LOS PERROS CASTIGADOS!
(1-20-14- 1:40PM)
Por Esteban Fernández
El mes pasado "Nuevo Acción" señaló este gran peligro y hoy voy a hacer hincapié en este escabroso tema. Vamos a suponer: Cuba YA ES LIBRE tras un imponderable o un tardío milagro de Dios o miles de rayos que Santa Bárbara lance sobre Punto Cero y La Coronela alcanzando en las cocorotinas a todos los Castro. Y acto seguido ¿cuáles serán los cubanos más peligrosos para el bienestar y la tranquilidad de la nación emancipada? ¿Quiénes serán el peor obstáculo para la prosperidad y libertad nacional?
No, no son los que a usted inmediatamente les vienen a la mente, no son los generales, ni los altos pinchos y mayimbes del régimen, ni Ramiro Valdés, ni Abelardo Colomé Ibarra, ni Leopoldo Cintra Frías. Esos morirían o escaparían. No se quedarían allí a esperar que los lleven mansamente a los cadalsos.
Por lo tanto, según mi humilde opinión, los verdaderamente dañinos serán los fidelistas siquitrillados "por gusto" y sin haber roto sicológica ni sentimentalmente con la tiranía. Es decir los que fueron eliminados por caprichos de Fidel y Raúl Castro o por una zancadilla de algún envidioso.
Son los que después de haber sido echados a un lado y acusados de haber cometido algún delito inventado o creado, siguen teniendo fotos en las salas de sus casas de ellos junto a los hijos de Lina. Son perros castigados que esperan el chiflido de los antiguos amos. Otros viven en el exterior esperando que la revolución vuelva a cobijarlos en su seno o que se forme un cambio inesperado en
la Isla y que ellos puedan incorporarse a cualquier cosa.
(Enrique y Rogelio Acevedo en 1958)
Individuos como el general Patricio de la Guardia que verdaderamente no hizo nada contra la tiranía, que prácticamente fue severamente castigado sin razón alguna, que jamás ha eliminado a los hermanos Castro de su corazón pero que a la hora de un cambalache sacará a relucir sus “méritos”, sus años de cárcel y la injusticia cometida contra él. Es hasta capaz de alardear de que asesinó al Presidente socialista Salvador Allende y ayudó a la salvación de Chile.
Personajes sin moral alguna como Carlos Aldana, Carlos Lage, Roberto Robaina, Felipe Pérez Roque, correrían desaforadamente a ponerse a las órdenes de las fuerzas de liberación mil veces más rápido que los verdaderos patriotas que tienen escrúpulos y son personas decentes.
¿Ustedes saben la cantidad de esbirros que fueron apartados del Ministerio del Interior en 1989 durante las defenestraciones de Arnaldo Ochoa, de Antonio de la Guardia, de José Abrantes? Toda una enorme caterva de degenerados e hijos de perras que están al acecho de poder incorporarse de nuevo al régimen o en su defecto a los libertadores.
¿Dónde están los general Pascual Martínez Gil y Germán Barreiro Caramés? Nadie sabe, a lo mejor están trabajando en unas granjas agropecuarias. La cuestión es que acto seguido de una rebambaramba aparecen de nuevo, con los uniformes de camuflaje parecidos a los de los héroes hasta con sus estrellas en los hombros. Agazapados en Caibarién y Remedios están los hermanos generales Enrique y Rogelio Acevedo esperando mejores momentos.
Detrás de unos arbustos están muy alertas Carlos Balenciaga, Otto Rivero, Luis Orlando Domínguez y Hassán Pérez. Sí, mis amigos, porque hasta el repugnante cabezón Ricardo Alarcón tratará de explicar que siempre fue un verdadero contrarrevolucionario.
Y esos hijitos de los grandes culpables que andan de paseo por el exterior regresarían vendiéndose como “exiliados cubanos”. Esbirros que cayeron en desgracia y fueron a parar en la cárcel por haber contrabandeado carne de puerco sacarán a relucir sus merecimientos como "ex presos políticos".
Y, hoy en día, Raúl -para acabar de llenar el cubo de mondongo- está eliminando gentuza simplemente "por haber sido furibundos fidelistas y haberlo ignorado a él". Entonces, después de eliminados los castristas vigentes, la bronca será con los apapipios a los que las alucinaciones, esquizofrenia y paranoia de los tiranos los llevó innecesariamente al ostracismo, al olvido y al desprecio de sus compañeros de armas.
Y a estos hay que agregarles la recua de arrepentidos y de discrepantes que aparecieron después que se les acabaron los privilegios tras la bancarrota soviética. Hasta Fidelito presumirá de que lo tuvieron en el "plan pijama". Sin olvidar a los ñangaras que están en contra del régimen por considerar que Fidel y Raúl Castro "no son suficiente y verdaderamente comunistas".
Por lo tanto, debemos denunciar el peligro desde ahora, ponernos el parche ante que salga el grano, para ver si humildemente podemos lograr que en la Cuba del futuro no lleguen a ser ni cabos de escuadra de la guardia rural de Bolondrón ni concejales en Remanganagua.
Y que quede muy claro, si dentro de esos actuales relegados algunos han cometido crímenes deben ser castigados de verdad no como ahora que han sido simplemente regañados y degradados.
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