viernes, noviembre 07, 2014

EL COCHINO DINERO. Alfredo M. Cepero sobre Guillermo Fariñas en el anuuncio de propaganda electoral de Joe García


EL COCHINO DINERO
Por Alfredo M. Cepero
Director de www.lanuevanacion.com
Sígame en: http://twitter.com/@AlfredoCepero
 de noviembre de 2014

Mi tía Elvira Planas Barroso, quien no tenía títulos universitarios pero sí mucho sentido común y había adquirido una profunda sabiduría por experiencias acumuladas a lo largo de los 100 años que residió en esta Tierra, atribuía la mayoría de las maldades y desgracias humanas a lo que llamaba "el cochino dinero". Esa frase lapidaria de mi tía Elvira me vino a la mente cuando hace unos días hizo explosión en Cuba y en el exilio el supuesto apoyo del disidente Guillermo Fariñas al congresista Joe García. Los norteamericanos encapsulan esta misma idea diciendo "follow the money". Y eso es lo que haremos en esta nota para tratar de desenredar una madeja que parece más bien el libreto de una soporífera novela mejicana.

Desesperado ante la alta probabilidad de perder el escaño legislativo logrado con la ayuda de la prensa de izquierda y el dinero de quienes hacen o quieren hacer negocios con los Castro, Joe García sacó lo que consideró como su opción nuclear. Desempolvó y convirtió en anuncio de campaña un video aparentemente filmado hace algún tiempo donde aparece Fariñas afirmando: “Desde hace décadas, Joe García ha sido un compatriota comprometido con nuestra lucha”. Cuando se le preguntó por las circunstancias en que había sido filmado dicho video, García manifestó que había sido el propio Fariñas quien le había ofrecido participar en la cruzada electoral.

El terremoto político encontró a Fariñas en uno de sus ya acostumbrados periplos internacionales de disidente respaldado y promovido con cuantiosos recursos financieros. Desde la Ciudad de México, y ante el peligro de perder su altar de santo patrón de la disidencia moderada, Fariñas se dio a la urgente tarea de control de daños. Categóricamente manifestó: "Yo, en ningún momento del anuncio en cuestión, aparezco solicitando el voto para ninguno de los dos candidatos en específico, por lo tanto, está claro que no me inmiscuyo en dicha contienda electoral" .

Es cierto que Guillermo Fariñas no pidió específicamente a los electores que votaran por Joe García, pero si dijo: “Desde hace décadas, Joe García ha sido un compatriota comprometido con nuestra lucha”. Más que suficiente para que los electores mal informados, que son la mayoría en esta democracia adulterada por la ignorancia y por la corrupción, concluyeran que Fariñas era amigo de García y que les pedía su voto para el candidato del Distrito 26. Además, ya sabemos que "una foto vale más que mil palabras" y, por ende, que un video vale más que un millón de palabras. Y ahí estaban Joe García, Guillermo Fariñas y Pepe Hernández como beneficiarios de las larguezas de la Fundación Nacional Cubano Americana.

(Pepe Hernández, Guillermo Fariñas y Joe García)

Por otra parte, quizás nunca llegaremos a saber con exactitud los detalles alrededor de este sainete politiquero. García dice que Fariñas se ofreció voluntariamente a ayudarlo en su campaña mientras Fariñas lo niega rotundamente. El primero es miembro de un partido que gana elecciones acusando a sus adversarios de racismo y el segundo un graduado de esa universidad de la simulación donde los Castro entrenan a su disidencia domesticada. De lo que sí no cabe duda alguna es de que ambos, García y Fariñas, son dos farsantes que responden a los intereses y obedecen las órdenes de un mismo dueño.

Ese dueño tiene nombre y apellido. Se llama Jorge Mas Santos y es aliado ideológico de Barack Hussein Obama. "Jorgito", como le decían quienes lo vieron crecer protegido por la sombra de Jorge Mas Canosa, heredó una fundación que mantenía relaciones con políticos de ambos partidos, que tenía acceso a mandatarios de numerosos países del mundo y que no tenía otro partido que el de Cuba. También heredó la fortuna pero, desafortunadamente, no heredó el talento, el carisma, ni la habilidad política de su ilustre progenitor. Con quien, dicho sea de paso, no siempre estuve de acuerdo, pero quien con su labor en la lucha por la libertad de Cuba merece un lugar de honor en nuestra historia.

En marcado contraste con su padre, "Jorgito" convirtió a la Fundación en una sucursal del Partido Demócrata. Los hombres y mujeres que fundaron la organización junto a Mas Canosa se sintieron traicionados y decidieron levantar tienda aparte. A partir de ese momento, en su calidad de estrechos aliados, Obama y Mas Santos han estado utilizando cuantiosos recursos financieros en la promoción de una agenda de acercamiento a la tiranía que les abra las puertas al potencialmente lucrativo mercado cubano.

Esos recursos fluyen en dos direcciones. Mas Santos y sus compañeros de la Fundación donan fondos para financiar las campañas del presidente y de otros candidatos del Partido Demócrata. En reciprocidad, Obama dona fondos a la Fundación con los cuales ésta financia a aquellas organizaciones dentro de Cuba que sigan su ideología y su estrategia de lucha.

Fariñas, por ejemplo, parece haber recibido la encomienda de poner en marcha un proyecto de creación de comedores populares. El coronel que una vez recibió medallas por su conducción de la guerra en Angola, devenido ahora en nutricionista dice: "Creo que los comedores populares nos van a permitir ampliar la base social de la disidencia, la estrategia es crecer en masa y por eso tenemos que darle ese apoyo”. Si alguno de mis lectores cree que en Cuba se pueden dispensar beneficios al pueblo sin el consentimiento de los tiranos yo tengo una finca inundada y poblada por cocodrilos en la Ciénaga de Zapata que se la puedo vender a buen precio.

Volviendo al control de daños por parte de Fariñas, el connotado faquir cubano con mas huelgas de hambre que Mahatma Gandhi juega su acostumbrado papel de víctima y dice que la oposición tiene que unirse, que teme por su vida y que han tratado de sobornarlo. ¿Propone Fariñas que esa unidad comprenda el apoyo a un sujeto carente de principios y de dignidad como Joe García? ¿Subestima este señor la inteligencia de los cubanos hasta el punto de tratar de hacernos creer la patraña de que Raúl Castro lo considera una amenaza para su tiranía? ¿Qué secreto esconde detrás de su alarde de honestidad frente a quienes pretendieron sobornarle?

La honestidad, cuando es verdadera, no tiene que ser proclamada porque es ampliamente demostrada por el carácter y la conducta del individuo. Ofelia Acevedo, la esposa de Oswaldo Payá, declaró hace unos días que nadie había tratado jamás de sobornar a su marido. Mi amigo Oscar Elías Biscet me ha dicho que nunca ha recibido una proposición de ese tipo. Dos hombres con ideologías y caminos distintos pero ambos fieles a sus ideales y sus principios. Por eso los malos, que son astutos y taimados como el diablo, no perdieron el tiempo en tratar de sobornarlos.

Antes de cerrar este artículo quiero dejar bien clara mi posición sobre el dinero en la política en general y en la lucha por la libertad de Cuba en particular. El dinero es parte de los procesos electorales y su utilización en la promoción de puntos de vista legítimos es totalmente aceptable. El dinero para paliar las necesidades de una oposición interna agobiada por la represión y la miseria es un gesto de compasión humana que habla muy alto de la solidaridad de la gran familia cubana. El Partido Nacionalista Democrático de Cuba, que fundé en compañía de dos docenas de compatriotas que tuvimos el privilegio de vivir la edad de oro de nuestra patria, envió millares de dólares a un puñado de opositores internos entre el 2005 y el 2010. Otras organizaciones de este exilio han hecho lo mismo y, por ello, merecen nuestro respeto. Esa es una ayuda de cubano a cubano sin condiciones de ninguna índole que no envilece a quienes la dan ni a quienes la reciben.

Pero lo que no es moralmente aceptable es que el dinero sea utilizado como instrumento para dictar políticas, influir sobre la conducta o exigir la lealtad de quienes lo reciben. Eso es lo que ha estado haciendo la Fundación Nacional Cubano Americana y están haciendo otras organizaciones del exilio de las cuales me ocuparé en otro momento. En lo personal no me quitan el sueño ni los considero mis enemigos. Pero lo que no les puedo perdonar es que pongan sus ambiciones personales y sus intereses materiales por encima de la felicidad de nuestro pueblo y se conviertan, de hecho, en un obstáculo para el logro de una rápida y verdadera la libertad de Cuba.