UN VIEJO CONCEPTO POLÍTICO PARA UNA CUBA DICTATORIAL
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La administración
estadounidense parece confiar en poder cambiar a una dictadura
irreformable como la de los Castro, incluso muchos de estos funcionarios
piensan que sus objetivos son difíciles de alcanzar.
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Dr. Oscar Elías Biscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
lawtonfoundation@lawtonfoundation.com – www.lawtonfoundation.com
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LA HABANA.- El presidente estadounidense Barack Obama dijo en su discurso de comienzo de las relaciones con la dictadura de Castro que en los más de cincuenta años de “relaciones entre EEUU y Cuba se había forjado una política de amigo y enemigo” y que ésta había fracasado. El presidente Obama da un giro de 180 grado en su nueva política en busca de mejores circunstancias para ganar los derechos humanos para el pueblo cubano.
La administración estadounidense parece confiar en poder cambiar a una dictadura irreformable como la de los Castro, incluso muchos de estos funcionarios piensan que sus objetivos son difíciles de alcanzar. Pero al menos buscan una nueva política que sustituya la anterior que según sus reflexiones no cumplió con sus objetivos y quitan la justificante castrista del culpable externo.
Entonces, ya no son más amigo y enemigo en el concepto del Presidente; sino amigos que encontraran soluciones a los problemas humanitarios y a otros en sus estrategias geopolíticas. Dudo que la influencia de la gran potencia en libertades contagie con sus ideas libertarias a la cúpula castrista; que en otros países con el mismo sistema no ha funcionado tampoco. Ahora serán amigos que cohabitan en adversidades inmorales.
Sin embargo, algunas personas de las dos naciones parecen estar convencida que este nuevo plan vencerán abrazándose al estilo de lo referido por Manuel de Falla: “¡Cuan preciosa y eficaz es la colaboración involuntaria del enemigo acérrimo para el triunfo de las ideas que combate! También la dictadura cubana sabe luchar en el campo ideológico que es su mejor arma, y tiene una vasta experiencia tomada de la historiografía del comunismo mundial, la política de amigo y enemigo favorece su existencia.
Por otra parte, sabemos que la teoría política de amigo y enemigo de Henry Kissinger es la que comenzó Obama con las nuevas relaciones estadounidense-cubana, la conocida política détente. La impulsada para estrechar las relaciones entre los EEUU y la Unión Soviética (URSS) cuando la administración presidencial de Richard Nixon.
EEUU y la URSS eran archienemigos ideológicos y estratégicos, que no tenían relaciones diplomáticas y que sólo la establecieron después de la caída del comunismo. Los estrategas políticos americanos y del mundo occidental se preguntaban cómo iba a subsistir el Imperio soviético sin la justificante del enemigo exterior que tanto necesitan los dictadores y sus estados delictivos para conservar el poder. Los soviéticos eran la primera potencia mundial junto a la norteamericana. ¿De quién se sostendría si era la cumbre en la escala de poder? Como gran nación no podía dependen de otros estados como lo hacían los pequeños países para sostener su sistema dictatorial, como en el caso de Cuba y Corea del Norte entre los socialistas y de los capitalistas Egipto y Arabia Saudita. Los soviéticos tendrían que sucumbir ante esta política de détente.
Asombrosamente los ideólogos soviéticos sacaron su mejor arma política, convirtieron la détente en amigo y enemigo. Los estadounidenses y sus socios de occidentales mantuvieron a los soviéticos con los recursos logísticos y financieros, con facilidades de pago para sostener su economía centralizada y el control de su población. A pesar de esos beneficios intensificaron su antiamericanismo y odio hacia Europa occidental, y aumentaron su represión al interior. Sólo la URSS cayó con la contingencia de la teoría del reaganismo.
Del mismo modo, otra nación pobre pero belicosa sus autoridades política, coexiste con la misma política de amigos y enemigos, es el gobierno de la Autoridad Palestina. Éste se beneficia por la paz de miedo impuesta en sus acciones al interior de su nación. Mientras viven del dinero de los contribuyentes mundiales, incluidos los EEUU, Europa occidental e Israel, estimulan el antiamericanismo y antisemitismo entre sus conciudadanos. El gobierno palestino parlamenta con el mundo occidental en inglés sobre la buena voluntad de buscar la paz con los israelitas y con sus compatriotas en la lengua árabe promueve el antisemitismo. Estas naciones democráticas no estimulan en ellos el respecto al estado derecho y a las libertades inalienables del pueblo palestino. Sabiendo que la democracia es la única que puede estabilizar la región.
En el caso de Cuba, muchos perdieron sus esperanzas de poder liberarse de la tiranía por una acción soberana de su pueblo. Alguno influido por el fatalismo geográfico que turbo sus mentes y otros por lo parsimonioso en sus actitudes que prolonga el proceso para la liberación. Pero estoy seguro que con un plan autónomo, sin injerencia extranjera y con la solidaridad internacional, y las buenas cualidades del pueblo cubano acelerarán el proceso de libertad.
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