lunes, diciembre 15, 2014

Antonio José Ponte sobre el silencio de Leonardo Padura a la no inclusión del film Regreso a Ítaca basado en su libro La novela de mi vida en el 36 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana



 Regreso a Itaca (Trailer)


Tomado de http://www.diariodecuba.com

¿Dónde está Leonardo Padura?

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Terminó el festival y el público habanero se quedó sin ver 'Regreso a Ítaca' del francés Laurent Cantet, con guión de Cantet y de Leonardo Padura.
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Por Antonio José Ponte
Madrid
15 Dic 2014

Terminó el 36 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y el público habanero se quedó sin ver Regreso a Ítaca del francés Laurent Cantet, con guión de Cantet y del novelista cubano Leonardo Padura. Iván Giroud, director del festival, intentó convencer a la opinión pública de que no existía prohibición, no se trataba de censura política. Sostuvo que la película no fue programada por no caber en ninguna de las secciones del evento. Excusa digna de un administrador de Oficoda, que queda desmentida por la imagen del catálogo que incluyó a Regreso a Ítaca entre las "Presentaciones Especiales".

Hasta ahora Leonardo Padura no se ha pronunciado en defensa del filme basado en un libro suyo: La novela de mi vida. Puede que durante los días de festival mantuviera un silencio astuto y diplomático, a la espera de que los organizadores recapacitaran. O que aguardara por el resultado de ciertas gestiones. Sin embargo, clausurado el festival y censurada la película, no se ha escuchado protesta de su parte. Tal vez nunca la haya. Un silencio así estaría en perfecta concordancia con el modo en que el escritor y guionista se ocupa del presente en su literatura.

La novela de mi vida cuenta una historia del pasado histórico cubano —Heredia, Tacón, Delmonte— y también una historia actual, que es la que ha servido de base al filme de Cantet. En ella un hombre llamado Fernando Terry, que decidiera marcharse del país luego de ser delatado a la policía política, vuelve a La Habana en busca de un manuscrito herediano y dispuesto a averiguar cuál de sus viejos amigos fue el delator.

En La Habana termina por encontrarse con el oficial de Seguridad que lo empujó al exilio y descubre que no hubo traidor entre sus amistades. Quien narra nos tranquiliza: "el origen de todo solo había sido la maligna decisión de un policía en busca de grados e informantes, el mismo policía al que, años después, expulsarían por sabía Dios qué delitos, sin duda reales y punibles". Queda claro entonces que no es preciso buscar responsabilidades en la policía política, que todo se debió a un mal seguroso. Y existe un atenuante más: poco tiempo después de que Fernando Terry decidiera marcharse del país, llegaba a su casa una comunicación oficial que lo resarcía. Por tanto no era el Estado socialista quien perseguía a Terry, ni la Seguridad del Estado, ni ninguno de sus más cercanos amigos. El único culpable era un malhechor, rueda suelta del mecanismo y no mecanismo en sí.

(Leonardo Padura)

En cambio, muy distinto es lo que sucede en la otra mitad de esa novela, donde Heredia es personalmente reprimido por el capitán general Tacón, y resulta delatado por su amigo Domingo del Monte. Y es que, igual que ocurre en El hombre que amaba a los perros (de la cual me he ocupado en una reseña), La novela de mi vida gana en poder de denuncia en tanto más lejanos queden los hechos. Mientras que para épocas recientes el autor se reserva su capacidad de escamoteo. 

Ahora, en el más inmediato presente, cuando la censura carga contra una película escrita por él y basada en uno de sus libros, Padura opta por callar. Su fama de autor internacional y su oficialista Premio Nacional de Literatura le habrían permitido, con relativo poco riesgo, tener éxito en la denuncia y la reclamación. Pero del mismo modo en que él diseña sus novelas para conseguir que sean publicadas dentro de la Isla (y se ocupa de no manchar el honor de la Seguridad del Estado u olvida preguntarse qué hacía el asesino de Trotsky en La Habana), ha preferido mostrar idéntica cortesía ante la censura y no protestar por el atropello de su película.

Sea por decisión propia o por empuje de la prensa internacional, Padura ha jugado en los últimos años a aparecer como intelectual público. Para serlo verdaderamente debería dejar de imponer al argumento de sus novelas esas maniobras para congraciarse con el poder. Y tendría que adoptar la responsabilidad del escritor de temas políticos con aquello que escribe: acompañarlo, no solo hasta su posible adaptación cinematográfica, sino también hasta sus implicaciones entre los comisarios políticos.

Guardando silencio, como ha hecho en este caso, Leonardo Padura no hace más que ayudar a los censores, y traicionar a los lectores de su obra y a los espectadores de su película.
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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS EN DIARIO DE CUBA

 Zoraida Marrero - 15 Dic 2014

Creo que debemos darle tiempo a Padura para escribir su panegírico. No debe ser facil defender al mismo tiempo al mono, a la cadena y al administrador del zoológico
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 Anónimo - 15 Dic 2014

Padura es Mario Conde o viceversa y ambos se la pasan quejandose de lo que les paso a su generacion sin nombrar nunca al verdadero y unico culpable. Hay que reconcerle el haberse quedado a escribir en Cuba pero eso sin duda acarrea ciertos limites a lo que pueded decir. En realidad su obra hubiera sido menos famosa si la hubiera escrito desde el extranjero y el lo sabe.
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 Anónimo - 15 Dic 2014
Certerísimo, Ponte. Quizá en el fondo de su corazón Padura repite aquella queja de Virgilio Piñera en la Biblioteca Nacional: "Tengo miedo..." No es fácil. La perspectiva de una cárcel en Cuba -o el ostracismo cultural- no es grata para nadie. Dígalo Ángel Santiesteban, por ejmplo. Su novela sobre Heredia es al mismo tiempo una novela de actualidad, pero también histórica y por si fuera poco: policíaca. De ahí que necesite un "criminal" (Delmonte) lo cual le funciona para la mitad de la novela, pero queda abierta en la otra donde "no hay crimen" y si lo hubo, fue culpa de un mediocre. Nada se toca y nada se mueve. Allá en Mantilla le dirían: "Leo tiene ñao". Y no lo critico por ello: es humano. Pero por lo menos, Virgilio lo decía.
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La desilusión de Cuba se ve en Venecia con "Retorno a Ítaca"


Agencias
septiembre 03, 2014

El realizador francés Laurent Cantet, ganador de una Palma de Oro en Cannes por "Entre les murs" (2008), indaga en la desilusión de toda una generación de cubanos educados en la Revolución, en la película "Retorno a Ítaca", presentada en la sección "Jornadas de los Autores" de Venecia.

Con un guión basado en "La novela de mi vida", de Leonardo Padura, elaborado a medias entre Cantet y el escritor cubano, "Retorno a Ítaca" cuenta la reunión de cinco amigos para celebrar el regreso a La Habana de Amadeo después de 16 años de exilio.

Jorge Perrugorría, Isabel Santos, Néstor Jiménez, Fernando Hechevarría, Alberto Pujols y Pedro Julio Díaz se ponen en la piel de ese grupo que desgrana sus recuerdos de juventud, la ilusión que tenían en el futuro y su posterior desencanto.

"Padura habla de una generación perdida", indicó Cantet en Venecia a un grupo de periodistas. "Gente que de joven creyó en la revolución, trabajó para ser parte de ella y, al llegar la edad en la que podían implicarse, se encontraron con que la URSS desapareció y Cuba entró en crisis".

La escasez abocó a algunos, como Amadeo, al exilio, y a otros a una lucha diaria por su propia supervivencia y la de sus hijos.  

Cantet -que ha aprendido a hablar español- y Padura se conocieron durante el rodaje de la película colectiva "7 días en La Habana" (2012). Fue entonces cuando surgió la idea de hacer un cortometraje juntos basado en un relato del cubano sobre el regreso de un exiliado 18 años después de su partida.

"Después de tres días nos dimos cuenta de que era muy difícil de hacer en 15 minutos, así que pusimos el proyecto a un lado y tan pronto como tuvimos tiempo nos reunimos de nuevo para hacer un largometraje".

Primero se reunieron en París y después en Cuba donde empezaron a buscar el reparto adecuado. Aunque en muchas de sus películas Cantet trabaja con actores no profesionales, aquí prácticamente todos son famosos en la isla.

En lo que el director de "Ressources humaines" o "Foxfire" sigue fiel a sí mismo es en contar historias de grupos, la necesidad y las dificultades de formar parte de un colectivo. "En este caso se trata de Cuba, pero cualquiera de nosotros podríamos reconocernos en alguno de los personajes", aseguró.

"Todos estamos inmersos en un mundo que no sabemos adonde va, estamos preocupados por lo que va a pasar, y las cosas van a peor", añadió.

Sobre la situación actual de Cuba, Cantet opinó que algo está cambiando.

"Esta película no habría sido posible hace unos años. Es muy importante que por primera vez estas cosas se puedan decir. Quizá ayuda que soy extranjero pero también creo que los tiempos están cambiando en Cuba".

"Retorno a Itaca" se proyectará también en el Festival de San Sebastián, que arranca el 19 de septiembre, dentro de la sección Perlas

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Gana "Regreso a Ítaca" premio en festival de cine de Biarritz