo. Si la industria hoy está al 45 % del nivel productivo de 1989, resulta un efecto del bloqueo… y asó sucesivamente.
Se llega hasta a afirmar que los niños con cáncer o enfermedades cardíacas no tienen medicinas o mejores tratamientos en general, por causa de la negativa de Estados Unidos a vender medicamentos y equipamiento especializado, pero se oculta que este país está dispuesto a brindar licencias a sus empresas farmacéuticas y productoras de esos equipos para exportar a Cuba, al igual que hace desde 2001 para la venta de alimentos. Además, naciones cercanas como México, Canadá, Brasil y otras, tienen una industria farmacéutica bien desarrollada y están deseosas de vender a la Isla. En idéntica disposición están empresas con tecnología muy avanzada en la producción de medicamentos y equipamiento para la salud de Europa y Asia, con amplia participación en FIHAV 2012.
El problema de las importaciones cubanas no radica en el embargo norteamericano, sino en la carencia de divisas para adquirir los recursos. Si se excluye limitadas cantidades de níquel, Cuba no tiene prácticamente nada que ofrecer. Las menguadas zafras azucareras solo aportan azúcar para cubrir el racionado mercado nacional con algo para exportar a China y una insignificante cantidad al mercado mundial. Las cantidades de tabaco, ron, café y miel de abeja no alcanzan volúmenes importantes, con disponibilidades ridículas, con la exclusión del ron, creadas mediante la desmedida reducción del consumo interno de esos artículos, dado que sus niveles productivos continúan muy distantes de los anteriores a 1989. Ciertamente la exportación de productos farmacéuticos y biológicos ha crecido modestamente en los últimos tiempos, pero ese resultado está muy condicionado por las relaciones con los miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
La coartada del bloqueo, con su mentirosa propaganda, está en crisis.
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